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UTOPÍA Y PRAXIS LATINOAMERICANA. AÑO: 22, n°. 78 (JULIO-SEPTIEMBRE), 2017, PP. 91-101 REVISTA INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA Y TEORÍA SOCIAL

CESA-FCES-UNIVERSIDAD DEL ZULIA. MARACAIBO-VENEZUELA.


Hacia una psicología contextualizante


Towards a contextualizing psicology

Luis VERGÉS

Capítulo COMPLEJIDAD-República Dominicana.


Resumen


Las terapias tradicionales, orientadas al cambio en áreas disfuncionales -con resultados no siempre satisfactorio- se basaron en las ciencias clásicas. Se cuestiona si sus fundamentos son coherentes con la complejidad de los problemas a enfrentar. Es pertinente dar una mirada a su proceso evolutivo, pues comenzaron con teorías objetivantes, continuaron con posicionamientos subjetivantes, hasta indagar los elementos contextualizantes presentes en la terapia familiar. Se incluye una crítica a los dos primeros posicionamientos, que no han dado respuesta a la complejidad a enfrentar. Se necesita una psicología contextualizante que abarque los elementos de la dinámica compleja presentes en la condición humana.

Palabras clave: Complejidad; Psicología; terapia contextualizante; valoración crítica.

Abstract


Traditional therapies, oriented towards changing the disfunctional areas –with often unsatisfactory results- were based on the classical sciences. The coherence of their fundamente with the complexity of the problems affronted is questioned. Thus it is convenient to take a look to their evolutionary process, because they began with objectivist theories, followed by subjectivists positionings, until they began to study the contextualized elements present in the therapy of the family, A critique to the first two approaches is included since they have not given answers to the confronted complexity. A contextualized psychology is needed, so as to cope with the elements of the complex dynamics present in the human condition.

Keywords: Complexity; Psychology; contextuañized therapy; crtical assessment.



Recibido: 10-03-2017 ● Aceptado: 25-06-2017


INTRODUCCIÓN

La propuesta de la ciencia para darle respuesta a la amplia gama de sufrimientos de las personas plantea un serio desafío que todavía no se responde del todo. El surgimiento de las ciencias de la conducta, entre ellas la psicología, ha representado una luz necesaria y esperanzadora, pero no suficiente para el logro de este objetivo.

Los avances de esta ciencia han permitido logros prometedores, entre ellos, la creación de una infraestructura teórica que se concretiza en varias sub especialidades, las cuales permiten intervenciones especializadas para diferentes tipos de problemas y afecciones.

Pero la gran pregunta: ¿son estos problemas y afecciones algo tan simple como para ser abordados desde una perspectiva lineal o tipo solución mágica? Pues obviamente que no. La psicología nació en base a las dos primeras ventanas que se abrieron para observar el escenario de las ciencias. Parafraseando a Ulonowsky, tanto la Revolución Newtonianna como la Cartesiana se hicieron sentir en el desarrollo de la psicología, hasta el punto que su carta de ciencia fue lograda gracias a los trabajos realizados en un laboratorio de la ciudad de Leipzip, Alemania.

La psicología nació sobre la base de poder demostrar que sus variables pueden ser medibles y objetivables, dos criterios de las ciencias positivas que con los años se ha demostrado no necesariamente son coherentes con la naturaleza de una ciencia de la conducta. Esta tendencia también la tuvo otra ciencia comolo señalan Sotolongo y Delgado1 al referirse a la sociología y resaltar de forma crítica que “desde el punto de vista metodológico, el único método aceptable para el estudio de la sociedad es el positivista, entendiéndose por tal el conjunto de procedimientos y enfoques que guiaron el desarrollo de las ciencias naturales durante los siglos XV111 y X1X. Este canon metodológico se destaca por postular, entre otras cosas una inseparable escisión entre el sujeto investigador y objeto investigado; una rígida separación entre pasado y presente, es decir, entre historia y actualidad; una estricta demarcación entre un saber racional y los demás, confinados a la nebulosa esfera de los mitos y las leyendas insanamente opuestos al espíritu científico; y una estrategia de permanente fragmentación de todos los ámbitos de la realidad física y cultural, que origina un sin fin de disciplinas, especialidades y sub especialidades, las cuales, incapaces de percibir la unidad compleja y contradictoria de lo real, fracasan a la hora de ofrecer una real interpretación y comprensión de los problemas analizados”.

La psicología sigue en la actualidad atrapada en un proceso de constante fragmentación, donde cada día aparecen nuevos modelos focalizados que presentan al ser humano como un objeto de estudio, valorado a partir de que se confirme a nivel empírico alguna condición que sobresale sobre las demás.

Esta tendencia hacia la objetivación provocó gran descontento, sobre todo desde un posicionamiento subjetivante que hizo explosión a partir de los años 60s. El surgimiento de modelos que colocaban al ser humano como el ente más activo en la construcción de sus percepciones y la forma natural como el mismo puede acceder potencialmente hacia el desarrollo, marcó la presencia de un nuevo posicionamiento, de la mano de sus raíces fenomenológicas.

La emergencia del posicionamiento subjetivante dentro de la psicología marcó una buena noticia, pero no suficiente para superar las debilidades de los enfoques que fueron validados en base a un posicionamiento objetivante. La dispersión de enfoques y el surgimiento fragmentado de visiones, así como el sesgo de dudas que infiltraban las ciencias positivas, arrojaron serios cuestionamientos hacia estos modelos.


  1. SOTOLONGO, PL & DELGADO DÍAZ, C (2006). La Revolución Contemporáneo del Saber y la Complejidad Social. Hacia unas ciencias sociales de nuevo tipo. CLACSO, Chile.


    La terapia familiar, surge a partir de los años 1950, después de la segunda guerra mundial, y en ella fueron depositadas grandes expectativas, algunas de las cuales han sido satisfechas y otras no. El logro de un marco conceptual basado en la teoría de los sistemas marcó una ruptura con el pensamiento lineal, única cosmovisión conocida y aplicada dentro de la psicología hasta el momento.

    Podemos decir que, con la adopción por parte de la terapia familiar de la teoría de los sistemas, la

    psicología se abrazó de forma firme con un posicionamiento contextualizante.

    El presente trabajo presenta el proceso evolutivo que llevó a la terapia familiar a romper con la cosmovisión lineal y el salto paradigmático que esto marcó en el ámbito de la psicología aplicada.

    A pesar de que no todos los sistemas son complejos, si lo son gran parte de los problemas que enfrenta el ser humano, por lo que en este trabajo se plantea el empleo de estrategias de indagación que podrían ser útiles en el marco de una consideración distinta a la que hasta ahora ha prevalecido en la terapia familiar.

    El estudio es de carácter documental, y se apoya en la revisión bibliográfica de los libros que presentan la evolución de la terapia familiar, el marco conceptual sistémico y los diferentes aspectos que definen el pensamiento complejo que pueden ser pertinentes para una forma de terapia cada vez más contextualizante.

    Como fase preliminar, se presenta la evolución de la psicología como ciencia, sus principales modelos y representantes, a luz de los distintos posicionamientos que asumieron. El trabajo tiene un planteamiento crítico hacia las limitaciones y dispersión que presentan los modelos de comprensión y abordaje de la conducta humana en la práctica. La visión del mismo es valorar el avance de la psicología hacia un posicionamiento contextualizante que permita logros coherentes, sobre todo en un campo de aplicación práctica, como es el abordaje terapéutico.

    Al escoger la terapia familiar como un campo promisorio, queda el mensaje de que un proceso de contextualización como posicionamiento, sería una propuesta saludable para que la psicología solucione sus principales debilidades como ciencia, las cuales se resumen en los siguientes aspectos:

    1. Exagerada fragmentación en la comprensión de los procesos que interviene.

    2. Falta de identidad como ciencia que le impide hablar un lenguaje consistente.

    3. Exagerada división entre objeto de estudio y sujeto que estudia.

    4. Exagerada presencia de modelos de abordaje.

      1. Exagerada competencia entre modelos para mostrar su superioridad sobre los demás.

      2. Necesidad de mejores resultados en la práctica terapéutica.

      Dentro de las posibles conclusiones que podemos avanzar se encuentran:

      1. Los principios de la trandisciplinariedad e interdisciplinariedad juegan un papel relevante en el desarrollo coherente de la psicología.

      2. Las estrategias de indagación utilizadas en las ciencias de la complejidad podrían ser relevantes y aplicables a la psicología.

      3. Confirmación de la terapia familiar como un campo aplicado de las ciencias del comportamiento que responde a un posicionamiento epistemológico contextualizante lo cual abre horizontes para que algo igual ocurra en otras áreas especializadas dentro de la psicología aplicada.

      4. Los fenómenos psicológicos pueden caracterizarse a partir de algunos elementos definitorios de

      la complejidad, como son: la no linealidad, la holística y lo trandisciplinar.

      5. Los tres plastos de la historia aplicada a la psicología confirman una tendencia evolutiva hacia el

      posicionamiento contextualizante.


      LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA

      La psicología recibió su carta científica en el año 1879 como resultado de varias demostraciones que

      le ganaron la licencia como ciencia.

      El centro de las discusiones en torno a la psicología giraba en torno al objeto de estudio. Siendo la condición humana la estudiada, era cuestionada que se estudiara a sí misma, surgiendo así los primeros grupos contestatarios contrarios al enfoque que dio surgimiento a la psicología, el cual era eminentemente de laboratorio, y que apuntaba más a un parámetro fisiológico que psicológico.

      Uno de los casos más llamativos dentro de esta línea objetivante fue la postura radical de Watson cuando llegó a afirmar que si le daban a un niño desde la infancia, él solo en base a sus métodos podía convertir a este niño en un delincuente, o cualquier condición que él deseara. Esta afirmación denota el desdén por la contextualización y el aspecto subjetivo de las personas y el reduccionismo exagerado que servía de colofón a su conductismo radical.


      SKINNER: UNA PERSONALIDAD SIN PERSONA

      Por su parte el paradigma Skinneriano no marcha lejos de ahí. Si bien es cierto que su propuesta objetivante se instaura en una premisa diferente en cuanto a la forma, el fondo sigue igual. Lo esencial en este paradigma es que la respuesta es aprendida y mantenida por los estímulos que le siguen. A partir de estas consecuencias se van a mantener o a debilitar.

      Dollard y Miller se apoyaron en los aportes de la teoría de Clark Hull, fundada en el concepto de reducción de impulsos. Estos autores establecían que el aprendizaje solo ocurría si una respuesta de un organismo es seguida por la reducción de alguna necesidad o impulso.

      A diferencia de la relación determinista y mecánica entre estímulo y respuesta, en la teoría de Dollar y Miller se observa la presencia de variables mediadoras como ya se ha visto, además a este grupo de variables hay que agregar la frustración y el conflicto.

      La frustración ocurre cuando a la persona se le imposibilita reducir el impulso debido a que la respuesta que lo logrará resulta bloqueada. Si la frustración ocurre en una situación donde hay respuestas incompatibles al mismo tiempo, la situación es descrita como un conflicto.

      Según Engler2 a Dollar y Miller se les reconoce por el atrevimiento de intentar la integración del psicoanálisis y el conductismo. Un concepto interesante que introducen Dollar y Miller es el de Distorsión en la denominación. Con el mismo se refiere a una confusión surgida en la percepción de una emoción, objeto o conducta, que se produce como resultado de que la misma en algún momento fue consciente y luego inconsciente.


      SIGMUNDO FREUD: UN EJEMPLO DE OBJETIVACIÓN SUI GÉNERIS

      Sigmund Freud no era psicólogo, sin embargo, ha sido reconocido como una de las figuras más influyente dentro de este campo científico. Su condición de médico evidentemente influiría en la estructura de su teoría y, por tanto, contribuyó a marcar un sesgo de objetivación, el cual no se advertía mucho por el tipo de variables de carácter subjetivo con las cuales trabajaba.

      Los constructos de la psicología Freudiana (constructos del yo, el ello y súper yo) se combinaron con otros que eran cuestionados por las dificultades de medición y por tanto, no complacían las expectativas de la psicología positiva de la ciencia. No obstante, logró proyectar su modelo de comprensión sobre la


  2. ENGLER, B (1996). Introducción a las Teorías de la Personalidad. Editorial Mc. Hill. México.


    base de constructos que nunca fueron tratados, y que ahora emergían como una novedad. El inconsciente era de todos estos constructos el más debatido y, el que mejor diferencia a este modelo de otros.

    La publicación del libro La interpretación de los sueños en el 1900 causó revuelo. Fue allí donde Freud presentó los fundamentos de su aproximación a la psicología. Mientras la psicología de la época estudiaba la mente consciente de la persona normal, Freud investigaba los estratos profundos, el inconsciente, en donde él creía que se encontraban los orígenes ocultos de los síntomas que observaba en sus pacientes.

    Las personas en la teoría Freudiana eran objetivadas como seres prisioneros de impulsos incontrolables, los cuales eran asignados a un constructo igualmente esclavizante como era el inconsciente.

    Los responsables de la conducta no era un ser pensante con libre albedrío, sino más bien una persona ambivalente, cargado de todo tipo de conflictos y patologías producto de lo que almacenaba su inconsciente.

    En base a su concepto lo que ocurría en los primeros seis años de vida eran determinantes para lo que ocurriría en la adultez. Esta afirmación trajo como resultados las emergencia de planteamientos sustentados por algunos de sus discípulos, sobre todo, la segunda generación de ellos dentro de los cuales se encontraba Erick Erickson, quien en oposición a los planteamientos del maestro del psicoanálisis concebía al ser humano desde una perspectiva evolutiva dinámica, y en su desarrollo psicosocial podía compensar en otras etapas evolutivas los déficits que se acumulaban en etapas anteriores. Croniger3 presentó las etapas que Erickson sustentaba en contraposición a las planteadas por Freud: confianza vs. Desconfianza; autonomía vs. Vergüenza y duda; iniciativa vs. Culpa; laboriosidad vs. Inferioridad; identidad vs. Confusión; intimidad vs. Aislamiento; generatividad vs. Autoabsorción; integridad vs. Desesperanza. Este planteamiento representó un salto cualitativo en relación a la teoría Freudiana de grandes repercusiones. Ya el determinismo propio de la psicología objetivante era seriamente cuestionado.


    EL TRÁNSITO HACIA UNA PSICOLOGÍA SUBJETIVANTE

    Esta tendencia se mantuvo hasta los años posteriores cuando emergieron aportes cada vez más interesantes, novedosos, y sobre todo por parte de los psicólogos cognitivos, algunos de los cuales desertaron por completo de la ortodoxia conductista y optaron por concebir a las personasun papel más activo en la construcción de su propio mundo subjetivo. Si bien es cierto que todavía no se liberaban de la objetivación, también lo es que se concebía al ser humano como un sujeto activo de su propio proceso de informaciones y pensamientos. Estos pensamientos e informaciones naturalmente las adquiría de un medio ambiente que le influía y afectaba de manera determinante.


    LOS APORTES DE LOS TEÓRICOS DE LA TERCERA FUERZA A LA PSICOLOGÍA SUBJETIVANTE

    En contraposición del determinismo ambientalista defendido por los teóricos conductistas y la radicalidad de la tiranía del inconsciente sustentado por Freud y sus discípulos, emergió un grupo de terapeutas que iniciaron un serio cuestionamiento a las diferentes manifestaciones de la psicología objetivante. Este grupo fue bautizado con el nombre de los teóricos de la tercera fuerza, y ahí sobresalen los nombres de Carl Rogers, Abraham Maslow, Rollo May entre otros, que sobresalieron por enarbolar el papelactivodelaspersonasenlaconstruccióndesumundosubjetivoylasolucióndesuspropiosconflictos.


  3. CLÓNINGER, SC (2003). Teorías de la Personalidad. Editorial Pearson Educación. México


    El primero de ellos, Carl Rogers4 enfatizó la idea de que el potencial para la salud estaba dentro de la persona y no en el ambiente, ni mucho menos reside en fuerzas oscuras del inconsciente.

    El papel del terapeuta en la terapia Rogerianna se distanciaba del poderoso experto que tiene en sus manos la capacidad de manejar las contingencias de curación, y por el contrario residía en desarrollar algún tipo de respuesta reflexiva que hiciera florecer el potencial del cliente. Planteaba que la fuerza que movía hacia el cambio de las personas era obtenida sobre la base de compartir el poder y que el control solo es constructivo cuando es autocontrol.


    LOS APORTES DE ABRAHAM MASLOW A UNA PSICOLOGÍA SUBJETIVANTE

    Para este teórico los seres humanos estaban interesados por la motivación, en lugar de limitarse a restaurar el equilibrio o evitar frustraciones. Describió a las personas como animales deseosos que siempre están buscando y anhelando algo. Cuando un deseo humano es satisfecho, surge otro para ocupar su lugar. En el impulso de la autorrealización el individuo avanza hacia la maduración, felicidad y satisfacción5.

    Distinguía entre motivación y meta motivación. La motivación se refiere a la reducción de la tensión por medio de satisfacer estados de deficiencia o carencia. Implican necesidades por deficiencias, las cuales surgen de requerimientos del organismo para su supervivencia o seguridad tal como la precisión de alimentos o descanso.

    Las motivaciones B o metamotivaciones se refieren a las tendencias que tienen las personas a madurar las cuales surgen del impulso del organismo por autorrealizarse. Estas motivaciones no se derivan de una carencia o deficiencia sino más bien de un impulso hacia la satisfacción.

    Según la teoría de Maslow, las necesidades por deficiencia deben ser satisfechas antes que las

    metamotivaciones.


    LOS APORTES DE ROLLO MAY

    Este autor marcó un precedente importante dentro de la psicología puesto que hizo una valiosa integración entre la psicología y la filosofía existencialista. Para May6, al igual que Rogers y Maslow el yo es el concepto clave y el cual bajo ningún concepto puede ni debe ser objetivado.

    Uno de los conceptos claves de Rollo May es el sistema de valores del yo, y la forma como este puede ser amenazado dando como resultado la ansiedad. Este trastorno lo define como el resultado que surge a partir de la amenaza al sistema de valores de la persona.

    Las grandes metas del yo en la psicología de Rollo May son:

    Como se puede apreciar, las diferencias presentadas entre los teóricos que postularon por

    aproximaciones inspiradas en un posicionamiento objetivante difieren de forma notable de quienes


  4. CORONA, JL & GÓMEZ DEL CAMPO, J (1985). Desarrollo del Potencial Humano. Tomo 2. Editorial Trillas. México

  5. CARVER, S & SHEIER F, M (1997). Teorías de la Personalidad. 3ª. Edición. Editorial Pearson Prentice Hall, México.

  6. ENGLER, B (1996). Op. cit.


    lo hicieron a favor de un posicionamiento subjetivante. Los partidarios de esta última tendencia contribuyeron a una revisión autocrítica por parte de los primeros, lo que trajo como consecuencia una revisión de sus premisas, dando paso así a una nueva tendencia. La misma consistió, no en renunciar al posicionamiento, sino más bien integrarlo con otros que contribuyeran de esta forma a reducir los niveles de reduccionismos que se observaron en ellos y que fueron tan duramente cuestionados.

    En una implícita admisión de las debilidades del posicionamiento objetivante, el proceso de evolución histórico del pensamiento psicológico demostró la necesidad de que las tendencias y escuelas de pensamientos se abrazaran en el marco de una integración cada vez más dinámica. Por eso, ya hoy se escucha hablar muy poco de psicología conductista, y si bien es cierto que esta expresión del pensamiento objetivante dentro de la psicología tiene aún su posición, raras veces se menciona sin el apellido de cognitiva. Así, leeremos con mayor frecuencia: psicología cognitiva o terapia cognitiva.

    Esta integración de una psicología de base objetivante con una de carácter subjetivante muestra una tendencia dinámica que ha ido contribuyendo a la emergencia de nuevas formas de pensamientos, que, si bien es cierto dentro del marco de las mismas reglas, o epistemología de primer orden, no por eso son inválidos.

    El pensamiento lineal se mantiene como telón de fondo en ambas expresiones, tanto en los modelos de inspiración objetivante como subjetivantes. Todavía se advierte un determinismo, donde, por un lado, el ambiente todo lo determina y por el otro, el individuo es el que determina. La emergencia de varias escuelas de pensamientos que valoran el papel activo de las personas en la construcción del mundo donde viven y el proceso de emancipación que le atribuyen en cuanto a la esclavitud del medio, muestra una tendencia cada vez más clara dentro de la psicología de romper con la tradición objetivante.


    TERAPIA FAMILIAR: EVOLUCIÓN Y SURGIMIENTO

    La terapia familiar es un conjunto de procedimientos orientados a corregir las disfunciones familiares, así como una serie de síntomas o manifestaciones patológicas personales. Como método terapéutico, la terapia familiar favoreció la comprensión de una serie de síntomas, patrones de pensamientos y reacciones emocionales que afectan el comportamiento.

    El desarrollo de la terapia familiar ocurre a partir de la década de los años 1950s cuando un grupo de teóricos, con Gregory Bateson a la cabeza integran a la comprensión de los procesos familiares la teoría de los sistemas, que ya fuera planteada por Von Bertalanfty.La terapia familiar, apoyada en la teoría de los sistemas, representó un salto paradigmático en cuanto a cosmovisión, gracias a que la base circular del pensamiento holístico aportaba un lente mucho mayor para ver a los procesos mentales y conductuales que el pensamiento lineal y objetivante que prevalecía hasta entonces.

    Los teóricos de los sistemas incorporaron la metáfora de la Cibernética, y en base a ello lograron una comprensión del impacto del Feed Back y la información en la comunicación.La idea de que los cambios y la resistencia al mismo podía comprenderse desde las relaciones y no a partir de determinismos intrapsíquicos o ambientales, era novedosa y movilizadora del sistema de creencias aceptado hasta el momento.

    Si bien es cierto que los principales conceptos de la teoría de los sistemas fueron relevantes para una nueva comprensión de los problemas humanos, todavía tiene más fuerza el gran movimiento interdisciplinario y transdisiciplinar que condujo a ellos. Se puede destacar en ese sentido el gran encuentro celebrado en la ciudad de New York en el año 1942 que unió a investigadores de diferentes campos disciplinarios para discutir el tema “Campo de Control y Comunicación, tanto en las máquinas


    como en animales”. Heims7 sugirió que este encuentro resultó en un nuevo paradigma dentro de la ciencia, uno en el cual la teoría envuelve claramente las ideas de información, control y feed back”.

    Conceptos clave que fueron adaptados desde otras áreas, como son morfostasis y morfogénesis, favorecieron la comprensión de los procesos de cambio y estabilidad de los sistemas, y permitieron una mirada más dinámica a los mismos.

    ¿Podríamos decir que la terapia familiar, con la incorporación de la teoría de los sistemas como base conceptual, favoreció el salto desde un posicionamiento objetivante y subjetivante a uno contextualizante? La respuesta es afirmativa. Los argumentos para fundamentar esta respuesta los trataremos más adelante.


    LA INCERTIDUMBRE EN LA PSICOLOGÍA

    La incertidumbre ha sido un compañero fiel de la psicología. Por desgracia, la connotación de esta presencia ha sido siempre negativa. El sesgo de la filosofía positiva así lo condicionó, sobre todo por la expectativa de que la psicología para conservar su carta de ciencia tuviera que aferrarse a un parámetro de certidumbre rígido que, dada la condición humana de complejidad, no podía sustentar.

    Sobre la base de esta premisa hay hoy la necesidad de redefinir la incertidumbre como un fenómeno

    no necesariamente negativo, sino más bien necesario para la psicología.

    Los aportes de las ciencias de la complejidad podrían ser útiles en ese sentido. Desde ella se nos argumenta que, dada su insoslayable presencia, la incertidumbre debe estar presente en el pensamiento crítico y reflexivo. Pero es fundamental hacerlo vinculándola antropológica y éticamente a las condiciones para el cuidado de la vida en general, incluyendo la de nuestra especie.


    TERAPIA FAMILIAR E INCERTIDUMBRE

    La terapia familiar incorporó los supuestos básicos de la teoría de los sistemas y dos de sus principios y los principios básicos que son:

    1. Totalidad.

    2. Equifinalidad

    3. Equicausalidad

      Estos últimos permitieron la aceptación de una dosis de incertidumbre por parte de la terapia. Esto era inadmisible en la psicología objetivante, donde una de las columnas básicas era el aspecto predecible de la conducta humana. Con los conceptos de equifinalidad y equicausalidad se abría un abanico de posibilidades para cualquier final, no importan los factores iniciales o varios finales inesperados a partir de causas únicas o desconocidas.


      PROCESO EVOLUTIVO DE LA TERAPIA FAMILIAR Y EL POSICIONAMIENTO CONTEXTUALIZADO

      La teoría de los sistemas permitió a la terapia familiar una coherencia con los principios planteados inicialmente por Von Bertalanfty8, quien comenzó con una teoría biológica, que luego expandió hasta convertirla en una teoría general con aplicaciones multidisciplinarias.


  7. Referencia al libro que se cita in: PIERCY, F et al (1996). Family Therapy Soucerbook. Editorial Guilford Press. New York. HEIMS, S (1977). “Grégory Bateson and the mathematicians: From interdisciplinary interaction to scietal functions”, Journal of the history of the Behavioral Sciences, 13, pp. 141-159

  8. BERTALANTFY, Von, L (1962). General system theory: A critical review. General Systems. Editorial Fraziller. New York.


NACIMIENTO DE LA TERAPIA FAMILIAR

El marco cronológico de referencia para el desarrollo de la terapia familiar es la década de los años 50s. Esta década marcó el período inmediato de la post guerra. La segunda conflagración mundial, además de las perdidas físicas humanas, dejo las huellas lacerantes del trauma y el dolor. Surgió a partir de ella una gran necesidad de procesos de evaluación e intervenciones con mayor cobertura en la psicoterapia, lo que abrió las puertas a otras disciplinas que contribuyeron con el movimiento de terapia familiar.

Un hecho histórico de mucha importancia para el posterior desarrollo de la terapia familiar fue la celebración de aquel gran encuentro para la discusión del tema, “Campo de Control y Comunicación”, en la ciudad de Nueva York en el año 1942 y que reunió a varios investigadores y teóricos entre los cuales se encontraban: Nobert Weiner, Jhon Von Newman, Warren Pitts, Arturo Rossenblueths, Julia Biguelow, Warren Mc. Collouch, Gregory Bateson, y Margaret Mead. Aquel encuentro trajo como resultado un nuevo paradigma que Weiner llamó “Cibernético” y que tuvo una gran influencia en las ciencias sociales.

Gregory Bateson, un antropólogo participante del encuentro, fue quien puso a circular estas ideas en el campo de la terapia familiar. En 1951, Bateson y el psiquiatra Juersen Ruesch escribieron el libro, Comunication: The Social Matriz of Psyquiatry que iluminó sobre la importancia del concepto de Feedback y la información en la comunicación.

En 1952 y con el patrocinio de la fundación Rockefeller, Bateson invitó a Jay Haley a Jhon Wekland y luego a Don Jackson y a William Fry para trabajar con él en Palo Alto. Como resultado sacaron un estudio que focalizó de forma exclusiva la comunicación esquizofrénica, y allí introdujeron la noción de los niveles lógicos, la teoría del doble vínculo y la asunción de la función del síntoma. El concepto presentado por Jackson en el 1957 sobre homeostasis familiar influyó notablemente en el desarrollo de la teoría en el campo de la terapia familiar.


LA TEORÍA DE LOS SISTEMAS

El marco conceptual en que se apoya la terapia familiar es la teoría de los sistemas.Su principal exponente ha sido Von Bertalanfty quien plantea que un sistema es un conjunto de elementos que están en mutua interacción y que enfoca la relación entre las partes más que el cómo las partes contribuyen con el todo9

Bertalanfty, citado por Salem10 escribió primero un artículo sobre los organismos como un sistema abierto. Lo que inicialmente comenzó como una teoría biológica, posteriormente se amplió hasta convertirse en una teoría general con aplicaciones multidisciplinarias

El desarrollo de la teoría de los sistemas no viene solo. Numerosos científicos han encontrado líneas

similares de pensamiento en la teoría de la información, la cibernética y la teoría de la toma de decisiones11.

A diferencia de las categorías físicas convencionales, Bertalanfty desarrolla su teoría para ofrecer un modelo comprensivo que incluya todos los sistemas vivientes y que sean relevantes para todas las conductas y ciencias sociales. Bertalanfty propuso que los organismos vivos eran sistemas abiertos, caracterizados por el flujo de información que circulaba tanto dentro como fuera del sistema. La vida del sistema experimenta cambios continuos mientras avanza hacia niveles elevados de organización.


  1. Ibídem.

  2. SALEM, G (1990). Abordaje Terapéutico de la Familia. Editorial Masson. S.A.

  3. BERTALANTFY, Von L (1962). Op. cit.


    Otros teóricos de los sistemas incluyen a Walter Buckley 12, quien puntualizó la interconexión y causalidad mutua de cada parte del sistema, y Magoroh Maruyama13 quien introdujo los términos de Morphogènesis y Morphostasis. Sobre estos conceptos trataré más adelante.

    La teoría de los sistemas tiene un significado desde el punto de vista de la terapia familiar que va más allá de lo académico. Esta teoría supone que en la práctica de la terapia familiar reorganicemos nuestros pensamientos en base a una cosmovisión totalmente diferente a la que estamos acostumbrados. Como lo planteaba Lyn Hoffman:14 “la terapia familiar es producto de una nueva epistemología, de una nueva manera de conceptualizar la naturaleza de la mente y los factores determinantes de la conducta”.

    Es importante destacar que antes de que la terapia familiar se desarrollara en base a la teoría de los sistemas, la práctica terapéutica tradicional concebía a la familia como una influencia de la cual había que defender a los pacientes. Posteriormente hubo una notable evolución y las familias fueron consideradas como sistemas donde la participación de todos sus integrantes era valiosa en el proceso terapéutico.

    La psicología tradicional, no sistémica, concibe al individuo como un todo formado por partes y explica la conducta de la persona a partir de los aspectos que la constituyen. Así podemos ver como ejemplo que en los pacientes Freudianos, los síntomas eran abordados desde una comprensión de los conflictos localizados entre las diferentes instancias de la personalidad: el id, el ego y el superyó.

    La teoría de los sistemas considera a la persona individual como parte de un conjunto mayor que como un todo en sí misma. La conducta de la parte (la persona) se explica desde el punto de vista de su relación con las otras partes y de su función en su conjunto15.

    La adopción de este cambio de perspectiva tiene grandes consecuencias, entre ellas:

  4. BUCKLEY, W (1968). Society as a complex adaptive system. Modern System Recheach for the behabioral scientist. Editorial Aldine. Chicago.

  5. MARUYANA, M (1968). The Second Cybernetics: Deviation-amplifying mutual cause process. Editorial Aldine. Chicago.

  6. HOFFMAN, L (1981). Fundamentos en Terapia Familiar. Editorial Basic Book. New York.

15 HUBER, Ch H & BARUTH, LG (1991). Terapia Familiar Racional Emotiva. Editorial Herder, España.


Se observa que las reacciones hacia los altos niveles de objetivación que con los cuales se identificó la psicología, no fueron suficientes para el logro de un posicionamiento diferente. En este caso, el intento de un posicionamiento subjetivante desde la psicología humanista no fue suficiente, pero dejó un interesante legado de críticas que puso en evidencia las incoherencias del posicionamiento objetivante representado por los enfoques conductuales y Freudiano.

Ya la historia reciente de la psicología nos aporta aspectos novedosos, los cuales permiten una valoración de planteamientos donde figuran los elementos que caracterizan un posicionamiento contextualizante. El más señero es la terapia familiar. Este campo de aplicación práctica, incorporó la teoría de los sistemas como su marco conceptual y desde ahí ha permitido validar resultados asombrosos.

El campo de más prestigio dentro de la aplicación de la psicología, la terapia, se ve beneficiado y con nuevos horizontes ante la posibilidad de un posicionamiento contextualizante como lo ha demostrado la terapia familiar. Esta experiencia, a manera de sugerencia y recomendación, planteo se reproduzca en otros campos de aplicación terapéutica de la psicología.

La emergencia de nuevos problemas y un ser humano cada vez más indefenso para hacerle frente, serían atractores de peso para que la psicología revise sus debilidades y las fortalezca a partir de un nuevo posicionamiento.

Las conclusiones que fueron avanzadas para este trabajo en la parte preliminar, son las mismas con las que cerramos esta presentación, puesto que fueron validadas por los hallazgos presentados.


CONCLUSIONES

  1. Los principios de la trandisciplinariedad e interdisciplinariedad juegan un papel relevante en el desarrollo coherente de la psicología.

  2. Las estrategias de indagación utilizadas en las ciencias de la complejidad podrían ser relevantes y aplicables a la psicología.

  3. Confirmación de la terapia familiar como un campo aplicado de las ciencias del comportamiento que responde a un posicionamiento epistemológico contextualizante, lo cual abre horizontes para que algo igual ocurra en otras áreas especializadas dentro de la psicología aplicada.

  4. Los fenómenos psicológicos pueden caracterizarse a partir de algunos elementos definitorios de

la complejidad, como son: la no linealidad, lo holística y trandisciplinar.

5. Los tres plastos de la historia aplicada a la psicología confirman una tendencia evolutiva hacia el

posicionamiento contextualizante.


RECOMENDACIONES

  1. Insertar en los programas universitarios aspectos básicos del pensamiento complejo para la carrera de la psicología.

  2. Revisar críticamente el proceso evolutivo de la psicología a través de los diferentes plastos de la historia.

  3. Valorar el potencial aporte del posicionamiento contextualizante como mecanismo de ruptura con las fallas de los posicionamientos anteriores.

  4. Incentivar la profundización de los elementos del posicionamiento contextualizante y la pertinencia de que la psicología se abrace cada vez más con el mismo.


Año 22, n° 78


Esta revista fue editada en formato digital y publicada en septiembre de 2017, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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