Gilberto Polo Pacheco y Romina De Rugeriis
La denuncia social desde la mirada infante: Pelo Malo de Mariana Rondón
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Introducción
A la cineasta Mariana Rondón no le bastó con
contar una historia desde el punto de vista infantil con
Postales de Leningrado (2007), sino que en su siguiente
producción, titulada Pelo Malo (2013), repite la exitosa
fórmula, pero desde una perspectiva menos lúdica, donde
un niño desea alisar su cabello para tomarse una foto escolar,
pero su madre se opone, siendo ésta la premisa inicial que
se hilvana a través de las miradas, como la misma directora
maniesta al armar que su investigación de campo arrojó
el cómo los personajes eran capaces de verse así mismo o
cómo verían al otro. Desde esta postura, Rondón ejecuta
su proyecto, presentando a un niño en medio de una
sociedad llena de prejuicios, quien deberá aceptar, soportar
y entender los choques provocados por pensar diferente a
los demás, tal como la misma directora explica:
Los prejuicios hacia un niño que se quiere alisar
el pelo serían innitos debido al machismo de
nuestra sociedad. No pasaría lo mismo si fuera
una niña. Sin importar cuál sea la opción sexual
del niño, ya está rodeado de prejuicios por su
deseo de cambiar su pelo. (Rondón, 2018)
Desde la visión infantil, Mariana Rondón expone,
no una posición autobiográca como en Postales de
Leningrado, sino su perspectiva como ciudadana que
tiene derecho a ser diferente y respetada por los demás,
plasmándola desde la historia del niño que vive esa
intolerancia y violencia disimulada:
Llevo mucho tiempo asxiada por esos pequeños
gestos, por esas cosas que pasan en la vida diaria
venezolana, cómo el contexto social se ha metido
en las familias, los amigos, creando una pequeña
violencia que puede parecer chiquita, pero que
suma y suma. (García y Belinchón, 2013)
Partiendo de ello, este artículo tiene como
propósito interpretar la mirada infante en la película Pelo
Malo (2013) de Mariana Rondón, y explicar el proceso
ejecutado en la representación de la infancia en dicha
producción, cuyo basamento teórico radica en las
propuestas hechas por Dudley (1993) quien explica la
teoría desarrollada por Münsterberg, y los elementos
semióticos y narrativos propuestos por Sulbarán (2000)
y García de Molero (2007). Para su desarrollo se empleó
una metodología cualitativa de tipo descriptiva, mediante
entrevistas abiertas y la respectiva revisión documental.
Unos pelos rebeldes
Pelo Malo (2013) es la antítesis de Postales de
Leningrado (2007). En ella desaparece el mundo lúdico
infantil, los juegos se dejan de lado, adentrándose en una
narración transparente y realista, contada desde la visión de
un niño llamado Junior, de nueve años, quien mentalmente
no está preparado pero debe enfrentar la “intolerancia” en
una sociedad en decadencia moral.
Para Münsterberg (1916, citado por Dudley, 1993),
la mente humana y su valor repercute en la creación, y en
esta historia Rondón se enfoca en el desarrollo mental de
Junior, quien no tiene ningún problema en alisar su cabello
para la fotografía del colegio, lo que produce la proyección
del temor de una madre viuda, cabeza de hogar, quien ve a
su hijo muy diferente al típico “varoncito”, desde el patrón
establecido y repetitivo en una sociedad donde las niñas
sueñan con ser “misses” y los varones “militares”.
De allí, el racismo plasmado desde el título de la
película, que da forma al término peyorativo de “pelo crespo”
y la mirada inquisidora de un verdugo que no permite la
libertad a ser diferente, son los argumentos de Rondón que
no se diluyen en máscaras para mostrar un conicto familiar
donde la esperanza es lo primero que se acaba. Al respecto,
Rondón advierte que Pelo Malo “es una película contra la
intolerancia que apoya las pequeñas rebeldías” (García,
2013), como la de Junior, quien quiere formar su identidad
en la libertad en que se mueve su mente, por lo que Rondón
toma esos pelos rebeldes, típicos de la pubertad, para gritar
contra la violencia que vive un niño que solo busca aanzar
su identidad.
A diferencia de su anterior película, donde los
recursos grácos y sonoros fueron fundamentales para la
representación de la visión infantil, en este caso, la directora
se vale de la mirada de Junior y de cómo él ve las acciones
de los personajes, implementando una puesta en escena
realista, a través de planos acordes al tono narrado, donde
las actuaciones son las mejores herramientas para reejar la
esencia y autonomía de Rondón.
“Tienes pelo malo” ¿Racismo
disimulado?
Retomando a Münsterberg (1916, citado por
Dudley, 1993), quien nos habla de las experiencias del
artista-creador y cómo a través de éstas despliega su punto
de vista, en Pelo Malo Rondón expone que el venezolano usa
tal expresión para referirse a quienes tienen el pelo crespo,
siendo asumida cotidiana y convencionalmente de forma
despectiva por la sociedad, por lo que surge la pregunta: ¿Es
malo tener el pelo crespo? El título de esta obra nos asoma
a la exploración de esa convención cultural que demanda
lo deseable, viéndose reejada la teoría de Münsterberg, al
darse a conocer esos patrones preconcebidos en la mente
humana.
De igual manera, cabría preguntarse: ¿Cómo es
posible que un niño interiorice estas creencias culturales?
Esta interrogante puede ser respondida cuando vemos
de forma muy sutil en diferentes escenas a la amiga de
Junior emitiendo comentarios despectivos sobre su pelo,
al igual que otros niños que se burlan de él, provocando