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Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela AÑO 14 N° 25. ENERO - DICIEMBRE 2019 ~ pp.34-39


Un teatro para Maracaibo: El Baralt de Eichner

A theater for Maracaibo: The Baralt of Eichner



Recibido: 05-03-18

Aceptado: 14-04-18

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Aura Cecilia Berríos Ortigoza y Víctor Hugo González Lozano Facultad de Arquitectura y Diseño. Universidad del Zulia.

Maracaibo, Venezuela. berrios.aura@gmail.com ; vhgl@yahoo.com


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Resumen Abstract

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El objeto arquitectónico como parte de la memoria colectiva es un claro ejemplo del patrimonio tangible, pero éste, a su vez, en la etapa previa a su materialización, es decir, en su fase de proyecto, puede considerarse parte del patrimonio intangible, sobre todo si al final la obra no se llegase a construir. Tal es el caso del proyecto elaborado por el ingeniero alemán Heinrich Eichner de un Teatro para Maracaibo que iba a sustituir al teatro Baralt, construido en 1888. Dicho proyecto cumplía con las necesidades que habían sentenciado al teatro decimonónico a su destrucción, pero esto no sería suficiente para que se concretara su propuesta. Al final, se decidió edificar el proyecto desarrollado por el ingeniero belga León Höet, dejando la propuesta de Eichner como parte de la memoria de un Teatro para Maracaibo.


Palabras clave: Patrimonio intangible, patrimonio tangible, arquitectura, teatro Baralt, Eichner.

The architectural object as part of the collective memory is a clear example of the tangible heritage, but this, in turn, in its pre-materialization stage, i.e. in its draft form, can be considered part of the intangible heritage, especially if the building is not erected in the end. Such is the case of the draft prepared by the German engineer Heinrich Eichner of a Theatre for Maracaibo that was to replace the Baralt Theatre built in 1888. This project met the necessities that had sentenced the nineteenth-century theater to its destruction, but this was not enough for this proposal to become a reality. In the end, it was decided that the project developed by the Belgian engineer León Höet was to be built instead, leaving Eichner’s proposal as part of the memory of a Theatre for Maracaibo.


Keywords: Intangible heritage, tangible heritage, architecture, Baralt Theater, Eichner.


Introducción


Este trabajo se deriva de la investigación titulada “El teatro Baralt de Eichner”, registrada en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura y Diseño (CIFAD), de La Universidad del Zulia, la cual se planteó como objetivo resaltar la importancia patrimonial que tiene el proyecto de arquitectura, ya que permite reconstruir y conformar la memoria que se teje en torno al hecho construido.

Así, se considera patrimonio al “conjunto de bienes culturales y naturales, tangibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda/ transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y acrecentar dicha herencia” (De Carli, 2006). El término patrimonio transmite entonces la idea de algo valioso y la valoración de lo que se recibe, con lo cual se carga al término de un significado que reclama de la comunidad a quien le pertenece una actitud y conciencia de herederos. Pues el patrimonio es parte de la memoria colectiva de una comunidad, un legado que representa la importancia de la noción del tiempo para el ser humano, de hechos que perduran. Es la conciencia del pasado que se hace presente, porque aquello que no se valora, tiende a olvidarse.

Esa “memoria colectiva” entendida como patrimonio cultural se puede diferenciar partiendo de su materialidad como patrimonio tangible y patrimonio intangible. Para la UNESCO, el patrimonio cultural tangible está conformado por:

obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor (…) excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia; los conjuntos, tales como grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia; y los lugares, tales como las obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza así como las zonas, incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor (…) excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico. (UNESCO, 1972)


Mientras que el patrimonio cultural intangible se refiere a:

los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas (…) que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en

generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. (UNESCO, 2003)


Sin embargo lo tangible puede convertirse en intangible y viceversa. Por ejemplo, una partitura musical como objeto tiene tanto significado como el sonido que de ella pueda surgir a través de la interpretación de un músico; una obra de teatro escrita en un texto por un dramaturgo tiene tanta importancia como al ser llevada a la escena por un elenco, siendo en la escena un acto efímero e intangible pero que se preserva en el tiempo en la memoria del espectador; esa puesta en escena solo podrá ser narrada a través de un acto de conversación y de acuerdo al impacto que el espectador pueda recrearle al trasmitir sus impresiones sobre esa vivencia, las emociones que experimentó, la importancia del mensaje y otros (Valecillos, 2009).

De igual manera se podría asumir que sucede lo mismo entre el objeto arquitectónico ya construido y su fase de proyecto. Una edificación proyectada en planos, concebida con una detallada memoria descriptiva está cargada de los valores de una época dentro de una sociedad, tanto como el edificio construido a partir de estos documentos. Además de los valores que podrían contener proyecto y edificación, se deben destacar los eventos, situaciones y acontecimientos que pueden condicionar su materialización. Sobre todo, si el objeto arquitectónico es de relevancia en la ciudad. Tal es el caso del proyecto del Teatro Baralt de Maracaibo, realizado a finales de la década del veinte del siglo pasado.

El presidente del estado Zulia para ese momento, el general Vincencio Pérez Soto, bajo la línea del gobierno del Benemérito Juan Vicente Gómez, procuró dotar al Estado de los servicios necesarios. Fue así como se construyeron escuelas, ambulatorios, terminales aéreos y otras edificaciones. En algunos casos y, por diversas razones, se intervinieron los edificios existentes como, por ejemplo, el mercado municipal y el teatro de la ciudad, El Baralt.

El primer Teatro Baralt se construyó hacia 1888; era un edificio de estilo historicista que fue derribado por diversos motivos: capacidad, deterioro y acondicionamiento climático. Para sustituir el vetusto edificio se presentó un proyecto diseñado por el ingeniero alemán Heinrich Eichner hacia 1928 el cual, por razones desconocidas, no se llevó a cabo. En su lugar se construyó el edificio proyectado por el ingeniero belga León Höet (figs. 1 y 2).


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Figura 1

Teatro Baralt del siglo XIX.

Fuente: Acervo Histórico del Zulia.


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Figura 2

Teatro Baralt de Höet.

Tomada por los autores en el año 2016.


Metodología


La metodología empleada es la histórica y se centra en la descripción y análisis de las fuentes primarias y secundarias. En este caso, las fuentes primarias son los documentos oficiales y la memoria descriptiva realizada por el ingeniero Heinrich Eichner, que se encuentran en el Acervo Histórico del Zulia. La observación y estudio de dichas fuentes permiten la comprensión de dicho proyecto para su posterior reconstrucción digital.


Desarrollo


El teatro proyectado por el ingeniero Heinrich Eichner fue una propuesta distinta del Teatro Baralt construido en el siglo XX por Höet, según consta en el documento y anexos donde se evidencia que la parcela del proyecto es la misma donde se emplaza dicho teatro (figs. 3 y 4). Todo ello encontrado en el legajo 6 del tomo 2 del Acervo Histórico del estado Zulia que corresponde al año 1930, fecha que coincide con la construcción del teatro actual.


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Figura 3

Plano de ubicación de un teatro para Maracaibo por el ingeniero

H. Eichner, con terrenos del teatro Baralt actual y el terreno de Belloso.

Fuente: Acervo Histórico del Zulia.


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Figura 4

Plano de ubicación de un teatro para Maracaibo por el ingeniero

  1. Eichner, con terrenos del Teatro Baralt actual y el terreno de la Sociedad de Mutuo Auxilio.

    Fuente: Acervo Histórico del Zulia.


    El proyecto ideado por el ingeniero alemán Eichner, responde acertadamente a todos los argumentos (González, 2000, pp. 29-35) que para aquel entonces (1928) estaban dándose a conocer para justificar la demolición del teatro decimonónico: la capacidad, el deterioro y el acondicionamiento climático, demandando así la construcción de un nuevo teatro que cubriera estos requerimientos.


    Argumento 1: El problema de la capacidad


    El proyecto del teatro Baralt de Eichner, responde ante este problema y a todos los argumentos expuestos, lo cual aparece en el documento descriptivo de su proyecto conformado por 10 partes que denomina “Diseño”. A continuación se resaltan los apartados donde se menciona la capacidad del teatro proyectado por Eichner.


Haciendo una sumatoria de la capacidad prevista en el proyecto hace un total de 2.791 espectadores, más del doble de la capacidad del teatro actual del belga Höet.


Argumento 2: El deterioro del teatro


Al tratarse de un nuevo proyecto, se pensaba demoler el edificio del siglo XIX y construir uno más moderno, como lo planteaba el ingeniero alemán Heinrich Eichner en la memoria descriptiva encontrada:

Los materiales que se emplearán en la construcción del edificio, desde su base hasta la cúpula terminal que lo corona, serán de hierro y cementos en sus distintas formas.

Los pisos en general cubiertos con mosaicos y otro material que lo mejore, muy especialmente los de los palcos que por tener la gradiente algo pronunciada necesitan, además de resistencia, ser antirresbaladizos.

Los del escenario serán de madera. Lo mismo el de la orquesta que debe ir dispuesto de manera que forme una caja armónica por su estructura. (Acervo Histórico del Zulia, 1930)


Representando la majestuosidad en todo su esplendor “El edificio constará de tres fachadas principales y tres secundarias” con una cúpula de 27 mts. de diámetro y una altura de 7 mts; con inclusión de tecnologías.

Sobre el techo del escenario e inmediato a la boda del mismo, irán dos tanques capaces de contener cada uno, trece metros cúbicos de agua. Las tuberías de descarga de dichos tanques surtirán todas las dependencias del edificio, con tuberías especiales convenientemente repartidas para caso de incendio. Para abastecer de agua dichos tanques, debe instalarse en los sótanos del escenario, una bomba que será movida por fuerza eléctrica. (Acervo Histórico del Zulia, 1930)


Las fachadas laterales presentaban:

grandes ventanales de romanillas giratorias y las distintas puertas que dan acceso al teatro y sus dependencias. Tanto las puertas como los ventanales serán de hierro acerado (…) los ventanales tendrán mts. 10 de altura por mts. 3,15 de ancho. (…) A los lados de dichos ventanales, irán pilares estriados con sus correspondientes capiteles. (…) Sobre los pilares, la cornisas y sobre


la misma, una balaustrada de cemento armado en la cual estarán dispuestas estatuas alegóricas forjadas en cemento. (Acervo Histórico del Zulia, 1930)


Mientras la fachada principal:

En el frente y parte de las fachadas laterales y a la altura del primer piso, va el gran balcón que antecede al foyer (…). La parte inferior de dicho balcón tendrá una abertura central y dos laterales (…) provistas de puertas de hierro corredizas ornamentadas de acuerdo con la arquitectura del edificio. (…) En el centro del balcón del primer piso, una abertura cuya altura mts. 16,90 sobrepasa el cuarto piso. (…) Rematará el cuerpo del edificio, una cornisa truncada en su centro por la abertura central y a ambos lados sobre la misma, una balaustrada de cemento armado ornamentada. (Acervo Histórico del Zulia, 1930)


La abertura central termina en un arco, sobre el cual correrá en su cuerpo central “una cornisa de donde arranca la bóveda que cubre la parte central del edificio” seguida de la cúpula terminal. Esta información indica que el teatro que se pensaba construir estaba ideado para cubrir las necesidades de ese momento histórico de Maracaibo que, según consta en documentos oficiales, era necesario reconstruir el antiguo edificio para darle cabida a uno con el aspecto, la comodidad y condiciones higiénicas conformes con “el progreso y desarrollo cultural de esta ciudad”.


Argumento 3: Deterioro y acondicionamiento climático


En la Memoria y Cuenta presentada por el Presidente del Estado, Vicencio Pérez Soto, a la Asamblea Legislativa en el año 1933, expresa lo siguiente “Tanto la construcción como la estructura interior del antiguo edificio era para climas templados i por consiguiente el local resultaba insoportable en nuestro ambiente caluroso” (González, 2000). La propuesta de Eichner, pensando justamente en el clima tropical cálido húmedo que caracteriza a la ciudad, respondía también ante esta situación, lo cual deja por escrito en el diseño:

tubo de ventilación, (que posee) una válvula dividida en ocho piezas que se abrirán y cerrarán automáticamente. Seguirá dentro del tubo, el ventilador que se apoyará en la base de la cúpula terminal. La parte superior del tubo de ventilación irá coronado por un espacio de romanillas giratorias por donde se renovará constantemente el aire. (Acervo Histórico del Zulia, 1930)


Las razones por las cuales no se construyó este proyecto son aún desconocidas, pero se maneja la hipótesis de que el gobierno central intervino en esta decisión, por

cuestiones meramente políticas, privando así a la ciudad de tener un teatro de gran monumentalidad, como lo había proyectado el ingeniero Eichner, según la memoria descriptiva encontrada.


Consideraciones finales


El proyecto del Teatro Baralt del ingeniero alemán Heinrich Eichner debe ser considerado patrimonio cultural intangible de la historia del Teatro Baralt como objeto arquitectónico y de la ciudad de Maracaibo.

Una de las funciones primordiales de la investigación patrimonial es descubrir las riquezas culturales que merecen ser “patrimonio”, contribuir a su preservación y evitar que con el tiempo desaparezcan de la memoria colectiva:

El patrimonio bajo todas sus formas, debe ser preservado, puesto en valor y trasmitido a las generaciones futuras en tanto testimonio de la experiencia y de las aspiraciones humanas, a fines de nutrir la creatividad en todos los campos del quehacer e instaurar un verdadero diálogo entre las culturas. (Unesco, 2002)


Por tanto, es nuestro deber descubrir, rescatar y poner en valor aquello que consideremos forma parte fundamental de nuestra idiosincrasia como ciudadanos, y que nos ayude a entender y construir la historia de la ciudad. Es importante recordar que este “proyecto nonato” fue reflejo de la idiosincrasia de aquel momento en la ciudad, por tanto responde a una etapa de la historia de Maracaibo en la que hubo un impulso por su desarrollo.

En la investigación histórica que se está llevando a cabo en el Departamento de Historia de la Ciudad, la Arquitectura y el Diseño de la FADLUZ, sobre este proyecto en particular, se espera que parte de esta memoria del Teatro Baralt se transforme en un patrimonio tangible una vez se construya digitalmente el proyecto de Teatro Baralt del ingeniero alemán Heinrich Eichner.


Referencias


Acervo Histórico del Estado Zulia (1930). Tomo 2. Legajo 6.

De Carli, Georgina (2006). Un Museo Sostenible: Museo y comunidad en la preservación activa de su patrimonio. 1ra Edición. Oficina de la UNESCO para América Central. San José, Costa Rica.

González, Víctor (2000). El teatro Baralt del Plan Rehabilitador. Trabajo de Ascenso para optar a la categoría de profesor Agregado. Facultad de Arquitectura y Diseño. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.

Guerrero Matheus, Fernando (1967). En la ciudad y el tiempo. Tomo II. Maracaibo, Venezuela.

UNESCO (1972). Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. París, Francia.


UNESCO (2002). Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural. Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. Johannesburgo, Sudáfrica.

UNESCO (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. París, Francia.

Valecillos, José (2009). El patrimonio cultural: definición, evolución y valoración. Disponible en: http:// fundacionbigott.com/blog/?p=67.Revisado el 08/08/2016.


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Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte de la

Universidad del Zulia


Año. 14. N°25


Esta revista fue editada en formato digital y publicada en Diciembre de 2019, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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