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Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela AÑO 14 N° 25. ENERO - DICIEMBRE 2019 ~ pp.14-17


Danza contemporánea y valores éticos para la enseñanza universitaria

Contemporary dance and ethical values for university education


Recibido: 12-06-18

Aceptado: 08-09-18

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Hugo Barboza y Javier Esis Facultad Experimental de Arte. Universidad del Zulia.

Maracaibo, Venezuela. hugobarboza6@hotmail.com; jeesis@gmail.com


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Resumen Abstract

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El presente artículo describe los orígenes de la danza contemporánea que se corresponden con los valores éticos para la enseñanza universitaria, utilizando el paradigma epistemológico positivista, de tipo descriptivo, con un diseño no experimental, transeccional y de campo, entrevistando a 50 docentes. Se soportó teóricamente en Escobar (2003), Guerra (2003), Fabelo (2004), Kujawa (1997), Pérez (1999), Rincón (2010) y Baril (1977). Se usó la técnica de encuesta y como instrumento un cuestionario, tipo escala de Likert. Se concluye que la media arrojó un 3,34, por lo tanto se ubica como “Muy manifestado”, es decir, que en las universidades la danza contemporánea se corresponde con los valores éticos, enmarcados en las banderas de libertad, además de respeto por la democracia.


Palabras clave: Valores éticos, danza contemporánea, en- señanza.

This article describes the origins of contemporary dance which correspond to the ethical values for university education, using the positivist epistemological paradigm, descriptive, with a non-experimental and field transeccional design, interviewing 50 teachers. It was supported theoretically in Escobar (2003), Guerra (2003), Fabelo (2004), Kujawa (1997), Pérez (1999), Rincón (2010) and Baril (1977). The survey technique was used as instrument a questionnaire, Likert scale type. It is concluded that the average dropped 3.34, therefore ranks as very Manifested, that is universities contemporary dance is corresponding with ethical values, framed by the flags of freedom, in addition to respect for democracy.


Keywords: Ethical values, contemporary dance, teaching.


  1. Introducción


    El desarrollo de los estilos dancísticos en la historia está íntimamente relacionado con el acontecer político-social de las épocas donde surge, tal es el caso de la danza moderna, la cual está enmarcada en las banderas de libertad, además de respeto por la democracia. Por ello, refiere Escobar (2003, p. 79), “el arte, al reflejar la vida humana en todas sus manifestaciones, puede ayudarnos a comprender el mundo de la moral”, contribuyendo al desarrollo de la moral vivida o moralidad manifiesta en la experiencia, características del género humano en el desarrollo de valores éticos, para acercarnos a la ethica utens (moral vivida).

    Dentro de la variabilidad de movimientos ejecutados por el cuerpo como medio expresivo, Guerra (2003), manifiesta que cada cultura realza algunas características dentro de sus estilos dancísticos, relacionándolos con la estructura, la forma y el contenido social, es decir, la manera de interpretar el sentir del hombre. Así, la danza como toda actividad humana, es producto de una evolución en la trayectoria de siglos, creando formas, maneras y estilos, que han ido desarrollándose a través del tiempo y en cada época han dejado huellas indelebles.

    Por lo antes expuesto, este artículo tiene como objetivo describir los orígenes de la danza contemporánea en correspondencia con los valores éticos para la enseñanza universitaria, perfeccionando positiva y profundamente la educación de esta disciplina; de tal manera que, se formula la siguiente interrogante: ¿Qué correspondencia existe en el origen de la danza contemporánea con los valores éticos en la enseñanza de la danza universitaria?


  2. Origen de la danza contemporánea


    La danza moderna, producto del siglo XX, nace de la necesidad de algunos artistas convencidos de que es inadmisible la creación sin tomar en cuenta las inquietudes estéticas del momento; así, para Baril (1977, p. 9), esta“Es una forma de expresión corporal originada por la transposición que hace el bailarín, mediante una formulación personal, de un hecho, una idea, una sensación o un sentimiento”; así se convierte en una forma donde el individuo pretende comunicarse a través del cuerpo danzando con los pies descalzos.

    Este mismo autor se refiere a dos mujeres americanas como las pioneras: Isadora Duncan y Ruth St. Denis, para quienes la danza es el reflejo de lo que sienten y quieren expresar intensamente con su cuerpo, sin preocuparse por el orden técnico o estético. A estas se añade Ted Shawn, entre los bailarines que rechazan las reglas impuestas del sistema clásico, con el fin de inspirarse y expresar con talante propio. A estas tres se agrega también Loïe Fuller. Así, Isadora Duncan, asociándose con Ted Shawn crean el instituto Denishawn, el cual se convierte en una

    cantera de grandes y cotizados bailarines-coreógrafos; influenciada por los principios del francés François Delsarte, que consistían en el análisis científico del gesto y de la expresión corporal.

    Después de este primer grupo de pioneros, surge una segunda generación, como lo expone Baril (1977), a la que pertenece Doris Humphrey y Martha Graham, que junto a Charles Weiman, antiguos alumnos del Denishawn, constituyen la generación procedente de esta institución. Especialistas de la técnica, Humphrey y Graham, establecen principios y técnicas personales, crean un lenguaje propio, lo utilizan en las creaciones y lo aplican a las descendencias del presente y del futuro; ambas ejecutan obras trascendentes, reflejando el vehemente descontento que llevan en su interior y expresan las inquietudes de orden filosófico y estético de los años 1930-1950.

    Pasados los años cincuenta, según Baril (1977, p. 11), se ofrecen nuevas expresiones corporales con “formas inéditas menos elocuentes que las desarrolladas por la segunda generación (…) la cual abandonó definitivamente toda intención de mensaje político o social”. Nuevas técnicas y vocabularios favorecen la apertura al teatro del absurdo; esta tercera prole de bailarines recurre a la utilización de música electrónica, influenciados por el compositor musical John Cage, como es el caso del bailarín Merce Cunningham.

    De esta manera, las creaciones de este tercer grupo requieren una forma de emoción no convencional, como demuestran las sorprendentes abstracciones de Alwin Nikolais, los etéreos gestos cotidianos de Merce Cunningham, las mezclas y movimientos habilidosos de Paul Taylor, así como el estallido del ser interior por Murray Louis; proponiendo la danza del teatro del absurdo, que desplaza a Martha Graham con el teatro dramático, donde expresa las concepciones filosóficas y estéticas de esta coreógrafa.

    Así, Baril (1977, p. 12), señala que “A partir de los años setenta, la evolución de la danza está condicionada principalmente por la explotación del factor espacio, en el cual no se había profundizado anteriormente”. En efecto, surgen unos artistas de movimientos y de formas dando origen a una cuarta descendencia, la danza nueva, que sucede a la danza moderna. Las propuestas se caracterizan por el hecho de que se llevan a cabo en espacios no convencionales hasta los momentos de las creaciones coreográficas. Los productores de esta danza nueva tratan el movimiento, ya sea movimiento de danza como movimiento de no danza, respecto a la situación en el espacio, los gestos y los movimientos, reflejando el momento de un acontecimiento inmediato previsible o imprevisible.

    Desde la mirada contemporánea, la temática danzaria es el reflejo del mundo exterior tanto de los conflictos sicológicos como sociológicos; en el proceso de relaciones vivenciales de los grupos sociales organizados, fluctúan un sin fin de valores éticos, proyectando y delineando el comportamiento de la colectividad como un

    SituArte

    REVISTA ARBITRADA DE LA FACULTAD EXPERIMENTAL DE ARTE DE LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA. AÑO 14 Nº 25. ENERO - DICIEMBRE 2019


    todo.


    De manera que, la danza contemporánea brinda

    los valores son inspiradores de la conducta humana, y adquieren gran importancia en la vida, como elementos

    a la universidad amplias posibilidades, pues el cuerpo del ser humano es el lugar donde acontecen las metamorfosis de las personas y el lugar habitual del aprendizaje; por esta razón, la vinculación entre la danza y estas instituciones ofrece oportunidades insospechadas de desarrollo en sus actividades específicas y en la creación. El compromiso de la academia es formar integralmente a los estudiantes e incentivar el interés por revertir los conocimientos en acciones hacia la comunidad, generando así un aporte concreto al desarrollo de la identidad cultural y un abordaje del quehacer artístico de imaginarios y referentes colectivos.


  3. Valores éticos


    La educación en los actuales momentos apunta a la formación integral del ser humano dentro de los distintos entornos donde se desenvuelve; los valores éticos son primordiales para alcanzar los estándares adecuados y trascender más allá de la simple enseñanza cognoscitiva o intelectual. Por lo tanto, erigir un ciudadano pleno, que desarrolle sus potencialidades, que sea capaz de conocerse y valorarse, también implica la tarea de enseñar a interactuar con otros y con el entorno, asumiéndose como sujeto con posibilidades de analizar críticamente.

    Al respecto, los docentes de danza deben formar valores en los estudiantes, tal y como lo plantea Pérez (1999, citado por Rincón, 2010), quien afirma que “si la educación se orienta a [educar personas] autónomas y ciudadanos responsables [autogestores], tiene que proponer implícita y explícitamente valores (…) y promover y garantizar las competencias fundamentales para una sana convivencia”, coadyuvando a direccionar la vida con autenticidad, respeto, participación, responsabilidad, justicia, cooperación, solidaridad, convivencia, libertad, amor y servicio. En este orden de ideas, Kujawa (1997, p. 13), considera como valor: todo aquello que favorece la plena realización

    del hombre como persona, es algo deseable y estimable para una persona o para un grupo de personas, es una cualidad que percibimos en un objeto o en una persona y que nos puede complementar y perfeccionar, es algo digno de ser buscado por alguien, es una cualidad de las cosas o personas, que corresponde a alguna necesidad del ser humano, es el grado de excelencia de una persona o cosa. Los valores influyen decisivamente en la existencia, son nuestra autodefinición como personas, ocupan el primer lugar en nuestro orden de prioridades, y orientan nuestras decisiones.


    En este contexto, el valor se transforma entonces en lo aspirado o deseado, por cuanto representa un atractivo o un bien estimable, proveedor de satisfacciones o mejoras en un individuo en la sociedad; como consecuencia,

    motivadores de las acciones, además del comportamiento del hombre.

    Atendiendo a lo anterior, los valores éticos deseados por las personas para el mundo son la paz, la supervivencia ecológica del planeta, la justicia social, entre otros; para Escobar (2003, p. 108), “La ética no puede prescindir de la noción de “valor”, toda vez que las normas que conforman el mundo moral implican valoraciones o apreciaciones que nos permiten formular el concepto de lo que es bueno o malo”; por ello, se considera importante abordar los valores éticos en la enseñanza de la danza en las universidades, por tratarse de ofertas académicas novedosas que respetan las diferencias entre los seres humanos, cuyo norte es el desarrollo humanístico e integral del hombre.

    Asimismo, a pesar de los cambios históricos sufridos por la moral, se perciben valores concebidos como universales los cuales, según Fabelo (2004, p. 78) “abarcan el conjunto de fenómenos que poseen una significación positiva para el desarrollo progresivo de la comunidad planetaria en general”, por lo tanto, los valores presentes son en gran medida, los del pasado, de la herencia humanística de la comunidad histórica; estos se han ido realizando y recreando en el tiempo, como son paz, racionalidad, amor, justicia, bondad, libertad, tolerancia, entre otros.

    Por lo tanto, y en concordancia con Escobar (2003), la tarea de educar en valores éticos es orientar la convivencia de los futuros egresados, en el caso de la danza en las universidades, para la formación de individuos autónomos, responsables y capaces de tomar decisiones; accediendo a nuevas formas de razonamiento, con una autonomía moral, es decir, una mayor capacidad para interiorizar los valores y normas, a fin de poder ser aplicados libremente a situaciones concretas de la vida cotidiana.


  4. Basamento metodológico


    En cuanto a los aspectos metodológicos, esta investigación se ubica en el paradigma positivista. Se parte de un estudio descriptivo, no experimental, transeccional y de campo. La técnica de recolección de información aplicada fue la encuesta, utilizando un cuestionario con formato estructurado de respuestas cerradas, aplicado a 50 docentes, según la escala de Likert, presentando ítems en forma de afirmaciones. Se consideró una actitud favorable ante el reactivo presentando las respuestas “Siempre” y “Casi siempre”, mientras que se consideró como una actitud desfavorable las respuestas “Casi nunca” y “Nunca”, esto a fin de facilitar el análisis de cada ítem.


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  5. Análisis de los resultados


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Se realizó el estudio y análisis de los datos obtenidos en la presente investigación, siguiendo los parámetros de la estadística aplicada, para procesar en forma automatizada el cálculo de las descripciones estadísticas; además, se elaboró un baremo (fig. 1) para la categorización de la media aritmética utilizada para el análisis, el cual se muestra a continuación:


PUNTUACIÓN

CATEGORIAS

1 ≤ X ≤ 1,75

No manifestado

1,76 ≤ X ≤ 2,50

Poco manifestado

2,51 ≤ X ≤ 3,25

Moderadamente manifestado

3,26 ≤ X ≤ 4

Muy manifestado

Figura 1

Baremo para el análisis. Fuente: Barboza, Hugo (2015).

Conclusiones


Analizados e interpretados los resultados, partiendo del objetivo de describir los orígenes de la danza contemporánea en correspondencia con los valores éticos en la enseñanza universitaria, el baremo establecido y los valores totales de la media, arrojaron un 3,34; por lo tanto, se ubica como “Muy manifestado”; es decir, en las universidades la danza contemporánea se corresponde con los valores éticos, enmarcado en la bandera de la libertad, además del respeto por la democracia, concebida como la apertura a todas las corrientes del pensamiento universal, filosóficas, políticas, religiosas, culturales y sociales, garantes de un clima de respeto mutuo en beneficio de los más altos intereses institucionales.


Referencias


Baril, J. (1977). La danza moderna. Buenos Aires:

La figura 2 muestra los resultados del ítem 1, donde se pregunta a los docentes si existe una

Paidos.


Escobar, G. (2003). Ética. Introducción a su

correspondencia en la danza contemporánea con la libertad de expresión concebida como valor ético. Un 60% piensa que “Siempre”, lo cual concuerda con Guerra (2003), en cuanto a que este estilo se caracteriza por una amplia libertad de expresión, basada en la comunicación. De ahí que, según las respuestas del promedio, el 55% considera que “Siempre” establecen la correspondencia de la danza contemporánea con la libertad de expresión, donde el coreógrafo es el constructor básico de está, respondiendo a los valores presentes en la sociedad.

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Para el caso del ítem 2, referido a si los docentes explican a los estudiantes que la danza contemporánea responde a los valores presentes en la sociedad, un 50% respondieron que “Siempre” y un 36% respondieron “Casi siempre”, de manera que la danza contemporánea promueve un sin fin de valores éticos, proyectando y delineando el comportamiento de la colectividad como un todo.



Sujeto


Ítem

Alternativas de Respuestas (%)


Medidas

S

CS

CN

N


Docente

1

60

26

8

6

3,40

2

50

36

6

8

3,28

Promedios

55

31

7

7

3,34

Interpretación del

Baremo

MUY MANIFESTADO


Figura 2

Resultados de los ítems. Fuente: Barboza, Hugo (2015).

problemática y su historia (5ª ed.). México, D.F.: McGraw-Hill

Interamericana.

Fabelo, J. (2004). Los valores y sus desafíos actuales. La Habana: Insumisos Latinoamericanos.

Guerra, R. (2003). Apreciación de la danza. Ensayo. La Habana: Letras Cubanas.

Kujawa, J. (1997). La ética en el contexto educativo. Caracas: Ediciones de la Universidad Virtual de Simón Rodríguez.

Pérez, E. (1999). Educar en el tercer milenio. Venezuela: San Pablo.

Rincón, I. (2010). Cultura de la investigación y educación didáctica en valores. Tlatemoani, Revista Académica de Investigación [Revista en línea], 4 (5). Consultado el 10 de enero de 2015, disponible en: http:// www.eumed.net/rev/tlatemoani/04/ibrs.htm


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Revista Arbitrada de la Facultad Experimental de Arte de la

Universidad del Zulia


Año. 14. N°25


Esta revista fue editada en formato digital y publicada en Diciembre de 2019, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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