REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA. 3ª época. Año 13 N° 38, 2022
Edwin R. Esteban-Rivera et al./// Tunantada, pasión hecha canción, 916-938
DOI: http://dx.doi.org/10.46925//rdluz.38.48
918
2017: 194). En consecuencia, la interculturalidad es un nuevo rostro del constructo cultura, es
una acepción mucho más híbrida, procesual y contextual.
La cultura es dinámica en sus múltiples manifestaciones, posee valor y significado
intrínseco porque expresa situaciones históricas, económicas, políticas, sociales de un colectivo
humano, (Ortiz Martínez, 1993), es un referente de la identidad y trayectoria histórica de un
pueblo (Jiménez de Madariaga, 2018). En el caso de la tunantada, se constituye en el eje
articulador de la identidad de los jaujinos (Hurtado Ames, 2022).
El Perú históricamente es un país multicultural, en él confluyen un conjunto de culturas
o expresiones culturales, siendo una de ellas la Tunantada.
La tunantada es una expresión cultura originaria de la provincia de Jauja, región Junín,
Perú, asentada en lo que antiguamente fue una de las principales instalaciones incaicas: Hatun
Xauxa (Perales Munguía & Rodríguez Aley, 2016) que, debido al difusionismo cultural va
adquiriendo nuevos matices.
La tunantada se constituye en el eje articulador de la identidad de los jaujinos (Hurtado
Ames, 2022), se representa en todos los distritos de Jauja, pero adquiere relevancia en el distrito
de Huaripampa y Yauyos. En Huaripampa se realiza el 6 de enero, ahí la tunantada es “más
sencilla y parca en sus adornos, muestra indicios de ser la versión de la danza más cercana a lo
que debe haber sido su versión original” (Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias
Culturales, 2011: 2). En Yauyos, denominado “Paraíso de la Tunantada”, alcanza su mayor
esplendor en la Festividad del 20 de Enero, celebrada en honor a los santos patrones: San Fabián
y San Sebastián.
La tunantada es producto de la experiencia, como tal “se colectiviza y logra vigencia
gracias a que responde a necesidades biológicas y espirituales, y alcanza la plenitud de su sentido
cuando perdura, tradicionalizándose a través de generaciones y esfumando su origen tras el
anonimato de sus creadores” (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 1997: 15). En
efecto, cuándo y cómo se originó la tunantada se perdió en el tiempo.
La tunantada, como expresión simbólica, representa las vivencias de un conjunto de personajes,
entre los que destacan el huatrila; chuto; español, príncipe o chapetón; boliviano o jamille;
tucumano o argentino; doctorcito, chuncho o anti; jaujina; huanquita; sicayina; María Pichana;