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in well samples, post-treatment and bottled product
in three bottled drinking water processing plants
located in Maracaibo, Zulia state. The methodo-
logy was carried out according to the Venezuelan
COVENIN Standards to determine pH, total solids,
sulfates, chlorides, hardness, alkalinity, nitrate and
nitrite. The samples were taken in the well, after the
purication treatment, and in the nished product of
three processing plants. It was found that the physi-
cochemical parameters remained mostly within the
permissible ranges in plant I and III, unlike plant II
where high values were observed in several para-
meters that denote that the demineralization equi-
pment or process was possibly not at its optimum.
performance. The ANOVA test showed that there
were signicant dierences (p < 0.05) between the
values obtained. It is concluded that, although Plant
II has a slight increase in chlorides compared to the
regulations, the physicochemical quality of these
waters is suitable for human consumption.
Key words: water quality, physico-chemical pa-
rameters, bottled water, Maracaibo.
Recibido: 28/04/2023 Aprobado: 30/07/2023
INTRODUCCIÓN
El agua es vital para la vida, cumple con varias
funciones en nuestro cuerpo, mantiene el volumen
sanguíneo, transporta nutrientes y oxígeno, sirve
como solvente en muchos procesos metabólicos
y participa en forma activa en las reacciones quí-
micas (WHO, 2022). Cada uno de los habitantes
deben disponer de un suministro satisfactorio (su-
ciente, inocuo y accesible) (OMS, 2018). Es por ello
que se ha vuelto una prioridad para las instituciones
de salud pública disponer de agua potable, además
de identicar su composición mediante análisis que
permitan conocer su calidad, lo cual, es indispen-
sable para el cumplimiento de las políticas públicas
nacionales e internacionales (Zenteno et al., 2022).
A causa del crecimiento poblacional, la contami-
nación y el cambio climático, los recursos hídricos
disminuirán a nivel mundial afectando el suminis-
tro de agua potable a las poblaciones. La escasez
de agua amenaza aspectos fundamentales para
el bienestar y desarrollo del ser humano como la
producción de alimentos, la salud, la estabilidad
política-social por sus elevados costos y zonas de
difícil acceso. Así tenemos, que en los países en
desarrollo el consumo del agua embotellada se ha
incrementado por la mala calidad del agua suminis-
trada por la red pública y la carencia de este vital
líquido en distintos sectores (Trevett et al., 2005;
Cruz, 2017; Geerts, 2020).
La calidad del agua está determinada por su
composición sicoquímica y biológica, lo que debe-
rá permitir su empleo sin causar daño, para lo cual
requiere estar exenta de sustancias, y microorga-
nismos que sean peligrosos para la salud de los
consumidores (Cruz, 2017). De acuerdo con las
regulaciones de estándares de calidad estableci-
dos en 1974 por la FDA, los productores de agua
embotellada deben asegurar que sus productos
cumplan con los niveles aceptables de componen-
tes tales como coliformes y plomo. Esta regulación
incluye niveles relacionados a calidad microbiológi-
ca (organismos coliformes), cualidades físicas (tur-
biedad, color y olor) y la calidad química como el pH
(ProChile, 2012). La contaminación sicoquímica
se debe a la aparición de sustancias no deseables
o que siendo elementos de la composición habitual
del agua superan la concentración máxima admisi-
ble (Arboleda, 2000).
En los últimos años en Venezuela se ha obser-
vado un incremento en el número de empresas que
se dedican a expender agua potable de botellón,
siendo uno de los negocios con mayor demanda
en la actualidad, pero también uno de los menos
regulados desde el punto de vista sanitario (Calde-
ra et al., 2018), pues en mucho de los casos se
ha observado como los botellones los llenan en lu-
gares públicos e inadecuados para tal n y estos
se sellan y distribuyen directamente a los distintos
establecimientos, teniendo como consecuencia el
fallo del producto en anaquel, tal como olor fétido,
cambio de coloración, formación de biopelículas,
entre otras condiciones, generando inconformidad
e inseguridad por parte del consumidor (Marín et
al., 2017; Rojas et al., 2014).
En los últimos años en el estado Zulia, se ha vis-
to un incremento en los problemas de suministro de
agua por la red de tuberías local, originando una
escasez de agua potable, lo que a su vez genera
una disminución signicativa en la calidad de vida
de la población. Esta problemática a obligado a la
población a recurrir a alternativas que les permitan
abastecerse de este recurso vital, como lo es el
consumo de agua potable envasada, el cual ha au-
mentado en la ultima década (Caldera et al., 2018).
Según un informe publicado en diarios del Zulia
(Diario La Verdad, 2012), cerca de 15 mil botellones
de agua potable que son distribuidos a diario en las
localidades del estado Zulia, llevan agua no apta
para consumo humano.