99
INTRODUCCIÓN
En la práctica, los conceptos de Prospectiva
Estrategia y planicación están estrechamente re-
lacionadas, algunos autores lo reportan como pla-
nicación estratégica y de gestión, y otros, como
prospectiva estratégica. Cada uno de estos con-
ceptos, remite a un referente de deniciones, pro-
blemas y métodos, cuya especicidad no se ha de-
terminado, pues la propia terminología aún no se
estabiliza (Godet y Durance, 2007). La Prospectiva
Estratégica (PE), es un conjunto de tentativas sis-
temáticas para observar, a mediano o largo plazo,
el futuro de la ciencia, tecnología, economía y la
sociedad e incluye las tecnologías emergentes que
producen mayores benecios institucionales eco-
nómicos o sociales (OCDE, 2015); mientras el “plan
estratégico” recoge las decisiones estratégicas cor-
porativas adaptado “hoy”, en referencia a los tres
próximos años, (horizonte más habitual del plan es-
tratégico), que buscan lograr una organización más
competitiva para satisfacer las expectativas de sus
integrantes (Sainz, 2010).
La PE, se basa en lo que se pretende conse-
guir y cómo se propone conseguirlo; plasmado en
un documento de consenso, donde se concretan
importantes decisiones orientadas a la marcha de
una organización y lograr una gestión de excelen-
cia (Pineda, 2013). Así, las organizaciones se pre-
paran para enfrentar situaciones, que se presenten
en el futuro, para orientar sus esfuerzos a metas
realistas de desempeño (David, 2003), indispensa-
ble para la dirección de una empresa (Forehand y
Sheshuno, 2003). En ese sentido, se describen
tres áreas de estudio respecto a la relación entre
PE y desempeño: (1) Análisis de los resultados en
función de la cultura de PE, que posee la organiza-
ción, horizonte de planeación, calidad del proceso
y grado de logro de objetivos, (2) Análisis del con-
tenido de la PE, considerando las estrategias que
tienen las empresas con un desempeño superior al
promedio, atendiendo al sector donde se encuen-
tra la organización y (3) Relación entre la estrategia
y el ambiente, pues la estrategia, está en función de
factores del entorno y capacidades de la empresa
(habilidades directivas, experiencia y estilo de di-
rección del gerente) (López Salazar, 2005).
La Organización de Estados Americanos (OEA)
destaca, que para lograr el desarrollo integral sos-
tenible en los países en desarrollo y subdesarrolla-
dos, es necesario contar con una serie de políticas
públicas que accionen en conjunto (OEA, 2010).
Ahora bien, de todas las instituciones que tienen los
diferentes países, son las Universidades, las llama-
das a tener un papel preponderante en la solución
de problemas, afrontar los cambios y transformacio-
nes que se presenten en su entorno, posibilitando
así, el desarrollo sostenible que se requiere (Sen,
2010; Arias, 2009). Del mismo modo, se enfatiza en
el mundo actual, el peso preponderante que debe
tener el ser humano, expresado por Gary Becker
(Premio Nobel de Economía, 1992) quien arma,
“el éxito o el fracaso económico de una nación, ya
no depende de la tecnología o de la maquinaria que
posee, sino de lo que haga con su gente”.
De lo descrito anteriormente, se hace necesario
asegurar una formación integral a los educandos,
para ello, debe contar con una gerencia coherente,
con el hacer y aprender, con docentes/investigado-
res y estudiantes críticos, autogestores, generado-
res de desarrollo, capaces de interactuar con per-
sonas de otros saberes y proponer alternativas en
pro del ser humano y el entorno. Cumplir con esta
intención, implica políticas y estrategias para formar
a los formadores, pensar en términos de proyecto
de país, para que entre todas las fuerzas vivas, en
especial las universidades, mermen la brecha de
las escases de participaciones latinoamericanos y
venezolanos de líderes de conocimiento (Sierra
Pérez, 2004).Para asegurar el éxito económico,
los países deben contar con todos sus ciudadanos,
entre estos los indígenas, que representan un gru-
po étnico desfavorecido del benecio social, que
aporta el producto interno bruto (PIB) en la mayo-
ría de los países del mundo, afectando de manera
directa el área de la educación y la salud; en esta
última, se reportan frecuencias elevadas de enfer-
medades, ya resueltas en otros grupos poblaciona-
les. Por ello, la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) destaca, la necesidad de considerar
su cultura, en aras de preservar sus costumbres e
idiosincrasia y ofrecer una atención en salud acep-
tada por ellos, donde las acciones implementadas,
sean de acuerdo a sus necesidades y carencias,
considerando siempre consultar a esas comunida-
des (PAHO, 2010).
En el mismo orden de ideas, es público y notorio,
el reconocimiento que se ha hecho de los pueblos
indígenas en el mundo, en ese sentido, se conoce
las legislaciones internacionales como el Convenio
169 de la Organización Internacional de Trabajado-
res (OIT, 2011) y el proyecto de Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pue-
blos Indígenas (ONU, 2008), las cuales, establecen