Revista
de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXX, Número Especial 9, enero/junio 2024. pp.
447-458
FCES
- LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Como citar: Villasmil, J. J., Berrocal, J. C., y Rodelo,
M. R. (2024). Inteligencia artificial y nuevas formas de derecho en el siglo
XXI. Revista De Ciencias Sociales, XXX(Número Especial 9),
447-458.
Inteligencia
artificial y nuevas formas de derecho en el siglo XXI
Villasmil Espinoza, Jorge Jesús*
Berrocal Duran, Juan Carlos**
Rodelo García, Margarita Rosa***
Resumen
Los avances
científicos y tecnológicos del siglo XXI, implican una transformación de todo
ámbito de la vida humana, de modo que el derecho no escapa de los alcances y
transformaciones de herramientas tecnológicas como la Inteligencia Artificial. En
este sentido, el presente artículo tuvo por objetivo determinar si la
inteligencia artificial puede ser un operador jurídico válido, con arreglo a una
metodología documental. Se trata de un estudio de tipo documental-bibliográfico
que empleó como instrumento de recolección de datos la entrevista, la cual fue
aplicada al software de inteligencia artificial ChatGPT, con el fin de
contrastar sus argumentos con otros autores en cuanto al alcance del uso de la inteligencia
artificial en asuntos jurídicos. Se concluye que a pesar de ser una herramienta
pionera el software de inteligencia artificial vigente, no posee, al menos en
el mediano plazo, la capacidad de reemplazar a los humanos como operadores
jurídicos; sin embargo, resulta ser una herramienta importante en los distintos
procesos legales al ser asistente u orientador de la acción del fiscal, abogado
o juez, entre otros aspectos de interés para la administración de justicia.
Palabras clave: Inteligencia
artificial; nuevas formas de derecho; justicia en el siglo XXI; revolución
tecnológica; filosofía del derecho.
Artificial intelligence and
new forms of law in the 21st century
Abstract
The scientific
and technological advances of the 21st century imply a transformation of every
area of human life, so that the law does not escape the scope and
transformations of technological tools such as Artificial Intelligence. In this
sense, the objective of this article was to determine if artificial
intelligence can be a valid legal operator, according to a documentary
methodology. This is a documentary-bibliographic study that used the interview
as a data collection instrument, which was applied to the artificial
intelligence software ChatGPT, in order to contrast
its arguments with other authors regarding the scope of the use of the
artificial intelligence in legal matters. It is concluded that despite the
current artificial intelligence software being a pioneering tool, it does not
have, at least in the medium term, the capacity to replace humans as legal
operators; However, it turns out to be an important tool in the different legal
processes by being an assistant or guide in the actions of the prosecutor,
lawyer or judge, among other aspects of interest for the administration of
justice.
Keywords: Artificial
intelligence; new forms of law; justice in the 21st century; technological
revolution; philosophy of law.
Introducción
Uno de los mayores
adelantos tecnológicos del siglo XXI es el desarrollo de la Inteligencia Artificial
(de ahora en adelante abreviada como IA), la cual permite ejecutar de forma
automática y autónoma tareas, procedimientos y analizar datos, siguiendo una
estructura lógico-deductiva relativamente similar a la humana. Dado sus avances
en los últimos años, la implementación de la IA es el preámbulo de la llamada
cuarta revolución industrial que implica la automatización e independencia de
los procesos industriales, servicios, sistemas burocráticos y contables, entre
otros cambios tecnológicos (Sánchez y Toro-Valencia, 2021).
Con el pasar de los
años este tipo de tecnologías se harán cada vez más comunes y transformarán la
existencia humana en todos sus ámbitos. A la par de los posibles alcances
médicos, docentes y laborales en los usos de la IA; el derecho no se encuentra apartado
de las implicaciones éticas y jurídicas de este tipo de tecnologías, dado que estas
herramientas ya son empleadas en temas como la asistencia en investigaciones
judiciales, asesorías en las decisiones legales en tribunales y creaciones de
bases de datos de interés legal para estudio de casos, por lo que se evidencia
un mayor papel de estas aplicaciones en el ejercicio del derecho en general (UNESCO, 2023).
Este trabajo tiene como
objetivo determinar si la inteligencia artificial puede
ser un operador jurídico válido, en los roles de abogado, fiscal o juez; a
la vez que pretende exponer las nociones fundamentales sobre lo que es la IA,
sus posibles aplicaciones para el campo del derecho y sus ventajas y
desventajas.
Se compone además por 6
segmentos los cuales muestran, cada uno, un momento específico del proceso de
investigación llevado a cabo para su realización. En un primer momento, se
muestra el panorama general del tema, la exposición de las principales
referencias documentales-bibliográficas sobre la IA; para luego explicar la
metodología del estudio, la cual consistió en un estudio de tipo cualitativo
que aplicó una entrevista a un software
de inteligencia artificial ChatGPT; para posteriormente, analizar los datos recolectados
y contrastarlos con la literatura consultada a fin de emitir una opinión
informada de la viabilidad de la IA como operador jurídico válido.
1. Fundamentación teórica
1.1. Nociones preliminares sobre el concepto y
significado de la Inteligencia Artificial (IA)
La Inteligencia
artificial fue teorizada a finales de la década de los años 40 del siglo XX,
por el trabajo pionero de Alan Turing, quien pronosticó, desde esa época
temprana, los alcances y capacidades del desarrollo de sistemas informáticos lo
suficientemente avanzados como para poder desarrollar una capacidad de
procesamiento de información, lo competentemente rápidos para asemejarse a la
inteligencia de la persona humana (International Business Machines Corporation [IBM], 2023).
Al respecto, Arbeláez-Campillo, Villasmil y Rojas-Bahamón (2021);
así como Maita-Cruz et al. (2022), sostienen que
las innovaciones asociadas a la inteligencia artificial contienen estrategias
digitales y tecnológicas avanzadas, las cuales intentan imitar la forma o el engranaje
en el cual funciona el cerebro de todo ser humano.
A grandes rasgos la IA se
expresa en sistemas informáticos que piensan o actúan como los humanos, gracias
a una programación que le permite hacer cálculos y dar respuestas racionales a
problemas específicos de distinta naturaleza, que van desde lo numérico, hasta
lo político y judicial. Todo dependerá de la capacidad de los programadores del
sistema para dar respuesta a los problemas y necesidades del entorno. Por su
parte, Almonacid y Coronel (2019), explican que la IA es la capacidad de una
máquina de solucionar problemas complejos mediante algoritmos matemáticos que
simulan la capacidad de respuesta de la inteligencia humana.
En este sentido, la IA
está compuesta de dos fases o niveles: El primero de ellos consiste en la
automatización y aprendizaje, bajo la cual un software y hardware
realizan procesos con patrones sencillos; por lo demás, este tipo de software tiene décadas de desarrollo y
se ha empleado en medios como traductor Google,
juegos de ajedrez, pronóstico de tiempo y predicción de mercados, entre otros (Cabanelas, 2019).
La segunda fase se
denomina inteligencia artificial humana, la cual posee la capacidad de
analizar, observar y dar respuestas similares a una persona; lo que implica una
mayor capacidad de ofrecer respuestas con un elevado nivel de complejidad,
capacidad de imitar los patrones creativos humanos, pero no desarrollarlos
desde cero, siendo este el actual nivel o fase de desarrollo de la mayoría de
los sistemas de IA en el mundo actualmente. Para mediados del siglo XXI se
espera un nivel de desarrollo tal que la IA posea capacidad de desarrollo
creativo propio y se establezca en sistema de procesamiento interconectados por
todo el mundo
(Cabanelas, 2019).
Es importante recalcar
que la IA es una simulación computacional de la inteligencia basada en patrones
de funcionalidad simbólicos-inductivos que busca que el sistema que la compone
se desarrolle mediante el procesamiento de datos y modificaciones, de los
parámetros que el usuario le suministre al programa o máquina (Revista de Robots, 2023).
En términos generales,
la IA hace referencia a la capacidad de una máquina, robot o software de
imitar la capacidad de tomar decisiones y analizar la información que se le
suministre, con la rapidez y discernimiento suficientes como para emular los
patrones de procesamiento de la mente humana.
1.2. Usos y potencialidades de la IA
Existen múltiples
configuraciones bajo las cuales la IA puede presentarse como una aplicación
útil en la vida cotidiana, algunas de sus funcionalidades están siendo llevadas
a cabo como tecnologías de demostración y prototipos, otras sin embargo, llevan
operando algunas décadas, entre estas pueden destacarse: El empleo de robots con inteligencia artificial que
simulen actuar como animales de compañía (perros, gatos, pájaros, peces) como
por ejemplo el Toyota partner robot, Nagar-3 de Gifu Industries,
solo por mencionar algunos casos.
El empleo de la IA para videojuegos o juegos de rol; el
desarrollo de la domótica (casas inteligentes capaz de adaptar el consumo
energético, calefacción y servicios en función a si los usuarios están en el
inmueble o en partes específicas de la casa); la ingeniería computacional;
desarrollo de redes neuronales artificiales; algoritmos médicos de diagnóstico
para enfermedades como el cáncer, Parkinson y Alzheimer; así como detección de
tumores en fases iniciales y desarrollo de análisis genético y evolutivo
avanzados (Matej y Gómez, 2015), figuran como
ejemplos de su uso.
Además, en el campo laboral la IA es una herramienta útil
para empresas y organizaciones que deban manejar grandes volúmenes de datos
puesto que optimiza listas de pedidos y despachos de forma rápida y eficaz, con
el menor grado de intervención humana.
También se desarrollan dispositivos capaces de crear
contenido publicitario para pequeñas y medianas compañías con la intención de
publicar sus productos o servicios; a su vez, a nivel industrial puede
desarrollarse tareas de control de calidad omitiendo toda posibilidad de
errores humanos, mantenimiento y construcción de equipos, automóviles; procesamiento
de datos en archivos de audio y video, análisis estadístico avanzado. En el
transporte y las comunicaciones la IA puede operar redes de conducción
autónomas capaces de llevar carga a otros sitios por vía terrestre y marítima (Hewlett Packard Enterprise, 2022).
Todo indica que los usos y aplicaciones de la IA son tan
variados y diversos que en un futuro próximo superaran los límites de la
ciencia ficción mas vanguardista de la actualidad. Todo dependerá, en último
término, de la capacidad creativa de los programadores y de la forma cómo las
empresas publicas y privadas interpreten las necesidades y aspiraciones de su
entorno y den respuestas adecuadas a las mismas por la vía de IA, sin descartar
que, por su propia esencia las IA puedan desarrollar la autonomía suficiente y
necesaria para aprender, así como actuar con mínima supervisión humana.
1.3. Usos de la IA en el campo de derecho
La IA se ha aplicado en el derecho como mecanismo de apoyo
para manejar grandes volúmenes de datos a través de las Tecnologías de la Información
y las Comunicaciones (TIC). En America Latina y
varios países del mundo, desde mediados de la década del 2010`s, los sistemas
informáticos se han trasladado del papel a programas de almacenamiento que
velan por el cumplimiento y agendado de los procesos, las providencias y
memorias (Samacá, 2016).
Autores como Samacá (2016); Almonacid y Coronel (2019); y, De Inprovider
(2023), coinciden en que la aplicación de la IA en ámbitos jurídicos puede ser
empleada en la organización de grandes bases de datos, de manera que para
llevar a cabo un proceso jurídico las partes involucradas accedan de manera rápida
a elementos concretos capaces de ayudar con el análisis y revisión de la
jurisprudencia de los casos. De hecho, miles de tribunales en todo el mundo
cuentan hoy día con equipos informáticos que llevan procesos automatizados, capaces
de enviar documentos, avisos y asignaciones de manera programada,
sin casi intervencion humana.
Otros elementos claves a considerar son el uso de chatbots con respuestas predeterminadas
para clientes sobre asuntos legales, con el empleo de software de lenguaje que funcionan como filtro para despejar dudas
y dar asesorías rápidas ahorrando tiempo al personal, mejorando así la retención
de clientes. El uso de programas como Copy.ai
o ChatGPT, bajo ciertas instrucciones
pueden generar documentos en segundos agilizando el trabajo de asistentes jurídicos
que evitan demoras en la redacción y corrección de los documentos legales (De Inprovider, 2023).
Desde el punto de vista de los investigadores de este
artículo, entre las principales ventajas de la IA en el ámbito jurídico pueden
encontrarse la programación automática de tareas repetitivas, mientras que los
profesionales del derecho se enfoquen en otros temas claves del proceso; la generación
de posibles escenarios según la gravedad del caso y la capacidad de planificar
posibles respuestas legales con antelación; la gestión de documentos de manera automática
por medio de chats basados en IA; creación
de bancos de datos inteligentes con acceso inmediato a antecedentes, recursos y
amparos anteriores, entre otros elementos que agilicen la revisión de casos
legales.
En el campo específico de la IA aplicada al derecho, también
puede señalarse programas avanzados que no solo automaticen aspectos burocráticos
en asuntos legales, sino que participen directamente en el proceso judicial
como decisores, tal es la experiencia de programas basados en el conocimiento jurídico,
los cuales formulan representaciones y análisis de casos a partir de su
conocimiento legal y, por medio de actualizaciones de datos, pueden emitir un
juicio legal sustancial que indique qué ley o leyes han sido violadas, basándose
en un análisis lógico-deductivo de obligaciones, prohibiciones o permisos que
han sido menoscabados (Nieva, 2018).
Tendecialmente, estos programas funcionan por
medio de razonamientos a través de estructuras lógico-formales de la
información jurídica, de manera que la IA implementa razonamientos a partir de
representaciones de casos y argumentos inferenciales. Entre los principales
sistemas de AI & Law (IA y leyes), se encuentran el sistema HYPO
(sistema de modelismo y argumentación legal) y el sistema CATO, los cuales
fueron pioneros en crear conclusiones legales a partir de factores favorables y
desfavorables.
Hoy día, se emplean tambien sistemas
informáticos judiciales avanzados como el VJAP, desarrollado principalmente en
el derecho mercantil que incorpora análisis de casos a partir de elementos como
la gravedad de las leyes violadas, ventas de secretos comerciales, entre otros
aspectos, que emite un juicio capaz de construir una posible decisión judicial
(Maranhão et al., 2021).
Definitivamente, en los últimos años ha cobrado una notoria
importancia el empleo de aplicaciones jurídicas de aprendizaje automático, lo
cual permite predecir el resultado de las decisiones judiciales de tribunales y
cortes internacionales basados en un porcentaje de precisión igual o mayor al
70%, lo que, en algunos casos, puede predecir y evaluar las aplicaciones
legales en base al procesamiento continuo de textos legales y, al mismo tiempo,
genera una proyección sobre la conducta de qué harán los integrantes del tribunal
en función de la interpretación de la ley, lo que implica la configuración de un
modelo que es capaz de predecir declaraciones y veredictos legales. Aunque es
importante recalcar que el desarrollo de este programa se hizo de forma
experimental para demostrar la capacidad de la IA de asesorar y prever las
decisiones de un tribunal de forma exitosa
(Maranhão et al., 2021).
Incluso, no se descarta que el uso generalizado de la IA en
el ámbito judicial puede llevar a que en un futuro próximo algunos tribunales
estén controlados por formas de IA con poder de decisión vinculante, aunque sea
en una primera instancia. Sin embargo, como se verá más adelante, la dimensión
empática de la persona humana, necesaria para crear puentes entre la justicia y
el derecho, difícilmente pueda ser replicada por la IA más avanzada que se
pueda llegar a imaginar.
2. Metodología
La presente investigación es descriptiva, en
la medida que comprende el estudio de problemas que se contemplan en la
realidad empírica, fáctica, en específico con el objetivo de determinar si la
inteligencia artificial puede ser un operador jurídico válido, en los roles de
abogado, fiscal o juez, mediante el relevamiento de fuentes de tipo
documental-bibliográfico, puesto que su núcleo básico de información se basa en
textos especializados en la temática de la IA y su empleo en ámbitos jurídicos
(Arias, 2012).
Según Hernández, Fernández
y Baptista (2014), la técnica de recolección de datos consiste en el registro
sistemático, válido y confiable de comportamientos o conductas que se
manifiestan, especificando y definiendo las variables a observar. En este
sentido, en la investigación se utilizaron técnicas de análisis de tipo
cualitativo para la entrevista, compuesta por preguntas abiertas, donde se
detalla la opinión de la IA sobre su papel como operador jurídico valido.
Siguiendo con Hernández
et al. (2014), normalmente la
entrevista es una herramienta que permite recolectar datos cualitativos y se
emplea cuando el problema de estudio no se puede observar o es muy difícil
hacerlo por ética o complejidad; mediante esta técnica o herramienta, se
obtienen datos e información desde la subjetividad del entrevistado que
representa de alguna manera a la población a estudiar en general, a lo que
conviene preguntar ¿expresa la IA alguna forma de subjetividad?
Las entrevistas fueron
el instrumento de recolección de datos primarios y, a su vez, constituyen las
fuentes fundamentales de los elementos narrativos estudiados, aplicadas a un software de inteligencia artificial ChatGPT. Finalmente, la elaboración de
este articulo utilizó también fuentes secundarias, como libros, revistas,
documentales, noticieros y medios de información provenientes del internet. En cuanto a las técnicas de
recolección de datos, se utilizaron entrevistas digitales en versión online de tipo descriptiva y con
preguntas abiertas.
3. Resultados y discusión
A continuación, se presenta
el análisis y discusión de las respuestas de la IA seleccionada para determinar
el uso de la IA como operador jurídico valido, en este caso el programa usado fue
el ChatGPT
Mar en su versión 23.
3.1. Análisis de
viabilidad de la IA como operador jurídico válido
Persona: Hola. ¿Puedo
hacerte algunas preguntas sobre cómo la inteligencia artificial apoya o afecta
el ámbito judicial?
“ChatGPT:
¡Claro! Estoy aquí para ayudarte. Adelante, pregúntame cualquier cosa sobre
cómo la inteligencia artificial puede apoyar o afectar el ámbito judicial.
Estaré encantado de proporcionarte información y responder a tus preguntas” (ChatGPT, 2023, párr. 1).
Autores de la
investigación: ¿Qué tipo de utilidades podría traer el uso de la inteligencia
artificial en derecho, juicios y análisis jurídico?
ChatGPT: El uso de la
inteligencia artificial (IA) en el ámbito judicial puede tener diversas
utilidades, algunas de las cuales incluyen: análisis legal automatizado: La IA
puede ser utilizada para analizar grandes cantidades de información legal, como
casos judiciales previos, leyes y regulaciones, y documentos legales, de manera
rápida y precisa. Esto puede ayudar a los abogados y jueces a obtener una
visión más completa de los precedentes legales y fundamentos jurídicos
relevantes para tomar decisiones informadas. (ChatGPT,
2023, párr. 1).
Este programa señala
que en lo referente a la Investigación y búsqueda de jurisprudencia: La IA
puede ser utilizada para realizar investigaciones en bases de datos legales y
buscar jurisprudencia de manera eficiente, dado que en sus respuestas justifica
que los sistemas de IA pueden, en determinadas condiciones, identificar y
analizar patrones en vastas cantidades de información legal para encontrar
casos relevantes, patrones o información codificada, lo que puede ahorrar
tiempo y esfuerzo en la investigación legal (ChatGPT, 2023).
Asimismo, en cuanto al
asesoramiento legal: La IA puede proporcionar asesoramiento legal automatizado
y personalizado en función de los datos proporcionados por los clientes y de las
preguntas formuladas, lo que resulta en una atención personalizada elaborada de
forma automática. Al señalar que los chatbots
y asistentes virtuales basados en IA pueden ayudar a los usuarios a comprender
sus derechos legales, completar formularios legales y brindar información
básica sobre el proceso legal (ChatGPT, 2023).
Por otra parte, su rol
en la predicción de resultados de casos: La IA puede ser utilizada para
analizar datos históricos de casos (jurisprudencia) y predecir los posibles
resultados de casos futuros. Esto puede ser útil tanto para los abogados como
para los jueces en la evaluación de la viabilidad de un caso y la toma de
decisiones informadas.
Automatización
de procesos legales: La IA puede automatizar tareas y procesos legales, como la
revisión de documentos, la gestión de contratos y la revisión de cumplimiento
normativo. Esto puede ayudar a reducir errores humanos, acelerar el proceso
legal y mejorar la eficiencia en general.
Análisis
de sentimientos y detección de fraude: La IA puede ser utilizada para analizar
el lenguaje natural y detectar sentimientos en documentos y testimonios, lo que
puede ser útil en casos de derecho de familia o en la identificación de
posibles casos de fraude. (ChatGPT, 2023, párr. 2)
Estas
funcionalidades coinciden con las llevadas a cabo por los estudios de Almonacid y Coronel (2019); Maranhão et al. (2021); y, Hewlett Packard
Enterprise (2022), los cuales establecen que las principales actividades de la
IA en el derecho se ven aplicadas a las diligencias antes señaladas, lo que
constituye una importante herramienta para agilizar casos y evitar retardos
judiciales bajo determinadas situaciones. Sin embargo, elementos clave como la predicción
de resultados de casos y la automatización de los procesos legales, aún está en
fase experimental, lo que implica que no entraran al mercado sino dentro de
varios años.
Es importante tener en
cuenta que la IA en el ámbito judicial no está exenta de desafíos y
consideraciones éticas, como la transparencia, la equidad y la privacidad de
los datos, los cuales pueden ser hoy día sus principales desafíos. Por lo que es
fundamental utilizarla de manera responsable y con supervisión humana para
garantizar su correcto uso y evitar sesgos o discriminación, dado que, como
toda herramienta, no es posible que la IA comprenda por si sola algún principio
o categorismo ético (Maranhão et al.,
2021).
3.2. Roles que puede adoptar la IA: Abogado,
fiscal o juez
Autores de la
investigación: ¿Cuáles serían los aportes del uso de la inteligencia artificial
para los casos judiciales bajo los siguientes ámbitos: Abogado, fiscal, juez?
ChatGPT: El uso de la
inteligencia artificial (IA) puede tener diversos aportes para los diferentes
roles en el sistema judicial, incluyendo a abogados, fiscales y jueces. Algunos
ejemplos de cómo la IA puede contribuir en cada uno de estos ámbitos son:
Abogados:
Investigación
legal: La IA puede ayudar a los abogados en la búsqueda y análisis de
jurisprudencia, leyes y regulaciones, lo que les permite acceder a información
legal relevante de manera eficiente y tomar decisiones informadas en sus casos.
Análisis
de documentos: La IA puede ser utilizada para revisar grandes volúmenes de
documentos legales, como contratos o documentos de descubrimiento,
identificando rápidamente información relevante y ayudando a los abogados a
preparar sus argumentos de manera más eficaz.
Predicción
de resultados de casos: La IA puede utilizar datos históricos para predecir los
posibles resultados de casos, lo que puede ayudar a los abogados a evaluar la
viabilidad de un caso, identificar riesgos y preparar estrategias de litigio. (ChatGPT, 2023, párr. 6)
Lo dicho por el software de IA permite identificar
aspectos clave como la automatización de proceso y optimización de los recursos
en función de atender asuntos de interés más inmediato, para recolectar la
jurisprudencia o antecedentes de un caso en cuestión de minutos, haciendo la
labor de la investigación penal mucho más eficiente. Distanciándose de la
visión distópica en donde la IA sería un abogado automático, siendo su papel
eminentemente de asesoría y búsqueda automatizada de factores claves en
sistemas judiciales, o al menos es así por ahora.
De
hecho, en una publicación del British Institute of
International and Comparative Law
(BIICL, 2022), se afirma categóricamente que a medida que la IA continúa
integrándose en la práctica jurídica, surgen preocupaciones legales y éticas
relacionadas con la integridad del sistema legal, los deberes de los abogados y
la protección de los derechos de los clientes. Sin embargo, estas
preocupaciones no pueden ser resueltas de forma genérico o en la teoría
únicamente, sino en el contexto particular en el que surjan, mediante el
dialogo entre los hacedores de las políticas jurídicas y las partes afectadas
por los procesos de digitalización de los aparatos judiciales.
Fiscales:
Análisis
de evidencia: La IA puede ser utilizada para analizar grandes cantidades de
evidencia en casos criminales, como registros telefónicos, correos electrónicos
o registros financieros, ayudando a los fiscales a identificar patrones o
pistas relevantes para su investigación.
Detección
de fraude: La IA puede ser utilizada para identificar posibles casos de fraude
en casos de corrupción o delitos financieros, analizando datos y detectando
anomalías que podrían pasar desapercibidas para los humanos. (ChatGPT, 2023, párr. 9)
Tal como sostienen Matej y Gómez (2015);
y, Sánchez y Toro-Valencia (2021), en este ámbito donde se perfila el uso de la
IA como fiscal, vuelve a encontrarse que el manejo de grandes volúmenes de
datos es clave para su utilización. Según estos investigadores el análisis de
evidencia puede presentarse en forma de catalogar las evidencias disponibles,
de modo que el juez o equipo jurídico accedan a estas pruebas rápidamente; así
como la detección de fraudes por programas especializados en la materia que podrían
tener un mayor rol para la validación de pruebas en los años por venir.
Jueces:
Análisis
de precedentes: La IA puede ayudar a los jueces en la identificación y análisis
de precedentes legales relevantes para tomar decisiones informadas y coherentes
en casos similares.
Evaluación
de riesgos: La IA puede ser utilizada para evaluar riesgos en casos de libertad
condicional o asignación de penas, analizando datos históricos y prediciendo la
probabilidad de reincidencia de un individuo.
Automatización
de procesos: La IA puede ayudar a los jueces en la gestión de casos y en la
automatización de tareas administrativas, lo que puede mejorar la eficiencia
del sistema judicial y permitirles dedicar más tiempo a la toma de decisiones
fundamentadas. (ChatGPT, 2023, párr., 12)
En base a la
experiencia inmediata del uso de la IA en el ámbito legal, el programa
consultado expone las potencialidades de la misma dentro del ámbito del
derecho, lo que indica que son mecanismos viables de funcionamiento puesto que
agilizan los análisis de datos y proyecciones en caso de emitir una sentencia
determinada y esto resulta ser un recurso útil en el proceso de la toma de
decisiones. Por lo demás, debe quedar claro que la IA es solo un recurso para
facilitar las gestiones administrativas dentro del proceso jurídico y no su
centro de toma de decisiones, tal como sostiene Enver
(2022).
3.3. Consecuencias de la implementación de la
IA para la visión de la justicia
La Inteligencia
Artificial (IA), puede ser considerada una herramienta o un recurso para el
apoyo de la labor jurídica, pero, definitivamente, no puede ser considerada
como un operador jurídico válido en sí misma. A continuación, se presentan
algunos argumentos y justificaciones para respaldar esta afirmación categórica:
a. Falta de capacidad
de razonamiento y ética: Aunque la IA es capaz de procesar grandes cantidades
de datos y realizar tareas específicas de manera eficiente, carece, en esencia
y existencia, de la capacidad de razonamiento y de la ética inmanente a los
seres humanos. El razonamiento jurídico implica la interpretación de leyes,
regulaciones y precedentes, así como la consideración de factores contextuales
y éticos en la toma de decisiones legales, lo cual va más allá de las
capacidades actuales de la IA (ChatGPT, 2023). Y esto lo reconoce
una forma de IA como ChatGPT.
b. Ausencia de
comprensión del contexto y la empatía: La IA no puede comprender plenamente el
contexto y las circunstancias complejas que rodean un caso legal. La toma de
decisiones en el ámbito judicial a menudo implica la consideración de múltiples
factores, como la historia personal de las partes involucradas, las
implicaciones sociales y políticas del caso, y la equidad, así como justicia en
un sentido amplio. La IA carece de la capacidad de empatía y comprensión del
contexto que son necesarias para tomar decisiones jurídicas informadas y
justas.
c. Posibilidad de
sesgos y discriminación por programación: La IA puede verse afectada por sesgos
inherentes a los datos con los que ha sido programada, esto puede ser
deliberado o accidental, lo que puede resultar en decisiones sesgadas y
discriminatorias. Si los datos utilizados para entrenar a la IA contienen
sesgos, como género, raza o clase, estos sesgos pueden ser perpetuados en las
decisiones tomadas por la IA en el ámbito jurídico, lo que podría tener consecuencias injustas y discriminatorias
para las partes involucradas en un proceso judicial determinado.
d. Responsabilidad y
rendición de cuentas: La IA plantea desafíos en términos de responsabilidad y
rendición de cuentas. En caso de errores o sesgos en las decisiones tomadas por
la IA en el ámbito jurídico, es difícil determinar quién es responsable y cómo
se puede corregir el error. La responsabilidad y rendición de cuentas, son elementos
fundamentales del sistema judicial, y la IA plantea cuestionamientos en estos
aspectos
(ChatGPT, 2023).
Autores de la
investigación: ¿La inteligencia artificial reemplazará a los humanos para la
interpretación de las leyes?
ChatGPT: La
inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de asistir y mejorar la
interpretación de las leyes, pero es poco probable que reemplace completamente
a los humanos en este proceso. A continuación, se presentan algunas razones por
las cuales la interpretación de las leyes seguirá siendo una tarea realizada
principalmente por humanos:
Complejidad
y ambigüedad del lenguaje legal: El lenguaje legal a menudo es complejo y
ambiguo, y su interpretación requiere de un profundo conocimiento del contexto,
la jurisprudencia y los principios legales. Aunque la IA puede ayudar en la
búsqueda y análisis de información legal, su capacidad para comprender y
contextualizar plenamente el lenguaje legal todavía es limitada en comparación
con la comprensión humana. (ChatGPT, 2023, párr. 8)
A su vez se encuentran
otros elementos como las consideraciones éticas y de justicia: La
interpretación de las leyes a menudo implica la aplicación de principios éticos
y de justicia, lo cual va más allá de la capacidad de la IA. La toma de
decisiones legales requiere de la consideración de factores contextuales,
sociales, políticos, ideológicos y éticos, así como la ponderación de intereses
y la equidad en situaciones complejas, lo cual sigue siendo una capacidad estrictamente
humana
(ChatGPT, 2023).
Justamente, el entorno
legal está en constante cambio, con nuevas leyes, regulaciones y jurisprudencia
que se desarrollan constantemente. La IA requiere de actualizaciones constantes
y entrenamiento en nuevos datos para mantenerse actualizada, lo cual, puede ser
un desafío. Los humanos, por otra parte, tienen la capacidad de adaptarse y
aprender continuamente de los cambios en el entorno legal sin mayor dificultad.
La IA señala en su
narrativa que en cuanto a la responsabilidad y rendición de cuentas: La interpretación
de las leyes implica la toma de decisiones que tienen implicaciones importantes
en la vida de las personas y en la sociedad en general. La responsabilidad y
rendición de cuentas son elementos clave en el sistema judicial, y los humanos
pueden ser responsabilizados por las decisiones que toman. En el caso de la IA,
el tema de la responsabilidad y rendición de cuentas puede ser más complejo y
difícil de determinar (ChatGPT, 2023).
Autores de la
investigación: Gracias por tus respuestas. “ChatGPT:
¡De nada! Estoy aquí para ayudarte. Si tienes más preguntas sobre la
inteligencia artificial y su aplicación en el ámbito judicial o cualquier otro
tema, no dudes en preguntar. Estaré encantado de asistirte” (ChatGPT, 2023, párr. 9).
En resumen, aunque la
IA puede ser una herramienta valiosa para apoyar la labor jurídica en áreas
como la investigación legal, análisis de documentos y predicción de resultados
de casos; no puede ser considerada como un operador jurídico válido en sí misma,
debido a su falta de capacidad de razonamiento ético, ausencia de comprensión
del contexto con empatía, posibilidad de sesgos, discriminación, desafíos en
términos de responsabilidad y rendición de cuentas. Por lo tanto, la toma de
decisiones en el ámbito jurídico debe seguir siendo responsabilidad de
profesionales capacitados que consideren la ética y el contexto junto a los
principios de justicia en su labor.
Aunque la IA puede
asistir en la interpretación de las leyes y mejorar la eficiencia en algunas
tareas legales, es poco probable que reemplace completamente a los humanos en
este proceso, debido a la complejidad y ambigüedad del lenguaje legal, las
consideraciones éticas y de justicia, el cambio constante del entorno legal y
los desafíos en términos de responsabilidad, así como rendición de cuentas. La
interpretación de las leyes seguirá siendo una tarea realizada principalmente
por profesionales legales humanos que utilicen la IA como una herramienta de
apoyo en sus tareas.
Conclusiones
Lo expuesto en páginas
anteriores permite afirmar que la inteligencia artificial tiene un gran campo
de acción en el ámbito del derecho. Siendo un recurso útil para mejorar los
procesos administrativos, legales, burocráticos y las decisiones según sea el
caso; recalcando siempre que el ejercicio del derecho y el asesoramiento
jurídico no podrán ser jamás delegados en máquinas, puesto que para su
concreción es necesario el juicio y comprensión que identifican en esencia y
existencia a la persona humana. En función de la bibliografía consultada el
aprovechamiento tecnológico significa uno de los mayores aportes al momento de
agilizar procesos, tareas y búsqueda de información en materia legal, que
fortalecerá la práctica del derecho y el ejercicio judicial en general.
Es importante tener en
cuenta que la IA en el ámbito judicial debe ser utilizada con precaución y bajo
la supervisión humana adecuada. Las decisiones finales en casos legales siempre
deben ser tomadas por profesionales capacitados en el derecho, y la IA debe ser
considerada como una herramienta de apoyo en lugar de reemplazar el juicio
humano y la ética en el sistema judicial.
Lo constatado en la
entrevista al software de
inteligencia artificial ChatGPT,
permite señalar que la IA se proyecta de acuerdo a su programación como un instrumento
de apoyo y que actúa como recurso de ayuda a facilitar procesos que son
altamente estandarizados o repetitivos, ayudar a los humanos a tomar mejores
decisiones y mostrarse al servicio de quienes requieran sus funciones. Por lo
que sus formas de ser en el mundo, se presentan como asistentes jurídicos
virtuales o cibernéticos más que figuras de reemplazo.
Por último, se
recomienda llevar a cabo análisis de tipo ético-jurídico que establezca las
fuentes de derecho necesarias para masificar y popularizar el uso de la IA, no
solo en ámbitos judiciales si no también en otros aspectos de la vida cotidiana,
lo que permita actualizar la legislación en la materia y que esta se mantenga
acorde a los últimos adelantos tecnológicos.
Los aportes del estudio
tienen que ver con proponer ideas útiles para la discusión sobre la función de
la IA en los procesos judiciales, tales como entrevistar directamente una forma
de IA para conocer, de primera mano sus opiniones sobre este tema. No obstante,
las limitaciones de la presente investigación tienen que ver con el hecho de
que se requieren muchos más datos, teóricos y de experiencia jurídicas
concretas en las que se utiliza la herramienta de la IA, como condición de
posibilidad para valorar su desempeño más allá del plano narrativo. De esta
realidad surge la necesidad de crear futuras líneas de investigación donde se
evalúe, contraste y valore a la IA, en su rol de herramienta tecnología en los
procesos judiciales del siglo XXI.
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* Doctor en Ciencia Política con
estudios postdoctorales en Derechos Humanos. Historiador experto en Procesos
Históricos Contemporáneos. Profesor Titular en la Universidad del Zulia, Maracaibo,
Venezuela. E-mail:
jvillasmil52@hotmail.com ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-0791-3331
**
Magíster en Derecho Procesal. Especialista en Derecho Laboral. Abogado. Profesor
en la Corporación Universitaria Rafael Núñez, sede Barranquilla, Colombia. E-mail: juan.berrocal@curnvirtual.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5695-4020
***
Doctoranda en Derecho en la Universidad Rovira I Virgili,
España. Máster en Derecho Constitucional. Especialista en Derecho
Administrativo. Abogado. Profesora Investigadora en la Corporación
Universitaria Rafael Núñez, Barranquilla, Colombia. E-mail: margarita.rodelo@curnvirtual.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9901-7632
Recibido: 2023-12-20 · Aceptado:
2024-03-11