Revista de
Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXVII, No.
4, Octubre - Diciembre 2021. pp.
FCES - LUZ ● ISSN:
1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Factores contextuales
que influyen en la intención emprendedora de estudiantes universitarios
venezolanos y colombianos
Romero
Borre, Jenny*
Gutiérrez
Silva, José Manuel**
Hernández
Fernández, Lissette***
Portillo
Medina, Rafael****
Resumen
El emprendimiento se
considera un área de investigación novedosa, recientemente ha tomado un gran
auge, sobre todo como instrumento de políticas gubernamentales destinadas a
fomentar el crecimiento de la actividad económica. En ese sentido, el trabajo analiza
los factores contextuales influyentes en la intención emprendedora de
estudiantes universitarios venezolanos y colombianos. La metodología utilizada
fue descriptiva, con un diseño de campo, aplicando un cuestionario a
estudiantes de la Universidad de la Costa (Colombia) y de la Universidad del
Zulia (Venezuela). Los resultados denotan que, una gran parte de los estudiantes
están ganados a desarrollar ideas de negocio bajo condiciones favorables, pero
los trámites administrativos para la creación de empresas, falta de experiencia
empresarial y falta de financiamiento son los principales factores inhibidores
del espíritu emprendedor. Se concluye, que el emprendimiento requiere de
políticas que generen incentivos en los jóvenes para conectarlos con la
actividad productiva, propiciando la innovación.
Palabras clave: Emprendimiento;
jóvenes; universidad; factores contextuales; formación para emprender.
Contextual factors that
influence the entrepreneurial intention of Venezuelan and Colombian university
students
Abstract
Entrepreneurship is
considered a novel area of research, it has recently taken a great boom,
especially as an instrument of government policies aimed at promoting the
growth of economic activity. In this sense, the work analyzes the contextual
factors influencing the entrepreneurial intention of Venezuelan and Colombian
university students. The methodology used was descriptive, with a field design,
applying a questionnaire to students from the Universidad de la Costa
(Colombia) and the Universidad del Zulia (Venezuela). The results show that a
large part of the students are determined to develop
business ideas under favorable conditions, but the administrative procedures
for the creation of companies, lack of business experience and lack of
financing are the main inhibiting factors of the entrepreneurial spirit. It is
concluded that entrepreneurship requires policies that generate incentives in
young people to connect them with productive activity, promoting innovation.
Keywords:
Entrepreneurship; young boys; University; contextual factors; training to
undertake.
Introducción
El emprendimiento se
considera un área de investigación novedosa, así lo destacan Fayole y Liñán
(2014); Campo-Ternera et al. (2019); Vega, Bautista y Martínez (2020); Solis et
al. (2021), entre otros. Aunque es necesario acotar que esta actividad se ha
venido desarrollando a lo largo del tiempo a la par de la evolución de la
humanidad, pues el espíritu emprendedor ha estado presente en el avance
económico y social experimentado por la sociedad en general. Más recientemente,
el emprendimiento ha tomado un gran auge, sobre todo como instrumento de
políticas gubernamentales destinadas a fomentar el crecimiento de la actividad
económica.
En dicho proceso el
sector de la educación, en especial el de las instituciones universitarias, se
le ha reconocido un papel fundamental en la creación de una cultura
emprendedora, que cimienta conocimientos, hábitos, actitudes y valores
necesarios para el desarrollo de una sociedad productiva. En ese camino, la
contribución de la universidad ha sido significativa en atención a sus
funciones básicas: Docencia, investigación y extensión (Kirby, Guerrero y Urbano, 2011; Guerrero,
Cunningham y Urbano, 2015;
Marín et al., 2017).
En el ámbito
investigativo se ha creado un extenso marco teórico, que se ha focalizado en el
desarrollo de dos vertientes o posturas teóricas frente a este objeto de
estudio. En tal sentido, se ha centrado la atención en debatir temas
relacionado con el origen del espíritu emprendedor, afirmando, por una parte,
que se nace con estos rasgos, lo cual coloca el énfasis en los aspectos de la
personalidad del individuo; por otra parte, se piensa que es producto de las
circunstancias y condiciones del entorno en las cuales se desarrolla el sujeto.
Dichas condiciones se resumen en los llamados factores contextuales, externos o
del entorno, cuya característica principal es que no son controlables, ejemplo
de ellos son: Las condiciones económicas, sociales y culturales que configuran
en el individuo una actitud y aptitud emprendedora.
Es en esta última postura
teórica, en la que se inscriben las instituciones educativas, al considerar que
el emprendimiento puede ser aprendido o asimilado mediante el afianzamiento de
una cultura emprendedora que potencia en el individuo unas competencias que
permiten su mejoramiento personal y la transformación de su entorno en general.
En atención a la
importancia de estos factores, se plantea un estudio comparativo entre
estudiantes universitarios de Colombia y Venezuela, cuyo objetivo es indagar qué
factores del entorno económico, social y cultural permiten potenciar o inhibir la
intención emprendedora de los jóvenes universitarios de cara a su futuro
profesional. Para tal finalidad, se sigue el criterio de Gnyawali y Fogel
(1994), que clasifica estos factores en cinco dimensiones, estas son: Políticas
y procedimientos del gobierno, factores socioeconómicos, habilidades
emprendedoras y de negocios, asistencia financiera y asistencia no financiera.
1. Algunas premisas
teóricas del enfoque contextual de la actividad emprendedora
En los últimos años se
ha venido enfatizando la promoción de la actividad emprendedora como pivote del
desarrollo económico de distintos países, autores como Gilbert, Audretsch y Mcdougall, (2004);
Audretsch y Keilbach (2005); y, Aidis,
Estrin y Mickiewicz (2008), destacan los beneficios de la
implementación de políticas que estimulen la creación de empresas, ello debido
a sus efectos en el crecimiento de la producción y el empleo. Más recientemente,
organismos de carácter multilaterales como Naciones Unidas (ONU), Banco Mundial
(BM), y el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros; han abordado
iniciativas dirigidas a entender y fomentar el emprendimiento en los países en
vías de desarrollo como un medio para superar los problemas vinculados a la
pobreza (Minniti, 2012).
Los planteamientos
anteriormente expuestos, han sido considerados por autores como Herrera y
Gutiérrez (2014); Alvarez-Sousa (2019); Arias, Ribes-Giner y Gárces (2021),
quienes esbozan la importancia de los estímulos externos o contextuales para inducir
una conducta emprendedora; de esta manera, el enfoque contextual vincula el
emprendimiento con un conjunto de factores económicos, políticos, sociológicos
y culturales que pueden influir de manera positiva o negativa en tal conducta.
Así se tiene que el
institucionalismo como perspectiva principal de esta corriente, considera
determinante la influencia de los grupos humanos; al respecto, destaca North
(1993) que las organizaciones u organismos están constituidos por grupos de
individuos unidos por el propósito de alcanzar sus objetivos, allí se cuentan las
organizaciones política (partidos políticos), económicas (empresas,
sindicatos), sociales (familias y amigos, religiosas, deportivas), y educativas
(escuelas, universidades), entre otras.
El aporte fundamental
de la teoría de North (1993), consiste en reconocer el papel determinante de
las instituciones en la estructura de incentivos y oportunidades de una
sociedad; en consecuencia, las instituciones políticas y económicas son las que
determinan el desempeño económico a largo plazo. Al respecto, distingue entre
instituciones formales e informales. Las primeras, comprenden leyes,
reglamentos y procedimientos gubernamentales; mientras que las segundas, incluyen
ideas, creencias, actitudes y valores de las personas, es decir, la cultura de
una sociedad determinada. Asimismo, destaca que dichas instituciones (formales
e informales) interactúan entre sí, generando un efecto limitador o favorecedor
en las decisiones de los individuos, en particular la decisión de crear o no
una empresa.
A partir del
institucionalismo, surgen modelos más específicos como el desarrollado por Ajzen
(1991); y, Segal, Borgia y
Schoenfeld (2005), quienes centran su análisis en el
llamado Evento Empresarial, el cual destaca la relevancia de las variables
sociales como los grupos étnicos, el entorno social y cultural como agentes
determinantes de la iniciativa empresarial. Aquí se inscribe la importancia de
la familia y amigos, que compone el entorno del emprendedor y que influye en la
decisión de emprender.
En esta misma
perspectiva, Bandura (1977) ya venía reforzando la importancia de los factores
del entorno como aspectos potenciadores de la conducta humana, en esta
dirección destaca la utilidad de su Teoría del Aprendizaje Social, para
explicar la importancia que ciertos grupos sociales ejercen en un individuo en
particular, como es el caso de la familia y amigos, cuya influencia permite
moldear sus valores, ideas y principios que lo inclinan a desarrollar una
conducta favorable a una actividad humana específica.
Dentro de este marco,
la modelación de la conducta emprendedora se refiere a las experiencias que
disponen al individuo para elegir la opción de emprender, y donde los sistemas
educativos juegan también un papel protagónico, de ello se desprende la idea
expresada por Fierro (2013); Alvarez-Sousa (2019); Zapata-Huamaní, Fernández-López y Neira-Gómez (2019);
y, Cantillo, Pedraza y Suarez (2021), quienes sostienen que el emprendimiento
es un proceso integral del ser humano que se fortalece y está ligado a su
contexto, a la formación del individuo dentro del contexto y a las
oportunidades que le brinda.
Lo anterior denota la
relevancia que tiene el enfoque contextual en el individuo, donde los procesos
educativos juegan un papel fundamental sobre el tema, pues las universidades
asumen un rol estratégico, al ser forjadoras de una cultura emprendedora que
potencia en el individuo el mejoramiento personal, y lo empodera para que éste genere emprendimientos
dinámicos o de alto valor agregado, cuya característica principal es, la de ser
sostenibles a largo plazo, constituyéndose en una poderosa herramienta para la
reducción de la pobreza (Fierro, 2013).
Desde otra perspectiva
del enfoque contextual, Gnyawali y Fogel (1994), basados en evidencia empírica,
proponen cinco dimensiones que ejercen influencia en la actividad emprendedora,
éstas son: Políticas y procedimientos del gobierno; factores socioeconómicos;
habilidades emprendedoras y de negocios; asistencia financiera y asistencia no
financiera.
Las políticas y
procedimientos del gobierno, tienen que ver con toda la normativa, así como
regulaciones que establece el Estado para la creación de empresas formales,
entre ellas se pueden mencionar: Procedimientos administrativos para el
otorgamiento de registros y licencias, aspectos tributarios, entre otros. Al
respecto, Álvarez, Noguera y Urbano (2012),
señalan que esta dimensión está enfocada en todas aquellas acciones de los
gobiernos que van destinadas a influenciar los mecanismos de mercado para hacer
que funcionen eficientemente o bien a través del establecimiento de
regulaciones administrativas rígidas.
Los factores socioeconómicos,
representados por la evolución de la dinámica económica y social, hace alusión
a aspectos como el crecimiento económico, la ejecución de políticas económicas
(fiscal, monetaria, cambiaria, comercial, entre otras) y su impacto en la
proporción de empresas, así como sus resultados económicos. Mientras que el
ámbito social, está constituido por las actitudes favorables hacia la actividad
emprendedora, aquí se destaca la influencia de los grupos sociales, como la
familia y los amigos, como también la presencia de emprendedores con
experiencia y los modelos de referencia exitosos en dicha sociedad (Álvarez et
al., 2012).
Las habilidades de emprendimiento
y de negocio, consideran también todo lo relacionado con la formación y
educación que la persona recibe de las instituciones que lo habilitarán en la
labor del emprendimiento (Alvarez-Sousa, 2019). Aquí se inscriben las
instituciones educativas, resaltando el importante papel que juega la
universidad en el desarrollo de estas competencias.
La asistencia financiera,
hace alusión a las fuentes de financiamiento o apoyo financiero disponible para
los potenciales emprendedores, dichas fuentes están enmarcadas en las instituciones
financieras de carácter público o privado, recibida a través de programas de
crédito u otros mecanismos. En cuanto a la asistencia no financiera, los
emprendedores requieren de soporte técnico para acometer sus proyectos
empresariales; tales como: Estudios de mercado, formulación del plan de gestión
de la empresa, acceder a contactos y redes con otros emprendedores, entre otros
aspectos (Álvarez et al., 2012).
Más recientemente, Romero
et al. (2017) exponen que el emprendedor debe contar con un entorno
macroeconómico favorable, siendo este aspecto un elemento de los factores contextuales,
pues asegura el desenvolvimiento pleno de la actividad empresarial, dado que su
sostenibilidad, rentabilidad y éxito se genera en economías con condiciones
regularmente estables.
Asimismo, Romero et al.
(2017) señalan que también se debe disponer de incentivos orientados al diseño
de programas de asistencia técnica y financiera, a la formación y capacitación
de jóvenes líderes empresariales, así como también a la utilización de
políticas de carácter fiscal, como la exoneración de impuestos, además de
medidas para reducir la burocracia en la apertura de negocios, entre otros
muchos mecanismos de impulso utilizados. Cabe destacar, que la mayor parte de
los emprendimientos desarrollados en Colombia y Venezuela corresponden a
empresas familiares, que operan sobre todo en el sector de las micro, pequeñas
y medianas empresas.
2. Metodología
El estudio se efectuó bajo
una perspectiva cuantitativa, de diseño no experimental, transeccional y de
corte descriptivo. Los datos fueron obtenidos a través de la técnica de
encuesta, cuyo instrumento de recolección de información consistió en la
aplicación de un cuestionario contentivo de 18 ítems, orientados a la medición de los factores del entorno
económico, siguiendo la clasificación de los autores Gnyawali y Fogel (1994), que consideran cinco dimensiones:
Políticas y procedimientos del gobierno, aspectos socioeconómicos, habilidades
emprendedoras y de negocios, asistencia financiera y asistencia no financiera;
cabe destacar que estos factores fueron analizados atendiendo al tipo de
influencia (beneficiosa u obstaculizadora) que ejercen en la intención
emprendedora de los jóvenes.
La población estuvo
comprendida por 2.763 estudiantes de Ciencias Económicas de la Universidad de
la Costa (CUC), ubicada geográficamente en Barranquilla-Colombia; y 7.244 de la
Universidad del Zulia (LUZ), de Maracaibo-Venezuela. La muestra obtenida fue de
508 sujetos, teniendo en cuenta la totalidad de estudiantes de cada programa
académico de la facultad de las universidades participantes, los cuales se
distribuyeron de acuerdo a la Tabla 1.
Tabla 1
Distribución de la muestra
Universidad
|
Frecuencia |
Porcentaje
% |
Porcentaje
valido |
Porcentaje
acumulado |
|
Universidad de la Costa CUC |
Administración de Empresas Contaduría Finanzas Total
CUC |
114 79 54 247 |
46,2 32,0 21,9 100% |
46,2 32,0 21,9 100% |
46,2 78,1 100 |
Universidad del Zulia LUZ |
Economía Administración de Empresas Contaduría Total
LUZ |
47 73 141 261 |
18,0 28,0 54 100% |
18,0 28,0 54 100% |
18,0 46,0 100 |
Total
Muestra |
508
sujetos |
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Es importante acotar,
que en la selección de la muestra se optó por trabajar con un muestreo de tipo
intencional, cuyo criterio de inclusión se orientó en seleccionar a aquellos
estudiantes que estuviesen cursando el último semestre de la carrera, pues se
consideró que su proceso de formación profesional está más consolidado, y aptos
para expresar sus puntos de vista de manera más consistente con relación al
tópico investigado. Asimismo, formaron partes de la muestra aquellos alumnos
que cursaban para el momento de la encuesta cátedras de emprendimiento, esto en
el caso de los estudiantes de la CUC; además, los datos se recolectaron durante
el primer período académico del año 2016.
3. Resultados y
discusión
3.1. Características demográficas de los estudiantes
universitarios
Este apartado tiene la finalidad describir las
características demográficas más resaltantes de los jóvenes universitarios
encuestados, esto con la finalidad de establecer las diferencias y similitudes
existentes. Con relación a la edad de los participantes, se aprecia que, tanto
en la CUC como en LUZ, el grupo etario que predomina es el comprendido entre
los 18 y 24 años. Este rango coincide con la edad promedio de educación
universitaria en Latinoamérica (ver Tabla 2).
Tabla
2
Edad
de los estudiantes
Edad |
Porcentaje |
Menor de 17 años |
0,39% |
Entre 18 y 24 años |
67,72% |
Entre 25 y 31 años |
22,05% |
Entre 32 y 38 años |
5,12% |
Mayor de 39 años |
4,72% |
Total |
100% |
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Con respecto al género de los estudiantes, se observa
similitud en los resultados obtenidos, registrando la población femenina un
mayor porcentaje de participación (60%) en ambas universidades. Esta situación
obedece a lo planteado por investigadores como Sierra (2003), quien percibe que
la matrícula universitaria femenina ha aumentado de manera gradual en América
Latina, hasta representar hoy en día más del 50% de la población estudiantil.
Ello como producto de los grandes cambios que ha experimentado Colombia y
Venezuela durante las últimas décadas en materia cultural, económica, social y
tecnológica, que ha hecho posible la incorporación masiva de la población
femenina en las actividades educativas, lo que deriva en mayores oportunidades
para las mujeres en la creación de nuevas empresas (ver Tabla 3).
Tabla 3
Género de los estudiantes
Genero |
Porcentaje |
Femenino |
59,65% |
Masculino |
40,35% |
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Cabe destacar, que el
género femenino se ha incorporado en los últimos años en la discusión sobre el
fomento del emprendimiento. En tal sentido, Martín, Hernangómez y Rodríguez (2005)
considera este rasgo como un aspecto poco estudiado, pero que ha arrojado
algunos resultados que evidencian que, en la sociedad actual, a pesar que la
población femenina ha aumentado sus capacidades intelectuales, el hombre sigue
mostrando mayor propensión a la hora de fundar empresas y atreverse a iniciar
un nuevo negocio.
3.2. Características académicas de los estudiantes
universitarios
En cuanto a las carreras o programas cursados por los
estudiantes encuestados, se observa para el caso de la Facultad de Ciencias
Económicas de la CUC, que el 46% se agrupa en el programa de Administración de
Empresas, que según Semana (2019), es la carrera más solicitada de los últimos
años, ello en virtud del proceso de expansión empresarial que se observa en
Colombia. En el caso de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de LUZ,
el 54% de los estudiantes pertenece a la Escuela de Contaduría; ésta abultada
matricula es producto del crecimiento de la demanda en el mercado de trabajo de
este tipo de profesionales, y que podría estar impulsada por la cantidad de
procesos y regulaciones de carácter gubernamental que se exige al sector
empresarial en Venezuela.
En relación al nivel de estudio alcanzado por los
estudiantes que participaron en la muestra, en ambas universidades se observó
que la mayoría de los entrevistados cursa los últimos semestres, concentrándose
una buena parte de la población en el séptimo semestre, por lo que están
próximos a egresar y materializar sus sueños profesionales. Además, cuentan con
conocimientos consolidados de su carrera, que les permiten tener puntos de
vista más consistentes.
En cuanto a la capacitación en materia de emprendimiento,
los estudiantes manifestaron mayoritariamente no haber recibido cursos u
orientación al respecto, dicha situación se torna más preocupante en el caso de
los encuestados en la CUC, pues el porcentaje alcanza un 61,5%; mientras que en
LUZ este valor es un poco menor, 54%. Situación que llama la atención, puesto
que existe de manera formal una Unidad de Desarrollo Empresarial en la
Universidad de la Costa, y un Consejo de Fomento en la Universidad del Zulia,
dedicados a promover una cultura emprendedora en los universitarios.
Cabe destacar, que los estudiantes de ambas universidades
reconocieron como cursos de formación en emprendimiento formal: Cátedras
específicas como Emprendimiento, Diseño y Emprendimiento; al igual que otras
relacionadas con las carreras como: Contabilidad, Gerencia, Formulación de
Proyectos, Administración de Empresas, entre otras.
3.3. Influencia extranjera en los estudiantes
universitarios
Con referencia a los
aspectos socioculturales, existen diferencias ligeras en cuanto a la presencia
de familia de origen extranjero; en el caso de los estudiantes de LUZ, este
porcentaje alcanza el 18,4%, frente a los de la CUC, cuyo valor es apenas el 2,8%.
Algunos autores le dan un peso fundamental a este factor en la orientación
emprendedora de ciertas sociedades, pues las características de personalidad de
ese inmigrante que asume grandes riesgos al establecerse en otro país, y las
ganas de superación, influyen en las acciones de emprender una idea de negocio
que siga la familia.
En el caso de la
realidad venezolana, se nota más el impacto que han tenido los procesos
migratorios en las familias de los encuestados. Esto puede ser explicado por el
hecho que Venezuela es un país petrolero con más de 100 años de experiencia, y
en el crecimiento de esta actividad ha requerido la presencia de extranjeros
que se han instalado en el país (Álvarez,
2007).
Los datos obtenidos en
relación al dominio de otros idiomas distintos al español fueron muy similares
en ambas universidades, 74,90% de los estudiantes CUC y 69,35% de los
estudiantes LUZ, manifestaron no tener manejo de otras lenguas. Aunque es
preciso acotar la importancia que tiene esta herramienta comunicacional para el
desarrollo profesional, así como para la actividad empresarial futura, tal y
como lo enfatizan Zucchella,
Palamara y Danicolia (2007), quienes expresan que
el conocimiento de idiomas extranjeros permite al empresario ser más
competitivo, puesto que se amplía la visión de mercado.
3.4.
La importancia de la familia y amigos en la orientación emprendedora
Otro de los aspectos a
describir es la presencia de familiares empresarios en el entorno del estudiante,
sobre este punto el 34,41% de los encuestados de la CUC respondieron
afirmativamente; en tanto que el porcentaje observado en LUZ estuvo por encima,
ubicándose en 46,36%. Cabe mencionar el papel que juega la familia y amigos en
el fomento de la cultura empresarial; autores como Davidsson y Honig (2003); Kantis,
Angelelli y Moori (2004); y, Santamaría et al. (2013), subrayan la fuerza que
ejerce la relación afectiva de estos grupos en el individuo, en el sentido que
moldean su conducta e inciden en su motivación para emprender; en otras
palabras, de padres fundadores de negocios surgen hijos emprendedores. Es
relevante destacar que, en los entrevistados, esta figura familiar la
constituyen en primera instancia el “tío”, y en segunda, el “padre o madre” de
los estudiantes.
3.5.
Propensión emprendedora de los jóvenes universitarios
Se puede observar en el
Gráfico I, que los encuestados de ambas universidades están ganados a
desarrollar alguna idea de negocio, esto se refleja en los altos porcentajes
obtenidos: 64,8% (CUC) y 80,5% (LUZ), lo que representa un clima favorable para
el desarrollo futuro de la actividad empresarial tanto en Colombia como en
Venezuela. Sin embargo, la muestra total se inclina a incursionar en empresas
que presten algún servicio, como firmas contables, consultorías u otras
dedicadas a asesorías financieras. Un porcentaje muy bajo de los universitarios
ubicaron sus ideas de negocios en el sector industrial con impacto tecnológico
e innovador.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico
I:
Visión emprendedora de los estudiantes
Asimismo, los
encuestados consideran que estas ideas de negocios pudieran tener un impulso,
si se generaran ciertas condiciones favorables en los países estudiados; al
respecto, el Gráfico II muestra que los jóvenes de ambas instituciones,
coincidieron (31,58% de la CUC, y 64,37% de LUZ) que el aumento de la oferta de
crédito bancario los incentivaría a dar el paso inicial. Estos resultados
explican la situación de algunos países de América Latina, cuyo acceso al
crédito, concretamente en las etapas iniciales de desarrollo empresarial o de
capital semilla, son considerados un obstáculo para promover el emprendimiento
en la región (Banco Mundial, 2014).
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico II: Factores que favorecen la
puesta en marcha de ideas de negocio
De la misma manera, los
grupos encuestados armonizaron sus respuestas en torno a las ventajas que
presenta ser su propio jefe al tener consolidada una idea de negocio, puesto
que el 29,55% de los estudiantes de la CUC, y el 38,9% de LUZ, manifestaron lo
gratificante que es desarrollar una actividad que les permita su crecimiento
personal de acuerdo a sus intereses (ver Gráfico III). Además, coincidieron que
el obtener mayores remuneraciones es una razón importante para emprender un
negocio.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico
III:
Ventajas que genera la puesta en marcha de ideas de negocio
3.6.
Factores obstaculizadores del emprendimiento
Como elementos
inhibidores de la puesta en marcha de una idea empresarial, el Gráfico IV deja
ver que el grupo constituido por los jóvenes de la CUC (35,7%), manifestó que
los numerosos trámites constituyen un freno al desarrollo del emprendimiento en
el país. El segundo elemento que se percibe como obstaculizador es su falta de experiencia
en la actividad empresarial (23,2%), pues piensan que aprender a gestionar una empresa
requiere de mucha práctica. Hay que señalar que la falta de experiencia muchas
veces viene dada por decisiones apresuradas que generan una gestión ineficiente
y conducen al fracaso de la unidad económica.
Un tercer factor
inhibidor del proceso emprendedor de los jóvenes colombianos, lo constituye la
falta de formación en materia de emprendimiento, así lo expreso el 18,5% de los
entrevistados. Este resultado llama la atención puesto que existe un programa
de emprendimiento que desarrolla la Universidad de la Costa a través de la Unidad
de Desarrollo Empresarial, por lo que podría indicar que es necesario expandir
la cobertura del mismo. Además, un porcentaje igual de alumnos declaró que las
condiciones políticas del país también crean un freno a la apertura de nuevos
establecimientos empresariales. Sobre este último aspecto, es necesario acotar
que el clima político ha venido mejorando en Colombia en los últimos años,
gracias al proceso de paz que se adelanta entre el gobierno y los grupos
irregulares, con lo cual este factor en el futuro tendrá menos incidencia.
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Gráfico IV: Factores obstaculizadores de
la puesta en marcha de ideas de negocio
Los resultados
observados en el grupo de estudiantes de LUZ, en relación al primer factor
desalentador del proceso emprendedor, indican siguiendo el Gráfico IV que, los
numerosos trámites administrativos en Venezuela los desmotiva a emprender (39,8%).
Esta situación es reseñada en el informe del año 2014 del Banco Mundial, en el
que se señala que el número de procedimientos que debe realizar una persona
para abrir un nuevo negocio en el país es de 17, mientras que la cifra de
procedimientos promedio en América Latina y el Caribe está entre 5 y 9.
En el mismo orden de
ideas, el 26% de los encuestados, expone que el segundo factor inhibidor del
emprendimiento lo constituye la falta de fuentes de financiamiento, pues acotan
que el no tener experiencia en la actividad económica, les cierra las puertas
de las entidades financieras, las cuales exigen garantías o respaldo por los
fondos prestados. Esta situación obliga a muchos emprendedores a iniciar con
fondos propios o préstamos de familiares y amigos según Barona y Gómez (2010).
El tercer obstáculo que
perciben los estudiantes de LUZ al proceso de emprendimiento, está referido a
las condiciones políticas del país, dado que el 22,7% de los encuestados así lo
manifestó. Esto puede obedecer a que los procesos de expropiación y
confiscación, así como los controles de las principales variables económicas
como: El nivel de precios y tasa de cambio, en el cual se basa el fundamento
del proyecto socialista del Ejecutivo, sienta las bases de un clima político
conflictivo que desestimula la inversión privada (Romero et al., 2017; Scocozza y Colucciello, 2020).
3.7. Financiamiento
para la actividad emprendedora
Al preguntar a los estudiantes
de dónde pensaban obtener el apoyo para el desarrollo de su proyecto o idea de
negocio, ambos grupos de encuestados seleccionaron a las instituciones
financieras, seguido de los préstamos de familiares, y los ahorros o ingresos
propios, tal como se aprecia en el Gráfico V. Esta elección es lógica
considerando lo planteado por Romero et al. (2000); así como Barona y Gómez (2010),
quienes afirman que en el caso de los emprendedores es usual establecer una
jerarquía en las fuentes de financiamiento, donde se recurre al autofinanciamiento
o al empleo de préstamos de familiares y amigos, así como a los préstamos
bancarios.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico
V:
Financiamiento para la puesta en marcha de ideas de negocio
3.8. Beneficios
que genera la actividad emprendedora a los países
Entre los beneficios
que genera la puesta en marcha de una empresa a la situación socioeconómica de
los países considerados para el estudio, el Gráfico VI permite observar que los
encuestados colombianos manifestaron en orden de importancia que, se alcanzaría
un aumento en el nivel de empleo (50,3%); se fortalecería el crecimiento de la
economía en general (24,8%); y se obtendría una disminución de los niveles de
pobreza (18,3%). Las respuestas de los estudiantes venezolanos en torno a este
tema son las siguientes: 36,4% considera se obtendría crecimiento del empleo, 23,3%
apuesta a la diversificación productiva, y el 11,1% espera el fortalecimiento
de la economía en general.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico VI: Beneficios para la puesta en
marcha de ideas de negocio
La posición de los
estudiantes frente a estos beneficios son totalmente aceptables, pues desde las
nociones desarrolladas por Schumpeter (1934), cuyos planteamientos han
permitido conformar un piso conceptual en relación a la orientación
emprendedora; se conoce que es la creación de empresas la que genera
crecimiento en la economía, incrementa el progreso tecnológico, abastece el
sistema económico en función de las necesidades sociales, incrementa la
competencia en los mercados e impulsa el aparato productivo. Romero et al. (2017), agregan que las empresas son
agentes clave para paliar situaciones de depresión social y económica, debido a
su rol como generadoras de empleos.
3.9.
Políticas de fomento para el emprendimiento
En relación a las
medidas de políticas necesarias para impulsar el emprendimiento en Colombia, el
Gráfico VII deja ver que, los entrevistados consideraron en un 43,3% que los
programas de financiamiento público y privado, son un elemento estratégico para
fomentar el emprendimiento en su país, por ello es fundamental contar con una
oferta diversificada de instrumentos financieros, que permitan apalancar los
recursos públicos y privados hacia el sector empresarial.
La segunda medida
seleccionada, con un 21% está orientada a la creación y consolidación de
programas de formación para emprender, cuyo propósito es estimular las
actitudes y competencias en los jóvenes con ideas innovadoras. Finalmente, se
hace hincapié en el establecimiento de alianzas entre el Estado, la universidad
y el sector empresas, como una forma integral que contribuya al desarrollo del
tejido empresarial y de la sociedad.
Para el caso de los
estudiantes venezolanos, las medidas prioritarias seleccionadas fueron las
siguientes: Programas de financiamiento del sector público y privado con una
participación del 30,6%, coincidiendo con sus homólogos de la CUC en que este
elemento permite el arranque y afianzamiento de proyectos de emprendimiento. La
reducción de trámites administrativos que entorpecen y enlentecen la dinámica
del proceso de creación de nuevas empresas, es otro elemento que consideran
importante mejorar (29,8%).
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico VII: Políticas de fomento para la puesta en marcha de ideas de
negocio
Por último, con el 16,4%,
la opción escogida fue la de valorar el papel de los emprendedores en la
sociedad actual, pues en los últimos años el modelo político-económico aplicado
por el gobierno bolivariano cuestiona el aporte del empresario al desarrollo
económico y social, puesto que es considerado un agente conspirador que
distorsiona el sistema económico nacional (Scocozza y Colucciello, 2020). Por
lo que, se hace necesario rescatar el papel del emprendedor con miras a superar
el estancamiento del aparato productivo venezolano.
3.10.
Áreas a fortalecer antes de iniciar una empresa o negocio
Se evidencia a través del
Gráfico VIII, que los jóvenes de ambos países coinciden que las áreas que deben
tomar un fortalecimiento antes de colocar en marcha una idea de negocio, son el
“mercadeo” en primer lugar, con un 73,28% en CUC y un 69,73% en LUZ; área que
se vislumbra como una herramienta útil y fundamental para que las empresas
generen mayores ventas y ganen imagen, así como espacio en el mercado.
Fuente: Elaboración propia, 2020.
Gráfico VIII: Áreas a fortalecer para la
puesta en marcha de ideas de negocio
En
el segundo lugar, se ubicó la “publicidad” con un 45% en CUC, frente a 52,47% en
LUZ; área que permitirá al emprendedor conseguir que los integrantes del
mercado, sobre todo los consumidores, conozcan la oferta de bienes y servicios que
se coloca a su disposición. En tercer lugar, los encuestados consideraron que
los estudios en materia de administración representan una herramienta
indispensable para el desarrollo pleno de las prácticas empresariales, pues
todo el bagaje relacionado a la planificación, organización, dirección y
control de una empresa, así como el aprovechamiento de los recursos de manera eficiente,
será fundamental a la hora de iniciar una idea de negocio.
Conclusiones
El emprendimiento cada
día cobra mayor preeminencia en los países, pues su sustancial contribución en
la generación de producto, empleo e ingreso lo convierte en pilar de progreso y
bienestar, ganando espacios en la vida de los individuos para su crecimiento
profesional, así como personal; por lo que se ha convertido en una actividad
clave dentro de las economías mundiales.
No obstante, se hace
necesario el crear condiciones para potenciar estas prácticas, dado que los
niveles de actividad emprendedora gradualmente declinan. En un escenario político,
económico y social positivo, los sectores productivos crecen y crean mayores
oportunidades de empleo, permitiendo desarrollar iniciativas innovadoras, con
potencial de crecimiento, estabilidad e impacto social y/o ambiental.
Colombia y Venezuela,
deben aprovechar que gran parte de los estudiantes universitarios, que en su
mayoría son jóvenes, están ganados a colocar en marcha ideas de negocio,
representando una oportunidad favorable para la actividad empresarial de estas
naciones, que puede traducirse en crecimiento en la economía, progreso
tecnológico y abastecimiento del mercado, representando una estrategia útil
para alcanzar el desarrollo, la innovación y el empleo. En dicho proceso, el
sector de la educación, en especial las instituciones universitarias, juegan un
papel fundamental en la creación de una cultura emprendedora, por lo que se deben
incrementar los programas en materia de emprendimiento.
Asimismo, ambos países
deben trabajar sobre aspectos de carácter político y económico para fomentar las
intenciones emprendedoras; sobre todo, Venezuela, que actualmente se debate en
una profunda crisis económica y social. El diseño de políticas orientadas a
disminuir la cantidad de trámites para la apertura de negocios, crear nuevas
fuentes de financiamiento para la actividad empresarial, y la formación en materia
de emprendimiento, podrán sembrar las bases para crear, así como consolidar una
cultura empresarial bajo un contexto con reglas claras, aunado a valores,
incentivos y principios que beneficien a todos los actores económicos.
Cabe destacar, que el
panorama que muestra este trabajo de investigación debe actualizarse, exhibiendo
una mirada reciente del emprendimiento de los estudiantes universitarios, sobre
todo por el efecto de la pandemia Covid-19, que ha mantenido a los jóvenes un
tanto alejados de sus casas de estudios, pero ha promovido nuevas ideas de
negocios, tras cierto tiempo de incertidumbre por el confinamiento. De esta
manera, las personas han tenido que reinventarse, trazándose estrategias
creativas de comercios para seguir generando ingresos.
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* Doctora en Ciencias Humanas. Magíster en Gerencia de Empresas, mención Finanzas. Economista. Docente – Investigadora en la Universidad de la Costa, Barranquilla-Colombia y Profesora Emérita de la Universidad del Zulia, Maracaibo-Venezuela. Investigadora Senior reconocida por Minciencias. E-mail: jennyfrb@yahoo.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0457-6467
** Magister en Gerencia Pública. Economista. Docente - Investigador de la Universidad del Zulia, Maracaibo-Venezuela. E-mail: jmgsilva30@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9929-0172
*** Doctora en Ciencias Humanas. Magíster en Gerencia de Empresas.
Magíster en Economía. Economista. Profesora e Investigadora Senior reconocida
por Minciencias. Universidad de Santander, Facultad de Ciencias Económicas,
Administrativas y Contables, Bucaramanga, Colombia. Universidad
del Atlántico, Facultad de Ciencias Económicas, Barranquilla-Colombia. Universidad
del Zulia, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Maracaibo-Venezuela. E-mail: lissettehf@yahoo.es; lisettehernandez@mail.uniatlantico.edu.co SCOPUS AUTOR ID:
55863001700. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0839-6057
**** Candidato a Doctor en Ciencias Económicas. Magíster en Gerencia de
Empresas, mención Finanzas. Economista. Profesor de la Universidad del
Atlántico, Barranquilla - Colombia. Profesor Emérito de la Universidad del
Zulia, Maracaibo-Venezuela. Investigador Senior reconocido por Minciencias. E-mail: rafaelportillo@mail.uniatlantico.edu.co; rportillomedina@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1522-0562
Recibido: 2021-06-17 ·
Aceptado: 2021-09-04