León de los Santos, Nelva*
Pérez Postigo, Gerber Sergio**
Becerra Castillo, Sócrates***
Rodríguez Quispe, Jorge Louis****
Cabanaconde y Ayahuasi son
comunidades que tienen aún enraizadas las costumbres ancestrales. El presente
trabajo tuvo como objetivo sensibilizar a los agricultores de ambas localidades
sobre la importancia de continuar con el uso de sus tecnologías agrícolas
ancestrales, base de su seguridad alimentaria; el estudio se desarrolló con un
enfoque mixto, usando técnicas cualitativas del Diagnostico Rural Participativo
y encuestas aplicadas a 60 agricultores. Los datos fueron procesados con
software SPSS-PASW Statistics18. Ambas comunidades no presentan diferencias
significativas en uso de técnicas de riego, 50% de pobladores de Cabanaconde
aplica técnica bajo riego, frente al 46,7% de Ayahuasi. Sobre cuidado
ambiental, el 80% de la población en Ayahuasi refiere tenerlo y 60% en
Cabanaconde; 46,7% de pobladores en Ayahuasi y 23,3% de Cabanaconde realizan
rotación de cultivos. El 66,7% de agricultores en Cabanaconde y 60% en Ayahuasi
no dejan descansar los suelos luego de la cosecha. El 100% de agricultores en Ayahuasi
y 90% en Cabanaconde, no conocen sobre la buena disposición de envases de agrotóxicos.
En aspectos nutricionales, Cabanaconde presenta 7 casos de sobrepeso y Ayahuasi
1 caso de desnutrición y 2 con sobrepeso. En conclusión, las técnicas
participativas, en ambas comunidades lograron efectos positivos de motivación y
sensibilización.
Palabras
clave:
Revalorización; sostenibilidad; tecnología andina; seguridad alimentaria;
agroecológica.
Revaluation and technological sustainability of
the agroecological inter-Andean terraces in the Arequipa-Peru region
Abstract
Cabanaconde and Ayahuasi are communities that still have ancestral customs rooted. The objective of this work was to sensitize farmers from both localities about the importance of continuing with the use of their ancestral agricultural technologies, the basis of their food security; The study was developed with a mixed approach, using qualitative techniques of the Participatory Rural Diagnosis and surveys applied to 60 farmers. The data were processed with SPSS-PASW Statistics18 software. Both communities do not present significant differences in the use of irrigation techniques, 50% of the inhabitants of Cabanaconde apply a technique under irrigation, compared to 46.7% in Ayahuasi. Regarding environmental care, 80% of the population in Ayahuasi refers to having it and 60% in Cabanaconde; 46.7% of the inhabitants of Ayahuasi and 23.3% of Cabanaconde carry out crop rotation. 66.7% of farmers in Cabanaconde and 60% in Ayahuasi do not let the soils rest after harvest. 100% of farmers in Ayahuasi and 90% in Cabanaconde, do not know about the good disposition of pesticide containers. In nutritional aspects, Cabanaconde presents 7 cases of overweight and Ayahuasi 1 case of malnutrition and 2 with overweight. In conclusion, the participatory techniques in both communities achieved positive effects of motivation and awareness.
Keywords: Revaluation; sustainability; Andean technology; food safety; agroecological.
El presente artículo es
producto del trabajo de investigación:
Revalorización y sostenibilidad tecnológica de los andenes interandinos
agroecológicos en la seguridad alimentaria de la población del Valle del Colca
(Cabanaconde) y de Cotahuasi (Ayahuasi-Alca) región Arequipa en Perú. Las tecnologías andinas, también se centran en
técnicas de almacenamiento para granos, tubérculos, raíces o productos
transformados, lo que genera estabilidad y seguridad alimentaria a largo plazo
(CEPIA, 1988). Asimismo, se pueden usar para
obtener productos textiles o de otra índole.
En lo
económico, las sociedades andinas han estado sustentadas en la agricultura y la
ganadería, utilizando para ello el sistema de andenerías con riego por
gravedad, y ha sido la fuente principal de su alimentación (Robles, 2010). En
la actualidad se viene desarrollando una agricultura convencional con el uso de
agroquímicos (Caldas, 2013), especialmente en la zona de Cabanaconde, colocando
en riesgo la sostenibilidad de la producción, repercutiendo en la seguridad
alimentaria de la población. Por lo cual, en algunos países, entre ellos
Argentina se ha llegado a condenar la contaminación con agroquímicos (Rebossio,
2012). La mejor productividad se da a partir del uso de insumos externos, en
lugar de dar prioridad a los productos biológicos que existen entre los
organismos, en el sistema ecológico. Manejo que por siglos se ha practicado en
muchas zonas agrícolas de los andes Latino Americanos (Llerena, Inbar y
Benavides, 2004).
En
algunas campañas agrícolas, los altos costos de abonos e insecticidas, sumados
a los del alquiler de las yuntas de bueyes o de tractores para los terrenos
planos y semiplanos, supera a los precios de la comercialización. Por esta
razón, el campesino medio y con escasas tierras de cultivo prefiere sembrar
sólo lo que necesita para el consumo familiar (Robles, 2010). Según la economista Gina Ramos Morales en su
informe de presentación en la localidad de Chivay: Plan de Manejo Ambiental y Plan
de Manejo de Plagas, hace referencia que el uso de agroquímicos es más difundido
en las localidades de Chivay, Achoma, Coporaque y también en Cabanaconde, y la
agricultura es intensiva en la producción de papas y habas, orientado al
mercado de Arequipa (Ramos, 2017).
En ese
sentido, García, Aldape y Esquivel (2020) sostienen que: “El desarrollo rural
debe considerar una relación de concordancia entre crecimiento económico y
bienestar de las comunidades; debe involucrar el esfuerzo de diversos agentes
económicos, sociales y políticos para poder transformar el contexto y lograr aumentar
las capacidades productivas” (p.47), que conlleven a incrementar el ingreso y por
ende la calidad de vida de sus pobladores, puesto que implica entre otros, igualdad
de oportunidades, valores sociales y ecológicos, con la finalidad de alcanzar
una producción agroecológica.
Al respecto,
Cevallos, Urdaneta y Jaimes (2019) afirman que generalmente lo que se sabe de la
agroecológica es que la misma se considera como una oferta para producir
alimentos sanos; “es menos conocido que ésta surge a partir del reconocimiento
y la valorización del saber acumulado por los pueblos indígenas y campesinos, y
que luego la acción de los movimientos sociales la ha ido convirtiendo en un
elemento central” (p.173), en la idea acerca de un nuevo modelo de producción agrícola.
Por su parte, Vásquez,
et al. (2018) manifiestan que: “La práctica de la agricultura tradicional está
ligada a la conservación de la cultura, a la reproducción social, a dinámicas
económicas locales y de los diferentes conocimientos como el ambiental, entre
otros aspectos” (p.26), puesto que consiente la transmisión de saberes, así
como la preservación tanto de herramientas como semillas propias, contribuyendo
esta agricultura a nivel familiar con la seguridad alimentaria de las
poblaciones.
Dado lo anterior, se
considera que la elaboración
de los productos orgánicos es muy valiosa, por lo que sería necesario enfatizar
en el trabajo relacionado a la mejora de la productividad así como una mayor
diversificación de la oferta para el mercado y garantizar el ingreso sostenido
de las familias. Para ello, es fundamental un acompañamiento más directo en el
manejo integral de su sistema de producción, en la introducción de tecnologías
ecológicas competitivas y en la capacitación permanente a los productores (Calivá,
2013).
Existe
una amplia gama de temas que requieren de permanente observación, interpretación
y análisis. Una parte de ellos tienen que ver con la realidad campesina que se
dedica a la agricultura, usando el sistema de andenería y riego como sustento
de la seguridad alimentaria de las comunidades de Cotahuasi y el Valle del
Colca. De ahí, que el presente trabajo pretenda enfocarse en revalorizar el uso
de su tecnología tradicional sin la influencia de la agricultura convencional, porque
son muy pocos los estudios en este campo de investigación cualitativa, usando
técnicas del Diagnóstico Rural Participativo (DRP) o de Investigación Acción Participativa
(IAP), por lo menos en la zona geográfica del Perú.
Ambas
comunidades, antes mencionadas, están situadas en cuencas interandinas en la región
Arequipa en Perú y son casi similar a otras cuencas de la sierra peruana, pero
con sus propias particularidades. Se aborda desde una visión de conjunto, de
una región que guarda unidad económica, social y cultural, por estar dentro de
un pequeño espacio geográfico de varios pisos ecológicos. El ingenio tecnológico
ha logrado en el Colca y en Ayahuasi, la construcción de andenes que permite el
riego por gravedad, construyendo de seis a más surcos o camellones (Robles, 2010).
Se concibió
el trabajo de manera integral para conocer sus prácticas agrícolas ancestrales
y uso de las terrazas, la situación de producción, salud, educación, manejo del
agro y del ecosistema, de esta manera fue más fácil, la intervención; por ello,
se plantea lo siguiente: ¿Qué estrategias de intervención deben aplicar los
agricultores para lograr motivación a seguir con una agricultura sana?; ¿Cuál
será el resultado para realizar una buena intervención para sensibilizar a los
agricultores en el buen manejo de su agricultura?, lo cual contribuyó a la formulación
de la siguiente hipótesis:
H1:
Los agricultores de Cabanaconde, en el Valle del Colca y de Ayahuasi-Alca, se
sensibilizan y revalorizan sus prácticas agrícolas ancestrales, protegiendo su
seguridad alimentaria y su ecosistema, aplicando técnicas cualitativas del Diagnóstico
Rural Participativo (DRP) y de la Investigación Acción Participativa (IAP).
En ese
sentido, las variables estudiadas fueron: a) Identificación de variedad
de cultivados, a fin de conocer la fuente alimentaria; b) Tipo
de riego, para indagar la fuente de sus recursos hídricos; c) Prácticas
ancestrales manejadas como parte de la cultura ancestral; d) Manejo de plagas,
fertilización de suelos y uso de insumos externos; e) Percepciones sobre
el cuidado ambiental, como factor influyente para la sostenibilidad de los andenes;
f) Prevalencia de
enfermedades, para hacer una aproximación de casos de intoxicaciones crónicas
por el uso de plaguicidas; g) Situación nutricional, relacionada con la
producción de alimentos; h) Nivel de estudios, con el fin de corresponder la
influencia en los aspectos de nutrición y salud; i) Selección de técnicas del
DRP y de IAP, para fortalecer los conocimientos de los agricultores, ejecutando
un plan para la instalación de hortalizas en sus andenes; y, j) Socialización
de resultados, tratándose de un trabajo cualitativo de la IAP.
1. Metodología
Es una investigación científica aplicada, con
enfoque mixto (Hernández, Fernandez y
Baptista, 2014), de nivel analítico
y transversal. Se tomó información de entrevistas a profundidad, observación participante, trabajo de campo,
capacitación acción, y de la aplicación de encuestas. En el proceso de recolección de
información, se aplicaron las técnicas de investigación en tres momentos: En la
primera fase, se implementa el diagnóstico; en la segunda, se
entrega información, se capacita y se instalan hortalizas; y en la tercera fase,
se realizan actividades de seguimiento así como se socializa la sistematización
de la experiencia.
Los resultados de la primera
y segunda fase fueron contrastados con fuentes bibliográficas y el diálogo con
el personal de salud y educación. Asimismo, se identificaron
aleatoriamente a los agricultores que desearon participar de la experiencia, se
realizaron visitas domiciliarias así como reuniones tipo asambleas comunales. La
encuesta se aplicó en sus chacras de cultivos, o en sus domicilios, realizando
el trabajo cualitativo, implementándose para ello las diferentes técnicas del
grupo focal (García y Mateo, 2000). La selección de la muestra,
se realizó por conveniencia de los autores, en
dos momentos: Uno en la administración de encuestas y observación; y otro, durante
la aplicación de la técnica del grupo focal. Además, se trabajó en dos zonas agrícolas
con 60 agricultores.
En
cuanto al análisis estadístico, con los resultados se procedió a determinar los
parámetros estadísticos descriptivos mediante tablas de contingencia con frecuencia
absoluta y relativa porcentual (Montanero y Minuesa, 2018). La estadística inferencial utilizada fue el chi
cuadrado (Romero-Arocha, Lazaro y González-López, 2013) con un nivel de significancia del 5%. La técnica de utilidad
en el proyecto de investigación, en la primera fase: Diagnóstico de corte
transversal o transecto. El transecto, perfila
información sobre los diversos componentes de los recursos naturales: Vida
económica, viviendas, características de suelos, entre otros. Se realiza a
través de una caminata lineal, que recorre un espacio geográfico con varias
zonas de uso y recursos diferentes. Asimismo, en esta fase se utilizaron las
siguientes técnicas:
a. Observación participante: Un
objetivo central del DRP, es comprender la percepción de la realidad de la
comunidad. La observación participante no propone más que “andar con los ojos
abiertos” y aprovechar las posibilidades de compartir algunos momentos con el
grupo meta. Sirve sobre todo para conocer la realidad de la comunidad y crear
cierta confianza para compartir tiempo con la comunidad.
b. Entrevistas semiestructuradas: Las
entrevistas desempeñan un papel muy importante en el DRP. Se trata de una
entrevista que se guía por 10-15 preguntas. Esta herramienta facilita crear un ambiente
de diálogo abierto con la persona entrevistada.
c. Mapa de recursos naturales: Este recurso muestra
gráficamente los distintos elementos del uso del espacio. Este mapa sirve de
análisis y discusión sobre la situación del estado actual de los recursos
naturales de la comunidad.
d. Mapa de finca o chacra familiar:
Muestra los detalles, productivos y de infraestructura social de una finca. En
general, se suelen hacer varios mapas de finca, para obtener una mejor visión
global. El propósito es analizar y entender la organización productiva a nivel
de finca. Permite ver detalles que normalmente no ofrecen los mapas de recursos
naturales o de la comunidad y se hacen a mayor escala. Tiempo: Entre 1-2 horas.
e. La encuesta: Se usa
frecuentemente para describir un método de obtener información de una muestra
de individuos.
En relación a la segunda fase, referida a la entrega de información y
capacitación, una vez presentado el diagnóstico y revisando su
problemática, se procedió con la capacitación participativa, utilizando
diferentes técnicas ya sea del DRP o IAP. La tercera fase, se orienta al seguimiento y entrega de manual de
experiencias, la observación participante, para ver el crecimiento de
las hortalizas que habían sido instaladas. El acompañamiento para ver la cosecha y la incorporación de las
hortalizas para complementar la dieta familiar, considerando su arte culinario
ancestral y se finaliza con la entrega
del manual de la experiencia.
2. Revalorización
y sostenibilidad tecnológica: Momentos para la organización de la investigación
2.1. Primer momento de investigación
En el
primer momento se logró la identificación de una variedad de alimentos sembrados,
evidenciándose que el alimento más cultivado en la población de Cabanaconde, es
el maíz con un 30% de representatividad; mientras que, en la población de
Cotahuasi, los alimentos más cultivados son quinua, alfalfa, papa y haba con el
40% de representatividad. El estadístico de Chi cuadrado con un nivel de
confianza al 95%, muestra que existe diferencia significativa entre los
alimentos que se cultivan de las familias encuestadas.
En cuanto
a la identificación de las prácticas de riego en el manejo de los andenes, el
50% de los pobladores encuestados de Cabanaconde aplica la técnica del bajo
riego, frente al 46,7% de Ayahuasi; mientras que, el 33,3% utiliza tipo Secano
en Cabanaconde al igual que Ayahuasi (33,3%). El estadístico de Chi cuadrado
con un nivel de confianza al 95% muestra que no existe diferencia significativa.
Con la
identificación de las prácticas tecnológicas ancestrales del manejo de los
andenes, el más utilizado para Cabanaconde, es el tractor con 43,3%; en tanto que
en Ayahuasi, es la labranza con un 43,3%. Las prácticas ancestrales de manejo
de andenes menos usados en Cabanaconde, es la yunta con 6,7%; mientras que en Ayahuasi,
es el tractor con 0%. La prueba estadística muestra que si existe diferencia
significativa entre prácticas tecnológicas ancestrales de manejo de andenes
utilizado por las familias encuestadas. Las prácticas ancestrales en el manejo
de andenes más usadas en Cabanaconde, es la adoración a la Pachamama y
descanso de tierra, con un 33,3%, mientras la más usada en Ayahuasi, es
adoración a la Pachamama y rotación de cultivos con 46,7%. Existe por
tanto diferencia significativa.
Con
respecto a la identificación del tipo de manejo de plagas y fertilización por
parte de los campesinos de Cabanaconde y Ayahuasi, se muestra que el uso de
plaguicidas sintéticos en Cabanaconde, es 10 frente a 1 de Ayahuasi. Se puede
apreciar que si existe diferencia significativa.
De igual
manera, el fertilizante más utilizado por ambas comunidades es el natural con
un 66,7% para Cabanaconde y 96,7% en Ayahuasi, seguido del fertilizante
artificial 6,7% en el caso de Cabanaconde y 1% para el caso de Ayahuasi. Existe
por lo tanto diferencia significativa entre tipo de fertilizante utilizado por
las familias encuestadas del Colca (Cabanaconde) y de Cotahuasi (Ayahuasi).
En cuanto
a conocer las percepciones que tienen los agricultores sobre cuidados del medio
ambiente y de sus andenes, se evidenció
que un 80% de la población encuestada en Ayahuasi, tiene conocimientos
del cuidado del medio ambiente, y el 60% para el caso de Cabanaconde. Mientras
que el 20% de la población encuestada en Ayahuasi, y el 40% para Cabanaconde, no
tienen conocimiento del cuidado al medio ambiente. No existe diferencia significativa
entre conocimiento de cuidado al medio ambiente.
Asimismo, el 100% de pobladores encuestados en Ayahuasi
y el 90% en Cabanaconde, no conocen sobre la buena disposición de envases vacíos
de los agrotóxicos. Ello se evidenció en las visitas de campo, al encontrar
envases de plaguicidas y herbicidas en las acequias cerca de la chacra. Por lo
que, no existe diferencia significativa.
En la
identificación de la prevalencia de enfermedades en la salud de los
agricultores y sus familiares, el 53,3% de las familias encuestadas en Ayahuasi,
no presentar enfermedades; seguido del 23,3% que mencionan sufrir de
enfermedades digestivas y 20% enfermedades de tipo respiratorias. Mientras que
en Cabanaconde, el 33,3% de las familias presenta enfermedades digestivas,
seguido del 30% por enfermedades de tipo respiratorio.
Se
observa que el 16,7% de los agricultores de Cabanaconde estaría sufriendo de la
vista (catarata), mientras que en Ayahuasi solo el 3,3% presenta problemas
oculares. Cabe recordar que, en Cabanaconde se viene usando plaguicidas en
algunos de sus cultivos. Existe diferencia significativa entre las enfermedades
presentes en las familias encuestadas de Cabanaconde y de Ayahuasi. El 63,3 % de las personas de Ayahuasi, no presentaron
signos de intoxicación, mientras que el 16,7% de los encuestados manifestaron
haber tenido dolor de cabeza y un 6,7% ardor en garganta y ojos. En Cabanaconde,
el 3,3% manifestó no tener signos de intoxicación, el 40% dijo tener dolor de
cabeza, seguido del 20% que presenta dolor de cabeza y estómago, y un 13,3%
manifestaron presentar ardor de garganta y de ojos. Por lo tanto, existe
diferencia significativa entre los signos de intoxicación de las familias
encuestadas.
Con respecto
a la identificación antropométricamente de la situación nutricional de la
población, Cabanaconde
presenta 7 casos de sobrepeso, los demás normales; mientras que en Ayahuasi se
presenta 1 caso de desnutrición y 2 con sobrepeso. No existe diferencia
significativa entre las poblaciones de Cabanaconde y Ayahuasi, en este
indicador. Según la evaluación nutricional de niños de
05 a 17 años de Ayahuasi y Cabanaconde en el indicador del Índice de Masa
Corporal, se destaca que en Cabanaconde se presentan 6 casos de sobrepeso y los
demás normales; mientras que para Cotahuasi se observa 1 caso de delgadez, 2
con sobrepeso y 2 con obesidad. No existe diferencia significativa entre las
poblaciones de Cabanaconde y Ayahuasi, en cuanto a este indicador.
Al indagar
sobre identificar el nivel de estudios con que cuenta la población participante,
los resultados referentes al grado de instrucción de los
padres de la población encuestada de Ayahuasi, revelaron que el 40% de los
padres cuentan con grado de instrucción primaria, mientras que en Cabanaconde
el 40% de los padres cuenta con grado de instrucción secundaria. Existe diferencia
significativa entre el grado de instrucción de los padres de las familias
encuestadas de Cabanaconde y de Ayahuasi.
2.2. Segundo momento de investigación
En el
proceso de identificación de las técnicas de capacitación más motivadoras, los
niveles estadísticos evidencian que no existen diferencias significativas en la utilidad de las técnicas de
capacitación aplicadas en la población de las dos comunidades, a excepción de
una de ellas como es el hombre del campo o silueta, que no se aplicó en la localidad
de Ayahuasi; todas han causado mucho impacto entre los asistentes. Sin embargo,
llama mucho la atención que la técnica referida a diálogo de saberes, es la que
despertó mayor motivación, seguida del sociodrama y juego de roles. Con estas
técnicas los pobladores se sintieron más identificados.
Según la prueba de t de student, muestra
que el interés, motivación y participación entre los pobladores de Cabanaconde
y Cotahuasi ,en la técnica diálogo de saberes no presenta diferencia estadística
significativa (P>0.05). Asimismo,
se observa que la participación promedio en los pobladores de Cabanaconde y
Cotahuasi, en cuanto a la técnica dialogo de saberes fue de 5,00.
En
este contexto, los resultados de la investigación resaltan que el alimento
más cultivado en la población de Cabanaconde es el maíz con un 30%, ello no
quiere decir que, se dediquen al monocultivo; también siembran otros productos,
pero predomina el maíz, porque es un alimento que les provee de ingreso
económico. Si se observa en los datos estadísticos que publica el Gobierno
Regional durante la campaña 2018 y 2019 evidencia datos que corroboran lo
hallado en el presente trabajo. Cabanaconde, destacó con una producción de maíz
amiláceo de 2,922.50 toneladas; y maíz choclo a razón de 340 (Ministerio del
Ambiente de Perú, 2010)
En Ayahuasi,
la gran mayoría desarrolla los policultivos y además tiene el agregado del
cultivo de frijol (4.20 t.). Esto, tiene su razón puesto que mayormente
siembran para el autoconsumo, teniendo una mayor diversificación. Se podría decir también que,
Cabanaconde cada vez está incursionando más en el mercado de maíz y por lo
tanto tiene que satisfacer la demanda. En ambas zonas, se utiliza gran parte
del sistema de andenerías para este cultivo. Asimismo, entre los hallazgos se
ha encontrado que, el 93,3% de la población encuestada en Ayahuasi y el 56,7%
de Cabanaconde, tienen producción diversificada. Existiendo por tanto
diferencia significativa.
Pérez y Alfonzo
(2008), reafirman la siembra de los policultivos cuando en su
disertación mencionan que en Alca, desde épocas pasadas se rotura el suelo
sacando terrones, de este modo se extrae la grama, esta debe secar hasta la
época del barbecho que se realiza entre Septiembre-Octubre, quedando la tierra
lista para sembrar papas, maíz, trigo, habas, quinua, quiwicha. Igualmente,
la autora menciona que Alca está considerado “zona ecológica”.
El
riego de los cultivos, está sustentado en el aprovechamiento eficiente de los manantiales.
Cabanaconde, pueblo predominantemente agrícola, utiliza las aguas de las mini
cuencas fractales con mejor eficiencia. En la mayoría de los pueblos hay
canales principales y secundarios, que salen de los manantiales o de reservorios
artificiales, que tienen nombres propios.
En
cuanto a las prácticas tecnológicas de manejo de andenes, llama la atención que
Cabanaconde cada vez más se oriente al uso de maquinaria pesada como el
tractor, misma que si no es bien manejada puede provocar erosión en los suelos,
situación que volvería más frágil a la producción de los alimentos. En Ayahuasi
(Alca) no se usa el tractor, se aplica mayoritariamente la labranza.
Lo que
se practica en Ayahuasi, es sumamente interesante porque la práctica de asociar
y rotar cultivos en una misma parcela, es común y se considera eficiente desde
el punto de vista agronómico, pues las especies que se asocian y otras que
rotan tienen diferentes requerimientos de nutrientes, al mismo tiempo, es una
manera de reciclar estos últimos, en particular en terrenos de conducción colectiva
que descansan, luego de un período de uso agrícola. En estas condiciones, el
período de descanso es necesario para recuperar materia orgánica, lo cual
también se logra introduciendo ganado que utiliza los pastos naturales,
devolviendo con sus deyecciones materia orgánica para la fertilidad del suelo.
De igual manera, se
puede observar que la adoración a la Pachamama y rotación de cultivos,
está más arraigada en la población de Ayahuasi-Alca y usan más biofertilizantes
para el manejo de sus suelos. En
el uso de los suelos, los andenes permiten la ampliación de los terrenos de
cultivo, implicando una organización social muy bien planificada para su manejo. El presente estudio, corrobora que
los resultados de práctica y respeto a la tierra (Pachamama) y producir
en forma diversificada, es una tecnología adecuada de los pobladores, puesto
que está relacionado al manejo de los residuos vegetales, a la biodiversidad y
rotación de cultivos, a la práctica de la fertilización, así como a los
sistemas de labranza y riego. En
la filosofía andina, el suelo es la Pachamama y tiene vida. Es una
divinidad propia del mundo andino y como tal es de infinita devoción por los
campesinos.
El uso
de plaguicidas sintéticos es más usado en Cabanaconde (10) frente a 1 de Ayahuasi.
Se puede apreciar, que si existe diferencia altamente significativa. Se usan plaguicida
organofosforado prohibido en todas sus formulaciones y usos, por ser dañino
para la salud humana (Ferrer, 2003; Kaczewer, 2003; Hernández,
et al., 2007; Cortés-Genchi, et al., 2008; Sertox Portal Latinoamericano
de Toxicología, 2011; Samper, 2019); animal y el ambiente (Badii y Varela, 2015).
Además, se observa
que en ambas comunidades, existe semejanza en la aplicación de ciertas
tecnologías, como las prácticas culturales ancestrales que aún subsisten. Los resultados, muestra que el
fertilizante más utilizado por ambas comunidades es el natural, en un 66,7%
para Cabanaconde y 96,7% para Cotahuasi; seguido del fertilizante artificial 6,7%
en el caso de Cabanaconde y 1% de en el caso de Cotahuasi, existiendo por lo
tanto diferencia significativa.
Ambas
comunidades tienen conocimiento del cuidado ambiental y ello es muy importante,
pues permitirá tomar decisiones de protección al ambiente así como en el
cuidado de sus andenes. En
cuanto a las motivaciones sobre el cuidado ambiental, se aprecia que la mayoría
reconoce que el uso de los agroquímicos tiene sus riesgos, especialmente para
la salud, la nutrición y el medio ambiente. Igual referencia se tiene en otros
trabajos de investigación (Del Puerto, Suárez y Palacio, 2014; Vásquez, et al., 2018; Cevallos, et al., 2019).
Se observó
también, emisiones contaminantes al ambiente por manejo inadecuado de envases.
Los líquidos sobrantes del lavado del equipo, se arrojan al suelo o a canales
de regadío, potencializando la contaminación dentro y fuera de la chacra. Al respecto,
en Ayahuasi, la población no hace uso de agrotóxicos lo que hace presumir que
no es necesario que conozcan cómo se manejan los envases vacíos de estas
sustancias. No obstante, el manejo inadecuado de los envases, constituye un
serio y creciente problema para el ambiente (Ministerio de Salud
de Argentina, 2007; Guerrero, 2013), puesto que tal como lo señalan Boscán
y Sandrea (2018):
Los plásticos creados a partir de derivados del petróleo, gas natural y
carbón son persistentes en el medio ambiente, es decir, generan residuos en
grandes cantidades y su degradación es lenta, no son biodegradables, a diferencia
de los obtenidos de insumos de origen vegetal. Por tanto, un tratamiento
inadecuado de eliminación de los residuos de materiales plásticos
(especialmente sólidos y líquidos), es una fuente significativa de
contaminación ambiental, además sin una adecuada deposición final atentan
contra la biodiversidad, puesto que, los desechos plásticos pueden causar la muerte
de seres vivos. (p.163)
Por otra
parte, solo el 46,7% de pobladores encuestados en Ayahuasí y el 23,3% de Cabanaconde,
realizan rotación de cultivos, no existiendo diferencia significativa. La
rotación de cultivos, es una práctica muy beneficiosa para el cuidado ambiental
porque es enfoque de la agricultura que intenta proporcionar un medio ambiente
balanceado, rendimiento y fertilidad del suelo sostenido así como control
natural de plagas, mediante el diseño de agroecosistemas diversificados y el
empleo de tecnologías auto-sostenidas. Este manejo, disminuye los problemas de
malezas, plagas y enfermedades; aumentan los niveles de nitrógeno disponible en
el suelo; reducen la necesidad de fertilizantes sintéticos y junto con
prácticas de labranza, conservan el suelo.
Esta
práctica ancestral, les ha permitido adaptarse al medio ambiente y se ha logrado
por la cultura andina a través de su sistema tradicional de subsistencia,
operando por varios miles de años sin provocar degradación ambiental y solamente
puede ser entendido sobre la base de la existencia de un profundo conocimiento
del medio y la aplicación de una tecnología adecuada. Al respecto, el
Manual de cultivos para la Huerta Orgánica Familiar (Goites, 2008),
con el que hoy en día se cuenta, representa una forma de
compartir saberes que permiten mejorar el trabajo diario, contribuyendo a alcanzar
“una producción abundante, de alto valor biológico y una mejor calidad de vida”
(p.15)
En ese
sentido, es necesario considerar que en ambos grupos de pobladores el contar
con cierto grado de escolaridad les permitiría tener conocimientos básicos que
podrían resultar útiles al momento de aplicar nuevas tecnologías de fácil
acceso o beneficiarse con capacitaciones que les facilitaría su adaptación,
pues, como se revisó en la literatura, el grado de instrucción no
necesariamente va a ser un factor determinante que condicione la adaptación a
nuevas tecnologías, pero si puede ser un facilitador (Lorenzo, Gutiérrez y
Berríos, 2019).
De
igual manera que con los padres, el poseer ciertos conocimientos básicos podría
facilitar la adopción de nuevas tecnologías; sin embargo, se puede señalar que
las mujeres son las que tienen menor grado de instrucción en comparación a los
hombres y, al ser las madres consideradas como las principales responsables de
la nutrición familiar y rendimiento académico de los hijos, la falta de
conocimientos más específicos relacionados a temas de salud así como buenas
prácticas alimenticias, podría estar incidiendo en el bajo rendimiento escolar
y mala nutrición de sus hijos.
Conclusión
En ambas
comunidades estudiadas aún se practican tecnologías ancestrales, cuya tendencia
es a disminuir especialmente en la comunidad de Cabanaconde;
en Ayahuasi, tienen aún más enraizadas las costumbres ancestrales y se ha
podido observar cómo están relacionadas con la seguridad alimentaria y
sostenibilidad de los andenes.
Muchos
sistemas agrícolas alternativos desarrollados por agricultores son altamente
productivos. Hay ciertas características típicas comunes a todos ellos, como la
mayor diversidad de cultivos, el uso de rotaciones con leguminosas, la
integración de la producción animal y vegetal, el reciclaje así como el uso de
residuos de cosecha y estiércol, al igual que el uso reducido de productos
químicos sintéticos.
Finalmente, dado los
hallazgos encontrados en la presente investigación, se considera que las
técnicas empleadas ha permitido sensibilizar a los agricultores y que estas,
han sido muy bien aceptadas porque motivaron a destinar parte de sus suelos
para el cultivo de hortalizas orgánicas con el propósito de contribuir en la
mejora de su seguridad alimentaria y protección del medio ambiente.
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* Doctora en Ciencias
de Salud Pública. Magíster en Ciencias Agroecología. Profesora a Dedicación Exclusiva
de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú. E-mail: lleon@unsa.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7458-4609
** Candidato a Doctor en Educación. Magister en Educación
Superior. Profesor a Tiempo Completo de la Universidad Nacional de San Agustín
de Arequipa, Perú. E-mail: gperezpo@unsa.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0680-6673
*** Magister en Ciencias
de la Nutrición. Profesor a Tiempo Completo de la Universidad Nacional de San
Agustín de Arequipa, Perú. E-mail: sbecerra@unsa.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6957-5481
**** Magister en Ciencias de la Nutrición. Profesor a
tiempo completo de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú. E-mail: jrodriguezqu@unsa.edu.pe ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7004-7275
Recibido: 2020-09-11
· Aceptado: 2020-11-29