Senderismo como opción para pequeñas ciudades patrimoniales en regiones turísticas: Trinidad de Cuba

 

Pelegrín Entenza, Norberto*

Martínez Rodríguez, Orlando**

Pelegrín Naranjo, Analién***

Zaballa Benítez, Eduardo L.****

 

Resumen

 

Los senderos locales de pequeños recorridos por áreas suburbanas constituyen una opcional que resulta económicamente viable, sobre todo para aquellas ciudades pequeñas, con atractivos patrimoniales de gran valor, pero que generalmente carecen de una infraestructura apta para soportar la afluencia de un gran número de turistas que pernoctan por lo general en espacios de tiempo inferiores a los tres días. En ese sentido, el objetivo del presente estudio consiste en analizar el senderismo como opción para pequeñas ciudades patrimoniales en las regiones turísticas en la ciudad de Trinidad (Cuba). Empleando métodos de la investigación mixta y tomando como base un estudio regional, destaca la importancia del trabajo de campo, análisis documental y métodos de estadística descriptiva. Como resultado, se propone un modelo de competitividad analizando las variables consideradas en la proyección de senderos, su adecuación a las características físicas, económicas y geográficas del área suburbana de la ciudad, y los factores que inciden en la sostenibilidad de los mismos, así como su capacidad de carga turística. Se concluye, que las propuestas de nuevos senderos en Trinidad de Cuba para su puesta en valor turístico, en correspondencia con factores que garanticen su sostenibilidad y competitividad, contribuyen a incrementar la oferta turística.

 

Palabras clave: Senderismo; sostenibilidad; turismo regional; competitividad; Trinidad-Cuba.

 

 

Hiking as an option for small heritage towns in tourist regions: Trinidad de Cuba

 

Abstract

 

Los senderos locales de pequeños recorridos por áreas suburbanas constituyen una opcional que resulta económicamente viable, sobre todo para aquellas ciudades pequeñas, con atractivos patrimoniales de gran valor, pero que generalmente carecen de una infraestructura apta para soportar la afluencia de un gran número de turistas que pernoctan por lo general en espacios de tiempo inferiores a los tres días. En ese sentido, el objetivo del presente estudio consiste en analizar el senderismo como opción para pequeñas ciudades patrimoniales en las regiones turísticas en la ciudad de Trinidad (Cuba). Empleando métodos de la investigación mixta y tomando como base un estudio regional, destaca la importancia del trabajo de campo, análisis documental y métodos de estadística descriptiva. Como resultado, se propone un modelo de competitividad analizando las variables consideradas en la proyección de senderos, su adecuación a las características físicas, económicas y geográficas del área suburbana de la ciudad, y los factores que inciden en la sostenibilidad de los mismos, así como su capacidad de carga turística. Se concluye, que las propuestas de nuevos senderos en Trinidad de Cuba para su puesta en valor turístico, en correspondencia con factores que garanticen su sostenibilidad y competitividad, contribuyen a incrementar la oferta turística.

 

Keywords: Trekking; sustainability; regional tourism; competitiveness; Trinidad-Cuba.

 

 

Introducción

Históricamente han coexistido criterios muy contrapuestos acerca del concepto de región, incluso con posterioridad a los proyectos cepalinos de la década del 60 del pasado siglo en América Latina, cuando los estudios regionales se pusieron a la orden del día. Las regiones turísticas pueden ser inscritas en el concepto más amplio de las económicas, caracterizadas por el predominio de este tipo de actividad, a la cual se dirigen los mayores esfuerzos, tanto de las relaciones que se establecen entre las diversas fuerzas productivas, como los intereses del sistema determinado por las relaciones de producción establecidas.

Aunque en la base se trate de una misma actividad productiva, en la conformación de la región turística concurren factores particulares que permiten realizar una diferenciación entre ellas. De esta manera, no sólo las características físicas del paisaje, los elementos ambientales y culturales, sino también la evolución histórica, intervienen de manera decisiva y sirven de referente diferenciador a la hora de establecer la región turística.

Si la región histórica se concibe “como resultado de la acción transformadora del hombre sobre el espacio geográfico (…) sus límites se van estableciendo como resultado de esa acción del hombre sobre dicho medio” (Venegas, 2007, p.29), por lo cual, la región turística debe considerar también la evolución histórica como factor interviniente en su conformación.

En ese sentido, en la región central de Cuba se localizan, en un espacio geográfico relativamente pequeño, tres de las primeras villas fundadas por la colonización hispana en el país; La Trenedad (Trinidad), Sancti Spíritus (que aún conserva su nombre original), y San Juan de los Remedios. Por tal motivo hasta muy entrado el siglo XX, se les denominó Las Villas.

La labor de conservación y restauración emprendida por los especialistas de esta zona de Cuba, y el amor que profesan a sus ciudades sus habitantes, propicia que estas sean unas de las urbes coloniales mejor conservadas no sólo de Cuba, sino también de América, lo cual las convierte en un atractivo para el turismo de toda índole.

Al respecto, Zambrano, Alejo y Zambrano (2019) señalan que “el turismo es toda actividad asociada a las personas y sus motivaciones: El ocio, el descanso y el deseo de descubrir nuevos lugares” (p.201), provocando un desplazamiento de los individuos fuera del lugar de su residencia, “lo que implica la necesidad de realizar una gestión sostenible del destino tanto por las administraciones públicas como por los gestores privados” (Pérez, et al., 2020, p.20).

Así, uno de los atractivos turísticos de los lugares antes mencionados,  especialmente la Villa de la Santísima Trinidad, llamada por muchos historiadores y habitantes como La Trinidad o Trinidad de Cuba, por ser zona de montañas y con hermosa naturaleza, pudiera estar relacionado con la práctica del senderismo, que es una actividad deportiva que se desarrolla en el medio natural, al aire libre, y consiste en caminar por senderos, caminos, rutas, de bosques, hayedos, campos, montañas, con el fin de descubrir el patrimonio natural, contemplar vistas y panorámicas, al tiempo que disfrutar de la práctica del ejercicio físico en la naturaleza (Centro Europeo, 2019).

De todo lo anterior, el objetivo de la presente investigación consiste en analizar el senderismo como una opción para pequeñas ciudades patrimoniales en las regiones turísticas de la ciudad de Trinidad, Cuba, para su puesta en valor turístico, que pueda contribuir a incrementar su oferta para personas motivadas hacia esta actividad.

 

1. Las pequeñas ciudades con valores patrimoniales en la región central del país

Las villas primigenias, que se mencionaron anteriormente, y que alcanzaron posteriormente el título de ciudades, atesoran importantes riquezas patrimoniales de la época, gracias en gran parte al aislamiento que soportaron durante décadas, acentuado en el caso de Trinidad. Esos patrimonios, que pueden “ser difundido cuando se desarrollan estrategias adecuadas que permitan acercar los conocimientos del pasado producidos en las instituciones científicas a la comunidad” (Chaparro, Conforti y Endere, 2017, p.47); y que abarcan elementos tan plurales como la arquitectura trinitaria o las fiestas populares (parrandas) remedianas, se han convertido en importantes atractivos turísticos que unidos a las características de su entorno físico, a partir del auge del turismo en Cuba, han provocado un incremento hacia ellas de un sostenido número de visitantes.

No obstante, se trata en todos los casos de ciudades pequeñas con una población inferior a los cien mil habitantes, históricamente dedicadas no al turismo, sino a otras actividades económicas del sector primario, en las cuales su infraestructura, ya sea la disponibilidad de servicios básicos, el acceso al agua potable y la disponibilidad de acueducto así como alcantarillado, entre otros elementos, no se diseñaron para responder a una gran afluencia de personas. Por otra parte, estas ciudades se encuentran alejadas de otros conglomerados humanos (ver Cuadro 1), lo cual las dota de una amplia zona suburbana con un entorno rural no exento de valores del patrimonio cultural y natural factibles de ser puestos en valor turístico.

Cuadro 1

Algunas características de las pequeñas ciudades con altos valores patrimoniales de la región central de Cuba

Ciudades con valores patrimoniales

Número de habitantes (1)

Actividades económicas tradicionales

Distancia a las ciudades más cercanas

Trinidad

56 111

Pesca, alfarería, cultivo del café, caña de azúcar

Sancti Spíritus 72 kms

Cienfuegos 84 kms

Remedios

16 500

Cultivos del tabaco y de la caña de azúcar

 Caibarién 8 kms

Camajuaní 22 kms

Sancti Spíritus

136 000

Ganadería, pequeña industria láctea y de materiales para la construcción

Cabaiguán  26 kms

Taguasco 28 kms

Nota: (1) Anuarios de la Oficina Nacional de Estadísticas 2015, 2017, 2018 (ONEI, 2019).

Fuente: Elaboración propia, 2020.

Como elemento no menos importante, el arribo de turistas a estas localidades se caracteriza por lo general como de tránsito, pues pernoctan en las mismas a lo sumo de dos a tres días, alojándose en mayor número en hostales privados, espacio temporal suficiente para recorrer los atractivos patrimoniales que forman parte de su oferta.

Sin embargo, como ha sido común en los últimos años, la ampliación de la demanda turística está abriendo las posibilidades de oferta hacia nuevas modalidades, en las cuales se aprovechen las condiciones del entorno de cada territorio, representando así una oportunidad que las pequeñas ciudades patrimoniales no se pueden dar el lujo de desaprovechar, si quieren mantener o incrementar su cuota en un mercado que cada día se vuelve más competitivo.

Dentro de las nuevas opciones que estas localidades pueden brindar, se encuentra la práctica del senderismo como parte del turismo de naturaleza. Con un mínimo de recursos, y considerando todos los factores que pueden determinar que su práctica sea sostenible en el tiempo, el senderismo basado en una correcta planificación física del territorio, puede constituirse en una opcional muy importante para estas ciudades.

Ante una afluencia de turistas que cada vez se preocupan más por factores medio ambientales y su estrecha vinculación con el alcance de la sostenibilidad, la práctica del senderismo alcanza además una gran dimensión educativa. Al respecto, Parra, Domínguez y Caballero (2008) plantean:

Lo educativo de las prácticas deportivas en la naturaleza, no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos o psíquicos de una buena preparación física que sustente su rendimiento. Lo que realmente da un carácter único y educativo a las actividades en la naturaleza son las condiciones en que se realizan esas prácticas, que permiten a los individuos comprometer y movilizar sus capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logrando su auto-estructuración. (p.145)

 

Asimismo, Lumbreras (2005) manifiesta que de alguna manera, el senderista huye del acoso de la ciudad para acercarse respetuosamente al medio y poder, con ello, disfrutar con el simple paseo, la observación u otro tipo de actividades complementarias” (p.128).

Como ventaja adicional, el senderismo contribuye a despejar las áreas patrimoniales visitadas tradicionalmente por los turistas, aliviando su capacidad de carga, y ampliando la oferta tradicional, lo cual puede incidir en una estancia más prolongada, incremento de los niveles de ocupación y aumento de la participación y los beneficios de la población autóctona.

En este sentido, el caso de Trinidad, la tercera de las villas fundadas por los españoles en Cuba, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1988, y Ciudad Artesanal del Mundo en 2014, podría ser tomado como referente al estudiar el senderismo como opción turística para las pequeñas ciudades patrimoniales. “Con respecto al concepto de senderismo, es necesario decir que éste, como tal, está ubicado dentro del campo de las AFMN (actividades físicas en el medio natural) y que la marcha constituye la base principal de esta modalidad” (Gómez, 2008, p.133).   

Como elemento importante, se ha comprobado que de una manera u otra, grupos de turistas que visitan la ciudad, sobre todo aquellos alojados en instalaciones del sector privado, practican el senderismo respondiendo a las ofertas que realiza este sector, cuya gestión de ventas ha sido mejor que la del sector estatal en este sentido. Sin embargo, los senderos visitados no han sido homologados, adolecen de una señalización adecuada y en la mayoría de los casos están dirigidos a visitar un hecho puntual del patrimonio (dígase una piscina natural en un río, los restos de una antigua edificación, o una comunidad), sin que medie ningún otro incentivo.

Es por ello que de acuerdo con Velázquez, Cruz y Vargas (2018), es importante considerar “el desarrollo de mecanismos de interacción con otras organizaciones para adquirir, crear y compartir información, conocimiento y otros recursos, con la finalidad de diseñar objetivos estratégicos de largo plazo” (p.10), para mejorar las condiciones y captar la mayor parte de visitantes.

 

2. Metodología

Hay que considerar que un estudio de este tipo siempre debe partir de la planificación física del territorio, en particular de las áreas suburbanas, donde existe un escaso o ningún nivel de actividad antrópica y donde pueden ser realizadas sin ninguna afectación las AFMN.

De igual forma, el territorio debe disponer de un equipo de trabajo multisectorial, capacitado para llevar a cabo los proyectos de senderos turísticos factibles de desarrollar en la periferia de la ciudad, compuesto por especialistas de diversas ramas intervinientes en los factores que determinan la competitividad del mercado. Al trabajo de proyección de los senderos pueden incorporarse también estudiantes y profesores de los centros de Educación Superior de la localidad, tanto para el trabajo de campo como para el cálculo de las capacidades de carga, así como la confección de la cartografía y las topo guías de los senderos propuestos.

No obstante, resulta decisivo el apoyo de los actores gubernamentales por su poder de convocatoria sobre el resto de los representantes. Mediante la capacitación se hace necesario que estos interioricen que, excluyendo los beneficios que el senderismo aporta en las esferas sanitaria, cultural y medioambiental, las pequeñas ciudades patrimoniales deben ver en el mismo el aporte económico que representa por la diversificación de su oferta, pues los senderos locales puestos en valor turístico, alcanzan una pronta recuperación de la inversión, producto de la baja erogación del capital inicial que requiere su proyección, acondicionamiento y explotación.

De esta manera, el entorno externo donde se pretende desarrollar la proyección de senderos debe analizarse cuidadosamente, pues existen factores políticos, socioeconómicos, culturales y tecnológicos, que pueden erigirse en barreras para los propósitos establecidos. En el caso de Cuba, no pueden ser excluidos el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y en particular el Ministerio del Turismo (MINTUR), como organismo rector; al igual que el Instituto de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), encargado de coordinar en el país las AFMN.

En el entorno del mundo occidental presente (desarrollo sostenible, preocupación por el medio ambiente y la salud, etc.) deporte y turismo han de mantener y fortalecer un “obligatorio” entendimiento. Todo el análisis se centrará en la relación entre estas dos actividades delimitándolas en el marco de su realización en el medio natural, ya que es aquí donde el crecimiento es mayor en los últimos años. (Rodríguez y Rodríguez, 2012, p.23)

 

 

2.1. Establecimiento de los factores que influyen en el modelo de competitividad

Hassan (2000), ha propuesto los determinantes para la competitividad de mercado en una industria sostenible, los cuales son adaptados por Oliveira-Matos, et al. (2015) para un destino en el cual puede desarrollarse el senderismo. Sin embargo, los autores de este artículo consideran pertinente realizar los ajustes necesarios a estas propuestas, pues las condiciones existentes en la región analizada, y en particular en el caso de Trinidad, difieren sustancialmente de los casos tratados por los autores citados.

La propia Federación Española de Montañas y Escaladas (FEDME), una de las organizaciones más experimentadas sobre estos temas, y a la cual se integra el Comité de senderos, reconoce que “la diversidad del paisaje, tipo de terreno y climatología que presenta nuestra geografía hace imposible que se definan parámetros que tengan una utilidad general” (FEDME, 1997, p.13).

Para el caso que ocupa, empleando como variantes del grupo de discusión, la lluvia de ideas y el grupo focalizado, se llegó a la propuesta del modelo de competitividad en el cual intervienen los factores y actores que se presentan en el Cuadro 2.

Cuadro 2

Factores influyentes en la competitividad para la práctica del senderismo en Trinidad de Cuba

Factores que influyen en la demanda del senderismo

Principales actores intervinientes

Aspectos básicos sobre los cuales operar

Características del turismo arribante

Turoperadores

Agencias de Viajes

Directivos de instalaciones pertenecientes al MINTUR

Procedencia

Intereses

Grupos etarios

Aptitudes físicas

Necesidades

Bondades del destino turístico para satisfacer la demanda del senderismo

Planificación Física

Dirección de Cultura

Servicio de Información Turística (INFOTUR)

Delegación territorial del CITMA

Estación de Meteorología

Empresa de Flora y Fauna

INDER

Centro Universitario Municipal.

Gobierno Municipal

 

Detallar la topografía suburbana

Establecer comportamiento de variables meteorológicas

Clasificar ejemplares de Flora y Fauna

Cálculo de las capacidades de carga física y real de senderos

Vías de acceso a la información oportuna

Garantizar medidas de seguridad en las rutas

Inventariar componentes del patrimonio cultural y natural de interés en los senderos

Señalización adecuada

Labores de limpieza y acondicionamiento

Capacitación a los actores

Garantía de servicios básicos

Dirección de Salud

Dirección del INDER

Empresa de Telecomuni-caciones (ETECSA)

Emisora de radio local

Clínica Internacional

Servicios comunales

Empresa de flora y fauna

 

Postas médicas de primeros auxilios en las rutas

Ampliación de las áreas de cobertura a la periferia

Cobertura informativa y agentes receptores y emisores de información pertinente

Atención urgente a senderistas accidentados

Acondicionamiento de senderos

Estructura del sector turístico estatal

Cadenas hoteleras y extra hoteleras

Instalaciones de Campismo

Agencias de transporte

Cadenas de tiendas

Agencias de viajes

Incremento de las capacidades de alojamiento

Incrementar las ofertas de senderismo

Facilitar venta de insumos necesarios para la práctica senderista

Accesibilidad de los senderistas al transporte

Ofertar actividades de ocio en los senderos

Estructura del sector  privado vinculado a la actividad turística

Propietarios de Hostales,

Restaurantes, Cafeterías,

Gimnasios y salas de masaje

Facilitadores y emprendedores

 

Ampliar la oferta de servicios en las rutas.

Capacitarse en los requerimientos de la actividad para actuar como guías y orientadores.

Ofertar el senderismo como opcional atendiendo a intereses y necesidades

 

Fuente: Elaboración propia, 2020.

 

2.2. Conjunción de los trabajos de campo y de mesa en la proyección de las rutas de senderos

Establecido el papel de los actores, resulta imprescindible el trabajo de campo a realizar por el equipo compuesto por especialistas de Planificación Física, así como otras personas que puedan aportar elementos necesarios que caractericen cada una de las rutas propuestas.

En todos los casos, los senderos serán locales, de pequeño recorrido, con fácil acceso desde la ciudad, no excediendo la longitud de 4 kms, de manera que el trayecto de la ruta pueda realizarse en media jornada como máximo, y los puntos de inicio y fin del mismo, deben estar cerca de puntos de acceso a la red de transporte, y sobre todo el de inicio cuando se trate de un sendero radial, con una trayectoria de ida y regreso por la misma ruta.

Por otra parte, las características climáticas de Cuba, situada en la faja tropical, y en la cual se distinguen dos estaciones bien definidas, el período de lluvias de mayo a octubre y el período seco de noviembre a abril (a los cuales los cubanos denominan por lo general primavera e invierno, respectivamente), recomienda que el cálculo de las capacidades de carga de los senderos turísticos se haga también considerando ambas etapas.

Dentro de estos elementos deben considerarse necesariamente datos del paisaje, la flora y fauna, sitios de interés paisajístico, sitios del patrimonio natural o cultural, particularidades de la geología y cuantos sean necesarios para elaborar posteriormente las topo guías.

De igual forma, se identificarán los segmentos de la ruta que necesitan algún tipo de acondicionamiento para hacer más placentero el recorrido, así como aquellos lugares en los cuales deben colocarse las señales de información, pues estas resultan imprescindibles para la adecuada orientación de los senderistas.

Es una realidad planteada por las autoridades del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba (SNAP, 2005) que en muchas rutas “se han realizado sistemas de señales, carteles y exhibiciones interpretativas contando sólo con la disposición de hacerlo. Esto ha traído consigo la no homogeneidad de criterios para el diseño o ausencia de éste último” (p.1), o lo que es peor aún, los senderos trazados al libre albedrío por improvisados guías turísticos, van a campo traviesa sin señalización alguna, hasta llegar a un atractivo cultural o natural de interés para los turistas.

Aunque la señalética establecida para los senderos europeos, basada en las figuras y utilización de los colores en dependencia de si se trata de pequeños, medianos o grandes recorridos, resulta para los autores clara y de fácil comprensión, se ha determinado seguir el sistema de señales establecido por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la República de Cuba, aunque la ruta de los senderos propuestos no pasen por áreas que ostentan dicha categoría (Figura I).

Fuente: SNAP, 2005.

Figura I:  Algunas de las señales establecidas por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la República de Cuba que pueden incorporarse a los senderos

En el trabajo de campo así como en la investigación documental deben ser registradas las siguientes variables, sin las cuales resulta imposible determinar tanto la Capacidad de Carga Física (CCF), referida al número total de personas que en teoría pueden soportar los senderos locales de pequeño recorrido, así como la Capacidad de Carga Real (CCR), relacionada con el número de senderistas que pueden visitarlo realmente, elementos sumamente necesarios, que se pueden apreciar en el Cuadro 3.  Al respecto, Tudela y Giménez (2008) sostienen que “la capacidad de carga turística es un instrumento que contribuye a la gestión y conservación eficiente del territorio haciendo que los senderistas tengan una experiencia de calidad y puedan satisfacer sus expectativas” (p.211).

Cuadro 3

Variables a considerar para determinar la CCF y la CCR

Variables a determinar

Método y fuentes de obtención

Longitud total del sendero en metros (L)

Trabajo de campo. Medición directa con cinta o indirecta a través de la carta topográfica.

Segmentos del sendero de accesibilidad media (Fam) en metros

Trabajo de campo. Medición directa de los tramos con pendientes entre  10o y 20o

Segmentos del sendero con accesibilidad alta (Faa)

Trabajo de campo. Medición directa de los tramos con  pendientes superiores a 20o

Segmentos del sendero con una erosión media (Fem) en metros

Trabajo de campo. Medición directa de los tramos que presentan erosión media.

Segmentos del sendero con una erosión alta (Fea) en metros

Trabajo de campo. Medición directa de los tramos que presentan erosión alta

Días de precipitaciones en los períodos seco (Fps) y lluvioso (Fpl)

Revisión documental de las series históricas de la Estación meteorológica local

Segmentos del sendero proclives a inundarse con las lluvias (Fi) en metros

Trabajo de campo. Medición directa de los tramos proclives a inundación

Tiempo de recorrido del sendero en horas (Tr)

Trabajo de campo. Tiempo de recorrido incluyendo tiempos de descanso, paradas en lugares de interés paisajístico o patrimonial, etc.

Número de veces (Nv) que el sendero puede ser recorrido en el día

Resultado de la constante Hv / Tr

Número de grupos (Ng) que teóricamente pueden recorrer el sendero diariamente

Resultado de calcular L / D

Distancia total requerida por cada grupo en el sendero (D)

Resultado de Dg + Sg

Magnitud limitante (Ml) del sendero

Resultado de L ̵ p

Personas en el sendero (p)

Resultado de Ng x la constante Sg

 

Fuente: Elaboración propia, 2020.

Existen otras variables explicadas a continuación, que se han considerado como constantes para el cálculo de las capacidades de carga de los senderos, las cuales se corresponden con los datos disponibles acerca de los turistas arribantes a la ciudad, su pernoctación y composición, así como de las condiciones climáticas y comportamiento de las variables meteorológicas del área a lo largo del año, como son:

a. Horas de visita de los senderos (Hv): 6.00 horas durante el invierno y 8 horas durante el verano. Es el número de horas al día en que puede ser visitado el sendero dependiendo en lo fundamental de las horas de iluminación solar y otros factores intervinientes, como las lluvias y las inundaciones estacionales.

b. Distancia personal (Dp): 1 metro. Es la distancia que deben mantener entre sí los senderistas durante el recorrido para marchar libremente sin obstrucciones.

c. Distancia entre grupos (Dg): 250 metros. Es la distancia mínima que debe existir entre un grupo y otro al recorrer el sendero, para evitar que se vean o se encuentren.

d. Distancia requerida por el grupo (Sg): 5 metros. Dada la longitud máxima establecida para los senderos locales de pequeño recorrido, y la Dp necesaria, se ha calculado que los grupos de senderistas sean como máximo de 5 personas.

Con los datos anteriores puede ser calculada la capacidad de carga física (CCF) del sendero, que es el número de visitantes que como máximo podría soportar diariamente el mismo, aplicando:

,   donde                                                   (1)

A su vez, conocida la CCF, se calcula la capacidad de carga real del sendero utilizando:

                              (2)

Donde Fcs es el factor de carga social; Facc los factores de accesibilidad; Fer los factores de erosión; Fp los factores de precipitación y Fi el factor de inundación. Cada uno de ellos se calcula aplicando:

                                                              (3)

                                                        (4)

                                                             (5)

Fp                                                                                          (6)

                                                                                           (7)

Una vez conocido el resultado de (1) y se hayan calculado los valores de todas  las variables (de la 3 a la 7), el resultado de (2) es la capacidad de carga real que puede admitir el sendero, en aras de garantizar su protección y conservación, lo que permite su sostenibilidad en el tiempo.

 

3. Resultados

Para validar los estudios realizados, se tomó el recorrido al sendero “Los Almendros”, ofertado a los turistas como parte de su estancia en la instalación turística “El Cubano” perteneciente a la corporación “Gaviota”, obviamente con un interés comercial. El sendero dista a unos 7 kms de la ciudad por lo que los turistas requieren de un transporte para llegar a él. Es un sendero con un recorrido radial, ida y retorno por la misma ruta, con una longitud total de 2,6 kilómetros, siguiendo en su mayoría el sinuoso curso del río Caballero, hasta alcanzar un área de baño consistente en una micropresa que penetra en una gruta, sobre la cual cae una cascada de unos 10 metros.

El horario de visita al sendero se extiende de 8.30 am hasta las 3.00 pm. La ruta en su mayoría discurre sobre un sustrato de tierra, en el cual existen varios pequeños y medianos afloramientos rocosos. Su perfil es generalmente llano, aunque existen tramos donde el nivel de las pendientes sobrepasa los 10o. En toda su extensión se manifiestan efectos de mediana y gran erosión, existiendo áreas de inundación, sobre todo en los dos tramos donde el sendero atraviesa la corriente fluvial.

Los turistas realizan el recorrido en 3,5 horas como promedio (210 minutos), y lo hacen en grupos sucesivos de hasta 20 personas, sin que se tenga en cuenta la distancia que debe mantenerse entre grupos. La señalética existente es escasa y falta en algunos lugares, donde es absolutamente necesaria para aquellos turistas que deciden hacer la ruta sin guías, por lo que el empleo de estos resulta obligatorio, a pesar de que no existen grandes riesgos para la seguridad a lo largo del recorrido. El sendero es atendido permanentemente por tres trabajadores encargados de su limpieza y mantenimiento.

Una vez realizados los cálculos correspondientes, el estudio determinó que para este sendero, abierto a los visitantes seis días a la semana, la capacidad de carga real (CCR) en el período seco es de solo 80 personas diariamente, que pueden ser divididas  en hasta 8 grupos de 10 senderistas cada uno, con horarios escalonados de salida a partir de las 8.30 am y con intervalos de 30 minutos, que representan una separación entre grupos de 350 metros como promedio. Con esta frecuencia, el último de los grupos inicia el recorrido del sendero a las 12.00 m y su retorno se produciría a las 3.30 pm.

Bajo esas condiciones y considerando una demanda del 80% diaria, en las 25 semanas del período seco pueden visitar el sendero alrededor de 9.600 turistas, que al precio mínimo en que se oferta el recorrido (setenta y cinco pesos en moneda nacional), representan un ingreso total de 720.000 pesos en el semestre. Descontando los gastos de salario, de materiales para el mantenimiento del sendero, el servicio especializado de guías y gastos administrativos, calculado en un 40% de los ingresos totales, aún la oferta del recorrido del sendero como opcional, es sumamente rentable, sobrepasando los 400 mil pesos.

Aplicando la metodología explicada anteriormente, pudieron ser identificados cinco rutas aptas para la práctica del senderismo en la periferia de la ciudad de Trinidad (ver Figura II), cuya puesta en valor turístico puede contribuir tanto a la diversificación de la oferta de la ciudad, como a elevar el nivel de participación e ingresos de la población local e incrementar el tiempo de permanencia, liberando al centro histórico patrimonial de una afluencia masiva que puede afectar su capacidad de carga.

Fuente: Elaboración propia, 2020.

Figura II: Mapa de los senderos propuestos en los alrededores de la ciudad de Trinidad-Cuba

 

Conclusiones

Los estudios sobre regionalización turística no pueden desconocer las oportunidades que brindan las ofertas del senderismo como parte del turismo de naturaleza, sobre todo para aquellas regiones con un atractivo patrimonial reconocido, ya sea cultural o natural, pero cuya infraestructura limita la afluencia de un turismo masivo.

Los factores que inciden en la competitividad de la oferta deben adaptarse a las condiciones específicas que presenta cada territorio, al igual que el cálculo de las variables que intervienen en la determinación de la capacidad de carga real de los senderos que se proponen, y que dependen en gran medida del comportamiento de elementos locales.

Finalmente, la ciudad de Trinidad posee en sus alrededores un entorno natural propicio para el trazado de senderos que, puestos en valor turístico en correspondencia con los factores que garanticen su sostenibilidad y competitividad, contribuyen a incrementar la oferta turística, aumentar la estancia, elevar el nivel de preparación e ingresos de la población local y proteger los valores patrimoniales históricamente establecidos, al evitar la masividad mediante la creación de nuevos atractivos turísticos con inversiones mínimas y de fácil acceso.

 

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Zambrano, M., Alejo, O. J., y Zambrano, P. (2019). Factores influyentes en la lealtad electrónica hacia comunidades turísticas en línea: Caso mochileros. Revista de Ciencias Sociales (Ve), XXV(3), 200-217.

 

 



* Doctor(c) en Turismo. Doctor en Ciencias. Licenciado. Especialista de la Unidad de Cooperación Universitaria. Profesor Titular de la Universidad Técnica de Manabí, Ecuador. E-mail: norbepelegrín@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7445-7423

 

** Máster en Dirección. Licenciado. Profesor Auxiliar de la Universidad José Martí, Sancti Spíritus, Cuba. E-mail: orlandomartinez@uniss.edu.cu.  ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0251-1213

 

*** Doctora(c) en Turismo.Master en Ingeniería Industrial, mención Calidad. Master en Gestión Turística. Ingeniera Industrial. Estudiante del Doctorado en Universidad de Alicante, España. E-mail: apn28@alu.ua.es ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2474-1474

 

**** Máster en Gestión Turística. Licenciado. Gerente del Complejo Turístico “El Cubano” de la Corporación “Gaviota”, Trinidad, Cuba.

 

 

Recibido: 2020-03-11                · Aceptado: 2020-06-07