QUÓRUM ACADÉMICO

Vol. 15 Nº 2, Julio-Diciembre 2018. Pp. 28-40

Universidad del Zulia


El cognitariado en el marco de la gubernamentalidad neoliberal


María Gabriela Lozano González1 Daniel Alberto Sicerone2


Resumen

El presente trabajo de investigación se presenta como un estudio de la relación existente entre el cognitariado y la gubernamentalidad neoliberal, centrando la discusión sobre cómo esta última categoría se patenta como una racionalidad de gobierno que se expresa como marco de posibilidades de la emergencia y condiciones existenciales de una mutación en la clase obrera tradicional, el paso a un obrero especializado en la información. Esta mutación implicará que el trabajador de la información, o cognitariado, esté atravesado por una red de relaciones de poder y de tecnologías de gobierno que lo constituyen como un trabajador precarizado y responsable de sí mismo. Para ello se realizará una hermenéutica de los trabajos de Foucault (1998, 2006, 2007) para dar cuenta de la articulación entre racionalidades de gobierno y gobernanza de las conductas, así como también se desarrollará una interpretación de las lecturas sobre la mutación capitalista en autores como Deleuze (2005), Hardt y Negri (2000), Virno (2000), Berardi (2007), con la finalidad de poder articular la forma actual del modo de producción capitalista con la gubernamentalidad neoliberal.

Palabras clave: Cognitariado; gubernamentalidad neoliberal; precarización; TIC.


Recibido: Agosto 2017 – Aceptado: Septiembre 2017


  1. Universidad Católica Cecilio Acosta. INVECOM. Argentina. marigaby1410@gmail.com

  2. CONICET-Instituto de Filosofía Dr. Alejandro Korn UBA (Argentina). INVECOM. daniel. sicerone@hotmail.com


Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual 3.0 Unported.


The cognitariat under governmentality neoliberal

Abstract

The present research work is presented as a study of the relationship between cognitive and neoliberal governmentality, centering the discussion on how this last category is patented as a rationality of government that is expressed as a framework of possibilities of emergence and existential conditions Of a mutation in the traditional working class, the passage to a worker specialized in information. This mutation will imply that the information worker, or cognitariado, is crossed by a network of relations of power and of technologies of government that constitute it like a worker precarizado and responsible of itself. To do this, a hermeneutic of Foucault's works (1998, 2006, 2007) will be performed to account for the articulation between governance rationalities and behavioral governance, as well as an interpretation of the readings on capitalist mutation in authors Such as Deleuze (2005), Hardt and Negri (2000), Virno (2000), Berardi (2007), in order to articulate the current form of capitalist mode of production with neoliberal governmentality.

Keywords: Cognitaries; neoliberal governmentality; precarization; ICT.


Introducción


El presente artículo comienza con un análisis del capitalismo en rel- ación a la transformación que da emergencia al cognitariado como fracción de la clase obrera. El acontecimiento que da origen a la transformación y emergencia del cognitariado ha sido el neoliberalismo como gubernamen- talidad y el afianzamiento del modelo post-fordista, asentado sobre la in- formatización de la producción. Es por ello que hablamos de cognitariado, término que se define por una contracción de conceptos, cognición y pro- letariado. Además de estos dos términos, también se sumaría el concepto de precariado como contracción de proletariado y precarización, conceptos que cruzan transversalmente la producción social del cognitariado, ya que el mismo recorre un proceso de flexibilización de las relaciones sociales. El cognitariado vendrá a conformar un producto histórico de un determinado modelo de acumulación y de una racionalidad de gobierno que opera sobre las conductas.


Luego de analizada la cuestión sobre el cognitariado y su emergencia en el capitalismo post-fordista y el modelo de acumulación neoliberal, se dará paso a la relación que existe entre el trabajador de la información y el concepto de gubernamentalidad neoliberal, constituyendo el cognitariado un claro ejemplo de cómo se conducen las conductas en la razón universal. De allí se concluirá con una articulación entre cognitariado, hegemonía y ausencia de una gubernamentalidad alternativa a las existentes, desde una lectura estratégica que se oriente a reflexionar cómo poder abolir el sistema opresivo en el cual los cuerpos son mercantilizados y devorados por una lógica que prioriza la ganancia sobre lo vital.


Capitalismo, transformación y cognitariado


El sistema capitalista representa una formación histórica que organiza las formas de producción del universo social, una forma en específica de organización del trabajo, así como también una determinación del deseo, pudiéndose hablar de una producción deseante en clave capitalista, organizada desde lo moral (el deseo en clave consciente) y desde lo molecular (microfísico inconsciente). De esta forma, el sistema capitalista no será pensado como una entidad concreta que reproduce la subjetividad y el conjunto social desde lo exterior, sino todo lo contrario, el capitalismo será comprendido como una lógica de organización del trabajo, del deseo y del universo social. Esta lectura particular del capitalismo nos permitirá alejarnos de las concepciones deterministas que sólo se ahíncan en una visión de la base material (estructura) como el sustrato fundante de la supertructura, así como también alejarnos de una percepción del sentido común que ve al sistema como la personificación de ciertas instituciones privilegiadas, concibiendo que hay un afuera y un adentro con respecto al sistema.

Esta perspectiva sobre el capitalismo nos permite afirmar que la valorización del capital (extracción de plusvalía) organiza la vida social, pero reconociendo que es necesario analizar las relaciones de poder que son inherentes al conjunto de las relaciones sociales, y por ende, a las relaciones sociales de producción, cuestión que favorece una lectura no determinista de lo social, ya que hay otros factores que inciden en la reproducción de lo social, y que hacen posible la valorización del capital, así como también las transformaciones en el modo de producción social y de la subjetividad. El sistema capitalista no es un sistema estático, sino una formación histórica que contiene una lógica interna de funcionamiento que conlleva una


articulación entre territorialización y desterritorialización, codificación y descodificación, articulación que está en relación directa con la producción social del deseo.

Las crisis y mutaciones son procesos internos del funcionamiento del capitalismo, procesos que abren grietas en la dominación de los oprimidos, aperturando coyunturas de movilización social y de procesos revolucionarios que ponen en entre dicho la hegemonía de las fuerzas políticas burguesas y pequeño burguesas, permitiendo la intervención política de los oprimidos y la constitución de sus organismos de auto-organización. Dichas crisis abren las posibilidades de profundización de la lucha de clases, pero también son coyunturas que marcan la mutación y emergencia de nuevas lógicas de producción, lógicas que no transforman el proceso de valorización del capital, sino que se articulan en el marco de una racionalidad de gobierno en específico, y de esta forma, provocan una transformación en la subjetividad de los oprimidos por medio de una mutación en los aspectos espaciales, temporales y organizativos del trabajo.

La crisis de los años setenta se ha expresado como una bisagra que ha marcado modificaciones profundas en el modo de producción, transformación que se ha divulgado como el paso del Estado de Bienestar al Modelo Económico Neoliberal. Nuestra lectura sobre la cuestión indica que la mutación ha sido desarrollada a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial (Preciado, 2008), y especialmente, con la introducción del postfordismo como lógica de producción, el cual se centra en la información, el saber, la cultura y las relaciones sociales. Una de las lecturas claves para reconocer la mutación de la lógica de producción es Lyotard (1987) con su texto La condición posmoderna, donde el filósofo francés sostiene lo siguiente:

Nuestra hipótesis es que el saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las sociedades entran en la edad llamada postindustrial y las culturas en la edad llamada postmoderna. Este paso ha comenzado cuando menos desde fines de los años 50, que para Europa señalan el fin de su reconstrucción. Es más o menos rápido según los países, y en los países según los sectores de actividad: de ahí una discronía general que no permite fácilmente la visión de conjunto (Lyotard, 1987: 6).

Lyotard hace hincapié en el saber como una de las puntas de lanza de las transformaciones en el modo de producción, deviniendo las sociedades modernas en sociedades post-modernas y post-industriales, haciendo eje en el proceso inmaterial de la producción. Esta concepción es compartida por


Hardt y Negri (2000) cuando hacen mención de la informatización de la producción que transformala sociedad fabril, migrando desde laindustriaalos servicios, a una sociedad posmoderna centrada en la producción de servicios (salud, finanzas, entretenimiento, publicidad, educación), principalmente en los países desarrollados. Esta transformación de las sociedades capitalistas industriales en sociedades posmodernas informatizadas, es acompañada por un proceso de relocalización de las industrias en los países del tercer mundo, América Latina y el Sudeste Asiático, donde los capitales migran para abaratar costos de la mano de obra.

Este proceso de informatización de la producción trae consigo la implementación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que no sólo serán una mercancía para el consumo, sino también parte del proceso de producción. Franco Berardi (2007), filósofo italiano, ha profundizado sobre la relación entre la introducción de las nuevas tecnologías en el plano productivo y las relaciones que tiene dicho proceso con la transformación de la subjetividad. En palabras de Bifo podemos observar lo siguiente:

La introducción de las nuevas tecnologías electrónicas y la informatización del ciclo productivo abrió el camino a la creación de una red global de infoproducción desterritorializada, deslocalizada y despersonalizada. Cada vez más, la red global de infoproducción se convirtió en el sujeto del proceso social de trabajo, y el tejido humano de personas que lo componen se ha fragmentado hasta casi disolverse. Ya no hay seres humanos que trabajan sino fragmentos temporales sujetados al proceso de valorización, átomos de tiempo recombinados en el proceso productivo global (Berardi, 2007: 62).

A partir de conceptos deleuzianos como el de desterritorialización, Bifo considera que la informatización de la producción implica una mutación en el sujeto social del proceso de trabajo, mutación que ha desembocado en un trabajador despersonalizado, fragmentado y precarizado. Este sujeto lo denominaremos como cognitariado, de acuerdo a las tesis de Berardi (2003), trabajadores de la información quienes "se caracterizan sobre todo por la capacidad cognitiva que ponen en juego. La tendencia histórica parece indiscutible: a más “sociedad del conocimiento”, mayor número de trabajadores y trabajos cognitivos" (Mayos, 2013: 148). El cognitariado vendrá a conformar un trabajador precarizado en el marco de una desterritorialización del proceso social del trabajo, proceso que es


atravesado por lógicas de despersonalización y fragmentación que implica que la subjetividad del trabajador se desconecte de los flujos tradicionales de organización, así como también de confrontación.


Gubernamentalidad neoliberal y cognitariado


La introducción de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación ha sido uno de los factores principales en el surgimiento del cognitariado como emergencia de una transformación de la subjetividad en la clase trabajadora. Nosotros queremos remarcar que la emergencia del cognitariado no dependió únicamente de la introducción de las TICs en el proceso social del trabajo, sino dicha subjetividad es el producto de la consolidación del neoliberalismo como modelo de acumulación capitalista y de una racionalidad de gobierno (gubernamentalidad) en clave neoliberal. Ante esta situación, Berardi sostiene lo siguiente:

La alianza del trabajo cognitivo con el capital financiero produjo efectos culturales importantes, como la identificación ideológica del trabajo y la empresa. Los trabajadores fueron empujados a verse como empresarios de sí mismos, y en esta manera de ver hay algo de verdadero si se lo relaciona con el período de florecimiento de las empresas puntocom, cuando el trabajador cognitivo podía crear su empresa invirtiendo su fuerza intelectual (una idea, un proyecto, una fórmula) como bien valuable en términos financieros (Berardi, 2007: 64).

Esta identificación entre trabajador y empresa es posible gracias a la razón de gobierno neoliberal que convierte a los sujetos trabajadores en sujetos responsables de sí mismo, lo que los lleva, en el marco del surgimiento de las empresas puntocom, ha migrar de empleados fijos y estables a trabajadores por cuenta propia. Aunque este proceso sea sólo una tendencia de una parte del cognitariado, no niega que gran parte de este sujeto social dependa de un salario para poder reproducir su vida, e igual de esta forma quede encerrado en el proceso de gubernamentalización de los cuerpos en clave neoliberal. Para poder abordar este aspecto, y ver la relación entre la gubernamentalidad y la constitución del cognitariado, se debe desarrollar una breve introducción de la problemática en el pensamiento de Foucault, quien ha ingresado en el debate de las ciencias sociales y humanas la cuestión de la racionalidad de gobierno.


La categoría de gubernamentalidad en el pensamiento de Foucault tiene su génesis con el desarrollo de sus clases en el College de France, clases que luego fueron des-grabadas y pasaron a conformar Nacimiento de la biopolítica (2007) y Seguridad, territorio y población (2006). La cuestión de la gubernamentalidad va unida al problema del gobierno de las poblaciones que en el desarrollo de la teoría foucaultiana tiene relación con el surgimiento de la biopolítica. Este concepto, el de biopolítica, es definido por Foucault de la siguiente forma:

Formado algo más tarde, hacia mediados del siglo XVIII, fue centrado en el cuerpo-especie, en el cuerpo transido por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a los procesos biológicos: la proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel de salud, la duración de la vida y la longevidad, con todas las condiciones que pueden hacerlos variar; todos esos problemas los toma a su cargo una serie de intervenciones y controles reguladores: una biopolítica de la población (Foucault, 1998: 83).

La biopolítica es definida como el gobierno de las poblaciones, diferenciándose de la anatomopolítica que se caracteriza por ser el gobierno de las disciplinas sobre el cuerpo. Mientras que el objetivo de la biopolítica es la población, el objetivo de la anatomopolítica es el cuerpo. En el gobierno de las disciplinas el cuerpo es abarcado desde tecnologías de poder que aumentan sus capacidades, lo educan, lo someten, lo refuerzan, pero también lo dosifican. En cambio, en l+a biopolítica, importa conocer estadísticas sobre niveles de salud, educación, longevidad, además, implica articular políticas que fomenten el principio de la biopolítica: faire vivre, laisser mourir. Foucault (1998) va a introducir aquí la noción de biopoder, poder que no trata de acabar con los problemas referentes a la vida, como puede ser la enfermedad o la delincuencia, sino que trata de mantener parámetros aceptables y adecuados.

El concepto de gubernamentalidad es desarrollado a partir del curso Seguridad, territorio y población, categoría que no intenta desplazar a la de biopolítica, como sugieren algunas interpretaciones,3 sino todo lo contrario, será empalmado con sus investigaciones sobre la política de las poblaciones. La innovación que trae el concepto de gubernamentalidad se encuentra en que se concibe al gobierno como la dirección de las conductas, es decir,


3 En los estudios foucaultianos se generalizan dos interpretaciones, una que se afinca en los estudios

de la gubernamentalidad (anglosajon) y otra en la biopolítica (franco-italiana).


"en poner en marcha un conjunto de acciones sobre acciones posibles: incitándolas, induciéndolas, desviándolas, facilitándolas o dificultándolas, haciéndolas más o menos problables" (Castro, 2015: 108). De esta forma, la gubernamentalidad se define como un marco de racionalidad de la biopolítica (Nosseto, 2013), en cuanto alude a tres cosas: la población, la economía política y los dispositivos de seguridad. En palabras de Foucault se aprecia su definición:

Con esta palabra, "gubernamentalidad", aludo a tres cosas. Entiendo el conjunto constituido por instituciones, los procedimientos, análisis y reflexiones, los cálculos y las tácticas que permiten ejercer esa forma bien específica, aunque muy compleja, de poder que tiene por blanco principal la población, por forma mayor de saber laeconomía política y por instrumento técnico esencial los dispositivos de seguridad. Segundo, por "gubernamentalidad" entiendo la tendencia, la línea de fuerza que, en todo Occidente, no dejó de conducir, y desde hace mucho, hacia la preminencia del tipo de poder que podemos llamar "gobierno" sobre todos lo demás: soberanía, disciplina, y que indujo, por un lado, el desarrollo de toda una serie de aparatos específicos de gobierno, [y por otro] el desarrollo de toda una serie de saberes. Por último, creo que habría que entender la "gubernamentalidad" como el proceso en virtud del cual el Estado de justicia de la Edad Media, convertido en Estado administrativo durante los siglos XV y XVI se "gubernamentalizo" poco a poco. (Foucault, 2006: 136)

Con la introducción de la tesis de la gubernamentalidad, Foucault, va a estudiar cuatro dominios históricos: la razón de Estado, el Estado de policía, el cameralismo y mercantilismo; liberal, y neoliberal, de los cuales nos interesan, particularmente, los dos últimos tipos de gubernamentalidad. La gubernamentalidad liberal busca gobernar los procesos vitales de la población, biopolítica, mediante la mínima acción del Estado, es decir, que el gobierno está orientado hacia el mantenimiento y creación de las condiciones necesarias para el autogobierno del mercado. En palabras de Nosetto la gubernamentalidad liberal se diferencia de la razón de Estado de la siguiente manera:

Si la razón de Estado regulaba de maneracrecienteeinsidiosa las actividades de los hombres con el doble objetivo de la felicidad de los ciudadanos y el fortalecimiento del Estado, la gubernmanetalidad liberal deja que los hombres hagan,


los libera de la libertad insidiosa del gobierno para que, allí donde el Estado se retraiga, florezcan las libertades en su naturalidad (Nosetto, 2013: 184).

La lectura del liberalismo como una gubernamentalidad de gobierno desplaza la interpretación tradicional y dominante que lo analiza como una ideología o una mera doctrina económica. La lectura que propone Foucault (2007) va en la dirección de comprender al liberalismo como una razón de gobierno que plantea la no intervención del Estado en la economía y las decisiones de los individuos, comprendiendo al mercado como un dispositivo de veridicción. En cambio, la gubernamentalidad neoliberal se diferencia del liberalismo y del nuevo liberalismo (keynesianismo) en cuanto "los neoliberales admiten la necesidad de una intervención del Estado y rechazan la pura pasividad gubernamental, se oponen a toda acción que obstaculice el juego de la competencia entre intereses privados" (Laval y Dardot, 2013: 63). La gubernamentalidad neoliberal no está en contra de la intervención del Estado, sino todo lo contrario, está de acuerdo con que la intervención debe estar dirigida a la constitución de un marco jurídico que constituya condiciones de posibilidad para la competencia, además de rechazar la tesis liberal del laissez faire, laissez passer.

Elcognitariado hace apariciónenlaconsolidación de la gubernamentalidad neoliberal como nueva razón de gobierno, en el proceso de informatización de la producción y el despliegue de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. El cognitariado como trabajador que produce mercancías inmateriales se precariza con el surgimiento de las empresas de la net economy, en cuanto el proceso social del trabajo se compone de la fractalización del tiempo de trabajo, deviniendo en un trabajador despersonificado, y por ende, el capital no recurrirá de un obrero que será explotado por una determinada jornada. El capital necesitará adaptar, a sus flujos crecientes de valorización, microfracciones de tiempo-trabajo que son realizados por el cognitariado, generando una subjetividad adaptada a los flujos del capital. En palabras de Berardi se puede apreciar este proceso de mutación en el mundo del trabajo:

Para el capital ya no es más necesario usufructuar el tiempo completo de la vida de un obrero: sólo necesita fragmentos aislados de tiempo, instantes de atención y de operatividad. El trabajo necesario para hacer funcionar la red no es trabajo concentrado en una persona. Es una constelación de instantes asilados en el espacio y fraccionados en el tiempo, recombinados por la red, máquina fluida. Para poder ser


incorporados por la red, los fragmentos de tiempo laboral deben volverse compatibles, reducidos a un único formato que vuelva posible una general interoperatividad (Berardi, 2007: 91).

El cognitariado es un trabajador precarizado no sólo por la desregularización de las condiciones de trabajo en las cuales produce mercancías intangibles, sino principalmente por "la disolución de la persona como agente de la acción productiva y la fragmentación del tiempo vivido" (Berardi, 2007: 91). El cognitariado se vuelve de esta forma en precariado con una subjetividad fragmentada por medio de un proceso de despersonificación que responde a la fragmentación del tiempo-valor. Se ha convertido en un trabajador responsable de sí mismo, sumido en relaciones interpersonales de competencia, abaratando de esta forma los costos de la mano de obra para las empresas que contratan este tipo de trabajadores. El cognitariado es un claro ejemplo de la gubernamentalidad neoliberal que incita conductas orientadas hacia la responsabilidad de sí mismo, responsabilidad que desresponsabiliza al Estado y el capital de las condiciones de vida, conductas que son alimentadas por una serie de discursos que forjan una subjetividad auto-culpable de sus condiciones.


A modo de conclusión: hegemonía, cognitariado y ausencia de una gubernamentalidad alternativa


Se considera que una de las temáticas claves para comprender no sólo el estado actual de la cosas, es también reconocer las condiciones de posibilidad del presente histórico para poder franquearlo (Foucault, 1996), pero desde una concepción estratégica. Esto significa que se reconoce la falta de una substancia que organice la sociedad, un punto de apoyo sobre el cual se sedimenta el conjunto de lo social, pero no implica un rechazo absoluto a una transformación radical de la sociedad capitalista, y por ende de sus relaciones sociales de producción, ya que la ausencia de un centro posee la ventaja de no caer en una nueva escenificación de reconstrucción de algo que se ha desvanecido en el aire. Fuera de toda perspectiva economicista, lo social es condicionado por la valorización del capital, lo que no significa que la subjetividad esté atrapada en una determinación directa desde lo económico, sino que las fuerzas vitales que dan origen a la subjetividad se encuentran en tensión en los cuerpos que transitan por el proceso de valorización del capital.


De esta forma, la subjetividad inscrita en los cuerpos, que Preciado denomina como somateca (2012), está condicionada por los límites de lo posible del presente histórico que se articula a partir de que los cuerpos para su reproducción deban asistir al proceso de producción de lo social, y por ende se estaría activando el proceso de valorización del capital (Sicerone, 2017). El marxismo del siglo XX, con todas sus experiencias políticas, ha centrado su praxis política en un sujeto con características trascendentales, sujeto que estaría encarnado en el proletariado como guardián de un mundo por venir. Cuando estos proyectos políticos han alcanzado el poder estatal, más que la desintegración del mismo se ha visto lo contrario, una mayor estatización de la vida pública y privada, pasando de ser una herramienta al servicio de la burguesía a una herramienta al servicio de una burocracia. Aquí se actualiza el problema de la gubernamentalidad, cuestión que aplica para comprender que detrás de toda institución política hay una racionalidad de gobierno que opera sobre las conductas. Estas experiencias han chochado con la inexistencia de una gubernamentalidad socialista, y por tanto han reactualizado otras racionalidades.

Más allá que este tema sea sumamente importante para poder desplegar una sociedad post-capitalista, los límites de la condición de posibilidad de nuestro presente histórico nos obligan a pensar estratégicamente la constitución hegemónica de la clase obrera, dentro de la cual hace vida el cognitariado, para poder anteponer un proyecto político de fuerzas sociales anti-capitalista. Para ello recurrimos a Gramsci (2012) quien define a la hegemonía como la articulación de la coerción más el consenso, articulación que hace posible que una clase social devenga en dirección de la fracción o de otra clase social. Desde esta perspectiva, el Estado será visto como un Estado ampliado por el hecho de que “es la conjunción entre coerción y consenso, posibilitando que por un lado las clases dominantes logren su unidad, y por otro lado mantener la división de las clases subalternas” (Sicerone, 2015).

Consideramos que por la situación en especial en la que se encuentra el cognitariado en la sociedad neoliberal, la cuestión hegemónica pasa por su subordinación a la clase obrera organizada en los medios de producción indispensables para la reproducción de la sociedad capitalista, ya que por ser una fracción de clase que se ha despersonalizado no posee las condiciones para la conformación de una subjetividad disidente de forma sólida, además de no poder desplegar un arsenal político concreto por su situación de precarización. Una alianza de las clases subalternas debe trabajar políticamente sobre esta fracción de clase para rearticular un bloque


histórico con vocación de poder, pero desde la propia conformación debe prestar atención a la aporía de la consolidación de una gubernamentalidad alternativa a las existentes, que más allá por su discusión conceptual, lo más importante reside en la constitución de formas alternativas de gobernar a los cuerpos, las poblaciones y las conductas.

Pensar esta cuestión desde una perspectiva estratégica significa reconocer la necesidad de la consolidación de las clases subalternas en Estado, ya que es allí donde las clases sociales unifican sus intereses, previo a un proceso que articule hegemonía desde una guerra de posiciones, pero con un claro desenlace de guerra de maniobra, situación sin la cual una victoria real contra los opresores resulta imposible por el hecho de que la burguesía posee el control sobre las fuerzas represivas. De esta forma, hegemonía, cognitariado y gubernamentalidad componen una relación conflictiva pero necesaria para poder pensar más allá de los límites de lo posible, en cuanto nuestra praxis política confronta al presente y permite repensar nuestra ontología desde no sólo la relación con nosotros mismos y con las cosas (la ética y el saber), sino también en relación con los otros (poder), fundamento necesario para la política en sentido que le otorga Lefort (2010).


Referencias


Berardi, Franco. (2007). Generación post-alfa. Buenos Aire, Tinta Limón.


Gramsci, Antonio. (2012). Selección de escritos de Antonio Gramsci (1921-1926) Segunda parte” en Teoría y praxis en el pensamiento de Antonio Gramsci: sus aportes para analizar la realidad latinoamericana. Buenos Aires: Programa Latinoamericano de Educación a Distancia, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini,

Hard, Michael. y Negri, Toni. (2000). Imperio. Massachussets, Hardvard University.

Laval, Christian. y Dardot, Pierre. (2013). La nueva razón del mundo.

Barcelona, Gedisa.

Lefort, Claude. (2010). Maquiavelo. Lecturas de lo político. Madrid, Trotta.

Lyotard, Jean-françois. (1987). La condición posmoderna. Madrid: Ed, Cátedra.

Mayos, Gonçal. (2013). Cognitariado es precariado. El cambio en la sociedad del conocimiento turboglobalizada. Cambio social y cooperación en el siglo XXI. Vol. 2. Pp. 143-157.

Nosetto, Luciano. (2013) Michel Foucault y la política. Buenos Aires, UNSAM Edita.

Preciado, Paul. Somateca. Producción biopolítica, feminismos, prácticas queer y trans. Seminario impartido en el año 2012 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Disponible en http://www. museoreinasofia.es/pedagogias/centro-de-estudios/somateca- produccion-biopolitica-feminismos-practicas-queer-trans

- (2008). Testo Yonqui. España, Espasa Calpe.

Sicerone, Daniel. (2017). Una filosofía marxista del cuerpo. Revista:

Reflexiones Marginales (Digital). Año 6. Núm. 37.

http://reflexionesmarginales.com/3.0/una-filosofia-marxista-del-cuerpo/

– (2015). Una lectura gramsciana del marxismo latinoamericano. Pacarina del sur, año 6, núm. 22, enero-marzo 2015.


Esta revista fue editada en formato digital y publicada en junio de 2018, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


www.luz.edu.ve www.serbi.luz.edu.ve produccioncientifica.luz.edu.ve


Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual 3.0 Unported.