QUÓRUM ACADÉMICO

Vol. 14 Nº 1, Enero-Junio 2017. Pp. 15-37

Universidad del Zulia


La representación del pasado en los discursos de los presidentes venezolanos: José Tadeo Monagas, Rómulo Betancourt y Hugo Chávez1


Carmen Valecillos Vázquez* y Francisco Bernete**


Resumen

Este artículo analiza las representaciones que sobre el pasado ofrecen José Tadeo Monagas, Rómulo Betancourt y Hugo Rafael Chávez. Se seleccionan estos tres mandatarios porque cada uno de ellos inició una etapa que se distingue de la anterior desde el punto de vista político e ideológico. La investigación se realizó a partir del análisis de contenido de los discursos presidenciales, lo que permitió el conteo de los atributos asignados al pasado y la ubicación de las relaciones lógicas entre los referentes/personajes y los atributos que le son asignados. Como resultados del análisis se encuentran unos referentes y atributos asignados exclusivamente a algunos mandatarios, pero también, algunos comunes a las representaciones ofrecidas por los tres gobernantes. Las coincidencias permiten inferir que las tres visiones del pasado guardan una semejanza considerable y que las representaciones sociales construidas por estos tres presidentes sobre el pasado forman parte de las representaciones colectivas presentes en la sociedad venezolana.

Palabras clave: Representaciones sociales; discursos políticos; presidentes venezolanos, pasado venezolano


  1. El artículo forma parte de la línea de investigación Comunicación y Política de la Especialización Periodismo en Medios Digitales de la Universidad de Los Andes Táchira y como tal ha recibido el apoyo financiero del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y Artístico (CDCHTA), con el código NUTA-H-345-12-09-B.


    Recibido: Diciembre 2015 - Aceptado: Febrero 2016


    * Carmen Valecillos Vázquez, profesora de la ULA-Táchira- Venezuela carmenaide@ula.ve

    ** Francisco Bernete, profesor de la UCM-España, fbernete@ucm.es


    The representation of the past in the speeches of the Venezuelan presidents: José Tadeo Monagas, Rómulo Betancourt and Hugo Chávez

    Abstract

    This article analyzes the representations of the past offered by Jose Tadeo Monagas, Romulo Betancourt and Hugo Rafael Chavez. We select these three leaders because each of them began a stage that differs from the previous one, from the political and ideological point of view. The research was conducted from content analysis of presidential speeches, which allowed the counting of attributes assigned to the past and the location of the logical relationships between the characters/referents and the attributes assigned to them. The study found some referents and attributes assigned exclusively to some presidents, but also referents and attributes common to the representations offered by the three leaders. The coincidences allow us to infer that the views of the past of the three leaders keep a considerable similitude, and that the social representations built about the past by these three Presidents are part of collective representations present in Venezuelan society.

    Keywords: Social representations; political speeches; Venezuelan presidents; Venezuelan past


    Introducción


    En el presente artículo se comparan las representaciones que sobre el pasado ofrecen tres gobernantes venezolanos: José Tadeo Monagas, presidente del siglo XIX; Rómulo Betancourt, del siglo XX y Hugo Rafael Chávez, quien gobernó en la transición del siglo XX al XXI (concretamente de 1999 a 2013). Los resultados se han obtenido con el análisis de ocho discursos de Memoria y Cuenta pronunciados por Monagas, cinco de Betancourt y diez de Chávez, de quien se analizan los discursos pronunciados entre 2000 y 2010 (no se analizó el año 20072). La visión del “pasado”, junto a otras representaciones sociales, ofrece a la audiencia (los venezolanos) la interpretación de la realidad que va construyendo el Mandatario con la valoración de los sujetos y objetos de los que se ocupa en su disertación.

  2. El análisis de este discurso no se llevó a cabo porque, al momento de seleccionar la muestra, no se encontró registrado en ningún documento escrito, ni tampoco en la red.


    Por tanto, en esta investigación los discursos políticos, en este caso los de Memoria y Cuenta, se asumen como productos enculturizadores que tienen como finalidad evaluar los aconteceres para generar cohesión en la sociedad en torno a la interpretación del sistema y de los cambios propuestos.

    Con respecto a esta cohesión en la sociedad a partir de la mediación de los discursos, se parte de que: “El suceso sirve para ilustrar una forma de consenso que ofrece un significado estable para interpretar el mundo” (Martín Serrano, 2008:74). Esta interpretación hecha por el mediador es lo que llama el autor mencionado la labor de mitificación y se desvela llevando a cabo un análisis de las representaciones presentes en el relato (Martín Serrano, 2004, 2008). Según lo plantea Martín Serrano (1978), la función mediadora de los discursos se puede inferir a partir de la selección de los referentes sobre los que se emiten datos de referencia y de evaluación, y también a partir de la organización que el emisor pueda dar a todos los elementos narrativos del discurso, entre ellos los referentes y atributos.


    1. Papel de las representaciones sociales en el trabajo mediador de los discursos


      La selección de los tres mandatarios obedeció a los siguientes criterios:

      a) cada uno inicia un proceso que se distingue política e ideológicamente del anterior; b) cada uno expresa directamente su rompimiento con el gobierno o sistema anterior; c) los dos últimos ejercen su función presidencial sobre una Constitución de la República elaborada en su mandato: Constitución de la República de Venezuela de 1961 y Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. En este artículo se coloca la atención en las representaciones sociales que se trasmiten a la comunidad a través de relatos públicos (mensajes presidenciales), los cuales se consideran como relatos que elabora una institución pública a fin de mediar entre lo que sucede y el conocimiento de lo que sucede.

      Las representaciones sociales se ubican en productos comunicativos y son imágenes que ofrece el mediador sobre los aconteceres, a los cuales asigna datos de referencia y de evaluación con los que compone una interpretación de la realidad. Esas representaciones que se ofrecen en la comunicación, son distinguibles de las representaciones colectivas consolidadas en una comunidad y de las representaciones cognitivas que elabora el individuo


      a partir de su contexto y experiencia particular, atendiendo sus intereses, necesidades y conocimientos.

      Lo interesante de esta propuesta (Martín Serrano, 2004, 2008) es que otorga autonomía a los diferentes sistemas (comunicativo, social y cognitivo) y a sus diferentes representaciones, pero igualmente asigna interdependencia entre ellos. Es decir, las representaciones que se transmiten en las diversas formas de comunicación pública (medios de comunicación, videos, discursos políticos, religiosos, educativos, etc.) pueden transformar las representaciones colectivas que tradicionalmente maneja una sociedad y a su vez ir modificando las representaciones que cada individuo hace sobre esos hechos; sin embargo, también puede suceder el proceso a la manera inversa: las representaciones individuales pueden ir modificando las que se ofrecen en los discursos y éstos pueden ir introduciendo cambios en el sistema social a partir de la acción de los individuos.


    2. Diseño de la investigación


    El producto de esta investigación fue el resultado de un análisis de contenido que se realizó sobre 23 discursos de Memoria y Cuenta pronunciados por los tres mandatarios estudiados. Dicho análisis se hizo para identificar en estos textos la labor mitificadora del mediador. Martín Serrano señala que el análisis de contenido “consiste en identificar la forma en que el mediador realiza su labor de mitificación cuando relaciona la noticia de lo que acontece con las normas y los valores sociales” (2004: 209).

    En primer lugar, se registran los referentes (personajes, instituciones, acontecimientos) que los presidentes vinculan al pasado, luego se precisa qué atributos asignan los emisores a esos referentes en los cuatro campos seleccionados: cualidades o rasgos, deberes y obligaciones, relaciones con los demás y comportamientos frecuentes (Martín Serrano, 1978; Valecillos y Bernete, 2012). Ilustramos estas variables con los ejemplos siguientes:

    El presidente Chávez identifica a GOBIERNO PASADO con cuatro atributos: corrupto, ineficiente, se opone al pueblo y depende de Estados Unidos. De esas cuatro cualidades, las dos primeras se registran en el campo de las “cualidades o rasgos” y las otras dos se registran en la variable de “comportamientos frecuentes”. Sin embargo, no asigna a ese referente ni


    “deberes”, ni “comportamientos”. En cuanto a los atributos comunes a todos los mandatarios se registraron cinco: dependiente (PAÍS PASADO), ineficiente (GOBIERNO PASADO), se opone a pueblo (GOBIERNO PASADO), inadecuadas (LEYES PASADAS) y mártires (HÉROES). Para distinguir tipográficamente las dos variables en cuestión, en el presente artículo los referentes/personajes se escribirán en bloque de mayúsculas y los atributos en cursivas.

    Los resultados se interpretarán de la siguiente manera: en la primera parte del análisis se ofrece un conteo de los atributos que cada mandatario asigna a los referentes que él relaciona con el pasado y en la segunda parte, se precisa el tipo de relaciones lógicas que se establecen entre los actores y los atributos que le son asignados. En este análisis las relaciones encontradas fueron las de determinación, cuando referentes o atributos son comunes a dos o más de los presidentes estudiados y de exclusión, cuando referentes o atributos son exclusivos de uno solo de los mandatarios.


    Tres contextos históricos


    En este apartado se realiza una breve contextualización histórica para que el lector pueda ubicar someramente los hechos que rodean los discursos analizados, advirtiendo que solo se ofrecen pinceladas de los procesos que ha vivido Venezuela en los tres momentos históricos elegidos.

    Primer contexto: en el año 1847 José Tadeo Monagas asciende al poder apoyado de su antiguo compañero de armas, José Antonio Páez, y con la venia del resto de líderes del Partido Conservador que había gobernado el país a partir de 1830, año en que Venezuela se transformó en República independiente al separarse de la Gran Colombia. Pero, enseguida el líder recientemente electo se alza en contra de los conservadores e instaura un régimen liberal y personalista con el cual gobernaría Venezuela por los siguientes once años. Monagas renuncia al poder el 15 de marzo de 1958 en vista de los triunfos que alcanza la rebelión comandada por Julián Castro (Alarico Gómez, 2006). Durante este período Venezuela vive un sinfín de dificultades: guerras civiles, alzamientos y revueltas permanentes, una agricultura que sufre los bajos precios internacionales de sus productos y los sistemas de educación y salud prácticamente inexistentes. Morón (2012) afirma que para ese momento existía una población analfabeta de al menos


    dos millones de habitantes en condiciones miserables que se dispersaban por todo un país sin sector primario sólido y con una industria o comercio prácticamente inexistentes

    Segundo contexto: a mediados del siglo XX, con la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se inicia una nueva etapa en la historia política de Venezuela, asume el poder la Junta de Gobierno, presidida por el contralmirante Wolfang Larrazábal y se llama a elecciones presidenciales, que gana Rómulo Betancourt, candidato del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD). Betancourt se juramenta el primero de enero de 1959 y gobierna hasta el 12 de marzo de 1964. Durante este período los grupos de la izquierda venezolana se alzaron en armas poniendo en serio peligro la estabilidad política del país. La convivencia política de ese período se sostenía en el llamado “Pacto de Punto Fijo” que los líderes de los partidos políticos Acción Democrática (AD), Comité Electoral Independiente (Copei) y Unión Republicana Democrática (URD), habían firmado en el exilio el 31 de octubre de 1958 con la finalidad de consolidar el sistema democrático y reafirmado en Venezuela, en la casa a la que debe su nombre (Myers, 2007).

    Esta nueva etapa se caracteriza por: “Una democracia representativa, pactada, que enfatizaba el consenso entre los sectores organizados y el reparto asistencialista de la renta petrolera a todos los estratos sociales” (Gil Yepes, 2007: IX). Sucesivamente se van alternando en el poder: Raúl Leoni, del mismo partido Acción Democrática, quien gana las elecciones en diciembre de 1963; luego Rafael Caldera (Copei), Carlos Andrés Pérez (AD), Luis Herrera Campins (Copei) y Jaime Lusinchi (AD) por períodos de cinco años y todos electos democráticamente. En 1988 el pueblo venezolano elije a Carlos Andrés Pérez (AD) nuevamente como Presidente de la República pero en 1993 es suspendido en sus funciones por decisión de la Corte Suprema de Justicia. El 5 de junio de 1993 el Congreso elije a Ramón J. Velásquez para completar el período 1989-1994 y éste entrega la presidencia a Rafael Caldera quien ganó las elecciones en diciembre de 1993, pero ahora con su movimiento electoral llamado Convergencia (Silva Luongo, 2007; López, 2011).


    A principios de los noventa, en medio del desgaste de los partidos AD y COPEI, la incapacidad para que ellos fuesen mediadores entre el gobierno y la sociedad, la corrupción y otros problemas sin resolver que mantenían el descontento de la población venezolana, aparece la figura de Hugo Chávez Frías quien, como candidato a la presidencia en el proceso electoral de 1998, plantea un cambio radical y la separación absoluta del Pacto de Punto Fijo.

    Tercer contexto: una nueva etapa vive el sistema democrático venezolano a partir de la elección en 1998 de Hugo Chávez Frías como presidente del país. Este mandatario cumple lo prometido en campaña y desde el momento de su juramentación intenta romper con la continuidad del sistema instaurado en 1958. Al respecto se sostiene: “El chavismo propugnó la ruptura del viejo clima de consenso de la sociedad venezolana propiciada por el Pacto de Punto Fijo” (Romero, 2005: 128). Con los discursos y la praxis política, especialmente con la nueva Constitución, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999 y ratificada por el pueblo venezolano el 15 de diciembre de 1999, intenta establecer claras diferencias con los gobernantes del sistema representativo (quienes ejercieron su mandato bajo la égida de la Constitución de 1961).

    En 2005 Chávez anunció que comenzaría a construir el socialismo del siglo XXI y, a partir de ahí, radicaliza su programa de gobierno: “Una parte importante de este programa consistía en apoyar un papel del Estado en la economía, una mayor reapertura a la autogestión a través de cooperativas y empresas cogestionadas, una reforma agraria más amplia y una democracia más participativa a escala local” (Wilpent, 2009: 29). También este mandatario enfrenta la oposición de los partidos “tradicionales” y lo que él mismo catalogó como un Golpe de Estado en el año 2002. En el año 2006 gana la reelección al igual que lo hace en octubre de 2012. A raíz de su muerte, en marzo de 2013, se convoca a nuevas elecciones presidenciales de las cuales resulta vencedor Nicolás Maduro, un personaje del entorno chavista muy cercano al presidente fallecido.


    4. Actores que conforman el pasado


    Los personajes, instituciones, acontecimientos o valores que los tres mandatarios coinciden en mencionar cuando hacen referencia al pasado son: GOBIERNO, HÉROES DE LA INDEPENDENCIA, LEYES, PAÍS


    y PUEBLO, sin embargo, también aparecen referentes que solo son mencionados por alguno de los tres presidentes: AMÉRICA LATINA, ESTADO y OPOSICIÓN (Véase tabla 1).


    Tabla 13. Referentes comunes y exclusivos en Monagas, Betancourt y Chávez


    Referentes del pasado

    J. T. Monagas

    R. Betancourt

    H. Chávez

    GOBIERNO PASADO

    HÉROES DEL PASADO

    LEYES PASADAS

    PAÍS PASADO

    AMÉRICA LATINA

    DEMOCRACIA PASADA

    ESTADO PASADO

    OPOSICIÓN PASADA


    Fuente: Valecillos y Bernete (2017)


    José Tadeo Monagas, cuando se menciona el GOBIERNO PASADO hace referencia al gobierno de la colonia y a los gobiernos que le anteceden en el período conservador (1830 - 1846). Rómulo Betancourt, por su parte, hace sus señalamientos exclusivamente sobre el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, un militar que gobernó desde 1948 hasta 1958 cuando fue derrocado por un alzamiento cívico-militar, mientras que Hugo Chávez Frías cuando interpreta el pasado, por lo general, lo ubica en el período democrático que va desde 1958 hasta su propia elección como Presidente, en 19984.

    Los HÉROES DE LA INDEPENDENCIA son el otro referente del que se ocupan los tres mandatarios, y en este referente se ubican a aquellos hombres que estuvieron al frente del proceso independentista: en primer lugar, Simón Bolívar, al cual recurren de manera notoria todos los mandatarios, pero

  3. Con el símbolo Ω se identifican los referentes comunes a todos los presidentes (relación de determinación) Con el símbolo ↑ se identifican los referentes que con exclusividad se menciona en los discursos de algún presidente (relación de exclusión para el resto)

  4. Chávez en otros referentes va un poco más allá en el tiempo, va hasta el tiempo de la independencia, especialmente cuando habla de OPOSICIÓN PASADA, una oposición criminal (oligarquía) que derrocó y asesinó a Bolívar y también de aquella que a finales del siglo XIX asesina a Ezequiel Zamora. Sin embargo, en cuanto al referente GOBIERNO PASADO sólo hace referencia al período anterior más inmediato.


también se retoman figuras como Simón Rodríguez, Francisco de Miranda

o José Antonio Páez.

Se destaca el hecho que LEYES PASADAS sea común a los tres mandatarios. No obstante la mención a este referente se hace muy puntualmente: José Tadeo Monagas en 1858, año en el que presentó la propuesta al Congreso de modificar la Constitución de 1830; Betancourt en su primer año como presidente (1959), justo antes de aprobarse la Constitución de 1961 que regirá al país hasta 1998; y, por último, Chávez en el año 2007, año en que sometía a referéndum constitucional la reforma a la Constitución de 1999.

Cuando se hace referencia al PAÍS PASADO se ubican allí todas las menciones a Venezuela, a país, patria o nación y cuando se registra el referente PUEBLO PASADO se está registrando a venezolanos, una mayoría del pueblo venezolano o al pueblo.

AMÉRICA LATINA, ESTADO PASADO y OPOSICIÓN PASADA,

son tres referentes que utiliza Hugo Chávez con exclusividad para dar su interpretación del pasado. El mandatario traza una diferencia exacta entre la América Latina de hoy y la que ayer estuvo sometida a la pobreza, la desigualdad y a los países de mayor desarrollo económico. Se registra ESTADO PASADO cuando la expresión no se puede reducir a gobierno y OPOSICIÓN PASADA cuando Chávez alude a aquella oligarquía que durante la colonia o el siglo XIX actúa contra Bolívar o Ezequiel Zamora.


4.1 Atributos asignados a GOBIERNO PASADO


Aunque en contextos temporales y sociales totalmente distintos, los tres presidentes construyen la imagen del referente GOBIERNO o SISTEMA ANTERIOR con los mismos cinco atributos (Véase tabla 2): ineficiente, corrupto, tirano (del campo de las cualidades), se opone a Pueblo y depende de EE.UU (del campo de relaciones). Todos estos son atributos negativos que contrastan con los atributos positivos que dan esos mismos mandatarios a su propio gobierno. Si bien el análisis del referente gobierno no es objeto del presente trabajo es oportuno destacar que a sus propios gobiernos los dignatarios asignan solo atributos positivos.


Tabla 2. Atributos comunes y no comunes a todos los presidentes


Referentes del pasado

J. T. Monagas

R. Betancourt

H. Chávez

País dependiente

Gobierno ineficiente

Gobierno se opone a pueblo

Héroes mártires

Leyes inadecuada

Gobierno corrupto

Gobierno tirano

Héroes ejemplarizantes

Héroes libertadores

País equivocado

País peregrino

Pueblo bondadoso

Pueblo sometido

País derrochador

País violento

Pueblo corrupto

Gobierno depende de EE.UU

Democracia falsa

Pueblo traicionado

País desigual

América Latina busca caminos dignos

Democracia falsa

Estado incapaz

Oposición criminal


Fuente: Valecillos y Bernete (2017)


Nota:

Con el símbolo Ω se identifican los atributos que dos o más presidentes

usan para describir un referente del pasado (relación de determinación)

Con el símbolo ↑ se identifican los atributos que con exclusividad utiliza algún presidente para describir algún referente (relación de exclusión para el resto)


4.1.1 La ineficiencia


El GOBIERNO PASADO es ineficiente, para todos los mandatarios. Esa ineficiencia se refiere a la incapacidad para resolver problemas básicos del país. Ineficiencia para estimular la educación, para apoyar a los docentes, para cumplir con una correcta distribución de la renta.

José Tadeo Monagas en el discurso de 1850 decía: “La estrella de mi destino me trajo a regir el Estado en medio de la más espantosa penuria del Erario Nacional”. En 1851 insistía: “Para comprender cuál es en realidad el estado de la República, y hasta dónde han llevado el desconcierto y la relajación de todo régimen, las anomalías de su mal servida administración en el largo período de cinco lustro (sic)”. La pobreza del país, la inexistencia de la industria, la bancarrota del Erario Nacional, todo era culpa de la ineficiencia del gobierno anterior.

Por su parte, Betancourt en la Cuenta de su primer año de gobierno señala: “El país fue dejado por la dictadura al borde de la bancarrota” y Chávez en el mensaje de 2001: “¡Qué Estado tan irresponsable tuvimos nosotros! ¡Qué gobiernos tan irresponsables tuvimos nosotros!” Igualmente, agregaba en la Cuenta de 2004: “Cuando ocurrió aquí aquella nacionalización chucuta, que fue una farsa: la nacionalización petrolera y todo aquel boom publicitario. Eso fue una farsa, fue un acuerdo de élites”.


      1. La corrupción


        El GOBIERNO o SISTEMA PASADO es corrupto para Chávez y Betancourt. El primero, relaciona la corrupción con el sistema anterior en 19 ocasiones, mientras el segundo lo hace en 11. Sin embargo, Betancourt en todos sus discursos relaciona al Gobierno pasado con corrupción, mientras que Chávez relaciona los gobiernos pasados, en todos sus discursos, con la ineficiencia. La diferencia en el manejo que hacen de los atributos negativos estos dos gobernantes es la intensidad: para el primero la corrupción siempre estará relacionada a GOBIERNO PASADO, mientras que para Chávez siempre estará relacionado con la ineficiencia, aunque para ambos GOBIERNO PASADO será tanto corrupto como ineficiente.


      2. La tiranía


        La cualidad de tirano la asignan Monagas y Betancourt al GOBIERNO PASADO. En 1849 dice José Tadeo Monagas: “Enmascarada la usurpación había dominado treinta años, a veces con el turbante del beduino, a veces con el gorro de la Libertad”. Una frase con la que cataloga de tiranos a todos los gobiernos anteriores al suyo, en un país que apenas inicia su vida republicana. Por su parte, Rómulo Betancourt señala en 1963: “Pero gobernada como estuvo Venezuela por casi una década por regímenes autoelectos y sin autoridad moral y política para ser los voceros cabales de la nación”.

        Este calificativo que aparece expreso en los discursos de Monagas y Betancourt, en los discursos de Chávez se manifiesta de manera semejante aunque con el referente DEMOCRACIA, pues de ella dice Chávez que es Falsa. La cualidad se registra cuando se acusa a la DEMOCRACIA PASADA de haber actuado contra el pueblo, estar desequilibrada, destruir la unidad nacional y de estar agotada (es entonces falsa): “Nadie, creo, en buen juicio, pueda defender lo que aquí había, el Pacto de Punto Fijo que murió, terminó, ese es otro logro en lo político, tantos años luchando contra el Pacto de Punto Fijo”, decía Chávez en el año 2000. Y en 2010 insistía: “Suspendieron cuatro programas. Esa era la democracia, la democracia que aquí había. Sólo porque estaban entrevistando a un preso casi cierran el canal. Un juez militar prohibió la transmisión de un programa porque atentaba contra la soberanía, la seguridad y la defensa del país”.


      3. La relación de oposición


        Seguidamente se observa el uso de otro atributo por parte de los tres Presidentes: la relación de oposición que mantiene el referente GOBIERNO PASADO con pueblo. Ilustramos esta oposición con los casos siguientes:


        * En Chávez el GOBIERNO PASADO se opone al pueblo por haber sido gobiernos aliados a la oligarquía. Se opone también por represivo, neoliberal y por haber defraudado al pueblo. Chávez en el mensaje del año 2001 señaló: “Aquí de manera salvaje durante los últimos años se vino recortando el presupuesto a la educación y a la salud, y esa es una de las causas de la tragedia que vive el pueblo de Venezuela. ´Los pobres, muéranse pues´, era la consigna”.


        • En el caso de Rómulo Betancourt la relación de oposición tiene poca notoriedad pero igual establece en el año 1961: “Tenemos un gran pueblo, que ha salvado su fuerza espiritual y su alegría vital de las espantosas pruebas a que lo sometieron déspotas y explotadores”.


        • Mientras que José Tadeo Monagas manifestó: “Llenos por desgracia de hábitos tan contrarios adquiridos en el peor de los gobiernos conocidos, si es que puede llamarse propiamente gobierno, una colonia de España en aquellos tiempos” (1955). Igualmente, para Monagas, GOBIERNO PASADO se opone a Pueblo porque genera en él malos hábitos.


      4. La dependencia de EE.UU


Por último, se registra en los discursos de Chávez la relación de dependencia de GOBIERNOS PASADOS con Estados Unidos de América, en una de ellas para referirse a la apertura petrolera, la cual según el primer mandatario obedeció a un plan “Diseñado por la IV República, subordinada a los intereses de los Estados Unidos para entregar nuestra riqueza petrolera, para entregarla prácticamente para regalarla, o para seguirla regalando como desde hace 100 años venía ocurriendo”. La firma en Nueva York del pacto de Punto Fijo también ilustraría la subordinación a los EEUU: “Y antes de que cayera Pérez Jiménez ya habían hecho el Pacto de Nueva York, que luego lo reeditaron en Caracas: el Pacto de Punto Fijo”.


    1. Representaciones referidas a los HÉROES


      En el relato político analizado, los HÉROES DE LA INDEPENDENCIA son otra de las figuras importantes del pasado pues son parte de los mensajes de los tres mandatarios estudiados. Aestos héroes se asignan cuatro atributos: libertadores, mártires, ejemplos a seguir y sabios.

      Para José Tadeo Monagas los HÉROES son libertadores, con ellos compartió la lucha por la Independencia, por tanto, no son ajenos a su historia sino que forman parte de la trayectoria personal que él ha tenido en esa República incipiente. Para Chávez los héroes son la figura ideal del pasado, de un pasado glorioso que inició un proyecto que él intenta concluir: “Pero nos dejó [Bolívar] compañeros, compañeras, compatriotas, esta bella tarea de concluir su mandato; de concluir su idea; de concluir su


      sueño y en eso estamos nosotros” (Memoria y Cuenta de 2006). Chávez define los HÉROES DE LA INDEPENDENCIA como: mártires, ejemplo a seguir y sabios. Sin embargo, para Betancourt este referente tiene menos importancia: en primer lugar, en sus discursos sólo se cuentan tres ocasiones; y en segundo lugar, los héroes se representan solo como mártires de la libertad y como ejemplo a seguir.


      1. HÉROES como Libertadores


        Para José Tadeo Monagas los HÉROES DE LA INDEPENDENCIA son con mayor claridad libertadores. “Cuestión es esta exactamente igual a la que con el tino que acostumbraba trató el Libertador, ese hombre que tan importantes verdades nos reveló en la política americana”, decía en el año 1850 y repetía en 1855 “Inclinó la frente en que pesaba el más vasto pensamiento en lucha con la más noble de las almas para decirnos sólo

        ¡Unión!”. Monagas en su discurso d 1855 mezcla en la figura de Bolívar, sapiencia, valentía, coraje, pero también sacrificio, entrega, amor absoluto por la patria: “Cuando el guerrero filósofo, no obstante la brillantez de una imaginación poderosa y su amor a lo grande y lo perfecto, moría entre amarguras y tristezas profundas, teniendo delante de su mirada profética el espectro sangriento de nuestras divisiones venideras”. No obstante de los adjetivos que puede usar para describir a Bolívar y compañeros, el que destaca y los reúne a todos es el de libertadores.


      2. Héroes como Mártires


        Común a todos los presidentes es el catalogar a los HÉROES DE LA INDEPENDENCIA como mártires. Dos veces usa esta definición Monagas, tres veces la menciona Betancourt y nueve Hugo Chávez.

        Monagas decía: “Aquel en que fijaron sus ojos los patriarcas del 19 de Abril, los soldados del Ejército Libertador, todos nuestros mártires al morir por la Patria, la Patria entera en su larga peregrinación” (Monagas, 1849). No lejos de esta representación se encuentra la que levanta Betancourt sobre los héroes de la independencia: “Los sueños y los sacrificios de tantas generaciones, impar la de 1810, ya dio sus frutos en la buena vendimia de la civilidad y la democracia” (Betancourt, 1964).


        En el discurso de Chávez esta representación, cuyo núcleo es Bolívar, reúne otros personajes, otras ideas: “Por eso fue que Bolívar murió como murió, quebrado en pedazos; por eso cayó Sucre en Berruecos, diciendo:

        ` ¡Ay, balazo! ¡Ay, Cumaná, quién te viera!´. Y Bolívar: `Vámonos José, vámonos de aquí, esta gente no nos quiere´. Y Manuela Sáenz, solitaria en Paita, diciendo: `Simón, Simón, de qué valió…´” (2006).


      3. HÉROES como ejemplo a seguir


        En los discursos de José Tadeo Monagas los HÉROES no se describen como ejemplo a seguir, en los de Betancourt tan sólo se registra la cualidad en una ocasión y en Hugo Chávez la cualidad es por demás abundante.

        Así Betancourt dirá en 1961: “El pueblo venezolano lo oirá porque en lo más hondo del subconsciente lleva el apetito soterrado de hacer historia, como la hizo la generación del año 1810”. Mientras que Chávez repetirá con frecuencia frases como la del año 2006: “Decía Bolívar, constancia y más constancia, paciencia y más paciencia y ahí es donde el trabajo de ustedes, señores diputados, (…) quiero motivarlos a que no descansen en esa dirección”. Pero igualmente incluye en este atributo a muchos otros héroes, en 2008, colocaba a Francisco de Miranda como ejemplo: “Él fue quien inventó, quien parió, como ya dije, de su alma, de su recorrer por el mundo, de sus luchas interminables, él se imaginó una Patria grande en Suramérica y la dibujó. No sólo la soñó, la proyectó”. Este mandatario tiene una relación peculiar con los héroes de la independencia, a ellos también asocia personajes propios y extraños (Ezequiel Zamora o Don Quijote) e ideas posteriores (socialismo). En el 2005 decía Chávez: “Quijote fue Bolívar, sin duda y Quijote fue aquel al que recuerdo especialmente hoy, mártir, el Abel de Colombia, dijo Bolívar cuando supo de su muerte en Berruecos”. También en ese año señalaba: “Estos hombres, Bolívar, Sucre y Simón Rodríguez, sin duda que forman parte del patrimonio socialista utópico de nuestra América, no tengo la menor duda”.

        Chávez, según los resultados acá alcanzados, trabaja con cuatro tipos de Héroes. En primer lugar los héroes de la independencia y especialmente, de ellos Simón Bolívar. En segundo, los héroes del siglo XIX, con ellos se identifica en sus ideas, por ejemplo, Ezequiel Zamora, fundamentalmente, y Cipriano Castro, en menor medida. En tercer lugar, los grandes pensadores


        de todos los tiempos, aquellos con los que comulga en ideales políticos (Tomás Moro, Gramsci), espirituales (Cristo), estéticos (escritores, poetas, pintores). Cuarto, héroes que lo acompañan, presidentes de otras naciones, amigos revolucionarios, compañeros de armas y protagonistas que surgen del pueblo, anónimos pero que representan un ideal bolivariano, por ejemplo, la niña que sabe definir la palabra endógeno, el colegio que canta el himno nacional, el colectivo defensor de sus programas sociales, etc. Sin embargo, para este artículo se registró la presencia del referente HÉROES solo cuando en su discurso Chávez menciona a los héroes de la Independencia y los del siglo XIX.


    2. Representaciones de PAÍS PASADO y PUEBLO PASADO.


Es común a los tres presidentes la referencia al país y al pueblo que antecede a sus mandatos. Los tres presidentes aluden a estos dos actores del sistema como parte del pasado. Para PAÍS PASADO asignan las siguientes cualidades: dependiente, equivocado, peregrino, derrochador, violento y desigual. Para PUEBLO PASADO asignan: bondadoso, sometido, corrupto y traicionado.

Cuando conforman la imagen que tenía el país en tiempos pasados recientes o remotos los presidentes coinciden en un solo atributo: la dependencia. Para todos ellos el país en el que gobiernan es libre, pero el anterior estaba sometido a: la colonia, el dictador de turno, a un sistema equivocado, a la oligarquía, al imperio, a organismos financieros internacionales. Así tenemos que para Monagas en 1849 el país había dejado atrás la dependencia: “Larga noche de desdichas dejamos en el seno del tiempo. En ella quedan la esclavitud colonial, la dominación necesaria de los Libertadores, el Tirano y la Oligarquía que les sucedieron; los males todos de la infancia social”. Mientras que Betancourt en 1960 se proponía la liberación de Venezuela: “El país [necesita] en la actualidad para dar un vigoroso impulso a la economía nacional que lo saque, de una vez por todas, de la situación de subdesarrollo y dependencia en que ha vivido”. Chávez en 2006 ya tenía consolidado el mismo plan: “Un nuevo modelo económico se ha asomado en el horizonte. Y viene de allá… de un sistema económico que no era, de un modelo absolutamente dependiente, ¡neocolonial!”.


En los discursos de José Tadeo Monagas el PAÍS PASADO también aparece retratado como peregrino, país infante y desdichado, débil, en tránsito, pobre y con muchas dificultades, al respecto en 1850 señala: “En una palabra, se ha atravesado un océano de penuria, de calamidad... de sangre para alcanzar la gloriosa regeneración que asegurará a Venezuela su dicha, su dignidad y su esplendor”. Pero también, con la cualidad de equivocado se registran las frases con las cuales Monagas describe a un país pasado que se vio envuelto en múltiples errores, los cuales sólo quedaron para corregirlos: “El pasado no es sino una lección y de ninguna manera un hecho trascendental en combinación con el presente. Esta fue una época de errores, de ensayos necesarios” (Memoria y Cuenta de 1855).

Para Betancourt, por otra parte, las cualidades de ese país que le antecede son la dependencia, la violencia y el derroche. En el mensaje de 1963 aseguraba que su gobierno democrático se prolongaría en el tiempo porque no era “Un interludio democrático en un país donde violencia y despotismo fueron signos negativo de la vida nacional” y en el de 1964 acusaba: “El país había vivido dentro del vértigo engañoso de una alegre y derrochadora política de gasto público no orientada hacia el desarrollo económico sano, ni al comienzo de solución de los problemas básicos del país”. La violencia referida al acto de gobernar, de conquistar el poder, el derroche referido a la mala administración de los recursos venezolanos.

Chávez, gobernante que mayor cantidad de atributos asigna a ese país del pasado, construye su representación de PAÍS PASADO con solo dos cualidades: la primera (dependiente) explicada supra, y la segunda la de desigual. Un país que era desigual, injusto, desequilibrado, se encontraba en el desastre, pero se hubiese podido mantener de la misma manera. Por ello la revolución lo libró de la muerte. El país era pobre. Las décadas y el siglo pasado fueron desastrosas. Y lo expresa con frases como la que pronuncia en su Memoria y Cuenta de 2000: “Estos problemas todos, esta lista de cosas, en cada uno de estos aspectos hay fallas estructurales profundas, sísmicas, una tragedia, un desastre en cada una de ellas, no hay ninguna que se salve del desastre”. También en 2001 hacía referencia a esta característica: “Queremos una Venezuela equilibrada dentro de un mundo equilibrado. Hemos pasado décadas de grandes desequilibrios, peligrosos desequilibrios, hacia adentro del país”. En el año 2009, al hablar de la pobreza de ese año, la compara con los índices alcanzados en la década de los 90 y dice: “Esos son


los años de la tormenta, las explosiones sociales, rebeliones, insurrecciones, violencia desatada”.

Menos frecuente que PAÍS PASADO es la representación que los mandatarios construyen de PUEBLO PASADO. De ese pueblo que ha vivido en un país corrupto, violento, dependiente, entre otros, se dice menos: Monagas, lo describe como bondadoso y sometido; Betancourt como corrupto y Chávez lo describe únicamente como un pueblo traicionado.

Del PUEBLO PASADO dice Monagas en 1849: “Dócil y bondadoso le había entregado el depósito de su confianza [a José Antonio Páez]”, de la cualidad de sometido en ese mismo discurso señala que su gobierno ha rescatado al Pueblo: “Rescatamos la gloria de los pueblos, la dignidad de los hombres, la verdad de la historia”. Por su parte, Betancourt señala en 1960 que ese Pueblo mantenía vicios que lo llevaban a mal administrar los recursos: “Mas no deben seguir distorsionando la economía venezolana los espejismos de la riqueza fácil. El facilismo que ha venido imperando debe cesar”. También acusa al GOBIERNO PASADO de haber sembrado malos hábitos de trabajo y de consumo. Sin embargo, Chávez asume que ese pueblo sufrió de traición, fue un pueblo traicionado, desasistido de parte del gobierno, manipulado, especialmente manipulado, para imponerle antivalores y borrar su memoria histórica: “Ellos son los nuevos libertadores; las nuevas libertadoras de un pueblo esclavizado durante muchos años por la pobreza, la miseria y la exclusión”, decía en el 2004. Señala también que al pueblo lo traiciona la oligarquía cuando Bolívar, lo vuelve a traicionar cuando Ezequiel Zamora y repiten la historia con el pacto de Punto Fijo: “Con esta Revolución Bolivariana debe concluir en Venezuela la historia de las traiciones al pueblo, que ya es bastante larga” (Chávez, 2008).


4.4. Referentes no comunes asignados al pasado


Quien utiliza en sus discursos mayor número de personajes, hechos e instituciones para retratar el pasado es Hugo Chávez Frías, de un total de nueve referentes registrados, comparte cinco con los otros dos jefes de Estado y cuatro los maneja con exclusividad. Recuérdese que de este mandatario se estudian 10 mensajes de Memoria y Cuenta de sus dos gobiernos, mientras de Betancourt los cinco correspondientes a su mandato y de Monagas los ocho de sus dos gobiernos.


Los cuatro actores del pasado exclusivos en el discurso de Chávez son:

AMÉRICA LATINA, DEMOCRACIA, ESTADO y OPOSICIÓN.


* Las descripciones que ofrece de América Latina se agruparon en un solo atributo: Busca caminos dignos. Para Chávez buscar caminos dignos significa buscar igualdad, justicia, paz, alejarse del modelo neoliberal, abrazar el modelo alternativo: el socialismo. Y para ese camino hacia la dignidad y la libertad América Latina debe estar unida. La categoría Busca caminos dignos también se relaciona con la representación que hace del pasado puesto que con ella en muchas ocasiones Chávez señala que América Latina rompe el pasado y decide reemprender un camino hacia la libertad, igualdad y justicia. Porque, según él, antes de su proyecto no existía ninguno de estos principios. Dice en 2003: “Los pueblos de este continente, oprimidos y dominados durante siglos se levantan de nuevo y ya nada ni nadie podrá acallarlos, buscando caminos de redención, buscando caminos de justicia, buscando caminos de dignidad”. Mientras en el mensaje de 2009 manifiesta: “Se está conformando un sólido grupo de gobiernos que apuntan en dirección totalmente contraria al consenso imperialista”.



* En los mensajes de rendición de cuenta del presidente Chávez también se observa la mención de OPOSICIÓN PASADA, pero referida a la oposición, que la lucha independentista, impedía la independencia del país y obstaculizaba la lucha de Bolívar, esa era una oposición criminal, responsable de la muerte de los héroes y de la pobreza del pasado. Esa oposición se había hecho presente en los primeros años de la gesta independentista y en las décadas que le siguieron. Así la definía: egoísta, porque quería todas las riquezas para ella. Traidora, porque traicionó a Bolívar: “Y los que mataron a Cristo son los mismos que mataron a Bolívar, las minorías privilegiadas”, acusaba en el mensaje de 2006. Esclavista, porque impidió la liberación de los esclavos. En resumen: “Querían la independencia, sí, pero para hacer usufructo de ella” afirma Chávez en la Memoria y Cuenta de 2008.


Discusión


La visión del pasado, que tienen los tres gobernantes, es semejante aun cuando sus relatos están separados en el tiempo y en el contexto sociopolítico. Al cruzar este resultado con los estudios que sobre la identidad del venezolano se realizan desde la sicología social, se confirma que esa representación, es una representación colectiva.

Torres (2009) encuentra también en su estudio un constante desconocimientos por parte de los líderes políticos de lo que en el pasado se ha logrado, pero a su vez también registra la autora esa nostalgia por la gloria pasada que en la presente investigación se refleja en el uso de la figura de los héroes de la Independencia como mártires, ejemplo, libertadores y sabios. La labor de mitificación de los tres presidentes se cumple, pues el pasado se transforma en un elemento de referencia familiar para el colectivo ya que los líderes trabajan con visiones semejantes en períodos y entornos sociopolíticos diferentes. Las representaciones que de las instituciones pasadas se ofrecen en estos relatos vienen entonces a formar parte de esa mediación que según Martín Serrano: “Está destinada a ofrecer seguridad sugiriendo que el cambio no afectará la continuidad del grupo” (2004, p. 163). Los cambios que puedan surgir o sugerir desde esos discursos se respaldan con valores o principios comunes presentes en el colectivo para dar la idea de la continuidad y el equilibrio que el mediador mantiene en su relato.


Para justificar la acción presente los presidentes José Tadeo Monagas, Rómulo Betancourt y Hugo Chávez mitifican al pasado de dos maneras. En primer lugar, describen el pasado próximo, como el tiempo de las equivocaciones y debilidades, un tiempo que debe ser reemplazado e incluso borrado. En segundo lugar, ubican otra etapa del pasado, un tiempo glorioso, el del proceso independentista, cuando los héroes lograron separar la Capitanía General de Venezuela de la Corona Española. Ese es el tiempo que se debe rescatar y de allí se deben retomar los ideales que dirijan el presente.

Algunas de las inferencias que posibilitan los resultados del análisis pueden estar en consonancia con observaciones que cabe encontrar en los estudios sobre la identidad del venezolano. Una parte de este tipo de estudios, (Capriles, 2011; Torres, 2009; Viso, 2012) coincide en señalar que, para los líderes políticos de la etapa republicana de Venezuela (que comienza en 1830 cuando Venezuela se separa de la Gran Colombia), el pasado es una etapa que debe ser superada, cargada de errores y equivocaciones. Al respecto Viso señala: “Los hombres que legislan o toman cualquier tipo de medidas administrativas casi siempre (…) de un lado desdeñan los antecedentes por desprecio al pasado; y, de otro, sienten la necesidad compulsiva de cambiar un estado de cosas” (2012: 108).

Tal y como sostiene Torres los estudios sobre el pasado que se realizan desde diferentes disciplinas permiten obtener “acercamientos distintos a la lectura de la construcción imaginaria del pasado en la sociedad, y en la diversidad de esa sociedad” (2009: 17). En este artículo se ofrece un análisis de la lectura del pasado dibujada por tres mandatarios venezolanos en su discurso anual ante el Parlamento, entendido como discurso mediador que se produce en determinadas circunstancias históricas.


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Esta revista fue editada en formato digital y publicada en junio de 2017, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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