Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
operación minera donde se asienta una población de alrededor de 60.000
habitantes. Esta área comprende las comunidades de Remedios, Roche,
Patilla, Chancleta, Las Casitas, Papayal y Nuevo Oreganal. Es de
importancia notar que los resguardos indígenas son denominados Cuatro
de Noviembre, Lomamato, El Cerro, Trupio, Gacho, Provincial, San
Francisco y Tamaquito, constituyendo el Departamento de la Guajira, el
espacio geográfico con la mayor población indígena de Colombia.
Según EL INFORME DE SOSTENIBILIDAD DEL
CERREJON (2018) los pueblos o etnias presentes son diversos, tales
como Wayú, Arhuaco, Arzario y Kogui, asentados en más de 25 resguardos
en 11 municipios. La etnia predominante es la Wayú, una comunidad
seminómada que aún conserva sus tradiciones ancestrales.
Es importante observar que los guajiros conforman un pueblo
ancestral, anclado en la Guajira, la cual se encuentra conformada por una
sociedad caracterizada por su diversidad étnica y cultural: indígenas,
criollos, blancos y afrodescendientes que conviven en este articular rincón
del Caribe. El pueblo Wayú es el grupo étnico mayoritario, con cerca del
45% de los pobladores a nivel nacional. Por otro lado, la población
conjunta de criollos y blancos alcanza cerca de un 40%, en tanto que los
afrodescendientes constituyen un 15% (DANE, 2017). Tradicionalmente,
la Guajira evoca distintas simbologías representadas en su propio pueblo
wayúus, en el desierto, cardonales, sal, artesanías y vallenato.
De igual importancia se observa que, a partir de una Ordenanza
Departamental su lengua, el Wayuunaiki, declarada en 1992 idioma
cooficial de La Guajira y Uribia, donde La Guajira se constituye en el
Departamento donde se concentra el mayor número de Wayú, por lo que
se considera la capital indígena de Colombia.
Alarcón (2018) señala la antropología del pueblo Wayú, al indicar
que posee gran vitalidad cultural y movilidad, ocupándose de variadas
actividades sociales y productivas tales como el pastoreo de los rebaños,
de la administración de las propiedades, la búsqueda de empleo en las
zonas urbanas, el abastecimiento en los mercados, el contacto familiar y la
celebración de ritos de interacción social.
Dentro de su estructura socio-organizativa, refiere también
ALARCON (2018) que el pueblo Wayú conforma grupos de
descendencia matrilineal, asociados en clanes (E’irükuu) y linajes (Apüshi).
Esta forma de organización, caracterizada por subdividirse en clanes
matrilineales dispersos, unidos por un vínculo ancestral, con una