Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
mismo. Sin embargo la etimología común superficializa el sentido real de
ambos conceptos. Es preciso considerarlos en su origen.
La “Ética” parte de la razón y “se refiere al estudio filosófico de la
acción y conducta humana considerado en su conformidad o
disconformidad con la recta razón o como la ciencia que ordena los actos
libres del hombre” (RODRÍGUEZ RUIZ, 2015: 19). En este sentido,
entonces, desde la perspectiva de la ética de la investigación, esta tiene
que ver con la conducta conforme o disconforme del investigador en
función de la realidad investigada con sus referentes axiológicos y código
deontológico.
Podemos decir que cuanto el hombre haga mediante decisiones
libres cae en el terreno de lo ético. Así puede ser presentado el acto
humano. Sólo los actos humanos son éticos; no así los actos de
hombre. La ética estudia los actos humanos, conscientes y voluntarios,
no los actos del hombre, inconscientes e involuntarios, en los cuales no
hay libertad de decidir y actuar (RODRÍGUEZ RUIZ, 2015).
A primera vista acto humano y acto de hombre se equivalen, pero,
al contrario, se niegan. Acto de hombre es el que realiza el hombre sin
que medie para nada su libre decisión. Cuando un hombre respira o
cuando el corazón le late, o cuando obra sonámbulamente, cuando ve,
escucha o huele se hace con ausencia absoluta de decisión por su parte,
aunque la inteligencia está activa. “Muchas cosas impuestas por la
naturaleza, agrega ARISTÓTELES, las hacemos y las padecemos
sabiéndolas, y de las cuales, sin embargo, ninguna es voluntaria ni
involuntaria, como envejecer y morir” (ARISTÓTELES, 2000).
De hecho, cuando se habla de ética se refiere sustancialmente a la
acción, a la conducta, al proceder. Desde Aristóteles, recuerda Nohl, que
fue quien la forman en disciplina independiente suele entenderse por
“ética” la parte de la filosofía que mira al valor de la conducta
humana; no al “hacer”, sino al “obrar” (NOHL, 1958).
Consecuentemente, el protagonista de la ética es el hombre, ya que él es
el principio de sus actos. El acto humano es individual. Sólo los actos
humanos son éticos, no así los actos de las personas jurídicas.
Por lo tanto, una conducta ética por parte de un investigador
podría ser entre tantas, la honestidad, tema muy actual en el mundo
político. Decía CROCE al respecto, (1967: 133), que el político honesto
es el político capaz. Por ende, el médico, el maestro, el investigador
honesto es capaz. La honestidad, por ejemplo, de un médico radica en su