Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación
Centro de Estudios Filosócos
“Adolfo García Díaz”
Maracaibo - Venezuela
Esta publicación cientíca en formato digital
es continuidad de la revista impresa
Depósito legal pp 197402ZU34 / ISSN 0798-1171
Dep. Legal ppi 201502ZU4649
99
2021-3
Septiembre-Diciembre
I. ÉTICA, GLOBALIDAD CRÍTICA Y BIENESTAR HUMANO
II. DIMENSIÓN EPISTÉMICA Y DESARROLLOS CULTURALES
III. LA EDUCACIÓN EN CONTEXTO INTERCULTURAL Y
DECOLONIAL
IV. REPENSAR LA EDUCACIÓN SUPERIOR: TEORÍAS Y
PRÁCTICAS
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Revista de Filosofía
Vol. 38, N°99, (Sep-Dic) 2021-3, pp. 292 - 303
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
Corrupción en América Latina:
Dimensiones filosóficas para su evaluación
Corruption in Latin America:
Philosophical Dimensions for Evaluation
Ena Cecilia Obando Peralta
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5734-6764
Universidad Privada Antenor Orrego
Trujillo - Perú
Jeri Gloria Ramón Ruffner de Vega
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5951-6197
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Lima - Perú
Angela María Rincón Martínez
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4208-951X
Universidad Privada Antenor Orrego
Trujillo - Perú
________________________________________
Recibido 12-07-2021 Aceptado 05-10-2021
Resumen
La presente investigación tiene por objetivo analizar el fenómeno de la corrupción
desde una perspectiva filosófica, distanciándose de los enfoques tradicionales de la teoría
política contemporánea. Para lograr tal fin, el artículo se centra en los siguientes aspectos:
1. Presenta una conceptualización de la corrupción, tomando como referente la
categorización de lo privado y lo público ofrecida por la filosofía política, indicando que es a
partir de la tergiversación de estos conceptos cuando la corrupción toma dimensiones más
complejas. Esta realidad se ve acentuada por el secuestro del Estado, el auge de la burguesía
y la aparición del capitalismo como sistema económico hegemónico, impuesto por la
globalización. 2. Señala los factores estructurales, institucionales y culturales que configuran
la corrupción en América Latina, lo cual incide negativamente en la consolidación de las
democracias regionales. 3. Muestra cómo la distorsión de la esfera pública y privada amplia
el problema de la corrupción, promoviendo la marginación, exclusión y otra serie de
patologías sociales que entran en conflictividad con los derechos humanos universales. El
trabajo no pretende sentar una posición definitiva sobre el tema, sino ofrecer insumos
teóricos para fomentar el debate y servir de referente en esta amplia discusión.
Este trabajo está depositado en Zenodo:
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.5646586
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 293
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Palabras clave: corrupción; esfera pública; esfera privada; capitalismo; democracia;
derechos humanos.
Abstract:
This papper aims to analyze the phenomenon of corruption from a philosophical
perspective, distancing itself from the traditional approaches of contemporary political
theory. To achieve this end, the article focuses on the following aspects: 1. It presents a
conceptualization of corruption, taking as a reference the categorization of the private and
the public offered by politics, indicating that it is from the misrepresentation of these
concepts when corruption takes on more complex dimensions. This reality is accentuated by
the kidnapping of the State, the rise of the bourgeoisie and the appearance of capitalism as
a hegemonic economic system, imposed by globalization. 2. Points out the structural,
institutional and cultural factors that shape corruption in Latin America, which has a
negative impact on the consolidation of regional Democrats. 3. It shows how the distortion
of the public and private sphere widens the problem of corruption, promoting
marginalization, exclusion and other series of social pathologies that conflict with universal
human rights. The work does not pretend to establish a definitive position on the subject,
but rather to offer theoretical inputs to encourage debate and serve as a reference in this
broad discussion.
Keywords: corruption; public sphere; private sphere; capitalism; democracy; human
rights.
Introducción
La problemática de la corrupción ha sido recurrente en América Latina, teniendo un
crecimiento exponencial en la década de los noventa del siglo pasado, que junto a otros
factores adversos, genera constantes tensiones en la realidad social. Estos factores se ven
favorecidos por la explosión demográfica, la aparición de las tecnologías de la información
y comunicación y la actitud instrumental frente a la naturaleza
1
, respondiendo a una lógica
eurocentrada, con connotaciones epistémicas, políticas y ontológicas, propias de la
modernidad occidental.
La modernidad codifica la existencia a nivel global, crea patrones de opresión,
exclusión y marginación social, fomentando la aparición de escenarios asimétricos, prácticas
ilícitas y situaciones humanas desfavorables. Esta realidad adquiere mayor auge y presencia
a través del avance de la globalización de la información, lo que ha permitido visibilizar,
pero, a la vez, ampliar prácticas de corrupción, creando redes internacionales, por medio de
1
Cfr. ESTÉVEZ, Alejandro. “Reflexiones teóricas sobre la corrupción: sus dimensiones política, económica y
social”. Revista Venezolana de Gerencia, Vol. 10, N° 29, 2005.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 294
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las cuales operan diversos sistemas financieros, con nuevas modalidades de fraudes y
paraísos fiscales
2
.
Este fenómeno ha sido analizado ampliamente, ya que ocupa un lugar preponderante
dentro de los escenarios políticos latinoamericanos, convirtiéndose en un impedimento
tangible para la consolidación de una democracia efectiva, impactando negativamente en el
desarrollo de los procesos democráticos, en el ordenamiento político, económico y social.
Esto obliga a tomar directrices en búsqueda de una reestructuración política desde los
cimientos de la sociedad, con cambios que incidan cualitativa y cuantitativamente en el
desplazamiento de la corrupción, teniendo miras en la formación de una sociedad más justa
y equilibrada, garante del bien común, la dignidad humana y los derechos humanos
fundamentales
3
.
I. Conceptualización teórica
La corrupción es un tema altamente controvertido, pero que no prescinde de una
categorización filosófica. Trastorna el ámbito de acción en la que se desenvuelven los hechos
humanos, por lo que su definición no puede ser enfocada desde una sola arista, sino que
abarca aspectos tangibles (económicos, sociales, financieros, políticos) pero, a la vez,
asuntos inmateriales (morales). Se asocia con toda acción u omisión de diversos actores que
lleguen a confundir lo público con lo privado, con la finalidad de obtener beneficios propios
4
.
Distinguir la esfera de lo público y lo privado, no es novedoso dentro de la historia de la
filosofía, particularmente para la filosofía política. A partir de esta conceptualización teórica,
la corrupción tendrá diversas connotaciones de acuerdo a la sociedad o época donde se
defina, teniendo en común el uso indebido de los medios o recursos públicos para beneficio
privado
5
.
Para los antiguos griegos, señala Hannah Arendt
6
, la organización político-ciudadana
era fundamental, empero, también distinta al ordenamiento natural, enfocado en la
atención de la vida privada (familiar y doméstica). Lo privado atendía a los instintos básicos
del ser humano, a sus deseos y requerimientos de alimentación, producción y reproducción
de la vida; se trata, en última instancia, de satisfacer las necesidades vitales del hombre, así
como asegurar, mediante el trabajo, la supervivencia de la especie, siendo un factor
primitivo y pre-político que caracterizó, durante siglos, la existencia. Esta distinción
permitió llevar a cabo una vida independiente, donde lo privado se encontraba separado lo
2
Cfr. Ibíd.
3
Cfr. PASTRANA VALLS, Alejandro. “Estudio sobre la corrupción en América Latina”. Revista mexicana de
Opinión Pública. N° 27, 2019.
4
Cfr. ESTÉVEZ, Alejandro. “Reflexiones teóricas sobre la corrupción: sus dimensiones política, económica y
social”. Op. Cit.
5
Cfr. FRAGOSO LUGO, Lucero. “La corrupción desde el mirador republicano: Un concepto filosófico”. En-
claves del pensamiento. Vol. 13, N° 25, 2019.
6
Cfr. ARENDT, Hannah. La condición humana. Editorial Paidós, Barcelona, 1993.
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público o político. En este sentido, Arendt, considera la vida pública como el mundo de la
libertad, libre de la violencia del estado pre-político, donde los individuos podían hacer uso
de su racionalidad, de las acciones y del logos político, dejando huella en el paso de la
historia
7
.
En la Modernidad, la aparición del Estado da un nuevo sentido a lo público, asociándole
con autoridad, administración y gobierno territorial; mientras que, el ámbito privado
continuaba asociándose con lo familiar, lo doméstico y la vida íntima. No obstante, el
surgimiento del liberalismo económico remueve los cimientos de estas categorizaciones: por
un lado, da un marcado impacto de lo social, donde se busca la producción de bienes y
servicios, así como elementos esenciales para la supervivencia, lo cual, trata de desplazar lo
privado hacia lo público, con miras de avanzar en búsqueda de intereses comunes. Por otro
lado, el sistema de producción capitalista llevó a la acumulación de bienes, a nuevas
prácticas comerciales, al avance en materia de información, conformando una nueva esfera
de acción, codificada por los intereses de la burguesía, modificándose la concepción del
ámbito privado que se tenía. A partir de este momento, Estado y burguesía, coexistieron en
tanto ejercían prácticas y actividades comerciales, teniendo sus proyectos de acción social
diferente, pero con la misma finalidad: el progreso. Por esta razón, comienza a darse una
amalgama de lo público (Estado) con los intereses privados (burguesía), generándose una
pugna política por el ejercicio del poder
8
.
En sus inicios, el Estado moderno se definió como una entidad plenipotenciaria, que
agrupaba el poder político y militar, con la potestad de delegar sus funciones en diversas
instancias, garantizando una serie de derechos fundamentales a los ciudadanos. En
contraparte, la presión del liberalismo burgués, así como otros condicionantes sociales,
afectaron las formas de conducir éticamente al Estado y sus ciudadanos
9
.
En la actualidad, la globalización ha redefinido las relaciones de lo público con lo privado
de acuerdo a sus intereses. En medio de ello, los procesos globales rompen el ordenamiento
del Estado, limitando sus competencias, fragmentando su poder de una forma desigual e
ilegitima. De esta manera, los diversos actores que hacen vida en una nación, se encuentran
afectados por fenómenos sociopolíticos, promovidos por las grandes transnacionales, que
ejercen presión económica, política, social y cultural, afectando las dimensiones de lo
público y lo privado. En efecto, la globalización pretende configurar una lógica
omniabarcante, con esferas de acción que desdibujen los límites entre los asuntos públicos
y privados; es decir, adecuarse a redes de producción global, que tienen como fin promover
la hegemonía del mercado a nivel mundial
10
.
7
Cfr. THOMPSON, John. “Los límites cambiantes de la vida pública y la privada”. Comunicación y Sociedad,
N° 15, 2011.
8
Cfr. Ibíd.
9
Cfr. Ibíd.
10
Cfr. BLANCO SUÁREZ, Jorge. “Globalización y reconfiguraciones de lo público-privado: ¿Hacia una esfera
pública de lo global?” Tabula Rasa, N° 19, 2013.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 296
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La globalización lleva a la pugna de diversos actores; enfrenta al Estado y a los
representantes de la burguesía por el poder comercial, económico y político a nivel
territorial. Es una disputa por el dominio del mercado, de las relaciones internacionales y
por la acumulación de capital. Esto deja en evidencia que el fenómeno de globalización es
un proyecto político macro, que impulsa al capitalismo como sistema hegemónico,
concentrando su poder en Europa, Estados Unidos y Japón, teniendo su contraparte en
potencias emergentes como Rusia, China o la India. Sin embargo, conocer esta realidad no
alivia las tensiones a nivel global; por el contrario, las luchas por la superioridad siguen
dándose de manera planetaria, desplazando a naciones periféricas o llamadas del tercer
mundo a escenarios asimétricos, disimiles y llenos de tergiversación en materia económica
y social
11
.
La reconfiguración de lo político a nivel global tiene efectos adversos en materia de
corrupción. Para Estévez
12
, la corrupción va afectando progresivamente el funcionamiento
del Estado, en tanto que impide implementar políticas coherentes con la realidad social,
distribuir recursos económicos de manera equitativa y trazar planes de acción social que
afecten positivamente las naciones; de igual forma, alienta la aparición de trámites
burocráticos, inseguridad en las transacciones, pérdida de confianza entre entes estatales y
ciudadanos. Por ende, la corrupción se percibe como un problema de justicia social que, más
allá de sus actores, amenaza los sistemas democráticos, reduciendo el poder del Estado,
dando paso a una racionalidad cargada de antivalores.
Este nuevo marco de relaciones es impuesto por el mercado, las transnacionales y las
multinacionales, teniendo soporte en instituciones como el Fondo Monetario Internacional
(FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estos
organismos fijan las pautas del ordenamiento económico a nivel local y global.
Consecuentemente, el papel del Estado se ve debilitado, su autonomía se ve desplazada y se
ve forzado a adaptarse a un nuevo sistema operacional que funciona de forma desigual
13
,
generando brechas sociales, deficiencias en el sistema político, democracias incipientes,
pérdida de legitimidad y, finalmente, el secuestro del Estado
14
.
El Estado, al encontrarse tutelado por el mercado, pierde su autonomía y legitimidad, en
medio de esto, empresas e individuos hacen uso de su poder para condicionar las agendas
políticas a nivel global, instalando a personas clave dentro de cargos relevantes en la
administración pública. La apropiación del Estado lleva al máximo los niveles de corrupción,
desplazando la legalidad jurídica al implementar políticas, legislaciones, regulaciones y leyes
para obtener ventajas privadas
15
.
11
Cfr. Ibíd.
12
Cfr. ESTÉVEZ, Alejandro. “Reflexiones teóricas sobre la corrupción: sus dimensiones política, económica y
social”. Op. Cit
13
Cfr. BLANCO SUÁREZ, Jorge. “Globalización y reconfiguraciones de lo público-privado: ¿Hacia una esfera
pública de lo global?” Op. Cit.
14
Cfr. ESTÉVEZ, Alejandro. “Reflexiones teóricas sobre la corrupción: sus dimensiones política, económica y
social”. Op. Cit
15
Cfr. Ibíd.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 297
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II. Corrupción en américa latina
Desde un punto de vista histórico, la corrupción en América Latina tiene su origen en el
surgimiento de estructuras de poder, donde la socialización y la propiedad privada definen
un nuevo ordenamiento, una sociedad capitalista que le dio un impulso sin precedentes a
este fenómeno social. En este orden de ideas, la corrupción se perfiló como la manipulación
del poder con el fin de obtener beneficios privados, comportamiento que se ha mantenido a
lo largo de los años, aunque se haya modificado a través de diversos enfoques económicos,
sociales, culturales y políticos. Es una patología social que se reproduce ante la debilidad del
Estado, de las instituciones públicas y por la falta de sentido de pertenencia de los
ciudadanos hacia su nación
16
.
En los actos de corrupción se ven implicadas instituciones y funcionarios del Estado, lo
que ayuda a la aparición de redes burocráticas, con actores particulares, empresas,
ciudadanos, clientes, entre otros. Desde esta visión, la corrupción distorsiona la relación del
trabajo gubernamental, en la que los intereses individuales se anteponen a los intereses
públicos (del Estado)
17
. En otras palabras, la corrupción es una anomalía social que trastoca
los cimientos de la sociedad, afectando realidades materiales (económicas, sociales,
políticas) o inmateriales (morales), dado que tiene una gran amplitud y abarca varias
dimensiones de lo humano
18
Este tema no puede separarse de los problemas sociales que aquejan a las naciones del
Sur. Según Pastrana
19
, existen tres factores esenciales a la hora de conceptualizar la
corrupción en Latinoamérica:
Factores culturales: donde se señalan los niveles de corrupción a partir de la
manera que los ciudadanos interactúan con otros ciudadanos. En este sentido, los
individuos son proclives a fomentar prácticas corruptas, en tanto asumen que el
sistema de justicia y la ley son susceptibles de sobornos.
Factores estructurales: resalta la importancia de las brechas sociales en el avance
de la inequidad y en procesos de corrupción económica.
Factores institucionales: destaca cómo la corrupción se acrecienta en la medida
que las instituciones no son capaces de adoptar medidas eficaces para conducir la
16
Cfr. ARTEAGA, Ana María. “¿Es la corrupción la causa de la pobreza?” En: RINCÓN PATIÑO, Rafael.
Corrupción y Derechos Humanos: estrategias comunes para la transparencia y contra la impunidad. IPC,
Instituto de Capacitación de la corporación de Promoción Popular, Medellín, 2005.
17
Cfr. BLANCO SUÁREZ, Jorge. “Globalización y reconfiguraciones de lo público-privado: ¿Hacia una esfera
pública de lo global?” Op. Cit.
18
Cfr. GALLI, Carlos María. “La Corrupción Como Pecado Social” . En FARREL, G; GARCÍA DELGADO, D.;
FORNI, F. Argentina, Tiempo de Cambios. Ediciones San Pablo, Buenos Aires, 1996.
19
Cfr. PASTRANA VALLS, Alejandro. “Estudio sobre la corrupción en América Latina”. Op. CIt.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 298
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sociedad. Esto da como resultado un famélico estado institucional, con normativas
caducas y poco probables de implementar.
Ahora bien, el autor considera que todos estos factores no logran explicar la creciente
arremetida de la corrupción política en América Latina. Los escenarios cotidianos reflejan
esta realidad: crecientes denuncias sobre ilegalidades, tratos ilícitos, denuncias a
funcionarios públicos, normalizando prácticas tergiversadas dentro de la administración
estatal
20
. Esto tiene un marcado trasfondo político. Para Weyland
21
, la corrupción registra
mayores niveles en democracias que han nacido como alternativas a los regímenes
autoritarios, siendo que la democracia debe consolidar todo un sistema diferente,
desplazando el anterior, por lo cual, se da el paso a la privatización de importantes empresas,
lo cual incide en la obtención de réditos ilegales y la acumulación de capitales; por otro lado,
surge la tergiversación de los líderes populares; es decir, la popularización del líder o los
líderes que, gracias a su carisma, obtienen regalías personales, sin fomentar un trabajo
genuino en pro de las comunidades.
Para Salas
22
, no existe un estudio científico que pueda validar enteramente el nivel de
corrupción en latinoamericana, dado que no es un fenómeno nuevo, sino que existe desde
siglos atrás. Empero, su auge coincide con la aparición de propuestas anticorrupción en los
años noventa, donde actores internacionales, como la Organización de Estados Americanos
(OEA), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OECD), se preocuparon por fortalecer los debates en torno el
tema, mientras que, paralelamente, se crearon agencias anticorrupción, promoviendo el
gobierno electrónico, la declaración de bienes y propiedades, creando leyes para mejorar la
transparencia en la compras y demás transacciones públicas.
Pese a estos mecanismos para enfrentar la corrupción, la misma quiebra el ordenamiento
de las democracias latinoamericanas desde adentro, fracturando las relaciones de los
ciudadanos con las instituciones públicas. Lleva a la ingobernabilidad y al incumplimiento
de los principios republicanos que deben regir a una nación. Este hecho se ve fortalecido por
la mala percepción de los ciudadanos con respecto al liderazgo político, la falta de sentencias
en materia de delitos burocráticos, el creciente índice de criminalidad, injusticia y
desigualdad social, así como la falta de legitimidad del poder judicial al no tomar medidas
contundentes contra estos hechos
23
.
Esto tiene un efecto adverso en las democracias regionales, sobre todo al acentuarse las
demandas sobre malversación del erario público y del uso ilegitimo de la autoridad para
20
Cfr. Ibíd.
21
Cfr. WEYLAND, Kurt. “The Politics of Corruption in Latin America”. Journal of Democracy. N° 9, 1998.
22
Cfr. SALAS, Alejandro. “Un análisis de la corrupción en América Latina”. Revista Internacional
Transparencia e Integridad. N° 2, 2016.
23
Cfr. PASTRANA VALLS, Alejandro. “Estudio sobre la corrupción en América Latina”. Op. CIt.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 299
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alcanzar beneficios de índole privado
24
. Al sistematizarse, la corrupción tiende a afectar los
derechos de los ciudadanos, en particular en los sectores más vulnerables, que requieren de
protección estatal para atención de sus necesidades básicas. Por tal motivo, la malversación
de los fondos públicos repercute a la hora de dar atención prioritaria a las clases desposeídas,
así como a la financiación de obras de interés social, lo que lleva al menoscabo de la dignidad
humana, de las condiciones de vida de las personas y a la violación de los derechos
elementales como a la educación, la salud, la vivienda, el empleo, la protección de la mujer,
niños, adolescentes, entre otros
25
.
América Latina no escapa de los avances de la globalización hegemónica ni de los
métodos de regulación económica impuestos por el capitalismo. El patrimonio público de
sus naciones se ha venido convirtiendo, de manera progresiva, en bienes privados,
ajustándose a políticas económicas globales. Esto ha tenido serias repercusiones, entre ellas
el desbordamiento de actos ilícitos, el desmantelamiento del Estado y las privatizaciones de
grandes empresas de interés social. Por este motivo, al hacer referencia a la corrupción,
señalamos una macro realidad, una estrategia global que asume control sobre el Estado, la
sociedad y la economía, teniendo como telos obtener beneficios privados, en perjuicio de los
intereses de las naciones y de sus ciudadanos
26
.
La corrupción se ha ido manifestando como un fenómeno descontrolado; ha superado la
capacidad del Estado para hacerle frente, trayendo profundas preocupaciones en sectores
desprotegidos, así como en diversos colectivos y movimientos sociales. Es la principal
responsable de la asfixia económica de diversas naciones del continente, generando un clima
de inseguridad, desempleo, violencia, xenofobia, baja calidad en los servicios públicos, entre
otros. A nivel ético, el mayor de los problemas es la tolerancia hacia la misma, en especial en
el plano político; en otras palabras, los ciudadanos adecuan su vida y sus acciones en torno
a todo un engranaje axiológico corrompido y un sistema que confunde la esfera de lo privado
con lo público
27
.
El mayor ejemplo de ello es la burocracia administrativa, el desorden estatal, la
impunidad, la poca cooperación judicial, la creación de paraísos fiscales, la sobreexplotación
de la figura de inmunidad y del derecho al asilo político, la privatización excesiva de
empresas, la falta de cultura fiscal, las debilidades institucionales y democráticas, dejando
en evidencia la falta de control del Estado sobre dicha realidad. A este escenario se suma, la
apertura al libre mercado, creando oportunidades para la apropiación de rentas, el
24
Cfr. RAMOS ROLLÓN, Marisa; ÁLVAREZ GARCÍA, Francisco. “El control de la corrupción en América
Latina: agenda política, judicialización e internacionalización de la lucha contra la corrupción”. Fundación
Carolina, Documentos de Trabajo, 2° Época, N° 11, 2019.
25
Cfr. HERRÁN VARGAS, Jairo. “El desafío enorme de la transparencia”. En: RINCÓN PATIÑO, Rafael.
Corrupción y Derechos Humanos: estrategias comunes para la transparencia y contra la impunidad. IPC,
Instituto de Capacitación de la corporación de Promoción Popular, Medellín, 2005.
26
Cfr. ISAZA GÓMEZ, Omar. “Corrupción, captura del Estado, y privatizaciones: tres formas ilegítimas de
apropiación de lo público”. En: RINCÓN PATIÑO, Rafael. Corrupción y Derechos Humanos: estrategias
comunes para la transparencia y contra la impunidad. IPC, Instituto de Capacitación de la corporación de
Promoción Popular, Medellín, 2005.
27
Cfr. ARTEAGA, Ana María. “¿Es la corrupción la causa de la pobreza?” Op. Cit.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 300
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surgimiento de nuevos sistemas de corrupción complejos, organizados y casi imposibles de
detectar
28
.
III. Corrupción y derechos humanos
La corrupción muestra una serie de efectos colaterales sobre la población, entre ellos
podemos mencionar: la pobreza, la exclusión, el desplazamiento humano, entre otros. Estos
condicionantes, junto a democracias endebles, son los principales detonantes para la
violación de los derechos humanos en América Latina, siendo un problema multifocal:
ciudadano, estatal, jurídico, político, económico, sociológico, filosófico, que requiere de
atención, estudio, pero, principalmente, de acciones contundentes para frenar su avance. Al
ser el Estado responsable del bienestar de sus integrantes, debe intervenir en favor de
garantizar los derechos elementales, ideando mecanismos que permitan lidiar con los
problemas de índole local y, a la vez, hacer frente a las crecientes presiones de la sociedad
global
29
.
Al enfocarse en el plano político, la corrupción se refiere al abuso del poder, asociándose
directamente con el decaimiento de los derechos y libertades de los individuos dentro del
Estado. Esto se ve magnificado cuando los vínculos entre lo privado y lo público se
tergiversan, inclinando la balanza hacia lo privado, a la apropiación ilícita de capital y al
beneficio personal sobre los intereses sociales. La corrupción lleva al enriquecimiento
económico personal, comercial, político o social, incidiendo en el derecho a bienes y servicios
de terceros excluidos, generando fisuras en el sistema de justicia, en los ordenamientos
éticos humanos, no limitándose a efectos económicos, sino que se extiende los daños a la
sociedad civil, a la democracia, a las instituciones y a la credibilidad que las mismas deben
tener
30
.
En América Latina, el análisis en materia de derechos humanos surge en la esfera pública
asociado a actos de corrupción, dictaduras y gobiernos militares y paramilitares autoritarios.
No obstante, no es hasta el siglo XX cuando la corrupción se convirtió en un fenómeno
generalizado, que atentaba abiertamente contra los derechos humanos. Ante ello, los
ciudadanos exigían acciones contundentes, la adecuación de los sistemas judiciales, así
como mejoras en el poder legislativo y en las instituciones estatales. De esta manera, en
Latinoamérica comenzaron a formarse las agencias anticorrupción, a darse reformas
28
Cfr. Ibíd.
29
Cfr. Ibíd.
30
Cfr. COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (CIDH). “Corrupción y Derechos
Humanos”. OEA, 2019. Documento disponible en:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/CorrupcionDDHHES.pdf
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judiciales y penales, a introducirse leyes y códigos de ética que penaban y sancionaban la
corrupción
31
.
En la actualidad, la corrupción continúa actuando de forma elusiva, reasignando los
recursos públicos de forma encubierta a sectores no productivos, incidiendo en el quiebre
de legitimidad institucional, en la pérdida de inversión extranjera, en el debilitamiento de
las empresas y cooperativas nacionales, en la formación de profesionales, en la pérdida de
confianza en las instituciones, entre otros. Empero, el mayor de los daños se ve en las
personas, en sujetos reales desplazados, invisibilizados y marginalizados por las redes de
corrupción a nivel mundial. Más allá de afectar los derechos en casos individuales, se
presenta como un obstáculo estructural para el ejercicio de los derechos humanos
elementales
32
.
El efecto negativo de la corrupción puede verse en personas reales, impactadas por la
supresión de sus derechos, específicamente en materia de derechos sociales, económicos y
culturales. La disminución de fondos destinados a la inversión social, la asignación
fraudulenta de contratos, la poca celeridad en dictámenes judiciales, detienen los procesos
y la autonomía de los poderes que deben caracterizar a un Estado democrático, donde
diversas instituciones, personas, jueces, fiscales, policías, y todo tipo de funcionarios
públicos, intervienen en actos ilícitos, vulnerando el derecho a los debidos procesos,
acarreando en el incumplimiento de las obligaciones del Estado sobre la vida, libertad e
integridad de las personas. Por consiguiente, la corrupción altera el principio de igualdad,
que incluye la dignidad humana, la no discriminación, el trato igualitario a trabajadores,
migrantes, pueblos indígenas, mujeres, entre otros. Condiciona un entramado de prácticas
sociales complejas, donde la alteridad no goza de los mismos derechos que el resto de la
sociedad, desplazando a los vulnerables, que no tienen la capacidad de defenderse del abuso
de poder, producto de la ilegalidad de los sistemas de corrupción
33
.
La desigualdad social genera estereotipos perjudiciales; fomenta la cultura de
dominantes y oprimidos, cercenando el derecho de las poblaciones al acceso a instituciones
económicas, políticas, sociales, educativas, culturales y sanitarias y a la representación digna
ante ellas. Esto permite el avance del clientelismo, además de fortalecer prácticas criminales,
tales como: tráfico de migrantes, prostitución, violencia de género, ejecuciones
extrajudiciales, por citar algunos
34
.
Las diversas patologías sociales en América Latina tienen altos niveles de complejidad;
son un problema real para la gobernabilidad, así como para la democracia. La corrupción
lleva al levantamiento de voces que buscan ser escuchadas, que señalan cómo la injusticia,
inequidad y exclusión social han llevado al deterioro del trabajo y el desempleo, el aumento
31
Cfr. RAMOS ROLLÓN, Marisa; ÁLVAREZ GARCÍA, Francisco. “El control de la corrupción en América
Latina: agenda política, judicialización e internacionalización de la lucha contra la corrupción”. Op. Cit.
32
Cfr. NASH ROJAS, Claudio. Corrupción y Derechos Humanos: una mirada desde la jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Universidad de Chile, 2014.
33
Cfr. Ibíd.
34
Cfr. Ibíd.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 302
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(CC BY-SA 4.0)
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de la pobreza y brechas sociales, carencias en la salud pública, educación deficiente, quiebre
en los núcleos familiares, aumento del crimen y las redes de extorsión, exclusión,
pauperización social. Estos indicadores evidencian el problema humanitario en la región,
agravado en la medida que las prácticas económicas del capitalismo y la lógica de la
modernidad avanzan
35
.
La corrupción afecta el reconocimiento de la dignidad humana, cualidad intrínseca a
todo individuo, que sobrepasa a todo precio o valor que pueda adjudicarse a algún bien
36
. Al
tratarse de un tema que atenta contra la dignidad de las personas, se convierte en un tema
de interés filosófico. En materia de derechos humanos, afecta el orden económico y social
de las naciones, fomenta la cultura de la violencia, cercena el derecho al trabajo, la
educación, a la satisfacción de las necesidades básicas, al ocio, la ciencia, el arte, la
tecnología. Hace imposible avanzar hacia sociedades equilibradas, con acceso a servicios
elementales. Por tal motivo, la erradicación de la corrupción, sigue siendo una agenda
pendiente para las naciones del Sur y un reclamo permanente de aquellas personas
indigentes, sin acceso a la salud, mujeres maltratadas, niños sin escolarización, sujetos
reales, afectados directamente por los quiebres sociales
37
.
Consideraciones finales
La presente investigación abordó el tema de la corrupción desde una perspectiva
filosófica, apoyado por el método hermenéutico para su análisis e interpretación,
apartándose de la visión convencional que la teoría política actual tiene sobre el tema. El
mismo no pretende ser conclusivo, sino servir como orientación teórica al señalar cómo
estructuras viciadas de poder, burocracias clientelares y sistemas axiológicos corrompidos,
inundan los escenarios latinoamericanos en el presente.
Se plasman los aspectos coyunturales que afectan el avance de la democracia en la
región, generando ilegitimidad en las acciones estatales, al desaparecer los límites de acción
de lo público y lo privado. Por tal motivo, existe una clara correspondencia entre la
corrupción y democracia, hecho que no debe perderse de vista, dado que los altos niveles de
percepción de la corrupción se asocian con el progresivo debilitamiento de la democracia,
dando paso a una codificación global de la existencia, a control del mercado sobre las
acciones humanas y a un potencial avance de los totalitarismos en nuestra América.
El avance de la corrupción da lugar a sujetos victimizados y excluidos, a nuevas
formas de anomalías sociales, violencia institucional y pérdida de la legitimidad del poder
ejecutivo, legislativo y judicial. Su presencia forma parte de todos los escenarios de la vida
35
Cfr. KLIKSBERG, Bernardo. “Los escenarios sociales en América Latina y el Caribe”. Revista Panamericana
de Salud Pública, Vol. 8, N° 1-2, 2000.
36
Cfr. KANT, Immanuel. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Edición de Pedro M. Rosario
Barbosa, San Juan, Puerto Rico, 2007.
37
Cfr. ARTEAGA, Ana María. “¿Es la corrupción la causa de la pobreza?” Op. Cit.
Obando, E., Ruffner, J., Rincón, A. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 292 303 303
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cotidiana; por ende, hacerse cómplice de ella, ignorar sus acciones, refleja la degradación de
la condición humana y la permisibilidad hacia actos moralmente reprochables.
Finalmente, el trabajo no pretende enfocarse en casos particulares de corrupción, sino
mostrar, a grandes rasgos, las distorsiones, la inequidad e injusticia social presente en
América Latina, siendo una realidad constitutiva y divergente en cada país. Además,
planteamos la necesidad de acciones contundentes contra el avance de la corrupción,
legitimando el derecho al reclamo, al libre ejercicio de la ciudadanía, a la contraloría social,
a la participación activa de las comunidades, así como al avance de normativas, leyes y
convenios, que permitan atacar, de manera responsable, este problema social.
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REVISTA DE
FILOSOFÍA
Esta revista fue editada en formato digital y publicada
en octubre de 2021, por el Fondo Editorial Serbiluz,
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
Nº 99-3