RAMÍREZ SORUCO, Alejandra (2016) Por esos lugares no camino. Reflexiones teorico-conceptuales para comprender la violencia y la inseguridad en ámbitos urbanos. Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba. Pp. 227

En abril de 2015 se realizó el Seminario Internacional sobre Perspectivas teóricas sobre la violencia, que contó con la participación de los diferentes miembros de equipos de investigación, académicos internacionales y comentaristas de prestigio para cada una de las ponencias. Estos últimos aportaron en la profundización de cada tema abordado, permitiendo además una primera evaluación de la calidad de los trabajos presentados. Una vez concluido el evento, la mayoría de los investigadores que participaron decidieron profundizar las reflexiones, no necesariamente para tener un documento –y por lo tanto una mirada– consensuado, sino, al contrario, para mostrar las distintas facetas que ofrece el objeto de estudio, así como las diferentes posibilidades de abordaje que presenta. Por ese motivo, se elaboraron artículos enriquecidos a partir de la discusión suscitada en el seminario, que fueron sometidos al dictamen de evaluación de pares académicos provenientes tanto de universidades nacionales como internacionales. Así, todos los artículos aceptados en esta publicación fueron previamente corregidos según sugerencias y/u observaciones emitidas por sus evaluadores.

Siguiendo esta idea de recuperar la diversidad de umbrales teóricos, conceptuales y metodológicos que se pueden utilizar para encarar la problemática, este trabajo se divide en cuatro partes. La primera presenta dos visiones disciplinarias para abordar el tema. Desde una mirada más bien sociológica, sistematizando diferentes enfoques teóricos que se han desarrollado sobre la violencia social y la inseguridad ciudadana, Alejandra Ramírez S. propone algunas pautas para entender el fenómeno en la región metropolitana de Cochabamba, en las cuales se prioriza la integración de perspectivas micro/acción (los hechos en sí) y macro (los marcos estructurales en los que se generan), y se pone énfasis en el análisis de los paisajes de sentido que se movilizan en las interacciones violentas que los ciudadanos están desplegando como parte de sus agencias ciudadanas.

Por su parte, Tania Aramburo G., priorizando una entrada desde la psicología, diferencia los conceptos de: “hechos violentos”, “agresión” y “delitos” ya que, argumenta, la falta de un manejo conceptual adecuado por parte de las instituciones –inducida en muchos casos por las formas en que los medios de comunicación transmiten la información sobre el tema– provoca no sólo errores en la práctica jurídica y social, sino confusiones en la interpretación de los delitos, presentándose como obstáculos para detener la aparición de nuevos hechos. Todo ello redunda en las percepciones, malestares y, por ende en reacciones de los ciudadanos frente a la inseguridad ciudadana.

La segunda parte plantea la problemática desde sus efectos en el territorio, ya sea en su configuración o en la estética que asume la violencia en el mismo a partir de la inscripción constante de símbolos y marcas físicas. Concretamente, Patricia Villarroel C. empieza realizando un recorrido histórico sobre los enfoques y las miradas –y las transformaciones inherentes en ellas– que han tratado la temática de seguridad ciudadana, examinando el rol de las organizaciones multilaterales e internacionales en el proceso y focalizando la atención en sus consecuencias en lo que se refiere al despliegue de las políticas públicas en la región latinoamericana. Sobre la base de este análisis, pasa a ver cómo se están reconfigurando los territorios urbanos (y sus formas segmentadas) como efecto de los problemas de inseguridad, creándose escenarios y territorios de violencia que marcan las dinámicas urbanas, especialmente en los distintos países de la región latinoamericana.

Por su parte, Lourdes Saavedra B. en su artículo, dirige la mirada al papel de las inscripciones de códigos urbanos (marcas y símbolos) en las paredes, las calles y en general en las características físicas de la configuración territorial. Analiza cómo éstas, no sólo representan los imaginarios del miedo y las estéticas de la violencia de los ciudadanos, sino que también visibilizan las diferentes formas de apropiación del territorio que los grupos e individuos despliegan en su vivir la ciudad de manera cotidiana. Si el primer artículo de esta parte nos muestra, la relación configuración territorial e inseguridad desde las instituciones públicas y sus concepciones de la problemática, el segundo nos remite al campo de las agencias desplegadas por los ciudadanos para participar, desde sus estéticas de la violencia y mediante sus distintas pugnas simbólicas, en esos procesos de construcción urbana.

La tercera parte pone el énfasis en la mirada institucional. El objetivo de la misma es mostrar cómo a través de las instituciones, reglas, normativas y políticas diseñadas desde arriba, se trabaja la problemática de la violencia social y, sobre todo, la inseguridad ciudadana, comprendiendo las lógicas, procedimientos y gestión, y en general consecuencias a nivel de la región metropolitana de Cochabamba.

Partiendo de la idea según la cual la seguridad ciudadana es uno de los derechos fundamentales que los ciudadanos poseen en un estado democrático de derechos, Eduardo Córdova E. sistematiza las raíces teóricas de las distintas propuestas que sustentan (desde diferentes entradas) el concepto. Según Córdova, la perspectiva que mayor peso ha tenido en la definición de políticas públicas al respecto, a nivel internacional, es la neoliberal que se caracteriza por proponer: la retirada del Estado, el deterioro de los derechos sociales, la focalización de las políticas en este rubro en ciertos grupos metas, y la priorización de políticas punitivas para tratar la delincuencia y lo que se concibe como criminalidad. El origen de esta propuesta, argumenta el autor, se ubica en la política norteamericana (Nuevayorkina, específicamente) de “tolerancia 0”, que entre otros, ha llevado a una privatización de los derechos civiles y una mercantilización de la seguridad. En Bolivia, a pesar de la puesta en pie de un gobierno autodenominado “anti-neoliberal”, las políticas de seguridad ciudadana son conservadoras y represivas, basándose en el control penalista (acentuado a partir del fortalecimiento del poder estructural del Estado central), y el control social. Lejos se está, plantea el autor, de desarrollar una política que desde un enfoque integral, preventivo en vez que punitivo, haga frente a este, cada vez más importante problema.

Theo Roncken v. H., parte de la idea que si bien en los últimos años hay un boom mediático en torno al tema de violencias e inseguridad ciudadana en el país, una mirada a los datos muestra que existe una suerte de invisibilización de ciertas violencias, sobre todo de aquellas “dinámicas que afectan a grupos poblacionales y espacios relativamente alejados de las normas hegemónicas de convivencia”, mientras que otros hechos son especialmente visibles (en general los delitos contra la propiedad). Todo ello forma parte, argumenta, de un sesgo institucional –donde se juegan intereses particulares que están por encima del bien común– que posteriormente redunda en un mal manejo de las políticas que enfrentan el problema de la violencia y la inseguridad.

Para demostrar su hipótesis, Roncken analiza específicamente el tema de la violencia de género, en el cual, existe una enorme brecha entre lo establecido por las normativas y las prácticas cotidianas del sistema, debido a diferentes factores que va describiendo en su texto. A la larga a lo que se tiende es hacia una ganancia de visibilidad pero una pérdida de significación lo que repercute en una inadecuada gestión de la problemática.

Joaquin Chacin B. plantea desde una visión jurídica, un análisis en el que contrasta la gestión local (a nivel municipal) con las propuestas políticas actuales en torno a la seguridad ciudadana las cuales, en términos discursivos, otorgan un papel central a la ciudadanía, sobre la base de su accionar desde las Organizaciones Territoriales de Base (OTB’s). Va mostrando cómo, a pesar de las distintas medidas asumidas desde la década de los noventa que buscan romper el monopolio policial, descentralizando la administración pública a nivel nacional e introduciendo nuevos actores al Sistema de Nacional de Seguridad ciudadana, se tiende en la práctica –y debido también a limitaciones en lo que se refiere a la capacidad de gestión de los funcionarios– hacia un centralismo administrativo que da fuerte protagonismo a la policía.

Por último, la cuarta parte presenta un estudio del problema en otro país, analizando las formas en que se ha generado y enfrentado, así como las dinámicas que ha ido adquiriendo. Ello es importante, porque estamos seguros que para comprender la problemática en la región, es necesario conocer otras experiencias y otras formas en que se ha buscado contrarrestar el fenómeno. Se trata de incluir una visión hacia afuera que permita enriquecer la comprensión e introducir nuevas aristas y dimenciones que se pueden tomar en cuenta para comprender mejor este objeto de estudio.

En este sentido, Sergio Tamayo F., propone, desde una visión macro, examinar el tema a partir de uno de los casos más álgidos en lo que se refiere a violencia e inseguridad en América Latina: el mexicano. Para explicarlo, analiza las relaciones existentes entre las políticas de Estado en este campo, los grupos delincuenciales (especialmente aquellos vinculados a las economías subterráneas) y las respuestas y acciones emprendidas desde la sociedad civil. Concretamente plantea a la violencia como producto de los procesos de exclusión poblacional crecientes en el país y del incremento de los vínculos estatales con el narcotráfico. Frente a ello, tanto desde el Estado –mediante políticas públicas de diverso índole. Como desde la ciudadanía –en sus distintas modalidades– se han ido desarrollando respuestas que, en general, han tendido a generar la situación de violencia crítica actual.

Además de los artículos, en este libro se ha querido reunir algunas fotos, que dividen cada parte y que, en sí, presentan diversas posturas discursivas y teóricas sobre la problemática. Se trata de “mini” acápites, preparados por los investigadores juniors del equipo, que cada lector deberá leer según sus propias definiciones y perspectivas privilegiadas, influenciados probablemente, por el título que cada autor le da a su compilación y por las leyendas que acompañan la narrativa visual.

María del Carmen Torralba Medina

Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba, Bolivia