Uribe Tirado, Alejandro; Yarce de los Ríos, Alexander; De la Torre Urrea, Alicia Elena… et al. (2020) Polifonía para pensar una pandemia. Universidad de Antioquia, Fondo Editorial FCSH de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Medellín. Pp. 302.

La pandemia producida por la Covid-19 deja una multiplicidad de agendas abiertas en todos los ámbitos del conocimiento y del lazo social. Del asombro al terror, se ha tejido una colcha de retazos de provocaciones, problemas, quejas ahogadas, preguntas. El estatus mismo de nuestra seguridad ontológica se ha movido del lugar en el que acostumbrábamos a visitarlo. Este libro pretende cumplir una función básica de lo humano: nombrar lo que acontece para objetivarlo, ponerlo en frente y darle algún tipo de sentido, en este caso, a una experiencia que no tiene tal desde los lugares y las experiencias sabidas, y que hay que intentar decir con lo que contamos del lenguaje. El escenario de enunciación es América Latina, el lugar es Medellín, y los autores son profesoras y profesores de la Universidad de Antioquia y sus colaboradores.

La Covid-19 aparece en medio de la indeterminación del mundo latinoamericano; en un mundo inacabado que a veces extraña sus costumbres coloniales o las detesta. Y, aunque ya han pasado más de 20 décadas después de la expulsión política y militar de los colonizadores, permanece un sinsabor de orfandad en las decisiones gubernamentales, en los modelos de desarrollo empresarial, en el desprecio entre las clases sociales y sus terribles consecuencias materiales de desigualdad, exclusión, hambre y desempleo. La mundialización hace difícil saber si realmente son dejos coloniales o simplemente costumbres subalternas, en medio de la cuarta revolución, en contextos donde no ha habido la primera, condiciones que la pandemia ha desnudado por completo. Este destiempo, incluso, esta desarmonía es rastreable en varios escenarios. América Latina no es la región más potente en el planeta en términos de producción económica o en desarrollos sustentables, hay ejemplos interesantes, pero son eso, ejemplos que no dan para ocupar los puestos destacados ni de lejos. Hay un problema con los ránquines y los supuestos de valoración, tal vez, pero, independiente de la justicia valorativa, esa posición condiciona nuestra visión del mundo y eso es lo que se expresa en estos ensayos, visiones de mundo particulares frente a la multiplicidad de agendas que emergen.


El ejercicio de este libro es una experiencia de catarsis, la exposición de aquello inconsciente que se hace evidente en medio de las crisis, vestido de ciencias y humanidades, pero al fin y al cabo reacción primaria del deseo y la frustración. Es difícil nombrar algo nuevo en su plena emergencia, entonces se recurre a los nombres ya conocidos, aunque pervive algo indecible. Pero, si el horizonte es una sociedad del conocimiento, es un deber disponer de las herramientas y capacidades de quienes se dedican a la investigación y pedirles que den su primera impresión. La escritura, como forma de pensar por excelencia, ayuda a organizar las ideas, a evidenciar las inquietudes y a aclarar las dudas y posiciones. Las primeras reacciones se van haciendo menos primarias y entonces aparecen bosquejos, estructuras, ensayos... que pueden ilustrar la idea de una nueva sociedad, deseada por muchos, o refrescar los fantasmas de la vieja y caduca, resentida por tantos.

Estos textos están hechos para dar forma a un discurso pospandemia para nuestro entorno. No es un discurso lleno de estadísticas, ni de proyecciones o simulaciones, sino de conceptos, juicios y argumentos. Los temas consuetudinarios y cotidianos, para quienes escriben, tienen la marca del miedo por el momento que atravesaban, porque ¿quién no sintió miedo en estos días de terror? Son letras que aparecen desde el encierro de cada quien, en medio de la privacidad invadida por los más cercanos, pues estos textos se escribieron en medio de un cambio de pañales, de una lucha por la ominosa presencia de otro con quien se convive 24 horas al día durante más de 5 meses sin oportunidad de alternar el espacio, o en medio de la misma transformación mágica del papel de los padres en la educación de sus hijos, antes delegada a la escuela y de la que hoy son participes.

Si, estas autoras y autores no son héroes ni heroínas impecables de la sociedad del conocimiento que van a presentar la mejor ruta. Sus textos están llenos de preguntas, muchas de ellas sin respuestas. Son investigadores e investigadoras que tienen trayectorias relevantes en sus campos de conocimiento, que seguramente han escrito y han sido citados y citadas en diferentes contextos latinoamericanos y globales, que han formado a cientos de estudiantes y han hecho transformaciones en currículos, que han propuesto otras visiones de mundo frente a sus temas de experticia y han abierto campos de intervención y reflexión, atravesados, como todos nosotros, por las puntillas de hielo que paralizan los huesos al ver los rostros de la muerte. Pero tal vez eso es lo que se precisa frente a esta experiencia para despertar de lo que creímos era el buen lugar, el lugar más cómodo rodeado de estiércol sin reconocerlo: la normalidad de nuestra existencia.

Polifonía para pensar una pandemia es un encuentro de voces independientes entre sí, múltiples, pero a la vez simultaneas, posibles alrededor de un mismo motivo, pero con ritmos y texturas diversos. El efecto lo concluye el lector, al modo como cuando se escucha una pieza musical a distintas voces, cada uno podrá dar relevancia a una u otra voz, escuchar unas más claras que otras. Mijaíl Bajtin lo define en términos textuales como una pluralidad de voces y conciencias independientes e inconfundibles, que dan cuenta de diversas visiones del mundo. Por ende, los lectores encontraran a través de las siguientes páginas la huella de algunas cuestiones, disertaciones, apuestas y perplejidades, en cuatro secciones que intentan agrupar algunas afinidades u objetos de indagación entre los ensayos publicados en este libro. Una primera voz para aproximaciones literarias y disertaciones propias del campo de las ciencias sociales; una segunda para reflexiones relativas a la relación comunidad y pandemia; una tercera para pensar las afectaciones en lo psíquico producidas por esta contingencia, y una cuarta y última que se ocupa de la relación entre Estado y pandemia.

Deseamos que su lectura despierte sensibilidades, provoque cuestionamientos, proposiciones y enunciaciones que permitan tramitar y hacer frente a esta experiencia que nos devuelve, sin duda, unas preguntas por el lugar de la vida y la muerte; por la relevancia de los vínculos sociales; por la importancia del Estado y los gobiernos; por la necesidad de la salud física y psíquica, entre otros temas que la pandemia ha expuesto e impuesto como esenciales.

Diana Patricia Carmona
Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia
E-mail: diana.carmona@udea.edu.co