Universidad del Zulia - Facultad de Humanidades y Educación
Encuentro Educacional
ISSN 1315-4079 ~ Depósito legal pp 199402ZU41
Vol. 28 (2) julio - diciembre 2021: 84-104
Análisis exploratorio del instrumento Community and Socio-Political
Participation Scale en estudiantes universitarios venezolanos
Deninse Farías y Carlos Zerpa
Universidad Simón Bolívar. Sartenejas-Venezuela
dfarias@usb.ve; czerpa@usb.ve
Resumen
Hoy en día se observa en diferentes comunidades del mundo, grupos de personas que se encuentran
trabajando para generar cambios y conseguir un bien común en la sociedad donde viven, esto lo
podemos llamar participación social. Se puede definir como la intervención de los ciudadanos en
la toma de decisiones respecto al manejo de los recursos y las acciones que tienen un impacto en
el desarrollo de sus comunidades. El presente trabajo tuvo por objetivo realizar un análisis
exploratorio del instrumento Community and Socio-Political Participation Scale en estudiantes
universitarios venezolanos. Se fundamentó en autores como Albalá, Guido y Biglieri (2019);
Moreno-Jiménez, Ríos y Vallejo (2013); Hidalgo, Moreno-Jiménez y Quiñorero (2011); Funes y
Adell (2009). Para esta investigación participaron voluntariamente 325 alumnos (48,6%
masculinos y 51,4% femeninos) de la Universidad Simón Bolívar, Sede del Litoral y del Instituto
Técnico Jesús Obrero. La metodología utilizada tuvo un enfoque cuantitativo. Se trató de un estudio
no experimental, descriptivo y transversal. Se encontró que el instrumento aplicado en los jóvenes
que conformaron la muestra no se adapta al original, ya que según este estudio el material utilizado
debe contener solamente 8 ítems, el cual resulta satisfactorio y parcialmente consistente con
investigaciones teóricas y empíricas relacionadas con el constructo para la evaluación de la
participación social de estudiantes universitarios venezolanos.
Palabras clave: Participación social; community and socio-political participation scale; análisis
exploratorio; estudiantes universitarios.
Exploratory analysis the Community and Socio-Political Participation Scale in Venezuelan
university students
Abstract
Today it is observed in different communities around the world, groups of people are working to
generate changes and achieve a common good in the society where they live, we can call this social
participation. It can be defined as the intervention of citizens in decision-making regarding the
management of resources and actions that have an impact on the development of their communities.
The objective of this work was to carry out the exploratory analysis of the Community and Socio-
Political Participation Scale instrument in Venezuelan university students. It was based on authors
such as Albalá, Guido and Biglieri (2019); Moreno-Jiménez, Ríos and Vallejo (2013); Hidalgo,
Moreno-Jiménez and Quiñorero (2011); Funes and Adell (2009). 327 students voluntarily
participated in this research (48.6% male and 51.4% female) from the Simón Bolívar University,
Litoral Headquarters and the Jesús Obrero Technical Institute. The methodology used had a
quantitative approach. It was a non-experimental, descriptive and cross-sectional study. It was
found that the instrument applied to the young people who made up the sample does not adapt to
the original, since according to this study the material used must contain only 8 items, which is
satisfactory and partially consistent with theoretical and empirical investigations related to the
construct for the evaluation of the social participation of Venezuelan university students.
Keywords: Social participation; community and socio-political participation scale; exploratory
analysis; university students.
Introducción
En la historia de la civilización se observa que los seres humanos se han unido con sus
semejantes para sortear los problemas de la vida cotidiana; desde la búsqueda de sus alimentos
hasta la búsqueda de vivienda o refugio; asociándose también para realizar actividades que de otro
modo no las llevarían a cabo por mismos; uno de los principales modos de conseguir esas
acciones cooperativas ha sido a través de la organización tanto de acciones colectivas como
personales, las cuales son realizadas para alcanzar un objetivo común (Aldrich y Marsden, 1988).
Cuando el individuo se organiza para resolver retos que impone su cotidianidad en compañía de
sus semejantes, emprende acciones para mejorar su entorno y el de sus iguales, aprende a dialogar,
a trabajar en equipo, a planear; o en caso contrario, aprende a cómo no deben hacerse las cosas. A
esto se le llama participación.
Los contextos académicos universitarios no son ajenos a esta variable, dada la misión que tienen
estas casas de estudio con sus comunidades y a los importantes procesos de cambio que estas
atraviesan en el tiempo; generados en algunas ocasiones por factores endógenos, pero que en la
mayoría de los casos obedecen a la fuerte influencia de elementos exógenos a ellas, propiciados
principalmente por los procesos de globalización y la sociedad del conocimiento; o en ocasiones
por las políticas públicas impulsadas por los estados, lo que obliga a las universidades a responder
a múltiples y crecientes demandas o desafíos de los diferentes grupos de interés con los cuales
interactúa. Además, estas instituciones deben procurar la generación de conocimiento socialmente
pertinente.
Esta necesidad de compromiso urgente con los problemas concretos que hoy tiene la sociedad
latinoamericana, debe llevar a la universidad a interactuar con una profunda actitud ética,
reformulando las diferentes modalidades de acción comunitaria, observando los resultados en los
distintos escenarios de intervención y el impacto en la formación de profesionales con compromiso
social (Pérez et al., 2009). Pero el abordaje de esta realidad requiere del desarrollo y adaptación
de instrumentos objetivos de medida de la participación de los grupos de interés, particularmente,
los educandos.
En torno a lo anterior, este trabajo tuvo por objetivo realizar un análisis exploratorio del
instrumento Community and Socio-Political Participation Scale (SCAP) en estudiantes
universitarios venezolanos.
Fundamentación teórica
La palabra participación viene del latín participatio-onis (acción de tomar parte). En un sentido
social, participar es sinónimo de tomar parte en una vivencia colectiva a través de una actividad o
de un proceso en la sociedad en donde se involucra a esta para alcanzar un objetivo, meta o lograr
ciertas acciones que beneficien a la comunidad donde este se encuentre inmerso. Por lo tanto, en
el sentido estricto de la palabra, tomar parte en cualquier vivencia colectiva. Tomar alguna decisión
con amigos, en familia o en el gobierno, es participación (Escobar, 2004).
Sánchez (1991), indica que cada sociedad crea formas de institucionalizar la participación en
diferentes actividades culturales, sociales y económicas, utilizando para ello diferentes canales
(familia, empresa, partidos políticos, sindicatos, grupos intermediarios, estado, entre otros.). Este
mecanismo se realiza a través de organizaciones sociales (partidos políticos, comités, consejos
comunales, juntas parroquiales), y no individualmente; canales que se han establecido para lograr
esto, en los que existen objetivos concretos que proporcionan estructura y organización en busca
de un cambio social. Según la Secretaría de Educación Pública (2016), la participación social es la
intervención de los ciudadanos en la toma de decisiones respecto al manejo de los recursos y las
acciones que tienen un impacto en el desarrollo de sus comunidades.
Lo anterior sugiere entonces que para poder realizarse deben existir dos tipos de sujetos, uno
activo y uno pasivo quien recibe; esto establece un vínculo donde se da origen a una relación la
cual transforma al sujeto y al hecho en el que participa, en donde su intervención a la actividad va
a depender de su naturaleza. Así, se crea una interacción y relación entre seres al tomar parte de
algo o de una situación para una construcción de su propia realidad. Según Gracia, Herrero y
Musitu (2002), esto es importante en la integración social del individuo y un requisito esencial para
formar una red social y de apoyo social.
Entonces, puede decirse que este término implica tres elementos centrales:
Ser parte, se refiere a la magnitud e intensidad de la participación y el origen de un
compromiso hacia lo que se pertenece.
Tener parte, que implica asumir un rol de los ciudadanos en los escenarios de participación.
Tomar parte, sugiere la capacidad de hacer y decidir, contar con mecanismos participativos
y tener el derecho a usarlos. Es decir, participar no es solo estar informado y opinar sobre
algo, conlleva transformar una realidad y transformarse como individuo.
En la participación social existen algunos componentes que pueden observarse en el cuadro 1.
Cuadro 1. Componentes de la participación
Componente
Descripción
Involucramiento
Capacidad de los individuos para comprometerse racionalmente en el desarrollo de
una acción, y para asumir un papel activo en la definición de los objetivos y logros
propios, conjuntamente con los de la organización, como parte de su proyecto en la
dinámica social.
Cooperación,
reciprocidad
y retribución
mutua
Son prácticas fundadas en valores que tienden hacia la acción social colectiva a
través de la ayuda y colaboración, en la búsqueda de satisfacciones, inmediatas de
mediano y largo plazo. Implica decisiones y acciones cotidianas para mantener y
promover la organización y la confianza entre los sujetos participantes.
Compromiso
Comprende pactos conscientes para lograr metas, intereses y beneficios
individuales y comunes. La responsabilidad es identificada como la cualidad de
rendir cuentas a los otros, de las acciones propias relacionadas con los objetivos de
la organización.
Toma de
decisiones
Es el conjunto de resoluciones, acuerdos concretos basados en criterios definidos
para alcanzar los objetivos, convenios y resoluciones trazados por la organización,
también se le considera una manera de entender las relaciones sociales entre los
individuos que intervienen para comprender y analizar los problemas político
sociales y proponer alternativas de solución.
Conciencia social
Implica el ser y hacer, del momento histórico que se vive. Considera:
a) la identidad de los participantes,
b) el compromiso con la organización y la sociedad,
c) la responsabilidad del individuo con el grupo, consigo mismo y con su momento
histórico.
Fuente: Iturrieta (2008)
Al observar el cuadro anterior se infiere que la participación social juega una función educadora
en el sujeto que la practique, ya que es una forma de realización de una conciencia cívica en los
vecinos (semejantes), porque refuerza los lazos de solidaridad y hace más comprensible la noción
de interés general, permite que los individuos y grupos más activos intervengan en la gestión
pública municipal; es a la vez, un medio y un objetivo democrático, que reconoce el derecho de
intervención de todos los ciudadanos, produce conocimientos, nuevas modalidades de acción y
persigue fines igualitarios para la sociedad.
Según la Secretaría de Educación Pública (2016), la participación social en la educación precisa
de la colaboración -sistemática y organizada- de actores sociales como los padres de familia y
representantes de sus asociaciones, maestros y representantes de su organización sindical,
directivos escolares, exalumnos, y los demás miembros de la comunidad interesados en trabajar
con el fin común del mejoramiento del centro escolar.
Moreno-Jiménez, Ríos y Vallejo (2013), plantean que existe una clasificación según su
estructura organizativa y la función que cumple la conducta participativa, teniendo entonces dos
categorizaciones:
La participación comunitaria. Esta puede observarse en las conductas que se producen a
nivel informal o semi-informal en la vida cotidiana cuyo objetivo directo no es la consecución
de un cambio social. También se puede definir como el conjunto de acciones desarrolladas
por diversos sectores comunitarios, en la búsqueda de soluciones a sus necesidades
específicas (Divulgación dinámica, 2017).
La participación socio-política. Tiene que ver con los comportamientos de carácter más o
menos formales que persiguen un cambio social, donde la participación política se encuentra
enmarcada en la concepción de ciudadanía, siendo un aspecto relevante para el desarrollo del
compromiso cívico. Existe evidencia de que diversos factores psicosociales (permisividad,
agresión, autoridad dividida, autoritarismo, insatisfacción de las necesidades psicológicas
básicas, ambiente frustrante, bajo nivel escolar, cultural y económico) y sociopolíticos (buena
calidad de vida, ideología política, intolerancia, descontento en la población,
enfrentamientos, entre otros) actúan como mediadores en la implicación que la ciudadanía
tiene en acciones políticas (Albalá, Guido y Biglieri, 2019).
Sobre la participación se han realizado algunos trabajos que abordan este tema utilizando
diferentes instrumentos que miden ciertas dimensiones reportadas en la literatura y que pretenden
dar una posible caracterización de la persona que participa o no en actividades sociales, a través de
propuestas teóricas que expliquen la misma. Una de estas investigaciones fue realizada por
Vergara-Lope y Hevia (2012), tenía el objetivo de presentar el Cuestionario de Conductas de
Participación (CCP) como instrumento válido y confiable para medir conductas de este tipo y que
pueda ser utilizado para determinar niveles de participación. El CCP mide cuatro dimensiones de
la participación (electoral, partidaria, asociativa-opinativa y cívica) utilizando para esto 37
reactivos y una escala tipo Likert con tres opciones.
El proceso de elaboración y validación del cuestionario se dividió en cuatro etapas. La primera
fue la creación del instrumento; la segunda de obtención de validez del constructo por medio de
jueceo; la tercera de piloteo donde se utilizó un muestreo no probabilístico, por cuotas, accidental
(N= 300), con mayores de dieciocho años de Veracruz (México) y por último la obtención de: a)
validez de contenido y discriminación de reactivos por medio de análisis factorial; b) confiabilidad
por medio de grupos extremos y c) confiabilidad por medio del índice de consistencia interna Alfa
de Cronbach. Después de validar el instrumento estos autores concluyeron que luego de ser
sometido a diversas pruebas estandarizadas, el CCP muestra tener confiabilidad total fuerte así
como validez de contenido y de constructo.
Otro artículo que presenta la caracterización de la participación social fue el realizado por
Noreau et al., (2004); este tenía el propósito de documentar la confiabilidad de una medida de
participación, la Evaluación de Hábitos de Vida (LIFE-H) en las actividades cotidianas y roles
sociales, en adultos mayores con limitaciones funcionales. Para esto se evaluó a ochenta y cuatro
individuos con discapacidad física viviendo en tres entornos diferentes. Entre las conclusiones está
que el LIFE-H es una adición valiosa a los instrumentos que en su mayoría enfatizan los conceptos
de función o independencia funcional. Es particularmente significativo evaluar la participación de
los adultos mayores en importantes roles sociales como el recreo y la vida comunitaria. Este
instrumento puede considerarse entre los que mejor se ajustan a la definición de participación de
la International Coach Federation (ICF por sus siglas en inglés: la participación de la persona en
una situación de vida) y la mayoría de sus dominios relacionados.
Con respecto a la construcción del instrumento Community and Socio-Political Participation
Scale (SCAP), foco de la presente investigación (Moreno-Jiménez, Ríos y Vallejo, 2013) realizaron
un análisis bibliográfico sobre el tema y observaron que los instrumentos existían en diferentes
países utilizando datos de encuestas mundiales de valores barométricos. Esto indica ciertos
problemas metodológicos, los cuales no facilitaban la realización de comparaciones entre países;
además la participación sólo se mide como perteneciente a ciertos grupos políticos, esto complica
aún más la comprensión en términos psicosociales, una variable de interés en la psicología de la
participación (Morales, 2001). Es por esto que se consideraron para la construcción del instrumento
aspectos de la vida social y comunitaria, para medir así el grado de desarrollo comunitario y
sociopolítico de participación de los encuestados.
En la construcción del SCAP se utilizaron las recomendaciones de Funes y Adell (2009), las
cuales generaron tres preguntas clave: La primera es lo que significa participar, considerando para
esto la definición de participación directa, de cualquier actividad, o relación que tiene un ciudadano
con agencias o instituciones, que no reporten reciprocidad inmediata, o que no tengan algún tipo
de intercambio comercial, y donde se consideran tres criterios (IOÉ Colectivo, 2007):
a) La participación formal y participación informal, la formal se define como la participación
en aquellas redes sociales y asociaciones que tienen un objetivo (mental, cultural, político, religioso
y profesional). La informal se refiere al comportamiento de aquellos que se reúnen para compartir
intereses culturales o para el entretenimiento, como el voluntariado para ayudar a otros
individualmente.
b) La participación ocasional, es aquella que ocurre de vez en cuando; influye el nivel de
compromiso que tiene el participante y lo que esté dispuesto a hacer (IOÉ Colectivo, 2007; Spector,
2002).
c) La participación como un medio de transformación o un fin en mismo, es adquirida a
través de un aprendizaje, y en consecuencia ocurren cambios muy relevantes tanto en valores y
actitudes personales como en conocimientos y habilidades técnicas, basado en una combinación de
criterios, en el que se observan dos tipos:
1) Participación comunitaria. Se considera cualquier conducta donde sus acciones y resultados
involucran el control sobre los recursos, decisiones o beneficios que tenga la comunidad en su
conjunto, como participar en charlas o debates sobre temas sociales, asuntos culturales,
entretenimiento; su objetivo directo no es lograr un cambio social.
2) Participación socio-política. Es el comportamiento que tiene un individuo de una forma más
o menos formal, el cual trabaja para generar un cambio social; por ejemplo, una cuestión política
que sigue causas comunes como el sufragio (Méndez, 2005).
La segunda y tercera preguntas clave planteadas por Funes y Adell (2003) para la construcción
del SCAP, llevan a la squeda de "¿Por qué?" y "¿Para quién?", en donde si existe una mayor
integración en una comunidad o en actividades y organizaciones comunitarias, se logra una
influencia positiva en los sentimientos de eficiencia y control, los cuales son componentes
importantes del bienestar psicológico (Moos, 2005; Zimmerman, 2000; Ortiz-Torres, 1999).
El instrumento final presentado en este trabajo del SCAP es producto del desarrollo de estudios
previos, resultados de diferentes modificaciones derivadas de otras investigaciones (Moreno-
Jiménez et al., 2009; Hidalgo, Moreno-Jiménez y Quiñorero, 2011). Tales reportes psicométricos,
a pesar de poseer una consistencia interna aceptable (entre 0,76 - 0,80) se basaban en una noción
general de participación, en la que no se utilizaban los dos tipos de participación referidos en este
trabajo. Para su validación se utilizó la ayuda de un grupo de estudiantes que tuvieran un curso de
postdoctorado en temas de participación y voluntariado; estos administraron los cuestionarios en
forma aleatoria en distintas zonas de Málaga, España, obteniendo una muestra de 756 personas en
total.
Con esta herramienta, los autores observaron que las relaciones informales y asociativas
(comunitaria) son más difíciles de definir por la dificultad de captar esta forma de participación,
además que ella se encuentra relacionada con los diferentes estándares que tiene la comunidad
donde viva el individuo y donde se desarrollen relaciones sociales estables construidas sobre
intereses comunes, los cuales el actor pueda cambiar poco a poco.
Como puede observarse la participación social es un tema muy importante para la convivencia
de los individuos en la sociedad; también para el caso de estudiantes latinoamericanos que suelen
enrolarse en diversos grupos de participación formal o informal; es por esto que se requiere de una
medida de esta variable en el contexto local venezolano, pero no se cuenta con un instrumento
validado para ello.
Metodología
La metodología utilizada tuvo un enfoque cuantitativo. Se trató de un estudio no experimental,
ya que no se realizó una manipulación de variables porque estas ya sucedieron o se encuentran
sucediendo y el fenómeno es observado en su ambiente natural” (Hernández, Fernández y Baptista,
2014:705). En estos estudios se observan situaciones ya existentes, no provocadas
intencionalmente, ni por el investigador, las variables independientes ya han ocurrido y no es
posible manipularlas.
Este trabajo se orientó también a la descripción de la variable participación social con dos
grandes dimensiones: participación comunitaria (CP) y participación socio-política; las cuales se
estudiaron mediante la aplicación de un instrumento y recogida de los datos en un único momento
en el tiempo; por lo tanto, fue descriptiva y transversal.
En esta investigación se contó con una muestra de 325 estudiantes de la Universidad Simón
Bolívar, Sede del Litoral y del Instituto Técnico Jesús Obrero (167 mujeres y 158 hombres) los
cuales participaron voluntariamente para la realización del trabajo, por lo que el muestreo realizado
fue intencional, no probabilístico; y únicamente con alumnos cuyos profesores estuvieran de
acuerdo para apoyar el trabajo. Estos educandos cursaban carreras largas (educación preescolar,
contaduría, electrónica, informática) y carreras cortas (aduanas, hotelería, transporte, turismo,
administración, administración de empresa), con edades comprendidas entre los 17 y 43 años.
En la tabla 1 se observa la caracterización socio-demográfica de la muestra bajo estudio.
Tabla 1. Caracterización socio-demográfica de la muestra
venezolana de participantes del SCAP
Características
Frecuencia
%
Total (N) 327
% Acumulado
Sexo
Masculino (nm)
158
48,6
158
48,6
Femenino (nf)
167
51,4
167
100,0
Carrera (Administración)
Aduanera
24
7,3
24
8,6
Hotelera
13
4,0
14
12,6
Transporte
16
4,9
16
17,5
Turismo
9
2,8
9
20,3
Administración
28
8,2
28
28,5
Administración de empresa
31
9,5
31
38,0
Otras
Comercio exterior
24
7,3
24
45,3
Contaduría
50
15,3
50
60,6
Electrónica
14
4,3
14
64,9
Informática
48
14,7
48
79,6
Organización empresarial
29
8,9
29
88,5
Semestre
Primero
152
46,5
152
46,5
Segundo
80
24,5
80
71,0
Tercero
3
0,9
3
71,9
Cuarto
9
2,8
9
74,7
Quinto
41
12,5
41
87,2
Sexto
2
0,6
2
87,8
Séptimo
3
0,9
3
88,7
Octavo
14
4,3
14
93,0
Noveno
1
0,3
1
94,0
Fuente: Elaboración propia (2021)
El instrumento SCAP fue elaborado y validado por sus autores Moreno-Jiménez, Ríos y Vallejo
(2013). El SCAP evalúa las conductas de participar en asociaciones o partidos políticos, firmar
peticiones, estar informado sobre asuntos del barrio, participar en actividades comunitarias, entre
otras. Esta escala es un instrumento que consta de diez (10) ítems con respuesta tipo Likert con un
gradiente de respuestas que va del 1 (Nunca), 2 (A Veces), 3 (Siempre), 4 (A Menudo) al 5 (Muy
a Menudo), distribuidos en dos dimensiones de la participación que se han considerado, de tal
manera que los primeros cinco ítems (1-5) pertenecen a la participación comunitaria (CP) y los
últimos cinco (6 -10) para la participación socio-política (SPP). Para ambos factores de la SCAP,
el coeficiente de confiabilidad de consistencia interna Alfa de Cronbach es de 0,815 para la
subescala CP y de 0,819 para la subescala SPP. Los resultados evidencian una buena fiabilidad del
cuestionario, aunque los datos de la validación original muestran que al eliminar el ítem 3 produce
aumento de la consistencia interna de la subescala de la CP, resultando un índice Alfa de Cronbach
de α = 0,827.
Se realizó un cuadernillo de papel y lápiz, el cual estaba organizado de tres partes; en la primera
se encontraba una presentación concreta donde se informaba a los estudiantes cuáles eran los
objetivos sobre la investigación y para qué se estaba realizando; a continuación el formato de
consentimiento informado para participar en el estudio, el cuál debían firmar una vez aceptaran
formar parte del estudio. En la segunda parte estaban los datos socioeconómicos a utilizar como:
sexo, edad, trimestre, carrera actual, carrera de preferencia. Por último, se ubicaban los reactivos
del SCAP modificada (adaptación local) en la redacción de sus preguntas para validarla. Este
cuadernillo fue aplicado en el horario habitual de clases en un trimestre normal en diversos cursos
impartidos por diferentes profesores en las instituciones participantes del estudio, a los cuales se
les solicitó permiso para disponer de los últimos 10 minutos de su clase.
Una vez en el aula de clase, se les notificó a los alumnos sobre el objetivo y el alcance del
estudio, en el cual se le garantizaba la confidencialidad de la información suministrada y el
anonimato en el cuestionario. Luego de escuchar las indicaciones, los estudiantes de forma
voluntaria firmaron el consentimiento informado, autorizando el uso de sus datos para la
investigación. La aplicación tuvo una duración de 15 minutos aproximadamente. Los datos se
transcribieron en una hoja de cálculo del programa Excel y después fueron procesados en los
paquetes estadísticos SPSS (PASW Statistic 17) para el Análisis Factorial Exploratorio (AFE) y
Statistic (versión 7.0) para el Análisis Factorial Confirmatorio (AFC).
A los datos obtenidos se les realizó un análisis exploratorio con la finalidad de descubrir y
corregir la presencia de posibles datos perdidos o errados, después se realizó el Análisis de
Componentes Principales (ACP) y el Análisis Factorial Exploratorio (AFE) para identificar la
estructura factorial subyacente del instrumento. La finalidad de este análisis es encontrar un modo
de condensar la información contenida en un número de variables originales en un conjunto más
pequeño de variables (factores) con una pérdida mínima de información(Hair et al., 1999:11).
Finalmente, para calcular la confiabilidad de la escala, se estimó el coeficiente Alfa de Cronbach
(α) cuyo análisis se efectuó bajo los criterios dados por Prieto y Muñiz (2000), los cuales consideran
valores por encima de 0,70 para calificar una confiabilidad adecuada.
Resultados y discusión
Análisis de Componentes Principales. Solución factorial inicial
Una vez recolectada la data se realizó un análisis por extracción de componentes principales al
instrumento administrado a estudiantes universitarios venezolanos, empleando el programa SPSS
versión 17. El procedimiento implicó la solución Kaiser (1960): estimación para auto-valores, el
cual se concibe como: es un autovalor de A si existe un vector v Km, v = 0 tal que Av = λv,
entonces se dice que v es un autovector de A asociado al autovalor λ (Universidad de Sevilla,
2005). No se empleó ningún método de rotación dado que se buscaba identificar la estructura de
componentes primarios para la versión local latinoamericana.
Para la identificación de los auto-valores que resultan de importancia en la solución inicial
obtenida, se empleó el criterio de Lautenschlager (1989), quien refiere, para instrumentos con
P= 10 (número de ítems), la conveniencia de seleccionar los componentes cuyos auto-valores para
los primeros factores, suponiendo muestras con N=300 casos, resulten ser iguales o mayores a 1
(1,294 para el primer factor; 1,205 para el segundo factor; 1,136 para el tercer factor; 1,074 para el
cuarto factor; y 1.020 para el quinto factor), hallazgos reportados en estudios con datos sintéticos,
empleando simulaciones Monte Carlo. La validación de la versión original del SCAP realizada por
sus autores (Moreno-Jiménez; Ríos y Vallejo, 2013) fue realizada con una muestra de N=756
residentes de la ciudad de Málaga, España, con edades promedios de M = 38,78 y D.E. = 13,96 e
identificó dos factores.
Al respecto, la tabla 2 muestra los valores de las pruebas de KMO y Bartlett que preliminarmente
se realizaron para establecer la adecuación de la muestra al análisis y la pertinencia de realizar la
reducción de factores. Para el caso del instrumento con la muestra de estudiantes, el valor de
KMO = 0,842 resulta alto y por tanto bueno en términos de la adecuación de las variables (Moral
de la Rubia, 2009). Por su lado, la prueba de Bartlett rechaza la hipótesis nula de esfericidad (matriz
de correlaciones observadas es igual a matriz identidad). Lo anterior indica que era procedente
realizar el análisis factorial.
Tabla 2. Estadísticos de adecuación de las variables para el análisis factorial
Medida de Adecuación Kaiser-Meyer-Olkin
Test de Esfericidad de Bartlett
Fuente: Elaboración propia (2021)
El resultado del análisis de componentes principales concluye con la identificación de dos
componentes que cumplen con el criterio de Kaiser (1960) de poseer auto-valores iguales o
mayores a 1 (convergencia en 25 iteraciones): el primero 1 = 4,129, que explica el 41,293% de la
varianza; el segundo 2 = 1,512, el cual explica 15,117% de la varianza. Los factores 1 y 2 dan
cuenta, en conjunto del 56,410 % de la varianza del instrumento.
Ahora bien, considerando los criterios de exclusión de componentes, derivado del estudio de
simulación de Lautenschlager (1989), ambos factores se ajustan a tal exigencia, a saber
(autovalores esperados con base a la simulación Monte Carlo para p = 10 (ítems) y N = 300
participantes): 1 = 1,294 y 2 = 1,205. Los gráficos 1 y 2 muestran la sedimentación y los
componentes para las variables en estudio y permiten ver una clara estructura de dos factores,
conforme a lo esperado de acuerdo a la teoría de origen y la validación española.
Gráfico 1. Sedimentación para las variables en estudio (P = 10; N = 327)
Fuente: Elaboración propia (2021)
Gráfico 2. Componentes para las variables en estudio (P = 10; N = 327)
Fuente: Elaboración propia (2021)
La tabla 3 muestra la matriz de cargas factoriales, derivada del análisis para establecer cuál es
la solución inicial más conveniente: una compuesta por un factor único; u otra compuesta por dos
factores. Estos resultados obtenidos con estudiantes latinos (venezolanos), psicométricamente
hablando, son parcialmente disimilares a los obtenidos en la validación original de Moreno-
Jiménez, Ríos y Vallejo (2013) en tanto la agrupación de los ítems en cada factor resultó diferente
para la muestra más amplia de españoles. Para el caso de esta investigación con una muestra de
personas más homogénea en al menos uno de sus atributos (alumnos universitarios) se identifican
dos componentes, organizándose los ítems de la siguiente forma: componente 1: ítems 3, 4, 5, 6,
7, 8, 9 y 10; componente 2: ítems 1 y 2. Si bien el ítem 8 carga en ambos factores (0,620 y -0,413,
respectivamente para los factores 1 y 2), es claro que debe ubicarse en el componente 1 debido a
su mayor saturación factorial. Este resultado pudiera sugerir realmente una solución de un solo
factor, en tanto los ítems 1 y 2 pertenecen al factor 1 en el instrumento original, lo cual se
contrastará en el análisis factorial exploratorio y confirmatorio. Método de extracción: análisis de
componentes principales.
Tabla 3. Matriz de cargas factoriales para el SCAP
Ítem
Enunciado
Componentes
1
2
9
Participo en actividades/acciones que promuevan un cambio social
(manifestaciones, acciones reivindicativas, etc.).
0,752
10
Participo en la organización de actividades/acciones para promover un cambio
social (enviar escritos, dar charlas informativas, etc.).
0,742
4
Acudo a charlas o debates sobre temas sociales y de actualidad (barrio, empleo,
ecología, etc.).
0,675
7
Formo parte/colaboro en reuniones/actividades de un sindicato o de un partido
político.
0,674
6
Firmo peticiones para pedir un cambio social (protesta, ayudas a otros
colectivos, cambio de leyes…).
0,656
8
Participo activamente de los diferentes procesos electorales (votar, escuchar
mítines, conocer programas electorales, etc.).
0,620
-0,413
3
Mantengo conversaciones en las que defiendo activamente mis ideas sobre
temas sociales y de actualidad (barrio, empleo, ecología, etc.).
0,609
5
Participo en las actividades que se realizan en mi barrio, comunidad y/o ciudad
(marchas en bici, actividades lúdicas comunitarias, fiestas del barrio, etc.).
0,598
1
Participo o Formo parte/colaboro de una ONG, asociación o colectivo social (ej:
asociación de vecinos, cultural, voluntariado, club deportivo, protección del
medio ambiente, etc.).
0,526
0,735
2
Asisto a reuniones/actividades organizadas por una ONG u otra asociación (ej:
asociación de vecinos, cultural, voluntariado, club deportivo, etc.).
0,530
0,728
Fuente: Elaboración propia (2021)
Solución inicial ordenada por saturación
Análisis factorial exploratorio. Se realizó empleando el método de extracción por máxima
verosimilitud y la rotación no ortogonal de factores Oblimin, debido a que, de acuerdo a la teoría
y los resultados del análisis factorial exploratorio del instrumento original, se esperaba que existiese
correlación entre los factores que se identificasen (Moreno-Jiménez, Ríos y Vallejo, 2013). Al
respecto se estimó la solución de dos factores con base al hallazgo preliminar que arrojó la
extracción de componentes principales. Para realizar el análisis factorial se partió del presupuesto
original de los autores precitados respecto a la composición original del SCAP, el cual evidenció
estar compuesto por dos factores: el primero se corresponde con participación política (political
participation o SPP) y el segundo se corresponde con participación comunitaria (community
participation o CP).
Para la solución de dos factores se encontró uno con auto-valor 1= 4,129 que da cuenta de un
41,293% de la varianza total del instrumento y un segundo factor con auto-valor 2= 1,512 que da
cuenta de un 15,117% de la varianza. Ambos acumulan un total de 56,410% de la varianza. Para
el primero, las cargas factoriales oscilaron entre 0,473 y 0,695 (tabla 4). En el segundo factor las
cargas oscilan entre 0,438 y 0,510 (valores absolutos). Los ítems 1, 2 tienen signo negativo y al
igual que los 6, 8 y 9, presentan cargas en ambos factores. Es notorio que estos ítems realmente
cargan en mayor cuantía en el factor 1 que en el factor 2 lo cual hace sospechar que se ubican mejor
en una estructura factorial de un solo factor y no en la solución bi-factorial como se sugirió a partir
del análisis de componentes principales. Esta nueva estimación permite hallar un componente con
auto-valor 1= 4,129 que da cuenta de un 41,293% de la varianza total del instrumento, similar al
anterior, pero con una configuración de ítem-componente distinta, como se muestra en la tabla 5.
Tabla 4. Matriz de cargas factoriales para el SCAP. Solución bi-factorial (a)
Método de extracción: máxima verosimilitud; rotación Oblimin. Se omiten en cargas
factoriales < 0,40 como criterio de inclusión
Fuente: Elaboración propia (2021)
Tabla 5. Matriz de cargas factoriales para el SCAP. Solución uni-factorial (b)
Método de extracción: máxima verosimilitud; rotación Oblimin. Se omiten en cargas
factoriales < 0,40 como criterio de inclusión
Fuente: Elaboración propia (2021)
Se observa en la tabla 5, que las cargas factoriales de los ítems oscilan entre 0,414 y 0,751 y
este orden de magnitud es diferente al que se obtiene con la solución bi-factorial. Además, no
resultan cargas factoriales negativas y las mismas son superiores a 0,40 en todos los ítems. Esto
Ítem
(a) Componentes solución bi-factorial
1
2
1
0,695
-0,510
2
0,683
-0,495
10
0,651
9
0,636
0,486
7
0,598
4
0,584
6
0,513
0,438
5
0,491
3
0,491
8
0,473
0,446
Ítem
(b) Componentes solución uni-factorial
1
9
0,751
10
0,726
6
0,632
7
0,614
4
0,605
8
0,594
3
0,537
5
0,527
1
0,416
2
0,414
sugiere la posibilidad que para la muestra de participantes en cuestión el instrumento parece
comportarse mejor cuando se considera un solo factor en lugar de dos. Lo anterior se apoya también
en la correlación estimada entre los factores 1 y 2 de la solución bi-factorial, la cual se ubica en rxy
= -0,363 y sugiere que tales factores tienen una correlación inversa y baja pero no permite hacer
una contrastación con la versión original del instrumento en tanto ese dato no es reportado por las
autoras. En general, estos resultados son disímiles a los que reportan Moreno-Jiménez, Ríos y
Vallejo (2013) en la validación española.
La interpretación de los resultados privilegia la solución uni-factorial por considerarse la más
apropiada para la muestra de validación en alumnos universitarios venezolanos.
En la solución de un factor todos los ítems parecen referirse a la participación socio-política.
Esta etiqueta surge de la comparación del contenido de los ítems respecto a la idea central que
semánticamente ellos refieren: comportamiento que tiene un individuo de una forma más o menos
formal el cual trabaja para generar un cambio social, sugiriendo que hacen mención a tal
dimensión y caracterizaría la medida hecha a través del instrumento en la población de alumnos
universitarios venezolanos. Se desecha así en el AFE la solución bi-factorial por considerarse que
no puede interpretarse satisfactoriamente en tanto no cumple los requisitos psicométricos para ello.
Conclusiones
Los resultados obtenidos sugieren un ajuste óptimo de los datos empíricos al modelo teórico de
un factor. Aspectos como la selección de la muestra (en este caso, no probabilísticamente), las
diferencias de origen académico de los estudiantes encuestados y el tamaño muestral pudieran
afectar los resultados y por tanto condicionar los valores de algunos índices de ajuste del modelo.
No obstante, en vista de que un índice muy importante como el RMSEA se ubica en valores
aceptables y que los índices GFI, NFI y CFI, entre otros, se comportan de acuerdo a lo
estadísticamente esperado, puede concluirse que el instrumento SCAP se ajusta a la solución uni-
factorial cuando se incluyen solo las ocho (8) variables.
Esta solución resulta diferente a la que originalmente reportaron Moreno-Jiménez, Ríos y
Vallejo (2013) en una muestra más heterogénea del sur de España, aunque la versión española
también se compone finalmente de ocho (8) ítems, pero agrupados en dos (2) factores. Para el caso
de la versión venezolana, el instrumento final que arro esta investigación quedó compuesto
igualmente por ocho (8) ítems, pero agrupados en un solo factor (al que se ha denominado
participación socio-política).
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