https://doi.org/10.52973/rcfcv-e34327
Recibido: 27/09/2023 Aceptado: 29/11/2023 Publicado: 18/02/2024
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Revista Científica, FCV-LUZ / Vol. XXXIV, rcfcv-e34327
RESUMEN
Se estudiaron los efectos patológicos causados en ratas hembras
Wistar (Rattus norvegicus), cuando factores predisponentes
externos como la ingestión de una dieta con alto contenido en grasa
saturada de origen animal y la inoculación de una cepa virulenta de
Trypanosoma cruzi afectan la salud animal. Las ratas infectadas
A y sanas C sometidas a la dieta hiperlipídica y sus controles B
infectadas y D sanas alimentadas con dieta normal, fueron evaluadas
mediante cuanticación del Índice de Masa Corporal (IMC) y pruebas
de diagnóstico sero-parasitológicas. Los registros biométricos en
los grupos A y C, mostraron un aumento signicativo (P<0,05) en el
IMC, en comparación con las ratas controles B y D. Los exámenes
parasitológicos evidenciaron discretas parasitemias patentes entre
los 10 y 30 días post-infección (dpi); con niveles de parasitémias
signicativamente mayores (P<0,05) en las ratas infectadas A entre
los 20 y 25 dpi. Pruebas bioquímicas realizadas a los sueros, revelaron
dislipidemias variables, destacándose un aumento signicativo
(P<0,05) en los niveles de colesterol total CT. Mientras que c-HDL,
y Triglicéridos TGL no fueron significativos (P>0,05) en función
de las variables fase aguda y fase crónica. Las variaciones en las
concentraciones de lípidos plasmáticos producidos por el proceso
infeccioso, serían los principales mecanismos por los cuales el T.
cruzi podría inuir en la génesis de las placas ateromatosas, lo que
implicaría un factor de riesgo aterogénico para las ratas chagásicas
y/o para nuestros pacientes chagásicos propensos a desarrollar la
enfermedad ateroesclerósis.
Palabras claves: Trypanosoma cruzi; enfermedad de Chagas;
ateroesclerosis; dislipidemias, factores de riesgo
ABSTRACT
The pathological effects caused in female Wistar rats (Rattus
norvegicus) are investigated, when external predisposing factors
such as the ingestion of a diet high in animal saturated fatty and
the inoculation of a virulent strain of Trypanosoma cruzi affect
their bodily integrity. Infected A and healthy C rats subjected to
the hyperlipidic diet and their controls infected B and healthy D fed
with normal diet, were evaluated by quantication of Body Mass
Index (BMI) and sero-parasitological diagnostic tests. Biometric
records in groups A and C showed a signicant increase (P<0.05) in
BMI compared to control rats B and D. Parasitological examinations
showed discrete parasitemia evident between 10 and 30 days, with
signicantly higher parasitemic levels (P<0.05) in infected rats A
between 20 and 25 days. Biochemical tests performed on the serum
revealed variable dyslipidemias, highlighting a signicant increase
(P<0.05) in total cholesterol levels CT. While c-HDL and Triglycerides
TGL were not signicant (P>0.05) depending on the variables acute
phase and chronic phase. The variations in the concentrations of
plasma lipids produced by the infectious process would be the main
mechanisms by which the parasite (T. cruzi) could inuence the
genesis of atheromatous plaques, which would imply an atherogenic
risk factor for Chagasic rats and/or for our chagasic patients prone
to developing atherosclerosis cardiovascular disease.
Key words: Trypanosoma cruzi; Chagas disease; atherosclerosis;
dyslipidemias; risk factor
Efectos de dieta rica en grasas en ratas Wistar chagásicas
Effects of a diet rich in fats in chagasic Wistar rats
Lucy Sánchez
1
, Elio Moreno
1
* , Maritza Alarcón
1
, Sonia Araujo
1
, Rafael Borges
2
1
Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias, Laboratorio de Parasitología Experimental (LAPEX). Mérida, Venezuela.
2
Universidad de Los Andes, Facultad de Economía, Departamento de Estadística. Mérida, Venezuela.
*Autor para correspondencia: eliomorenob@hotmail.com
Dieta grasa y Chagas en Ratas Wistar / Sánchez y col.______________________________________________________________________________
2 de 9
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de
morbilidad en el mundo. Según estimaciones recientes, se han
registrado hasta 17,9 millones de muertes cada año. Numerosos
estudios epidemiológicos han establecido que el riesgo de eventos
cardiovasculares se incrementa cuando confluyen factores
predisponentes, ya que se potencian en sus efectos [1].
La ateroesclerosis considerada una enfermedad cardiovascular
se dene como un procesos patológico multifactorial, crónico, el
cual se forma por: a) la acumulación y oxidación de las lipoproteínas
plasmáticas en el ambiente subendotelial (formación de la estría
grasa); b) activación de las células del endotelio vascular; c)
acumulación de lípidos en la pared vascular (formación de células
espumosas) y d) proliferación y migración hacia la íntima de las células
musculares, donde se ven perjudicadas desde las arterias de gran
calibre como la aorta, hasta las ramas arteriales de mediano calibre,
como las arterias coronarias, carótidas, ilíacas y femorales, con
pérdida de la elasticidad arterial, debido a los depósitos anormales
de lípidos (ateromas) y a los procesos obstructivos, lo que nalmente
ocasiona isquemia en las regiones afectadas [2, 3].
Dado que esta susceptibilidad no puede explicarse por la presencia
de factores de riesgo ateroscleróticos clásicos como hiperlipidemia,
hipertensión y tabaquismo, se han invocado factores patogénicos
especícos como virus, bacterias y protozoarios, los cuales pueden
ejercer una acción proaterogénica [4, 5, 6, 7].
Las dislipidemias son consideradas como uno de los principales
factores de riesgo aterogénicos que deben ser estudiados, así como
la valoración nutricional para una adecuada prevención [8]. Los
cambios en las concentraciones de lípidos pueden ejercer un papel
fundamental en la disfunción endotelial la cual, se ha utilizado en
forma creciente para describir no sólo alteraciones en la modulación
del tono vascular, sino también cambios en la función de barrera,
disminución de las propiedades anti-trombogénicas, alteraciones en
las capacidades angiogénicas, cambios de la modulación de la muerte,
proliferación celular, remodelación de la pared vascular y alteraciones
en la modulación de la función de monocitos y neutrólos [9].
La enfermedad de Chagas es una afección parasitaria, sistémica,
crónica, transmitida por vectores y causada por el protozoario
Trypanosoma cruzi, con una rme vinculación con aspectos socio-
económico-culturales decitarios, considerándola una enfermedad
infecciosa tropical desatendida. La enfermedad de Chagas está
distribuida en zonas endémicas de 21 países de América Latina,
pero también está presente en América del Norte, Europa, Japón y
Australia. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que
la enfermedad afecta aproximadamente a seis millones de personas,
con 30.000 casos nuevos y 14.000 muertes por año [10].
El agente etiológico T. cruzi se transmite de manera natural a
los seres humanos por las heces/orina de insectos hemípteros
hematófagos (triatominos), también puede transmitirse de una madre
infectada al feto durante el embarazo, a través de transfusiones
de sangre y/o ingestión de alimentos contaminados con heces
infectivas del vector, causando importantes lesiones irreversibles
durante la historia natural de la infección en diversos órganos de la
anatomía humana. La enfermedad de Chagas cursa en dos períodos,
uno agudo y otro crónico, que a su vez puede ser asintomático o
con complicaciones. El 25-35 % de los infectados desarrollan una
miocardiopatía que evoluciona hacia una arritmia aguda con muerte
súbita o a una insuciencia cardíaca progresiva (miocarditis y/o
miocardiopatía chagásica), mega formaciones digestivas (megacolon
y megaesófago), así como a trastornos neurológicos en el sistema
nervioso autónomo (SNA) y en la microvasculatura, con alteración
de la microcirculación y posterior miocitólisis [11].
Ambas patologías son consideradas enfermedades cardiovasculares
inamatorias, inducidas por factores predisponentes externos como el
consumo de grasas de diferente origen y por la infección causada por T.
cruzi. Diversos estudios se han desarrollados en modelos experimentales
desde roedores hasta primates y carnívoros, a n evaluar la génesis de
la enfermedad ateromatosa [6, 12, 13] y la instauración de la infección
chagásica en sus fases aguda y crónica [6, 14, 15].
Ratones (Mus musculus) y ratas (Rattus norvegicus) de diferentes
cepas, son los animales más utilizados en investigaciones biomédicas
en el laboratorio, a n de evaluar patologías como hiperlipidemias,
diabetes, hipertensión obesidad, enfermedades autoinmunes
y enfermedades cardiovasculares como la ateroesclerosis y la
enfermedad de Chagas. Los resultados de estas investigaciones,
indican que en estos biomodelos se reproducen con gran semejanza
el espectro patológico que predominan en ambas infecciones,
por lo que se sugiere considerarlos como excelentes modelos
experimentales [6, 14].
La combinación de ingestión de dietas hiperlipídicas y la inoculación
del patógeno T. cruzi han sido evaluadas en algunos modelos
experimentales. Heisler et al. [16] indujeron el sobrepeso en ratones
alimentados a base de dieta alta en grasa, observando sobrepeso,
dislipidemias y lesiones hepáticas, señalando, que este animal
de laboratorio es un buen modelo para estudios sobre obesidad,
enfermedades cardiovasculares, metabólicas y de inmunidad.
Posteriormente, Herrera et al. [17] determinaron en conejos
(Oryctolagus cuniculus) los efectos del etanol en combinación con
una dieta hipercolesterolémica y con dieta normal en la formación de
ateroesclerosis, observando alteraciones extensas, grandes áreas
de denudación endotelial, células endoteliales con tumefacción
intensa, subendotelio engrosado con células espumosas de gran
tamaño, inltrado linfocitario, bras colágenas y láminas elásticas
internas con evidencia de estar fragmentadas, comprobando así que
el etanol no posee efecto protector eciente ante la ateroesclerosis.
En este mismo orden de ideas, se destaca la opinión de otros
autores en el sentido de que, la unión de la infección chagásica
aguda y dietas ricas en grasas, inducen la génesis de la enfermedad
ateromatosa. Así, estudios llevados a cabo en ratones BAL/c y conejos
infectados con T. cruzi y sometidos a dietas ricas en colesterol,
mostraron proceso aterogénico temprano en la microvasculatura
de los animales [18, 19]. De manera que, la combinación de dichos
factores predisponentes externos implicaría un factor de riesgo sobre
aquellos individuos que las posean, puesto que ambas afectan de
manera signicativa el funcionamiento del sistema vascular. Paredes
et al. [20] señalan, si ambos factores predisponentes como son
infección por T. cruzi y el tipo de dieta afectan al sistema circulatorio
por separado, entonces: ¿podría existir una correlación entre ellos?
¿Qué tipo de grasa la produce? ¿Qué modelo animal sería el más
adecuado para investigar la compleja relación de estas patologías?
El efecto de la infección por T. cruzi sobre la aterogénesis podría
relacionarse con la inducción de una inamación persistente, la cual
causa un espectro de efectos sistémicos o subendotelial que se
maniestan por la producción de citocinas, proteínas proinamatorias,
anticuerpos y activación de leucocitos; así, como la autoinmunidad
como consecuencia de la perpetuación del parásito, dicha respuesta
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inamatoria suministra mecanismos adicionales que podrían inuir
en el curso de la ateroesclerosis [18, 21]. Por otra parte, evidencias
experimentales sugieren que los patógenos en las paredes arteriales,
pueden ejercer efectos directos sobre la aterogénesis [4, 6, 22].
Domínguez [23] evaluó los efectos del consumo de una dieta
hiperlipídica sobre la infección experimental por T. cruzi. Observó que la
dieta rica en grasa saturada produjo reducción de la parasitemia en la
fase aguda de la infección, aumento del peso corporal principalmente
en el grupo no infectado alimentado con la dieta rica en grasas,
reducción de la ingesta media de alimentos y aumento en los niveles
sérico de colesterol total desde el primer mes de la infección.
También se detectó mayor hipertroa del tejido adiposo en animales
no infectados alimentados con la dieta alta en grasas, y aumento de
células inamatorias en el tejido muscular cardíaco acompañado por
los niveles séricos elevados de citosina TNF- alfa. Estos resultados
demostraron que el alto consumo de lípidos produjo hipertroa del
tejido adiposo y persistencia del proceso inamatorio cardíaco.
Tomando en cuenta estas premisas nos propusimos a investigar
los efectos patológicos causados por ambas enfermedades en ratas
hembra Wistar cuando factores predisponentes externos como una
dieta con alto contenido en grasas de origen animal y la inoculación
del protozoario T.cruzi afectan su integridad corporal.
MATERIALES Y MÉTODOS
Animales experimentales
Se utilizaron 30 ratas juveniles, obtenidas en el Bioterio de cría de la
Universidad de Los Andes (BIOULA). Los animales fueron colocados
aleatoriamente en jaulas metálicas contentivas de una cama de aserrín de
madera esterilizado, alimentados con dieta comercial perrarina®*
y agua
ltrada ad libitum. Las ratas fueron mantenidas en el Vivario experimental
para su adaptación, con períodos estándares de luz (12 horas de luz
/ oscuridad) y condiciones controladas de temperatura y humedad
relativa. Todos los procedimientos se realizaron siguiendo las normas
internacionales para el cuidado y uso de animales de experimentación.
Parásitos
Se utilizaron tripomastigotes metacíclicos (tpm) de la cepa T. cruzi
M/HOM/VE/2008/p6, de genotipo DTU1 [24], cedida al Laboratorio de
Parasitología Experimental (LAPEX), Facultad de Ciencias-ULA, Los
tpm fueron obtenidos de las deyecciones post-pandriales de ninfas de V
estadio de Rodnius prolixus infectadas experimentalmente, mezcladas
con solución salina al 0,85 %, y cuanticados en 5 µL de la suspensión,
a n de obtener un inóculo aproximado de 2×10
4
tpm·0,1 mL
-1
[25].
Dieta rica en grasas de origen animal (DG)
Consistió en tacos de perrarina®
embebidos en manteca líquida
obtenida de la fritura del tejido graso (tocino) de cerdo (Sus scrofa)
a razón de 1 Kg de perrarina/0,5 kg de tocino (500 mL de manteca
líquida) [26]. *La composición de la perrarina®-Protican tacos* según
información del fabricante es: proteína cruda 20 %, grasa cruda 6 %,
bra cruda 5 %, humedad 20 %, ceniza 8 %, calcio 1,5 %, fósforo 0,8 %.
Ingredientes: maíz (Zea mays), arroz (Oryza sativa), harina de soya
(Glycine max), harina de carne y hueso, harina de vísceras, afrechillo de
trigo (Triticum), harina de gluten de maíz, grasa de bovino, carbonato
de calcio, fosfato de calcio, sal, cloruro de colina, premezcla de
vitaminas y minerales, digestivo de pollo y res (saborizante natural,
bloqueador de malos olores, antioxidante BHA y BHT).
Asumiendo que 100 gr de tocino contiene: 71 gr de tocino y 20,6 gr
de agua (Ministerio de Agricultura, Pesca y alimentación de España,
s.f.), los cálculos realizados indican que la mezcla contenía un 29,7 %
de grasa saturada.
Inoculación de las ratas
Al terminar el período de adaptación, las ratas se dividieron
aleatoriamente en grupos (TABLA I). Los grupos A y B, fueron infectadas
por vía intradérmica (ID) con 2×10
4
tpm·0,1 mL
-1
de la suspensión en el
miembro superior derecho. Los grupos C y D fueron inoculadas por la
misma vía (ID) con 0,1 mL de solución siológica salina. A partir de ese
instante a las ratas de los grupos A y C se les colocó diariamente en sus
respectivas jaulas una porción de 200 a 300g de tacos impregnados
conteniendo 29,7 % de grasa saturada (DG), renovados continuamente
durante 3 meses y agua estéril ad libitum, mientras que las ratas de
los grupos B y D recibieron al mismo tiempo la dieta normal (DN, 6 %
de grasa) del laboratorio y agua estéril ad libitum.
TABLA I
Diseño experimental desarrollado en el estudio
Grupo Número de Ratas Dieta/Estado siológico
A 8 DG / I
B 8 DN / I
C 7 DG / S
D 7 DN / S
DG = dieta rica en grasas + I = infectada; DN= dieta normal + sana
Estimación parasitológica y obtención de sueros
Los muestreos se realizaron a los 10; 15; 30; 45; 60; 75 y 90 días post-
inoculación (dpi). A c/u de las ratas se les extrajo aproximadamente
1 mL de sangre estando el animal ligeramente anestesiadas con
vapores de éter, mediante la ruptura del plexo retro-orbital derecho
con capilares heparinizados. La sangre recogida en viales de plástico,
se utilizó para el examen parasitológico en los grupos infectados, y
para separar los sueros por centrifugación y congelamiento a -20°C,
hasta ser usados en los ensayos bioquímicos.
Registros biométricos
Los registros de peso (g) y longitud total (cm) utilizados para calcular
el Índice de Masa Corporal (IMC) fueron realizados en las ratas antes
de ser alimentadas con la DG antes (To) y a los 10; 20; 30; 45; 60; 75
y 90 dpi. Cada una de las ratas fue pesada en una balanza analítica
(RSTPserie, RUISHAN, Amazon-USA) acondicionada para pequeños
roedores. El procedimiento consistió en colocar el animal previamente
anestesiado sobre el plato de la balanza y registrar su peso corporal.
Adicionalmente, la longitud total se estimó estando el animal sobre el
mesón en posición decúbito ventral, utilizando una regla milimétrica
y midiéndolo desde el hocico hasta la punta de la cola. Las variables
peso y longitud total fueron utilizadas para calcular el IMC mediante
la siguiente fórmula matemática IMC=peso·longitud total
-2
[27].

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FIGURA 1. Niveles de parasitemias en ratas Wistar chagásicas
TABLA II
Estadisticos descriptivos de la variable IMC, en los grupos experimentales
Grupo Mínimo Máximo Media Varianza Desv Est
A 0,0856 0,9714 0,2181625 9,2891 × 10
-2
0,304780422
B 0,1042 0,1941 0,1401875 6,8261 × 10
-4
0,026127185
C 0,1017 0,1447 0,1195875 2,0355 × 10
-4
0,014267189
D 0,1320 0,1618 0,1465500 9,4951 × 10
-5
0,009744302
Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis
Dieta grasa y Chagas en Ratas Wistar / Sánchez y col.______________________________________________________________________________
4 de 9
Estimación del perl lipídico
Las pruebas bioquímicas se realizaron en los sueros descongelados.
Las concentraciones de lípidos fueron determinadas utilizando
el método enzimático-colorimétrico CHOP-PAP (BIOSCIENCE), a
n de estimar los niveles séricos de colesterol total (CT); método
colorimétrico G.P.O TRIDER (BIOSCIENCE) para triglicéridos (TGL)
y método por precipitación polianiónica para lipoproteínas de alta
densidad (HDL COLESTEROL FT).
Análisis estadístico
Los valores promedios de parasitemias patentes, IMC y perles
lipídicos, fueron comparados entre los diferentes grupos, utilizándola
prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis [28, 29], calculados en la
versión 3.6.2 del lenguaje estadístico R [30] y Microsoft Excel, con el
objeto de registrar si hay diferencias estadísticamente signicativas
(P<0,05) en los valores analizados.
El manejo de los animales experimentales se realizó siguiendo el
protocolo para manejo de animales de experimentación del Comité de
Bioética y Seguridad de FONACIT (www.fonacit.gob.ve) en su capítulo 2.
RESULTADOS Y DISCUSION
Determinaciones parasitológicas
Los resultados del presente estudio, revelaron que después
de la inoculación con formas metacíclicas de T. cruzi, las ratas
juveniles, desarrollaron la infección chagásica aguda con discretas
parasitemias patentes entre los 10 y 30 dpi. El análisis estadístico
no paramétrico determinó, que las variables Grupo y Tiempo sólo
mostraron diferencias estadísticamente signicativas (P<0,05) en
relación con la parasitemia media. Todas las ratas superaron la fase
aguda, pasando a una fase indeterminada y/o crónica de la infección,
caracterizada por la ausencia de parásitos en la sangre periférica
y alcanzando el 100 % de sobrevivencia (FIG.1). No obstante, estos
resultados contrastan con lo reportado por Paredes et al. [20] quienes
utilizaron ratas machos Wistar infectadas con igual número de formas
metacíclicas de otro aislado virulento de T. cruzi y alimentados con
dieta DG de origen vegetal, registraron mayores parasitemias patentes
y variaciones lipídicas apreciables. Esta diferencia en los resultados
probablemente se debe a factores relacionados con la patogenicidad
de la cepa de T. cruzi, forma de los parásitos, tamaño del inóculo,
sexo del animal y la composición de la dieta grasa. Domíngues [23]
evaluó los efectos del consumo de una dieta hiperlipídica en ratones
Suiss hembras infectadas experimental por T. cruzi. Observó que la
dieta rica en grasas produjo reducción de la parasitemia en la fase
aguda de la infección y aumento en los niveles sérico de colesterol
total desde el primer mes de la infección.
Resultado de los registros biométricos
El IMC es una razón matemática que asocia la masa y la talla de un
individuo. Es un método para estimar la cantidad de grasa corporal
que tiene una persona, o animal de experimentación sometido a dietas
proaterogénicas vs controles sanos. En la TABLA II, se presentan los
valores promedios calculados de la variable IMC.
Los resultados obtenidos a través de las diferentes pruebas
estadísticas aplicadas para determinar si la variable grupo tiene efectos
signicativos (P<0,05) sobre la variable IMC, demostraron que entre
los grupos A-D y B-C existen diferencias en relación a la media del IMC
(P<0,05). Los animales controles del grupo D mostraron la mayor media
del IMC, en relación con los animales tratados en los otros grupos.
Los resultados mostraron que la DG produjo en las ratas sanas un
incremento progresivo de dicho índice, mientras que la infección por el
agente patogénico externo T. cruzi ocasionó una disminución aparente
en el peso de las ratas infectadas a pesar de estar recibiendo la DG.
Similares resultados fueron publicados por Sunnemark et al. [18],
utilizando ratones CBA/J con infección aguda por T. cruzi observaron
una disminución estadísticamente signicativa (P<0,001) en el peso
corporal de ratones sometidos a una dieta rica en grasas y a una dieta
normal (ratarina), este hecho, pudo deberse a las altas parasitemias
detectadas y al modelo utilizado en el estudio. Es importante señalar
que los autores no calcularon el IMC, consideraron solamente el
peso, parámetro que está condicionado en parte por el tamaño del
animal. Considerando además que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) dene la obesidad y/o el sobrepeso en función del IMC y no
simplemente del peso.
Variaciones en el perl lipídico plasmático
Análisis del Colesterol total (CT)
Los valores de CT (mg·dL
-1
) registrados en los sueros de las ratas
sometidas a los diferentes tratamientos experimentales, están
representados en la TABLA III y FIG. 2. Las curvas de concentración
del CT que representan a cada uno de los grupos, se inician en el To
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FIGURA 2. Curvas de concentraciones de CT vs. el tiempo de observación en
los grupos experimentales
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5 de 9
con un valor promedio de 67,86 mg·dL
-1
, luego se observa un descenso
general hasta el día 10. A partir de ese momento se evidenció una
variación importante en las concentraciones de CT, detectándose en
los sueros de las ratas de los grupos A y C similares concentraciones.
Mientras que en los sueros de las ratas de los grupos B y D mostraron
un discreto incremento en las concentraciones hacia los 20 dpi, con
un descenso progresivo hacia los 90 días (FIG.2).
con lo reportado por Sunnemark et al. [18], quienes encontraron en
ratones infectados con T. cruzi alimentados con una dieta grasa,
niveles de colesterol inferiores a los detectados en ratones sanos
sometidos a la misma dieta al nalizar su experimento. Igualmente,
observaron un discreto aumento en los niveles de colesterol en
ratones infectados sometidos a una dieta normal, en comparación
con el grupo sano-dieta normal, este hecho contradice el posible
efecto que pudiese tener la infección con T. cruzi sobre la disminución
en los niveles de este lípido.
Por otro lado, Alarcón et al. [19] trabajando con conejos infectados
con T. cruzi, sometidos a una dosis diaria de 60 mg·mL
-1
de colesterol,
registraron niveles promedios de colesterol total inferiores a los
obtenidos en los conejos sanos, quienes recibieron la misma
dosis. La explicación señalada por los autores sobre la progresiva
disminución podría estar asociada a una capacidad disminuida del
hígado infectado en producir dichos lípidos, a una mayor peroxidación
de las lipoproteínas de baja densidad (c-LDL), seguida de una mayor
eliminación biliar de colesterol, por otra parte, se estarían generando
células espumosas aterogénicas. El colesterol es una molécula lipídica
presente en los tejidos corporales en general, es necesaria para el
normal funcionamiento del organismo. Sirve como fuente de energía
y materia prima para las membranas biológicas o plasmáticas de
las células, también es la molécula base para la síntesis de diversas
hormonas como por ejemplo los estrógenos y andrógenos implicadas
en diferentes acciones metabólicas. Niveles altos de CT implican más
grasa en los tejidos y su acumulación en las arterias está asociada a
mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares [2].
La aterosclerosis también se observa en animales infectados con
T.cruzi, protozoario que provoca una respuesta inamatoria sistémica
en el huésped mamífero, que ocasiona daños en las células cardíacas,
neuronales y endoteliales [31]. La disminución en los niveles séricos
de CT, también ha sido reportado en infecciones concomitantes con
otros protozoarios parásitos, tal como Toxoplasma gondii [4].
Análisis del Colesterol HDL (Lipoproteínas de alta densidad)
Los valores de las concentraciones de c-HDL (mg·dL
-1
) registrados
se representan en la TABLA IV y FIG.3. Se inicia en el (To) un valor
promedio de 17,00 mg·dL
-1
. A partir de este momento se observa un
descenso progresivo en todos los grupos experimentales hasta los
10 días. En las curvas obtenidas para las concentraciones de c-HDL
en lo sueros de los grupos A y B, se observó un discreto incremento
hasta los 20 dpi, a partir de este momento se evidenció en todos
los grupos un marcado descenso en las concentraciones de c-HDL
hasta nales del experimento. De los valores, se desprende que los
grupos infectados A y B, mostraron los máximos niveles de c-HDL
en comparación con los grupos controles C y D.
TABLA III
Medidas de dispersión de CT (mg·dL
-2
), en los grupos experimentales
Grupo Mínimo Máximo Media Varianza Desv. Est.
A 58,30 81,50 66,68000 65,87547 8,116370
B 46,90 91,70 59,00857 270,11651 16,435222
C 52,60 77,80 67,56571 66,30823 8,142986
D 19,50 67,86 40,12286 295,53899 17,191247
Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis
El análisis estadístico de la variable Grupo resultó estadísticamente
significativa (P<0,05), pero no la variable de bloque tiempo de
observación (P>0,05). En promedio los animales mostraron diferentes
niveles de colesterol total en función de las categorías de la variable
Grupo. Cuando se analizan por separados los grupos A-B, A-C y B-C,
revelaron que no existen diferencias estadísticamente signicativas
(P>0,05) en el nivel medio de CT de los animales tratados en ambos
grupos. Sin embargo, en la gráca los grupos A-D, B-D y C-D mostraron
diferencias estadísticamente signicativas (P<0,05) en relación con el
CT medio. Los animales controles del grupo D, se registró en promedio
el menor nivel de colesterol total en relación a los demás grupos,
controlando el tiempo de observación como bloque.
El análisis estadístico de los valores medios de CT detectado en los
sueros, reveló diferencias estadísticamente signicativas (P<0,05)
entre los grupos A-D, B-D y C-D, aumentado el riesgo cardiovascular
y génesis de la enfermedad ateromatosa. Este resultado concuerda
TABLA IV
Estadísticos descriptivos de la variable cHDL
(mg·dL
-1
), en los grupos experimentales
Grupo Mínimo Máximo Media Varianza Desv Est
A 6,20 16,78 10,354286 14,98663 3,871257
B 5,20 17,00 9,64000 26,08053 5,106910
C 8,50 16,98 10,397143 8,94272 2,990439
D 5,40 16,98 9,28286 18,36672 4,285642
Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis
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FIGURA 3. Curvas de c-HDL a través del tiempo, en los grupos experimentales
FIGURA 4. Curvas de concentraciones de TGL a través del tiempo, en los
grupos experimentales
Dieta grasa y Chagas en Ratas Wistar / Sánchez y col.______________________________________________________________________________
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El análisis estadístico reveló que la interacción entre las
variables grupo-tiempo no son estadísticamente significativa
(P>0,05). El promedio de los niveles de esta lipoproteína no resultó
signicativamente diferente entre los grupos.
La variable Grupo no resultó estadísticamente signicativa (P>0,05),
pero la variable de bloque tiempo de observación sí (P<0,05). En
promedio, los animales no mostraron distintos niveles de c-HDL en
función de las categorías de la variable Grupo.
Al comparar los grupos B-A, C-A, D-A, C-B, D-B y D-C, no observamos
diferencias estadísticamente signicativas en el nivel medio de c-HDL
entre los animales tratados en ambos grupos (P>0,05). Igualmente, el
análisis de las diferentes pruebas estadísticas realizadas en función de las
variables fase aguda y crónica, demostraron que no existen diferencias
estadísticamente signicativas (P>0,05) en el nivel medio de c-HDL.
Las dislipoproteínemias (c-HDL y c-LDL), han sido también
asociadas con procesos inflamatorios sistémicos [32]. En los
grupos A y B, los niveles de lipoproteína c-HDL no mostraron
diferencias signicativas durante el tiempo que duró la investigación,
detectándose niveles similares a los controles sanos. No se registraron
diferentes niveles de esta lipoproteina en función de las categorías
de la variable grupo. Igualmente, no se evidenciaron diferencias
estadísticamente signicativas (P>0,05) en el nivel medio de c-HDL, lo
que indica que esta dieta no fue del todo aterogénicamente efectiva.
Autores como Eckardstein y Assmann [33], señalan que el c-HDL
cumple un rol crítico en la vía endógena de transporte reverso del
colesterol y la promoción de la función de las células endoteliales,
dado que por esta vía se encarga de captar el colesterol remanente
desde los distintos tejidos, incluida la pared arterial y los transporta
al hígado para su posterior reutilización o eliminación a través de la
bilis (transporte reverso de colesterol), evitando su acumulación a
nivel tisular, reduciéndose de esta manera los niveles de colesterol
plasmáticos, como el c-LDL, el cual cumple una función contraria al
c-HDL, es decir, transportar colesterol hacia los tejidos periféricos
incluyendo el epitelio arterial, evento inicial en la aterogénesis [2].
Los sueros de los animales tratados del grupo D revelaron el menor
nivel vs. los otros grupos. La disminución en los niveles de c-HDL
también fue reportado en conejos infectados con T. cruzi [19], así
como en ratones infectados con T. gondii [4] y con otros procesos
inamatorios sistémicos como las enfermedades autoinmunes, entre
ellas lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoidea y síndrome
antifosfolipídico tienen un rol activo en la progresión de las lesiones
ateromatosas [34].
Análisis de los triglicéridos (TGL)
En la TABLA V y FIG.4, se presentan los resultados estadísticos
descriptivos de la variable triglicéridos (TGL) detectados en los sueros
de los diferentes grupos de ratas.
TABLA V
Estadísticos descriptivos de la variable TGL (mg·dL
-1
),
en los grupos experimentales
Grupo Mínimo Máximo Media Varianza Desv Est
A 63,20 145,30 102,96429 826,2706 28,74492
B 53,20 157,80 88,13571 1409,5106 37,54345
C 59,80 149,00 106,76429 935,3873 30,58410
D 45,80 118,65 72,95000 850,5275 29,16380
Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis
Las diferentes pruebas estadísticas aplicadas revelaron que la
variable Grupo resultó estadísticamente significativas (P<0,05)
mientras que la variable de bloque tiempo de observación no (P>0,05).
Al comparar los grupos B-A, C-A, C-B y D-B no mostraron diferencias
estadísticamente signicativas en el nivel medio de TGL de los animales
tratados en ambos grupos (P>0,05). Sin embargo, al comparar los grupos
A-D y C-D, si mostraron diferencias estadísticamente signicativas en
relación con los TGL medio (P<0,05). En consecuencia, se tiene que
los animales tratados en el grupo D, mostraron en promedio, el menor
nivel de TGL en relación con los grupos A y C controlando el tiempo de
observación como bloque. El análisis del nivel medio de TGL en función
de las variables fases aguda y crónica de la infección en los grupos
B-A, C-A, D-A, C-B, D-B y D-C, demostró que no existen diferencias
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estadísticamente signicativas (P>0,05) de los niveles de concentración
en estas fases de la infección chagásica.
En este estudio se encontró una asociación estadísticamente
signicativa entre la infección con T. cruzi y el aumento en los niveles
de TGL en los dos grupos sometidos a la DG, lo que indica el posible
papel que pudo jugar la dieta en este aumento. Es importante resaltar
que la DG suministrada a los animales de los grupos A y C fue a base
de perrarina suplementada con manteca de origen animal, lo cual
pudo producir el aumento de triglicéridos a diferencia de otros
estudios realizados con ratarina y manteca vegetal en la cual tiene
efectos cardiovasculares positivos o favorables, ya que los mismos
produjeron un aumento en los niveles de c-HDL y una disminución
en la concentración de triglicéridos [20, 35].
Por otra parte, investigaciones llevadas a cabo en ratones
alimentados con dieta rica en grasa, colesterol y azúcar, presentaron
una mayor parasitemia e inltrado inamatorio en el tejido cardíaco,
así como la aparición temprana de aterosclerosis, padecimiento
estrechamente relacionado con el síndrome metabólico y la diabetes
mellitus tipo 2 (DMT2) [18]. Así, los ratones obesos infectados con
T. cruzi desarrollan mayor resistencia a la insulina, hiperglucemia,
hipoinsulinemia, daño en el tejido cardíaco y disminución en la
síntesis de adiponectina en comparación con los animales obesos
sin infección, lo que apunta a un cuadro diabético relacionado con la
infección chagásica. Otros trabajos han propuesto que una dieta rica
en grasas puede favorecer una menor mortalidad, menor parasitemias
y mínima presencia de parásitos en el tejido cardíaco, pero incrementa
la carga parasitaria en el tejido adiposo [36].
Comparando los resultados del ensayo bioquímico obtenido en
los sueros de ratas en su conjunto, con resultados publicados de
pacientes chagásicos, los mismos, presentaron ciertas similitudes
y diferencias [37]. Los autores detectaron en los sueros de
pacientes chagásicos en fase crónica niveles de CT, c-LDL y c-VLDL
signicativamente mayores con respecto a los pacientes en fase
indeterminada y pacientes controles sanos, así mismo, encontraron
que los niveles de TGL fueron mayores en los grupos de pacientes
infectados en comparación con el grupo sano; todo esto es compatible
con un cuadro lipoproteico vascularmente riesgoso. Los niveles de
c-HDL no presentaron diferencias estadísticamente signicativas
entre los grupos, por lo que el aumento del colesterol total se atribuye
fundamentalmente al aumento del c-LDL.
CONCLUSIONES
La rata Wistar hembras sigue siendo un modelo apropiado para
evaluar dislipidemias y el desarrollo de la infección chagásica, ya que
la misma supera la virulencia del parásito, reproduce aspectos de la
fase aguda, indeterminada y crónica con cuadros sero-parasitológicos
similares a los que se producen en humanos.
Los efectos de la DG como riesgo aterogénico sobre la rata Wistar
chagásica, reveló que el perfil lipídico detectado en los grupos
experimentales, mostró variaciones importantes en las concentraciones
de colesterol total (CT), lipoproteína de alta densidad (c-HDL) y
triglicéridos (TGL), niveles que fueron afectados de manera signicativa
por la infección, esto implicaría un mecanismo proaterogénico.
Las variaciones en las concentraciones de lípidos plasmáticos
producidos por el proceso infeccioso, serían los principales
mecanismos por los cuales el T. cruzi podría inuir en la génesis
de las placas ateromatosas, lo que implicaría un factor de riesgo
aterogénico para las ratas chagásicas y/o para nuestros pacientes
chagásicos propensos a desarrollar la enfermedad ateroesclerósis.
Conicto de intereses
No se reportan conictos de intereses
Agradecimientos
A la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela
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