________________________________________________________________________Revista Cientica, FCV-LUZ / Vol. XXXII, rcfcv-e32092, 1 - 8
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Estos hallazgos son concordantes con investigaciones previas,
como la desarrollada por León-Peñael [8], que obtuvo como resultado
que los PdE alimentados con PSI, tuvieron un aumento en el peso
estadísticamente diferentes en los órganos buche lleno (T2), intestino
delgado lleno (T1): 0% Inclusión de PSI, intestino grueso lleno (T2: 10%
Inclusión de PSI, intestino grueso lleno (T1 y T2), intestino grueso sin
contenido de digesta (T2), así como en la longitud del intestino delgado
y el ciego derecho; sin embargo, se obtuvo como resultado general que
el consumo de SI no produjo cambios morfológicos o siológicos en el
peso o la longitud de los órganos analizados de los pollos.
Asimismo, se revisó el trabajo de León-Peñael [8] que analizó
el desarrollo del TGI en base a distintos porcentajes de aceite de SI
aplicados en la alimentación de pollos, obteniendo que un 6% de
aceite mostró un crecimiento en el peso del ciego hasta alcanzar
17,79 g, no obstante, la conclusión general está referida a que no se
observa diferencia signicativa en el crecimiento del TGI producto
del consumo del aceite.
En este contexto, aunque no se hallan observado diferencias
de crecimiento entre los órganos, se analizó los requerimientos y
comportamientos de éstos, a n de determinar las causas por las
que no se produjeron cambios signicativos, por lo que se revisó el
estudio desarrollado por Amerah y col. [2], en el que se estableció que
el volumen de la molleja puede aumentar sustancialmente cuando
se agregan componentes estructurales a la dieta como cereales
enteros o molidos en grano, o materiales de bra, como cáscaras o
virutas de madera, aumentando en ocasiones hasta más del doble del
tamaño original, así como también con la retención de las partículas
más grandes [5]. En este sentido, Svihus [13] estableció que a un
mayor tamaño de la molleja, mejora la capacidad de molienda y a la vez
admite un mayor tiempo de retención y estas condiciones permiten
optimizar el proceso de nutrición. Por lo que en el presente estudio,
la consistencia de la PSI o sus componentes estructurales puede ser
similar a la alimentación balanceado artesanal (T1), lo cual generó que no
existiera cambios en el crecimiento de la molleja, observándose incluso
para el T4 (35%) de PSI una reducción en el peso de la molleja vacía.
Verdal y col. [15] informaron de un vínculo entre el agrandamiento
de la molleja y la disminución del peso relativo del intestino delgado.
Según estos autores, esto podría representar una adaptación de las
porciones inferiores del TGI a una mayor disponibilidad de nutrientes,
probablemente involucrando procesos de regulación hormonal.
Demostraron también, que la dilatación proventricular provocó
marcadas diferencias en las características de la digesta, como la
viscosidad, que apareció correlacionada negativamente con la densidad
intestinal. Así, la menor densidad intestinal podría estar relacionada con
el mayor desarrollo de la molleja y los proventrículos. No obstante, en el
presente estudio, tanto la molleja como los proventrículos, mostraron
aumentos de peso con el T2 en comparación con el testigo así mismo,
se detectó que ambos órganos presentaron una reducción en su peso
con los tratamientos T3 y T4.
Los resultados obtenidos en el presente estudio indican que, la
longitud del intestino grueso y delgado, y del ciego derecho e izquierdo
en los PdE que consumieron los distintos tratamientos en base a la
PSI, no mostraron diferencias, lo que permite establecer que este
alimento no inuye en el desarrollo del TGI, estos resultados son
concordantes con el trabajo desarrollado por León-Peñael [8], en
el que obtuvo que la PSI no inuye en la longitud de estos órganos;
asimismo, el trabajo de Vera [14], quien estudio el comportamiento del
TGI en PdB alimentados con 0; 2; 4 y 6% de aceite de SI, obteniendo
como resultado que este tipo de alimentación no produjo un aumento
signicativo en la longitud total del tracto digestivo TGI.
Esta situación se puede deber, a que aún cuando estudios previos
han establecido que las características nutricionales que presenta la
PSI son adecuadas para el consumo de este tipo de animales, dado
que presenta un contenido proteico de 55,99% y una capacidad
de digestibilidad entre el 77 al 88%, en el estudio de Ruiz y col.
[12], se indicaron valores de proteínas y bra bruta de 59,0 y 4,5%,
respectivamente.
En el estudio de Alcivar y col. [1] se concluyó, que este producto es
adecuado para el consumo animal debido a sus propiedades físico-
químicas, no obstante, estableció que la PSI presenta una reducida
solubilidad, así como baja capacidad de adsorción de agua, debido a
la interacción entre los diferentes compuestos químicos presentes
además de un reducido contenido de lignina, considerando que es posible
que predomine el contenido de insolubles entre las hemicelulosas que
corresponde a la fracción no soluble de la bra, y que son responsables
de la regulación del TGI de los animales monogástricos.
En este sentido, las características morfológicas y funcionales de
los TGI generalmente reejan la química de los alimentos, como el
contenido de carbohidratos, proteínas, grasas y materiales refractarios
a la digestión rápida (por ejemplo, celulosa), por lo que, la eciencia
digestiva media de los tipos de alimentos está inversamente relacionada
con la cantidad relativa de material refractario en los alimentos [6].
Asimismo, las bras dietéticas también se han clasicado como bras
dietéticas insolubles y bras dietéticas solubles en función de su
digestibilidad, entre estas bras, los Factores Anti Nutricionales (FAN)
son un grupo heterogéneo de polisacáridos no α-glucano con diversos
grados de estructura, tamaño y solubilidad en agua e incluyen celulosa,
hemicelulosa (arabinoxilanos), β-glucanos, fructanos, entre otros [11].
Estos resultados son similares a los alcanzados por Knudsen [7], quien
estableció que el trigo (Triticum) contiene mayores cantidades de
arabinoxilanos de alto peso molecular con un 7,3 % del total de materia
seca y mostró considerables propiedades antinutritivas.
CONCLUSIONES
Se obtuvo que el consumo de PSI en diferentes proporciones
(T2=15% PSI, 3: 25% y T4: 35%) no produjo un aumento en el peso
del TGI del pollo, dado que como resultados del análisis estadístico
ADEVA, no se obtuvieron diferencias signicativas sustentadas en
P valor mayor a 0,5 y comparados con el peso de los órganos que se
obtuvieron del testigo que consistió en pollos cuya nutrición se base
en una alimentación convencional.
Se concluyó que el uso de PSI en diferentes proporciones no afecta
la longitud de los intestinos delgado y grueso y el ciego derecho
e izquierdo dado que no se obtuvieron diferencias signicativas
sustentadas en P valor mayor a 0,5. Asimismo, se obtuvo que la
longitud para el ciego derecho es igual entre el testigo y el T2, T3 (16
cm), mientras que en el T4 se obtuvo una menor longitud (15 cm), la
misma situación se observó en la longitud del ciego derecho en el
cual el testigo y el T2 presentaron la misma longitud (16 cm), mientras
que en el T3 y T4 se obtuvo menores longitudes (15 cm). En relación
a la longitud del intestino delgado y grueso todos los tratamientos
presentaron valores superiores al testigo.