Invertebrados en islas de macrofitas
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fauna invertebrada asociada a tallos, raíces y suelo (y a la
fauna invertebrada voladora, sirviendo de puente), incre-
mentando la diversidad animal en nuevos lugares.
Es de resaltar que Salinia molesta es una de las especies
de plantas que conforman las islas otantes, incluida entre
las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo
(Lowe et al. 2004), la cual crea problemas en el Lago de
Maracaibo, tanto a los pescadores ribereños como a las pla-
taformas de explotación petrolera. Situación similar ocu-
rre con la bora (Eichhornia crassipes) (Lowe et al. 2004),
que invade los ríos y caños, a tal punto que puede cerrarlos
a la circulación de botes o lanchas.
De manera preliminar, se inrió que las especies fau-
nísticas (representadas por morfotipos) a encontrar en las
islas otantes de macrotas fuesen mayoritariamente de
animales acuáticos, pero los resultados mostraron que las
especies detectadas en estas islas pertenecían casi por igual
a grupos acuáticos como terrestres. Esto sustenta el posible
origen de las islas, cuya vegetación se encuentra asentada
en tierra rme, en las márgenes del río, antes de despren-
derse y conformar las islas otantes; en tanto que la fau-
na ribereña (continente o matriz), proviene de la interfase
biótica de un ambiente acuático-terrestre, lo que permite a
esta fauna sobrevivir mientras las islas inician su recorrido
hacia el lago, o cuando están sobre las aguas del mismo.
Esto explicaría que los invertebrados acuáticos con áreas de
distribución pequeñas y con poca capacidad de dispersión,
como las larvas de dípteros y bivalvos, en las islas, y ostrá-
codos, bivalvos y larvas de dípteros, en las muestras de las
riberas del río, sean numéricamente dominantes.
Si bien el tema central de este trabajo no es la disper-
sión de invertebrados acuáticos, lo cual involucraría la
detección de movimientos de los individuos por diversos
métodos, es conocido que algunos organismos voladores
logran amplias distribuciones a través de medios activos
como el vuelo aéreo a través del paisaje intermedio (Bilton
et al. 2001). Esto podría explicar, en parte, el hecho de que
estas islas otantes alojen miembros de grupos voladores
como dípteros, hemípteros e himenópteros. También lla-
ma la atención que, tanto en las islas como en las muestras
de riberas, el grupo más diverso en términos de morfotipos
sean los coleópteros, que ecológicamente son considerados
insectos eminentemente terrestres-voladores, aunque algu-
nos han conquistado el medio acuático (principalmente
agua dulce). Gamboa (2010) ha contribuido al entendi-
miento de este proceder ecológico-biogeográco de los
invertebrados al señalar dos vías principales de dispersión
para los insectos bentónicos: 1. largo estadio inmaduro o
dispersión larval acuática, relacionada con natación y mo-
vimiento por efecto de la corriente (deriva), y 2. estadio
corto de adulto volador o dispersión aérea. A la par, se
señalan otros mecanismos de dispersión, donde los orga-
nismos usan medios alternativos como vectores animales,
viento y/o la diapausa (Bilton et al. 2001).
Desde el punto de vista biogeográco, la TBI de MacAr-
thur & Wilson (1967) propone que el número de especies
que colonizan una isla será dependiente del tamaño de la
isla y de la distancia desde la fuente proveedora de las espe-
cies (matriz), entre otros factores. En la isla se produciría
también una disminución del número de especies por las
extinciones (sea por mortalidad o emigración), existiendo
un dinamismo permanente entre ingresos y egresos de es-
pecies, hasta alcanzar un punto de equilibrio (MacArthur
& Wilson 1967, Gotelli 2001, Whittaker & Fernández-
Palacios 2007). Para el caso de las islas otantes del Lago
de Maracaibo, es muy probable que haya extinción de espe-
cies a lo largo de sus recorridos por la desembocadura del
río Concha, que seguirá ocurriendo incluso una vez que
las islas se encuentren otando en las aguas del lago. Por
otra parte, la colonización puede darse por diferentes me-
canismos; uno puede ser el vuelo aéreo a través del paisaje
intermedio durante su recorrido hacia el lago, otro por la
transformación del estado larval de algunas especies a su
estado adulto, que en este estudio se establecieron como
morfotipos diferentes. Esta situación convierte a estas islas
en sujetos muy particulares de estudios biogeográcos, por
su condición otante y su movimiento de traslado perma-
nente, acompañadas de la extinción de especies. Se trata de
una apertura a nuevas ventanas de investigación.
En esta oportunidad, teniendo resultados taxonómicos y
ecológicos preliminares, se propone abrir líneas de investiga-
ción que, al analizar diversos factores, contribuyan a un me-
jor entendimiento de la TBI. Hoy esta teoría está en revisión,
elucidando y poniendo a prueba otros componentes, aparte
de los señalados, que determinarían las tasas de inmigración
y de extinción de especies (Simberlo 1976, Brown & Ko-
dric-Bron 1977, Coleman et al. 1982, Case & Cody 1987,
Brown & Dinsmore 1988, Lomolino 1990, Gotelli 2001,
Whittaker & Fernández-Palacios 2007, Herrera 2011).
Así, en relación con la riqueza de especies en las islas o-
tantes del Lago de Maracaibo, y de acuerdo con la TBI, se
esperaría que la mayor riqueza de morfotipos, se encuentre
en las muestras ribereñas (continente o matriz). La dife-
rencia entre la mayor riqueza especíca y numérica de las
muestras ribereñas con respecto a las islas, indicarían una
pérdida de especies e individuos en el transcurrir por el río,
considerada como una extinción faunística en la isla. Al
comparar los resultados de este estudio, corresponde con
lo esperado: un mayor número de morfotipos está presente
en las muestras ribereñas, donde aparecieron 84 morfoti-
pos, mientras que en las islas lacustres aparecieron solo 58.
Junto a esto, puede apreciarse que en la comunidad de ribe-